Hoy nos acompaña Cristina Braza Noriega, profesora y escritora gaditana.
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jueves, abril 24, 2025
10 PREGUNTAS a Cristina Braza Noriega
Hoy nos acompaña en Mi experiencia como escritor, Cristina Braza Noriega, escritora gaditana cuya obra refleja la profunda conexión que tiene con su ciudad, Cádiz, sus tradiciones, y especialmente con el Carnaval, fiesta que no solo vive, sino que también inspira su literatura. Su obra está vinculada en gran parte con la figura icónica de Juan Carlos Aragón, uno de los más influyentes autores del Carnaval gaditano.
¿Cuál fue el
momento o circunstancia clave en tu vida que te impulsó definitivamente a
convertirte en escritora?
Pues si te digo la verdad, no hay un momento clave como tal
ni una motivación previa. En mis planes no entraba dedicarme de forma
profesional a la escritura. En realidad, mi primer libro surge de una forma
totalmente fortuita. Comencé el libro de ensayo sobre la obra de Juan Carlos
sin la pretensión de publicarlo y finalmente Tras los versos del Capitán Veneno
fue el impulso para todo lo demás.
Gracias a ese primer libro, se abrió un gran abanico de posibilidades en
torno al mundo de la escritura, por ejemplo, la oportunidad de ejercer como
columnista en La Voz de Cádiz durante el COAC. Después de esa primera obra, sí
que me encuentro con una nueva faceta y con la motivación y la inspiración
idóneas para seguir escribiendo.
¿Existe
algún libro o autor que te haya marcado especialmente y te haya servido como
referente o inspiración en tu carrera literaria?
Libros y autores podría decir muchos que han sido para mí
referentes y verdaderas joyas durante toda mi vida y especialmente en mi etapa
universitaria, estudiando filología hispánica. Sin embargo, en mi carrera
literaria precisamente con el primer libro de ensayo sobre la obra carnavalesca
de Juan Carlos Aragón, no he tenido la sensación de tener ningún referente o
modelo en el que poder encontrar lo mismo que estaba haciendo yo. Con esto no
quiero decir que no los haya, por supuesto. Pero sí que podría afirmarte que
bajo mi punto de vista, la bibliografía especializada en temática no gaditana,
sino carnavalesca es bastante limitada. A mí me resultó muy llamativo que no
había apenas libros en los que el Carnaval de Cádiz se tratara desde una
perspectiva literaria. En este sentido, creo que ahí está precisamente el éxito
de mi primera obra. Creo que hasta el momento de publicarlo, había muy poco de
ese estilo de libros y fascinantemente el público es muy amplio. Pienso que
puede ser muy interesante y que hay mucha gente que realmente disfruta de leer
estos análisis y de nutrirse de las letras de Carnaval con una perspectiva
diferente.
En cuanto a la novela, El secreto del ángel, sí que podría
citarte diversos autores y autoras que me han marcado y a los que he seguido
durante su carrera literaria, sobre todo, aquellos que se dedican al thriller y
a la novela negra. Me gusta mucho el estilo y es una fuente de inspiración
Benito Olmo, Daniel Fopiani, May R Ayamonte o Blanca Cabañas, por ejemplo.
Cuando
escribes, ¿qué buscas generar principalmente en tus lectores: emoción,
reflexión, o quizás una conexión íntima con tus propias experiencias?
Una pregunta muy acertada. Pues imagino que como todo
escritor intento conectar con los lectores y entiendo que no a todos les puedo
proporcionar las mismas sensaciones. También depende obviamente del género del
que estemos hablando. En mis libros de ensayo, es verdad que uso un tono más
didáctico y mi intención es no solamente que disfruten de la lectura, sino
también que haya un aprendizaje. Sobre todo, en los libros de ensayo, mi
intención es usar la literatura como herramienta para difundir y promover la
cultura relacionada con el Carnaval de Cádiz, que a mi parecer, es muy escasa.
Sin embargo, con el thriller, con la novela, el prisma es mucho más amplio. Me
gusta que mis lectores se emocionen, pero también dejo lugar para la reflexión
y para la crítica social. Al fin y al cabo, soy de las que piensa que los
libros tienen que removernos por dentro de alguna manera. Un buen libro nunca
te deja indiferente.
Sabemos que eres una gran amante del Carnaval. ¿Qué es lo que te atrae tanto de esta fiesta?
Creo que en mi caso, el Carnaval es transversal a toda mi
vida. Desde pequeña, he tenido la inmensa suerte de haber crecido en un
ambiente totalmente cercano al Carnaval. Mi padre salía como guitarra hace años
y siempre me ha llevado a cuartos de ensayo. He estado en lugares auténticos y
míticos con mi familia como en la peña del Erizo, me he disfrazado todos los
años. Al final todas esas experiencias han ido construyendo mi amor por el
Carnaval. Aunque, desde que ya fui adolescente y tenía claro que quería
dedicarme a la literatura, siempre me han enamorado las letras del Carnaval. Yo
soy incapaz de escuchar una letra y no fijarme en cómo está escrita
filológicamente hablando. Y en ese sentido, creo que el Carnaval nos ofrece un
manantial enorme todos los años para poder analizar y disfrutar de los tipos,
de todos los tipos de figuras retóricas que podemos encontrar y recursos. En
fin, es una maravilla.
Juan Carlos
Aragón es una figura clave en el Carnaval gaditano. ¿Qué significó para ti su
obra, y cómo valoras su legado hoy día?
Para mí, hablar de Juan Carlos Aragón y de su forma de
escribir es hablar de Carnaval en mayúsculas. Su obra trasciende los límites
carnavalescos, va más allá. Siempre digo que Juan Carlos no se caracteriza por
ser solamente un autor del Carnaval de Cádiz. Aragón fue un poeta
contemporáneo, que usó sus agrupaciones, ya fuera chirigotas o comparsas para
volcar sus inquietudes filosóficas, políticas, sociales, etc. Te podría decir
que no hay un legado tan auténtico y completo como la obra de Juan Carlos. Sus pasodobles
sin música son piezas de literatura, poemas. Su forma de expresarse y de
transmitir me parecen totalmente únicas.
De hecho, tu
primera obra se tituló: Tras los versos del Capitán Veneno (2022), ¿cómo fue tu
experiencia?
Mi experiencia con Tras los versos del Capitán Veneno fue
una sorpresa, una fantasía, desde el principio. Primero porque el libro suscitó
muchísimo interés y eso fue algo que no esperaba. Yo no tenía ningún tipo de
experiencia escribiendo y tampoco había publicado, entonces imagínate la
sensación cuando tuve tantas respuestas de editoriales interesadas en el libro.
Y, en segundo lugar, todo el recorrido que tuvo el libro fue asombroso. Mi
presentación oficial fue en el Café Teatro Pay Pay, con Luis García Gil, una
figura destacada dentro de la literatura, y con el padre de Juan Carlos, Juan
Aragón, con el que pude además compartir muchísimos más eventos y firmas. He
estado en Jerez, Barbate, Zahara de los Atunes, Rota, Sevilla capital, en la
mesa redonda que se organizó sobre Juan Carlos en Alcalá de Guadaira que
presentó Manolo Casal, e incluso en Granada presentando el libro. Para mí, es
una experiencia inigualable. Disfruté como una niña pequeña.
El secreto
del ángel (2024) se convirtió en tu primera novela. Cuéntanos un poco sobre
ella. ¿De qué trata?
Sí, es mi primera obra de género narrativo. El secreto del
ángel es un thriller, una novela negra cuya protagonista es Ruth Lebón, una inspectora de
policía en horas bajas, que se incorpora al trabajo tras haber estado ausente
por problemas psicológicos. Pese a la oposición de sus superiores, la
inspectora elige sus propios métodos para emprender una investigación de forma
extraoficial. Su amante, que es también uno de los oficiales al cargo de la
investigación, intentará mantenerla al margen, pero finalmente es la inspectora
junto con otro personaje principal, una joven profesora, Almudena las resuelven
el caso.
Es una
novela que ha gustado mucho a los lectores
y que además fue elegida entre las tres novelas finalistas del año en el
Concurso VII Encuentro de Literatura Gaditana.
Artículos de
Carnaval y otros recuerdos (2025) se ha convertido en tu última obra, ¿qué
puntos toca y qué sentiste cuándo la viste acabada?
Sí, exactamente, es mi último libro y, en realidad, tiene
una estructura muy clara. En primer lugar, hay una parte que es la
intrahistoria de aquella experiencia de Tras los versos del Capitán Veneno.
Hago un recorrido muy emotivo por todo lo que supuso a nivel personal y cómo
surgió aquella amistad tan especial con Juan Aragón, también incluyo textos que
él me dedicó así como unas palabras inéditas que nunca llegaron a publicarse en
Tras los versos que yo le escribí a él cuando falleció. Y una segunda parte en
la que inserto todos mis artículos de opinión desde hace unos años hasta ahora
sobre muchas y diversas cuestiones relacionadas con el Carnaval.
Creo que este último libro tiene un estilo mucho más
espontáneo y fresco. Para aquellos que han leído el ensayo de Juan Carlos
pienso que es una obra que les va a entretener bastante, y también es una buena
opción para quienes están acostumbrados a leer artículos de opinión sobre
temática carnavalesca, sobre todo, de las agrupaciones de los últimos años.
De todas las agrupaciones de Aragón, ¿cuál es aquella que más te ha marcado más y por qué?
Es muy complicado elegir solo una. Hay muchas letras de
agrupaciones del Capitán Veneno que me han marcado y que según en qué etapa de
mi vida me he encontrado ha significado mucho o ha tenido cierto peso. Aunque
si tuviera que decir una agrupación me quedaría con Los ángeles caídos. Me
parece una de las comparsas más profundas y complejas de su trayectoria. El
asunto religioso es uno de los atributos más singulares de sus obras,
especialmente en esta. El popurrí por ejemplo es un tratado de ateísmo.
¿Crees que
Juan Carlos transformó el modo de hacer Carnaval en Cádiz?
Completamente. Este autor irrumpe en el Carnaval de Cádiz
con una madurez y una forma de escribir que ya traía de casa por así decirlo.
Cuando él llega al Carnaval, tiene un bagaje cultural inmenso y su creatividad
aporta una visión totalmente innovadora, ya desde las chirigotas. Además, en
cuanto a su forma de escribir, podemos afirmar que él fue quien inició esa
forma culta, quizá más lírica o poética en los pasodobles y en el repertorio en
general. El Capitán Veneno enriqueció la cultura carnavalesca y, por supuesto,
sentó unas bases sólidas para entender de otra forma diferente el Carnaval de
Cádiz.
¿Considerarías
a ciertos autores del Carnaval de Cádiz como poetas?
Los autores del Carnaval pueden ofrecer repertorios más
poéticos como hemos ido viendo estos últimos años en la modalidad de comparsa.
Sin embargo, escribir de cierta forma no te convierte en poeta. Considero que
hay una gran diferencia entre un letrista y un poeta. Todos los autores son
letristas, pero no todos son poetas. Juan Carlos en este caso marca la
diferencia, es poeta y, además, se dedica al Carnaval.
Tu obra
refleja un claro amor por tu ciudad. ¿Piensas que la literatura puede ser un
medio para preservar y difundir la identidad cultural de lugares como Cádiz?
Por supuesto que sí. La literatura es el medio idóneo para
preservar y reflejar la identidad cultural y social de cualquier ciudad. Cádiz, en realidad, es el motivo intrínseco de todo, es decir, no
concibo escribir una novela y no elegir su ambientación en esta ciudad. Creo
que en ese sentido la novela puede ser una forma bonita de descubrir los
rincones de la ciudad y de entender la filosofía de vida de los gaditanos, al
menos, en una dosis pequeña de ciento treinta páginas.
¿Qué
rinconcito de la ciudad elegirías para escribir al aire libre? ¿O ya lo has
elegido y vas allí a buscar inspiración?
Cualquier rincón de Cádiz puede inspirarme. Creo que es una
ciudad mágica, con encanto. Si tengo el mar enfrente, cualquier sitio es ideal.
Aunque si tuviera que elegir uno concretamente me quedaría con cualquier banco
de La Alameda.
Y como curiosidad, te confieso que los primeros capítulos de
la novela me acabo de acordar de que los escribí tomando un café en la plaza
San Francisco.
¿Podrías
hablarnos sobre algún personaje o historia en concreto de tus relatos que
consideres significativo en tu vida?
Me quedo con la protagonista de la novela, Ruth Lebón. Ha
cautivado al lector por ser tan particular y tener su propia forma de entender
la justicia. También me gustan mucho de la novela Lola o el abuelo de Almudena
que, a mi parecer, son personajes muy gaditanos que también han conquistado a
los lectores.
¿Sueles ser
una escritora muy autocrítica con tu obra?
Muchísimo. En general, soy una persona muy autocrítica con
todos los aspectos de mi vida y con mis libros también como no podía ser de
otra manera.
De hecho, la novela tuvo una primera versión que nunca se
publicó. La dejé guardada y al cabo del tiempo, la reescribí de nuevo y ya se
publicó con la inspectora como protagonista.
Cádiz es tu
inspiración evidente, pero ¿hay algún otro lugar, experiencia o temática que
aún no hayas explorado literariamente y que te gustaría abordar en un futuro
próximo?
Sí, hay muchos lugares que me resultan maravillosos y que
seguramente podrían ser también usados para una ambientación de próximos
proyectos. Lo que tengo claro es que me gustaría seguir realizando novelas en
las que además de ser negras o estar encuadradas dentro del thriller, se
inspiraran también en lugares de Andalucía. Me parece que es muy necesario.
Si pudieras
definir a Cádiz y a su Carnaval con una frase, ¿cuál sería?
El Carnaval es música y letra. En una palabra, arte, sin
más.
¿Una
recomendación para autores que comienzan en este arte de la escritura?
Sé que es muy típico, pero de verdad que es lo que pienso.
Lo mejor para comenzar es leer mucho y escribir mucho. Para mí, no hay otra
forma de aprender.
Muchas gracias, Cristina, por compartir con nosotros esta
mirada tan personal sobre Cádiz, su Carnaval, su gente, y sobre la influencia
imborrable de Juan Carlos Aragón en la cultura gaditana. Esperamos seguir
disfrutando de tu literatura en un futuro. Muchos éxitos.
Gracias a ti, Leo, por cederme este espacio. Ha sido un placer
charlar contigo este ratito.
miércoles, abril 23, 2025
10 PREGUNTAS a los Coordinadores de la Antología Benéfica 13 Pasos hacia la Oscuridad
13 pasos hacia la oscuridad
(Antología
benéfica de relatos de terror)
1. ¿Trabajos
específicos en la antología? ¿Quién ha hecho cada cosa?
13
pasos hacia la oscuridad ha sido, ante todo, una experiencia de colaboración
auténtica. La idea original partió de Emilio Durán, quien propuso reunir a
varios autores en una antología de terror con un objetivo claro: disfrutar
escribiendo, apoyarnos entre nosotros y aportar nuestro granito de arena a una
causa benéfica.
Desde ese punto de partida, Luis Manuel Nieto se encargó de dar forma al
proyecto: contactó con los autores, creó los grupos de comunicación y asumió el
papel de coordinador general, velando por los plazos y la cohesión del equipo.
Por su parte, Gemma N. Escarp tomó las riendas de la estructura interna del
proyecto, así como de las tareas más administrativas y de organización, con el
respaldo de su plataforma literaria Equilibria, que sirvió como punto de apoyo
y visibilidad para el proyecto.
Más allá de los roles concretos, cada autor y autora ha contribuido
activamente: revisando textos, proponiendo ideas, difundiendo el proyecto y
dando soporte a los demás compañeros.
Ha sido un trabajo verdaderamente coral, hecho desde la pasión, la entrega y el
compañerismo… con mucho corazón oscuro, sí, pero corazón al fin y al cabo.
2. ¿Habéis
trabajado antes en proyectos colectivos? ¿Cómo ha sido esta experiencia en
comparación con vuestros trabajos individuales?
Algunos ya hemos participado en proyectos colectivos, mientras que para otros es la primera vez. Pero todos coincidimos en lo mismo: esta experiencia está siendo de las más gratificantes que hemos vivido como escritores.
Desde el inicio, se ha generado un ambiente muy sano, cercano y divertido. El
grupo de WhatsApp se ha convertido en nuestro centro de operaciones: ahí
compartimos ideas, resolvemos dudas, lanzamos propuestas, memes, y también
mucho apoyo cuando se necesita un empujón.
A diferencia del trabajo individual —que suele ser más introspectivo—, aquí
estamos construyendo algo juntos, paso a paso. Esa energía compartida le da al
proyecto un impulso especial, y hace que todo fluya con más ilusión, más
motivación… y mucha alma.
3. ¿Conocíais ya a alguno de los otros autores antes de formar parte de esta antología?
Sí, varios ya nos conocíamos de antes, ya fuera por redes sociales o colaboraciones previas. Pero también estamos viviendo descubrimientos maravillosos: autores y autoras con los que no habíamos coincidido antes y que ahora sentimos muy cercanos.
Una de las cosas más bonitas de esta antología es precisamente eso: cómo personas con estilos, y trayectorias distintas han conectado tan bien desde el primer momento. Se ha formado una pequeña comunidad donde reinan el respeto, la admiración mutua y, sobre todo, el buen humor.
Nos reímos, nos apoyamos, y compartimos no solo letras, sino también complicidad. Y eso, al final, vale tanto o más que el propio libro.
4. ¿Quién se encargaba de confirmar los relatos que entraban o ibais ya a tiro hecho? ¿Alguno que os haya sorprendido o inquietado especialmente?
Luisma y Emilio son quienes propusieron el proyecto y gestionaron los primeros pasos de la aceptación de autores, con una intención muy clara desde el inicio: dar espacio a voces con gran talento, muchas veces poco visibles, pero con una fuerza narrativa que merece ser leída.
Desde el principio hemos tenido claro que queremos presentar historias potentes, con identidad propia. Todos los relatos se ajustan a un límite de páginas —adivinad cual— y, dentro del género de terror, abordan subgéneros muy distintos: desde el horror cósmico al psicológico, pasando por el onírico, el simbólico o el existencial.
Cada autor tiene un estilo muy marcado, pero hay relatos que se te quedan
grabados: por su atmósfera inquietante, por un giro inesperado o por esa
sensación que permanece en el aire cuando terminas uno y pasas al siguiente.
Esa variedad es precisamente lo que hace que la lectura sea tan disfrutona. Y
sí, a más de uno nos ha removido por dentro las palabras que contiene.
5. ¿Qué vía de
publicación habéis decidido más apropiada para lanzarla al mercado?
Lo tenemos claro: será una autopublicación. Ahora mismo seguimos en fase de corrección de relatos y aún no hemos cerrado todos los detalles sobre el formato final, pero lo más probable es que se publique a través de Amazon, tanto en edición física como digital.
Hemos apostado por esta vía porque nos permite mantener la libertad creativa,
controlar cada parte del proceso y asegurar que la antología llegue al mayor
número posible de lectores.
Además, todo lo recaudado se destinará a una causa benéfica, y eso nos motiva
tanto como el propio acto de escribir.
6. ¿Qué día tenéis previsto que salga a la luz la antología?
Tenemos algo muy claro desde el principio: queremos lanzarla un día 13. Por ahora, la fecha señalada en el calendario es el viernes 13 de junio de 2025, aunque seguimos siendo flexibles en función de cómo avance el proceso y se vayan cumpliendo los objetivos.
Lo más importante para nosotros es que la antología llegue en el momento
adecuado, bien cerrada, cuidada hasta el último detalle y con la promoción que
necesita para alcanzar al mayor número posible de lectores.
7. Háblame de la oscuridad… ¿da miedo ella en sí o es más terrorífico adentrarse en lo desconocido?
La oscuridad, por sí sola, es un lienzo en blanco. Lo que realmente nos aterra es lo que proyectamos en ella: nuestras dudas, nuestros miedos más primitivos, lo que no entendemos. Es el no saber, el presentimiento, lo que hace que se nos erice la piel incluso antes de que ocurra nada. Y ahí es donde empieza el verdadero terror.
El género nos permite llevar a los personajes —y a los lectores— al límite,
jugar con lo psicológico, con lo simbólico, con lo que no se ve pero se intuye.
Y no es casualidad: el ser humano está programado para recordar lo que le
aterra. Es instinto puro, un mecanismo de supervivencia ancestral. Es una
cuestión de amígdala. Estamos perfectamente preparados para una invasión zombi.
Muchos de nuestros relatos exploran justo eso: la frontera entre lo real y lo
intangible, lo que se ve y lo que se intuye, ese abismo en el que no sabes si
lo que te acecha viene de fuera… o de dentro.
Y ese vértigo, reconozcámoslo, nos encanta.
8. El número 13 siempre ha estado ligado al terror. ¿Os parece un guiño eficaz al género, una superstición útil o una manera de atraer al lector como marketing?
Diríamos que un poco de todo.
Desde el principio sabíamos que seríamos 13 autores, y eso no fue casual: el número no solo encaja perfectamente con el género, sino que formó parte del concepto desde el primer momento. Por eso, desde el arranque, solo había 13 plazas.
El número 13 tiene fuerza simbólica, una carga supersticiosa muy arraigada, y
además es un gancho visual potente. Nos pareció un guiño directo al terror
clásico y, por qué no, también una pequeña chispa de marketing que nunca está
de más.
Quien ve el título 13 pasos hacia la oscuridad, ya intuye que lo que va a
encontrar no será precisamente luz ni tranquilidad. Y si eso ya inquieta de
entrada… entonces vamos por buen camino.
9. ¿Qué os generó más ilusión: el género, el carácter benéfico o la posibilidad de compartir espacio con otros autores?
Sinceramente, no podemos elegir solo una cosa, porque todo va de la mano.
Escribir terror ya nos apasiona —nos encanta explorar lo oscuro, lo inquietante, lo que remueve—, pero si a eso le sumas que lo hacemos por una causa benéfica, y además acompañados de personas con talento, ilusión y buen corazón, la experiencia se vuelve realmente especial.
Este proyecto no es solo una antología: es una mezcla de pasión por el género,
compromiso social y conexión humana.
Y cuando esas tres cosas se juntan, lo que surge es algo que se queda contigo
mucho más allá de las páginas.
10. ¿Cómo describiríais en un par de frases vuestro relato sin hacer spoiler pero dejando al lector con ganas?
Aquí van algunos ejemplos, sin revelar demasiado, pero lo justo para despertar la curiosidad:
· “Un objeto olvidado puede convertirse en lo más aterrador.”
· “A veces, las melodías más hermosas esconden lamentos del otro lado.”
· “El espacio no está vacío: en ocasiones, lo que hay fuera te escucha… y responde.”
Cada relato tiene su propio tono, enfoque y sensibilidad, pero todos comparten ese elemento perturbador que deja huella, que te acompaña incluso después de cerrar el libro.
De ahí el título: 13 pasos hacia la oscuridad. Trece autores, trece relatos, trece maneras muy distintas de experimentar el terror… y de invitarte a cruzar con nosotros esa línea tenue entre lo real y lo inhumano.
11. ¿Os gustaría que esta antología tuviera una continuidad, como una cita anual de relatos de terror benéficos?
¡Sí, sin dudarlo!
Desde el principio sentimos que esto tenía algo especial, y ahora que lo estamos construyendo juntos, la idea de repetirlo suena aún mejor.
Convertir 13 pasos hacia la oscuridad en una cita sería una forma
preciosa de mantener viva esta energía creativa y solidaria.
Trece autores, trece relatos y libertad absoluta para soltar toda la oscuridad,
el talento y la creatividad del mundo. Antología tras antología, con nuevos
temas y nuevas causas.
Este solo es el primer paso… ojalá vengan muchos más detrás… y que nos hundan
en las tinieblas.
12. ¿Algún autor o autora de terror (clásico o contemporáneo) que os hubiese encantado que compartiera páginas con vosotros en esta antología?
Las respuestas dentro del grupo han sido muy variadas, y eso dice mucho de la riqueza de referentes que nos inspiran:
Gemma respondió Lovecraft sin dudar.
Olatz (Eran) mencionó a Laura Gallego y su bestiario de Aislinn.
Emilio, tras pensarlo un buen rato —porque considera que todos los grandes
merecerían estar—, se decantó finalmente por Manel Loureiro.
Luis comentó que, hace 15 años, habría elegido también a Lovecraft, pero que
hoy por hoy se queda con Clive Barker.
La lista podría ser larguísima: Seguro que el resto de compañeros también
tendrían autores a los que admirar y con quienes soñar compartir páginas.
Pero lo más bonito es que esta antología también demuestra que el talento no
siempre está en los grandes nombres. A veces está aquí mismo, en voces
emergentes que escriben con alma, con intensidad… y que merecen ser leídas.
Y eso, quizás, también es una forma de hacer historia.
Para ver en Youtube y Podcast:
Gemma N. Scarp
Eran Mineri
Luis Manuel Nieto
Emilio Durán
martes, abril 22, 2025
ENTREVISTA a 13 pasos hacia la oscuridad - Antología Benéfica de Terror (Youtube y Podcast)
Para ver en Youtube y Podcast:
A quien he tenido el placer de conocer más a fondo sobre su trabajo a través de las redes sociales. Es un escritor madrileño, que ya de pequeño apuntaba maneras porque era un gran lector. Emilio, se puede decir que es de los míos, y ya leía con avidez todos los tebeos que caían en sus manos. Desde muy pequeño se interesó por la poesía, escribiendo sus primeros versos en un poema titulado, “El caballo alazán” que le supuso el respeto de los profesores de literatura del colegio. También ha escrito obras de teatro y colaborado en emisoras de radios locales escribiendo guiones y presentando programas de diversa índole. También es autor de un libro de relatos que responde al título de Angustias y Temores. Gemma N. Escarp
Es autora y creadora del universo literario Equilibria, que lanzó en 2022, un espacio web en el que comparte relatos, artículos y detalles sobre los géneros especulativos, como son la Fantasía, la Ciencia ficción y Terror. Su primera novela corta, “Cántabo. Una historia de Equilibria”, publicada en 2023, marcó el inicio de su consolidación como escritora. Además, es editora de la revista literaria Cronotopía. Un proyecto que reúne todos los artículos publicados en la web. También es autora del poemario Micromórbido, escrito bajo el pseudónimo Annabel Crow, un proyecto que explora el lado más inquietante de lo cotidiano a través de la poesía macabra. Eran Mineri
Olatz
Sánchez Meruelo escribe bajo el pseudónimo de Eran Mineri. De origen Bizkaino ,
estudió Publicidad y RRPP con especialización en Social Media. Además de contar
con varias novelas a sus espaldas, ha participado en diversas antologías con
sus relatos cortos y ha sido galardonada con varios premios literarios.
Es escritora de lo fantástico en todas sus vertientes, siendo su favorita el realismo mágico. Le gusta experimentar, y por ese motivo, es difícil catalogar su estilo dentro de un género.
Resaltar que su novela La Marca de los Dioses será publicada en breve con la editorial Malas Artes.
jueves, abril 17, 2025
Entrevista a Mercedes Alemán Sánchez (Youtube y Podcast)
Hoy nos acompaña Mercedes Alemán Sánchez, traductora, correctora y escritora canaria.
Entrevista a Odilius Vlack
Odilius, honrado de que hayas aceptado mi invitación para contar contigo como uno de los invitados del blog.
Soy yo el honrado, Leonardo, por permitirme ofrendar algo de mi persona y literatura en este altar a las letras que es tu blog Mi experiencia como escritor.
Vamos con la primera pregunta: ¿Quién es Odilius Vlak?
Es un ciudadano del mundo nacido en República Dominicana, en el centro del Caribe. Que siempre ha buscado su identidad como ente civil, profesional y literato, tratando de generar una hibridación entre el orden germano [ya sabes, si quieres ser como los alemanes, pues traes alemanes], y ese placentero desorden cargado de humanidad alegre y sencilla que caracteriza a mi pueblo y el resto del Caribe. Una persona con una curiosidad inagotable que, si bien su principal fuente han sido los libros, se arroja de cabeza a cualquier manantial del cual brote saber, misterio, imaginación..., etc. Ah, y creo que soy simpático.
¿A qué edad comenzaste a escribir y qué recuerdos tienes de esos primeros textos?
Si ubicamos una fecha exacta, fue ya para el 2002/2003, años en los que escribí los textos [calificados por mí como poemas en prosa con arco narrativo] que posteriormente formaron los títulos Tumbas sin fondo y Plexus lunaris. Las inquietudes estaban desde mucho antes claro, pero ya fue entrado mi veintena de edad que hice consciencia de que quería ser escritor, y esos textos fueron mi primer intento serio de demostrarlo. Ya que partí de premisas claras, creativamente hablando, como claro era el objetivo: tratar de crear con el lenguaje del William Blake de los libros proféticos, situaciones y atmósferas muy a lo Edgar Allan Poe.
¿Qué te inspiró a convertirte en escritor?
La respuesta rápida y directa es: ser un lector. Luego dos etapas bien definidas y relacionadas a dos autores. Henry Miller, su obra y su persona, fue quien me sembró la idea obsesiva de ser escritor cuando lo leí en 1999. Luego, en el 2003, la lectura de la saga DUNE de Frank Herbert, me hizo querer ser escritor de ciencia ficción. Pese a que ya venía coqueteando en los títulos mencionados más arriba, con el horror y algo de fantasía oscura, fue Herbert la gran inspiración. Aún hoy, escribir algo parecido, continúa siendo mi norte creativo.
A finales de 2009, creaste junto a un equipo de escritores, ilustradores y dibujantes de cómic, el Blogzine, Zothique The Last Continent. Cuéntanos un poco sobre vuestra experiencia.
Una experiencia fundacional porque, por un lado, fue mi primera empresa como colaborador en una colectividad; con un equipo multidisciplinario y de diferentes backgrounds, si bien cada uno de ellos convergía en lo especulativo. Desde el que venía influenciado por la Metal Hurlant y la Heavy Metal, la light novel, el manga y ánime japonés, hasta los que venían del team poetas malditos franceses, la filosofía, el esoterismo, las pseudociencias... Igual, todo compartíamos un poco de lo del otro. Y claro: el eje común era la ficción pulp. De ahí el nombre: Zothique The Last Continent. Un homenaje al escritor americano Clark Ashton Smith. Y, desde esa saga maestra de la fantasía oscura, un homenaje a la literatura pulp en general. Por el otro lado, ya todas las áreas temáticas mencionadas más arriba reflejan que tenía un mayor cúmulo de información y, por tanto, de conocimiento. Y ni hablar del entusiasmo, las ganas, la energía..., que le pusimos cada uno de los miembros a ese proyecto en el cual estuve hasta el 2014.
En 2015, fuiste cofundador del Think Tank y colectivo multidisciplinario de escritores e ilustradores de literatura de género, MENTES EXTREMÓFILAS. ¿Podrías contarnos cómo surgió este proyecto?
Fue el proyecto con el cual quise, junto al otro cofundador y cómplice en el crimen de imaginar, Eddaviel [artista visual], darle expresión a una nueva etapa de inquietudes. Entre las cuales estaba la de explorar un poco más lo local; mirar más hacia el Caribe y América Latina [incluso como lectores]. Pero también decidimos asumir, quizás de manera ostentosa, el nuevo proyecto como un tanque de ideas, y no solo un mero colectivo de creadores, partiendo de la certeza de que ya la literatura especulativa es fruto de un experimento mental en fase Einstein. Lo que implicaba también, tocar áreas más mundanas como la política. Nada nuevo, pues existía una larga tradición de ciencia ficción y fantasía cargadas de ideas políticas. Por último, que el nombre mismo fuera un manifiesto de nuestro principio creativo. Mentes Extremófilas: mentes que se adaptan a las condiciones más extremas de la imaginación. Eso inspirado en los organismos extremófilos que se adaptan a condiciones físicas extremas. Era una apuesta por una especie de darwinismo mental: solo el pensamiento más fuerte, será el aprobado y hecho realidad. El mismo espíritu se extrapoló a cuando decidimos convertir el proyecto en editorial. Es bueno aclarar que Mentes Extremófilas solo somos Eddaviel y un servidor, Odilius Vlak. Y que ya como equipo y editorial, funcionamos más como un proyecto electrónico al estilo The Chemical Brothers: cosas nuestras y, de vez en cuando, le producimos [editados] a terceros.
Tu primera publicación en formato digital es un poemario en prosa de fantasía oscura, algo que me ha llamado la atención. ¿Podrías hablarme de cómo surge la idea en tu cabeza y su desarrollo?
Ya antes dije que la fórmula creativa fue: la prosa de William Blake más la narrativa de Edgar Allan Poe. Pero claro, no funcionó. Salió otra cosa. Igual fue una etapa de muchas inquietudes místicas. Por lo que me parece que más que los autores que sirvieron de arquetipos, lo que verdaderamente les da su esencia a esos textos son dichas inquietudes. La atmósfera de todos es muy sombría, gótica, con títulos como: Espíritus con amnesia física, El réquiem de la sirena, Las visiones del cíclope; Adán jugó con fuego, Aquelarre en el país de la hadas, Lunámbulos... Esos textos fueron publicados en el blogzine de Zothique.
En la segunda recopilaste varios cuentos: Crónicas de tandrel [dos historias] y Crónicas historiológicas [dos historias], que vieron la luz en la Revista española Alfa Eridiani (2014). ¿De qué tratan?
Crónicas de Tandrel fueron dos historias que pretendían extenderse hasta formar una saga al estilo de Zothique The Last Continent. Es una especie de fantasía oscura/fantaciencia planetaria. La premisa fue usar las fuerzas físicas del universo [la gravedad, el electromagnetismo, etc.] como materia prima de un sistema mágico. De lo que me siento más satisfecho es del worldbuilding que diseñé en ambas historias: El demonio de la voz y Las mazmorras de la gravedad. Las dos historias de Crónicas historiológicas, son parte de mi primer intento de escribir una ciencia ficción y fantasía inspirada en las tradiciones e historia dominicanas. Ese ciclo sí lo completé posteriormente. Consta de siete historias. En Alfa Eridiani se publicaron Descarga de meteoritos en la Batalla del 19 de Marzo, y Juegoedrox platónicos.
Has escrito varias antologías de cuentos más a lo largo de tu carrera literaria, entre ellas Exoplanetarium o Crónicas de Ouroburos, lo que te convierte en un experto relatista. ¿Qué ingredientes dirías que ha de tener un buen relato para que cale en el lector?
Ambos títulos reutilizan historias que se publicaron en Alfa Eridiani. Con el añadido en Exoplanetarium de dos historias más: Futuro post mortem y Monstruos de una dimensión imaginaria. No sé si para el momento en que se publicaron esos títulos [2015 y 2014 respectivamente] ya era un experto relatista, y si lo era, era exclusivamente en lo relacionado a la estirpe a la que me esforcé a que pertenecieran: la tradición pulp. Lo digo porque son historias largas que no siempre son potables para todo lector de «cuentos». Eso aparte de que su naturaleza de género apela al lector de ciencia ficción, fantasía y sus derivados. Si los evaluamos —y de paso evalúo a mi yo escritor de esos años— desde esa tradición, entonces sí, le brindo al lector worldbuildings bien tridimensionales [Exoplanetarium], y lo que creo fueron mis primeras tramas decentes [Crónicas de Ouroboros].
También has escrito microficción, un ejemplo es tu obra Tinta de plasma (Editora Nacional/2020). ¿Podrías definirnos en qué consiste este género?
Bueno, sí. Podríamos definir la microficción como un género en el sentido de como lo es el cuento, la novela, el teatro... En mi caso no soy lo que se diría un lector devoto de microficciones, y menos un autor comprometido con el género. En mi experiencia personal escribir microficciones es un ejercicio más de cálculo matemático que estrictamente literario. Y ahí encuentro la fascinación al escribirlas. Es decir mucho con poco, y que esa brevedad le brinde al lector una experiencia muy amplia en cuando a la connotación del arco narrativo, el cual debe continuar desarrollándose en su imaginación.
¿Qué proceso sigues para conseguir impactar en el lector en unas cuantas palabras?
En series más recientes, como Vainas del Cyberpunk Dominicano y Conexión a la Matrix Mágico Religiosa, que contrario a las de Tinta de plasma, sí son muy breves, mi objetivo, es la contundencia. El final debe redondear la narrativa con un shock. Que puede ser claro sarcástico, humorístico y hasta filosófico.
¿Es más compleja la microficción que el relato en sí?
No. Definitivamente. Al menos no en mi caso. Como tampoco ninguna de las historias de Crónicas historiológicas, ni siquiera el ciclo completo, me resultó más difícil que escribir mi último trabajo aún inédito, el cual es una novela.
¿Nos regalarías un microrrelato tuyo como impronta de tu paso por el blog?
Por Odilius Vlak
—¿Cuál es tu nombre mortal?— tronó
el altisonante Zeus, regente del Olimpo mientras en su mano derecha se
condensaba un rayo de la vorágine de energía electromagnética dentro de la
Esfera de los Cíclopes, ubicada en el centro del salón: la matriz donde dichos
titanes acumulaban la materia prima para forjar el arma letal del jefe
olímpico. Evidentemente tenía intención de fulminar a la grotesca criatura.
—Igneus, Homo Igneus—
respondió desafiante el homínido representante del Homo Erectus, sosteniendo en su mano derecha igualmente otro rayo,
pero ya enteramente solidificado. Su pequeño cerebro generó una decisión
rápida, tan temeraria como la que lo inspiró a ascender al Olimpo para robar el
fuego de los dioses en provecho de su especie. De manera que en dos largos
saltos que dejaron pasmado al mismísimo Zeus, alcanzó una de las ventanas
exteriores del Olimpo, y se lanzó al vacío.
En su caída repasó su epopeya: la
impotencia de tener que depender de un fuego producido de forma natural; las interminables jornadas para mantenerlo
encendido; las agotadoras búsquedas de otras fuentes del nuevo aliado de la
evolución, el que los protegía de las bestias, el frío y le había transformado
su modo alimenticio; la técnica de la fricción para producirlo artificialmente
que colmaba su paciencia girando una y otra vez un palo en el orificio de un
trozo de madera… Por último, decidió hacerle caso a la leyenda sobre un lugar
cerca del cielo donde habitaban las furiosas luces que producían el fuego. Su
infiltración en dicho lugar disfrazado de fauno enviado por el dios Pan como
ayudante de los cíclopes; su aprendizaje de la tecnología para forjar el rayo;
su robo de uno; su… Al fin sintió la tierra bajo sus pies; estaba vivo. Emitió
un gruñido de evidente orgullo. Su leyenda sobreviviría, modificada claro está.
En el futuro ya no sería el agente secreto Homo
Igneus sino Prometeo, y por supuesto, su aspecto ostentaría lo mejor del
canon de belleza griego, muy lejos del físico primitivo de pómulos anchos y
frente retraída que en el momento poseía. Triunfante
blandió el rayo, y se quemó.
Sí. Para el programa BREVÍSIMO. Pero aún no ha salido.
Me gustaría que me hablases de los temas que tratas en tu obra Viaje al centro de los mitos [Ciclo de Cuentos. Coedición Editora Nacional/Mentes Extremófilas].
Es un ciclo de cuatro historias neo pulp, e híbrido de fantasía histórica, oscura y fantaciencia, interconectadas por un arco narrativo general, que tiene como base la mitología taína. Lo más relevante es que el protagonista es fray Ramón Pané, monje jerónimo que, por orden de Cristóbal Colón, compiló entre 1493 y 1498 los mitos cosmogónicos taínos. Pané es considerado el primer europeo en aprender una lengua nativa, y su informa al Almirante el primer libro escrito en el Nuevo Mundo. Y otra cosa. Lo que se registró en La Española sobre esos mitos, no se hizo en las demás Antillas Mayores, por lo que es un documento único. El ciclo es un homenaje a ese personaje histórico, pero también al sincretismo entre lo que denomino la magia católica y la taína.
Como lector, ¿cuál es tu temática favorita y qué libro/s nos recomendarías de ese mismo género?
Pues la ciencia ficción, la fantasía, la novela histórica, y muchísima no ficción. Pero quedémonos en la ficción. ¿Un libro de ciencia ficción? Digamos UBIK de Philip K. Dick.
Y para despedirnos, ¿qué consejo le darías a los jóvenes escritores que buscan hacerse un lugar en el mundo literario?
Bueno, que avancen como un sonámbulo por la senda de su ambición literaria. Y que si escuchan algún canto de sirena que los intente desviar, solo le presten oídos si habla de alguna buena idea para una historia. El resto es la realidad. Que claro, es otro canto de sirena, pero más pernicioso si te dejas aplastar por su lógica.
Odilius, muchas gracias por acompañarnos y enhorabuena por tus éxitos literarios, que no son pocos.
Gracias
Leonardo Jiménez. Ha sido un honor extremófilo.
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