Buenas tardes Seba. Me alegra que hayas aceptado mi invitación para entrevistarte en el blog.
Buenas tardes Leo, un placer estar aquí contigo y gracias por invitarme.
¿Preparado?
Adelante.
¿Quién es Sebastián García?
Una pregunta difícil para empezar… ¿Quién es Sebastián García…? Yo diría que alguien bastante normal, tirando más bien a corriente. A nivel personal, me considero una persona leal, amigable, extrovertida y honesta. Pero claro, no toda va a ser bueno. Reconozco que soy cargante al máximo, a mis amigos los traigo fritos con mis bromas. A nivel de gustos, soy bastante tiquismiquis. A mí lo que me gusta, me gusta mucho. Suelo ser muy puntilloso y prestarle mucha atención a todo. En una obra literaria o una serie me da mucha rabia cuando descuidan los detalles. En otros aspectos, me describiría como una persona inquieta, curiosa, a la que le gusta mucho investigar, aprender y, de algún modo, evolucionar y no decirle que no a nada. Disfruto enfrentándome a nuevos retos e intentar si no salir victorioso, aprender todo lo posible.
Sé de buena tinta que entre tus aficiones se encuentra la escritura creativa. Y eso me lleva a la siguiente pregunta: ¿Por qué escribes?
Honestamente, no lo sé. De pequeñito ya me imaginaba historias cuando jugaba con los muñecos. Siempre me gustaron mucho los cómics, pero con lo que más disfrutaba era creando aventuras alternativas a las que el autor contaba en las viñetas. De ahí que siempre me buscara las mañas para continuar esas mismas historias en mi cabeza. Desde entonces, he tenido muchos altibajos, con épocas en las que he escrito más, y otras menos, aunque nunca lo he dejado de lado. En realidad, te diría que escribo para mostrar de algún modo lo que me gustaría a mí leer, eso sí, cuando se me ocurre una idea, tengo que plasmarla. Esa es la única manera que he encontrado de hacer un agujerito en mi cabeza por el que dejar espacio para otras. Así que creo que esa es la respuesta más honesta que te puedo dar: lo que escribo es lo que a mí me gustaría leer.
¿Qué te llevó a escribir? ¿Cómo nace esa afición?
Como te decía antes, todo empezó un poco por los cómics. Justo debajo de mi casa había una papelería y yo cada semana estaba esperando a que los trajeran. Yo diría que iba a la guardería por aquellos entonces, y lo gracioso es que me paraba siempre delante del escaparate a mirar los dibujos, y como que mi mente ya se quedaba atrapada. Entonces, a medida que fui aprendiendo a leer, me fui enganchando a ellos. Al final, eso hizo que mi mente fuera creando sus propios guiones, con lo que ya llegó un momento que mi cabeza comenzó a crear sus propias historias, y ya yo comencé a plasmarla en relatos. De hecho, alterné mucho en crear mis propios cómics con mis propios relatos. Pero la afición nace de ahí, ya de muy pequeñito.
¿Destacarías alguna afición más aparte de la escritura por encima del resto?
Pues aparte de las aficiones nada originales que tiene todo el mundo como puedan ser el cine, la lectura, el deporte o los viajes, tengo muchas más, quizá demasiadas. Lo que justamente me falta es tiempo para dedicarme a ellas. Una de las principales es la música. Soy cantante de un grupo que se llama El Vigía. Eso me ha abierto otras puertas, porque también practico boxeo a nivel amateur y el hecho de que cantase llevó a que me llamasen de alguna gala para presentarla. Otro de mis hobbies son los juegos de rol, mundillo en el que llevo ya metido la pila de años. Eso te abre un abanico de posibilidades tremenda para crear relatos, personajes, trasfondos, y a eso sí que suelo sacarle bastante partido para el tema de la literatura. Aparte me encanta la historia, estudiar acontecimientos del pasado, indagar sobre civilizaciones antiguas, la religión desde un punto de vista histórico… todo eso me apasiona. Y ya por último, el dibujo, de lo que también tienen culpa los cómics. Durante un tiempo incluso he estado dedicándome al tatuaje, y ahora pues ha llegado un momento que ya me faltan horas al día, pero vamos, que sigo haciendo mis pinitos con la tableta digitalizadora además de con el lápiz. Mis amigos dicen que soy muy polivalente, pero yo me considero más bien disperso porque al final si todo ese tiempo que le he dedicado a tantas aficiones diferentes, lo hubiese empleado en una, lo mismo ahora podría ser un profesional de esa. Al final, como se suele decir, aprendiz de todo y maestro de nada.
¿Has hecho alguna ilustración menos íntima? ¿Alguna que hayas mostrado al público?
Siempre me dio un poco de vergüenza mostrar mis dibujos a la gente porque tenía la sensación de que no eran lo suficientemente buenos, pero de un tiempo a esta parte, supongo que desde que empecé con el tema del tatuaje, ya no me quedó más remedio que mostrar las cosas que hacía. Ilustraciones mías hay unas cuantas personas que llevan varias tatuadas en el cuerpo. Recuerdo hace unos cuantos años que aquí en Cádiz se hicieron unas jornadas de rol por parte de la Asociación cultural y juvenil Slayer y uno de los carteles era un dibujo mío. Lo último que he hecho es la ilustración de la portada de la novela "Proyecto Unicornia" además del logotipo que aparece en el libro. Ahora ya con la edad me estoy lanzando un poco más a subir mi obra a mi página de Facebook.
Si te diera a elegir entre dedicarte a escribir o dibujar, ¿con cuál te quedarías?
Ufff, esa pregunta es trampa, sería como preguntarme si me quedo con papá o con mamá. Diría que eso va un poco por motivación del momento, lo que me apetezca hacer, es decir, yo no tengo una necesidad profesional de hacer ninguna de las dos cosas por obligación. Es algo que hago en ambos casos como afición. Al final, es una manera de volcar mi creatividad, como te decía antes con el tema del tatuaje o de la música, yo creo que no está reñida una cosa con la otra; el jamón serrano está buenísimo, pero si te dan a comer jamón serrano todos los días, acabas hasta las narices. Yo funciono un poco así, escribo algo y paso a otra cosa. Ahora, por ejemplo, estoy liado con una novela y tengo claro que en cuanto la acabe y se la pase a los lectores cero, me pongo con la portada mientras me dan su feedback. No creo que haya que elegir, pero si me das a elegir, pues… no te voy a responder.
Ya hemos pasado el ecuador de la entrevista, así que volvemos otra vez con la escritura, que es justamente lo que nos ha traído aquí. Antes nos has comentado que estás escribiendo una novela, pero yo sé que también le pegas al relato, ¿con cuál de los dos géneros te quedas?
Es que cada uno tiene su puntito. El relato corto la dificultad que entraña es que necesitas una idea muy concreta y muy condensada, lo que hace que sea muy agradecido si se te enciende la bombilla. En cambio, con la novela, puedes desarrollar mucho más la trama, montarte una historia mucho más compleja, profundizar más en la personalidad de los personajes, valga la redundancia, y entonces tiene otro aliciente. Yo personalmente me siento más cómodo con la novela.
Si hablásemos de géneros, ¿en cuál consideras que te desenvuelves mejor?
A mí los que siempre me han gustado más han sido el terror y la ficción histórica. Son dos géneros que me encantan, y la mezcla entre los dos siempre me ha parecido genial. Una historia de terror ambientada en una época histórica en un contexto concreto… es curioso porque no he leído tanto de eso, no he encontrado grandes cosas en ese sentido, siempre son contextos históricos muy acotados, pero a mí personalmente son los dos que más me gustan. También disfruto mucho con el thriller y con la novela negra, supongo que por eso son en los que trato de moverme cuando escribo.
Algún escritor favorito? ¿Una obra favorita aunque no sea del mismo autor?
Aquí voy a barrer para casa. Mi favorito es Alberto Vázquez Figueroa porque aunque sus historias no sean de lo más grandilocuentes, no tengan una trama enrevesada, sí que son muy fáciles de leer, y precisamente eso es lo que más me gusta de él. Veo que escribe con una soltura y una facilidad que sus obras te las bebes. Usa un lenguaje muy sencillo, entendible, que te atrapa y yo soy de los que piensa que en la sencillez está el gusto, y Vázquez Figueroa tiene esa virtud, que después es muy complicada de llevar a cabo, por eso considero que todas sus novelas sean una delicia. Y mira que es un hombre que tiene más de cien títulos en el mercado, unos mejores, otros peores, pero el simple hecho de leerlo y ver cómo se expresa, ya es una gozada. Y con respecto a mi obra favorita, te diría “La sombra del viento” de Carlos Ruíz Zafón. A mí ese libro me encantó. Y aparte ya no solo la historia, también la manera que tenía el autor de escribir, que te dibujaba unos detalles de los paisajes, de las ciudades, que parecía que estabas viendo una acuarela. Y a mí eso me encantó. También disfruto una barbaridad leyendo a Gustavo Adolfo Bécquer, por esa manera que tenía de expresarse, pero eso ya estamos yendo a unos niveles que uno no es capaz ni de rozar con las yemas de los dedos. Y ya por último, siento no ser muy original, pero otro de mis autores favoritos es Lovecraft. Yo cada vez que leo algo de él se me ponen los vellos de punta, lo malo es que se me quitan las ganas de escribir porque pienso: Nunca voy a poder escribir algo así.
Bueno, pues vamos con la última pregunta: ¿Qué consejo le darías a alguien que está empezando en esta maravillosa afición que es la escritura?
Yo no me considero nadie para dar consejos. Además, los que me puedan servir a mí, lo mismo no le vienen bien a otra persona. A priori, yo lo que le diría es que se ponga las aspiraciones bajas, es decir, que escriba porque le gusta, porque lo disfrute, o bien porque sea un fin terapéutico para él o para ella volcar esas emociones que lleva dentro en forma de palabras sobre el papel y que de otra manera lo mismo no se atrevería a expresar. Pero sobre todo, que se divierta, que le sirva para su bien personal, y si después tiene que publicar, recibir buenas críticas, o incluso tiene que ser un escritor o escritora de gran éxito, el tiempo lo dirá, pero sin duda, que lo disfrute. Otro consejo es que se fije en los autores que le gustan. Que intente seguir la senda de los grandes, o al menos de sus referentes. Obviamente, no hablo de plagiar ni copiar, pero sí de analizar qué técnicas utilizan, qué manera tienen ellos de construir la historia, de expresarse, de hacer las descripciones, de llevar los diálogos... y que aprenda de ellos. Un tercer consejo sería que no tengan miedo, si esto tiene un fin terapéutico para muchas personas, no puede ser malo. Si estás escribiendo una novela negra o policiaca, si tiene que describir a un asesino en serie que comete unas atrocidades que evidentemente a esa persona ni se le pasaría por la cabeza llevarlas a cabo, pues que no tengan miedo a expresarlas, porque si no, se estará engañando a sí misma. El cuarto sería planificar, ponerse a escribir siguiendo un mapa mental al que darle forma, y que no deje de trabajar en mejorarlo. Y el último, y quizá el más importante de todos, que escriba. Lo que sea, que no porque en el momento no tengas la idea clara o perfecta, no lo haga, porque muchas veces esa musa que uno está esperando que le visite, surge cuando estás trabajando. Si te esperas sentado en el sofá a que venga, probablemente nunca llegue.
Muchas gracias, Seba, por acompañarnos esta tarde y hasta la próxima.
Gracias a ti. Un placer.