viernes, junio 25, 2021

10 PREGUNTAS a Francisco J. Gutiérrez Gómiz

Hoy tenemos con nosotros en el blog a Francisco J. Gutiérrez Gómiz, autor de Almería a través de la filatelia. Patrimonio cultural olvidado, y que ha aceptado a responder a nuestras 10 preguntas sobre su experiencia en la publicación de su primer libro.

Buenos días Paco, antes que nada enhorabuena por tu reciente publicación del primer libro dedicado a la historia de la filatelia en Almería. Bienvenido a “Mi experiencia como escritor”.

Muchas gracias a ti por ofrecerme la oportunidad de dar a conocer mi libro.

Para aquellos que no hayan oído hablar de ti, ¿quién es Francisco J. Gutiérrez Gómiz?

Soy un velezano que he desarrollado mi actividad laboral en Correos, realizando diferentes puestos de responsabilidad, entre los que han destacado el de Jefe de Recursos Humanos y el de Director de la Oficina Principal de Almería. Así mismo, soy autor de diferentes artículos relacionados con la filatelia y la figura de Nicolás Salmerón publicados en la revista El Eco de Alhama” (revistas número 37 y 40).
Cuéntanos un poquito, ¿cómo nace esa pasión tuya por la filatelia?
La filatelia es un hobby que atrae el interés de más de cincuenta millones de personas en el mundo. Además, hay miles de personas que se dedican al estudio de los sellos y demás elementos filatélicos. Yo no me puedo considerar filatélico, puesto que no colecciono sellos, pero si soy un enamorado del patrimonio filatélico almeriense. Todo mi esfuerzo ha ido dirigido a conseguir recuperar todos estos elementos para incorporarlos al patrimonio cultural almeriense.

¿Qué tipo de planificación has llevado a cabo para sacar adelante un estudio de esta envergadura?

Cuando comencé este proyecto, hace casi siete años, no tenía claro como podría conseguirlo. Por esta razón el primer paso fue intentar conocer que sellos se habían realizado con motivos almerienses. Una vez que tuve la lista de los mismos empecé a indagar sobre las resoluciones donde se emitieron, información sobre su diseño o presentación. Entonces descubrí que existían otra serie de elementos que estaban relacionados con los sellos, matasellos de primer día, de presentación, sobres de primer día, carpetas protocolarias, tarjetas máximas y hojas informativas. Cada paso que daba abría una ventana donde poder investigar. Para conseguir la imagen de estos elementos conté con la colaboración de Correos, de muchas personas y sobre todo de muchas horas de trabajo de investigación.
Si recuperar estos elementos fue complicado los sellos personalizados, matasellos y los rodillos se convirtieron en otra odisea que con paciencia y un poco de suerte pude complementar. 

¿De qué año data el primer sello documentado en tu libro y qué nos cuenta?

El primer sello que se emite en España es en 1850 y el primer sello almeriense se emite en noviembre de 1931. Se trata de un extraordinario sello realizado mediante el sistema de calcografía por el grabador José López Sánchez-Toda. Es una técnica complicadísima, que requería que fuese realizada por grabadores especializados. Una plancha de acero dulce, una lupa, un buril y la creatividad eran sus únicas herramientas. Con ellas dibujaba en la plancha utilizando solo líneas y puntos, con lo que según su apertura o separación, carácter del trazo, cruzado de las líneas, combinación de líneas y puntos, etc., conseguir claroscuros, desvanecidos, texturas, sombras, etc., Todo ello al tamaño del sello 21 x 25 mm y al revés. Si esto ya nos puede dejar alucinados, tenemos que tener en cuenta que una vez aprobada su emisión se repetía el “dibujo” del sello en dos planchas de 100 sellos cada una. ¡Y se realizaron 16 planchas! Increíble.

Asumo que entre todos esos sellos hay muchos importantísimos, pero ¿de 
cuál te apetece hablarnos en particular por alguna razón en especial?

Hay un sello especial, el de José Padilla. Primero porque es un reconocimiento a uno de los compositores españoles más importantes y segundo porque es el único sello en el que se utilizó la perforación de los mismos en su presentación.
Hoy en día es muy difícil de entender que los sellos eran dinero. Se podía abonar pequeñas facturas, comparar por pequeños importes en tiendas o cambiarlos por dinero en Correos. Esto generó que en las grandes empresas, que utilizaban un gran número de sellos, algunos fuesen sustraídos por sus empleados. Para evitar esto se inventó el perforado de los mismos, con las siglas de la empresa, de esta manera perdían el valor moneda y se podría comprobar su utilización no autorizada en la remisión de cartas.

Imagino que habrá sido una experiencia a la par de compleja y trabajada, muy gratificante cuando has visto el resultado. ¿Qué podrías contarnos de ella?

Escribir un libro es extraer de ti una parte para darle vida y que perdure en el tiempo. Pero además, en este caso era un desafío histórico, cada vez se utilizan menos elementos filatélicos para el servicio postal y son menos personas las que se dedican a la colección de los mismos. Esto hacía necesario su recuperación para que las generaciones venideras pudieran conocerlos. Con este objetivo me puse a trabajar y creo que el resultado ha valido la pena, no solo para mí como autor, sino para la sociedad almeriense y los posibles estudiosos de este tema que así ya disponen de un bibliografía de referencia.

¿Alguna anécdota o detalle que quieras compartir con nosotros?

La mejor anécdota del libro es que el mismo fue aprobado por el Instituto de Estudios Almerienses para su emisión digital, pero ha sido tanto el éxito del mismo que se decidió realizar unos ejemplares en papel, digamos que para protocolo, y estos se han agotado.

Alguien como tú, que habrá tenido que recorrer bibliotecas ¿Qué consejos darías a aquellos que necesitan documentarse para llevar a cabo sus obras?

Santa Paciencia y la Virgen del Tiempo deben ser tus referencias. Cuando uno empieza a investigar tiene una idea inicial que nada va a tener que ver con el resultado final. Investigar es rebuscar en el pasado para darle una nueva utilidad a esa información, haciéndola interesante para el lector dándole una nueva visión y adaptarla a nuestra sociedad. Por esta razón el libro no es filatélico, más bien histórico divulgativo.  

¿Qué momento destacarías en el proceso de edición de tu libro?

El de la maquetación. Una vez finalizado el libro uno ve el PDF y dice: ya he terminado. Pero cuando se remite al diseñador gráfico descubre que las posibilidades son infinitas, que cualquier decisión que se toma cambia la forma, la visibilidad y el atractivo de cada una de las páginas. Coordinarme con él fue todo un desafío, como es lógico, visiones diferentes. Pero creo que el resultado ha sido espectacular.

Sé que has decidido ceder de manera gratuita tu obra a la Diputación de Almería. Dinos, ¿dónde podemos encontrar Almería a través de la filatelia. Patrimonio cultural olvidado aquellos que estemos interesados en leerlo?

Es cierto, desde el principio tenía claro que el libro debería ser gratuito, por esta razón lo presenté a la convocatoria del Instituto de Estudios Almerienses. Es un regalo, este patrimonio no me pertenece, es de todos los almerienses y de las generaciones venideras. Para poder leerlo es tan fácil como pinchar en este enlace:

Enhorabuena de nuevo, Paco. Muchas gracias por compartir tu obra con nosotros y contarnos tu experiencia en el blog y espero que esta pasión tuya se vea recompensada en el futuro con muchas más alegrías como esta.

Gracias a ti, y felicitarte por tu excelente libro Proyecto Unicornia. Totalmente recomendable.

miércoles, junio 23, 2021

PROMOCIONES: El ocaso de don Julio

Título: El ocaso de don Julio
Autor: Gabriel Estañ Cerezo
Fecha de publicación: 01 de mayo de 2021
Editorial: Autopublicada
Género: Suspense / Espionaje
Extensión: 280 páginas

Sinopsis: Al final de su carrera, Don Julio, veterano agente del CNI, recibe oficialmente la orden de jubilarse. Sin embargo, sus instrucciones reales son otras. Debe dirigir un equipo creado específicamente para investigar al Comisario Requena, un expolicía que ha tejido un oscuro entramado para llevar a cabo sus actividades delictivas que, entre otras, incluyen el espionaje industrial, el blanqueo de capitales y el chantaje a empresarios y políticos.
Don Julio se esfuerza por reunir toda la información que necesitan para detenerle, pero no imagina el alcance de las implicaciones de su última misión. ¿Hasta dónde llega la influencia del Comisario? ¿Posee contactos en las altas esferas políticas que le protegen? ¿Tiene topos en el CNI y en la Policía? ¿Puede poner en peligro la estabilidad del Estado?
¿Serán capaces Don Julio y su equipo de desarticular las acciones de este oscuro personaje?

Sobre el autor: Nacido en 1986 es licenciado en Químicas por la Universidad de Valencia (2011), posee un máster en Química Médica (2013) y es Doctor en Síntesis Orgánica (2015), ambos títulos obtenidos en la Universidad de Alicante, donde además ha trabajado como investigador. Igualmente, ha sido investigador en el Servicio de Farmacia del Hospital General Universitario de Elche y gestor de proyectos biomédicos en la fundación FISABIO. Actualmente, trabaja como gestor de investigación en la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario de Elche.
"El Ocaso de Don Julio" es su tercera novela, tras "No podrás escapar de ti mismo" y "Estáis pero no sois", además de los libros de divulgación científica "La Química en 100 preguntas" y la "Guía de Introducción a la Investigación en Biomedicina", de la que es coautor.

viernes, junio 18, 2021

10 PREGUNTAS a Aitor Heras

 

Hoy tenemos frente a nuestro micro virtual a Aitor Heras, músico y escritor madrileño. Bienvenido a nuestro blog.

Hola Leo, gracias por invitarme.

Vamos con la primera pregunta. ¿Cómo definirías a Aitor Heras?

Pues Aitor Heras es uno más de esos frikis que creció en los ochenta y los noventa, lo que indefectiblemente ha marcado su visión artística del mundo. Soy otro más de los hijos de La guerra de las galaxias, Los Goonies, Jungla de cristal, Arma Letal o La princesa prometida. La música, el cine, los libros y los videojuegos son mis pasiones, las que absorben todo mi tiempo. Tengo la suerte, además, de pertenecer a la última generación que ha vivido sin internet y que ha visto el paso del mundo analógico al digital, con la eclosión tecnológica que ello ha supuesto.


Allá por el año 2014 comienza a picarte el gusanillo de la escritura. ¿Cómo surge en ti esa afición?

La verdad es que era algo que llevaba picándome mucho tiempo. Salvo un breve período en la adolescencia, siempre he sido un lector voraz, desde que, con trece años, leí Cementerio de animales. La semilla que Stephen King y esa novela en concreto plantaron en mí sigue creciendo. Después de tantos años leyendo las historias de otros, me decidí a lanzarme cuando entré en contacto con Vuelo de cuervos. Ya había escrito algunas historias a lo largo de mi vida, pero nada serio. Pasar a ser colaborador habitual de Vuelo de cuervos fue lo que me llevó a escribir de manera regular, y a plantearme dar el salto del relato corto a la novela.

¿Qué puedes contarnos sobre esa andadura tuya en la revista Vuelo de cuervos?

Como digo, fue mi primera experiencia creativa regular en el mundo de la escritura. Me sirvió para empezar a escribir mis primeros relatos, a tener una disciplina. Porque soy de esos escritores a los que les cuesta muchísimo mantener la regularidad, tanto por mi forma de ser como por la medicación que tomo desde hace cuatro años. Fue una experiencia de la que no tengo ningún recuerdo negativo. Me permitió conocer a Lorena Gil, que se ha convertido no sólo en una compañera de letras sino en una buenísima amiga, disfrutar de la escritura y colaborar con una publicación de calidad.

Escribiste varios relatos cortos antes de lanzarte con tu primera novela autopublicada, Dos kilos de sueños. ¿Qué podrías contarnos sobre esa experiencia como escritor de cuentos?

Al principio fue difícil, porque me costaba mucho ceñirme a un formato tan limitado en cuanto al número de palabras. Pero poco a poco fui haciéndome a contar mis historias para encajar en el formato de relato breve. Ahora me gusta, el contar algo de manera sucinta. Tengo la fortuna de haber aprendido a escribir relatos cortos, porque no siempre un autor encuentra fácil el adaptarse a un formato determinado.

Acerca de tu experiencia con la autopublicación, ¿qué puedes contarnos?

Es una experiencia del todo positiva. Le da al autor el control absoluto sobre la obra, el contenido, el precio, la portada. Es cierto que me costó dinero, porque pagué al ilustrador que hizo la portada, al corrector, a la persona que lo pasó a formato digital, pero no escribí Dos kilos de sueños para ganar dinero ni hacerme famoso. De hecho, no escribo para eso. La autoedición es algo que ha funcionado para muchos escritores que, gracias a haber escrito novelas de calidad, a haber llevado ellos mismos buenas campañas en redes sociales y haber logrado buenas ventas, les ha permitido darse a conocer y acabar siendo fichados por alguna editorial. Es algo que recomiendo hacer.

¿Te sientes más cómodo en el relato o en la novela?

Sin duda alguna en la novela. Al no haber límites de extensión da más libertad a la hora de contar todo lo que se quiere contar, permite ahondar más en las descripciones, y el autor se puede dejar llevar por el tecleo sin preocupaciones. Sin duda, es el formato que más me gusta.

¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren dar el salto del relato a la novela?

No creo que haya ningún consejo que dar. Quizá el que traten de acostumbrarse a pensar que la novela, como digo, da más libertad. Es verdad que hablo del límite en el relato porque todos mis relatos cortos han sido para Vuelo de cuervos o para concursos, donde los límites vienen marcados. Pero escribir es escribir. Se pueden contar grandes historias con pocas palabras. Más largo no tiene porqué significar mejor.

Aprovecho esta entrevista para darte la enhorabuena por tu segunda novela, Ecos y murmullos, que acabas de publicar con Arima Editorial. ¿Qué puedes contarnos sobre ella?

Ecos y murmullos nació como un proyecto para un NaNoWriMo (el National Novel Nwriting Month, un reto anual que consiste en escribir cincuenta mil palabras durante el mes de noviembre). Ese año no lo conseguí terminar, pero al terminar noviembre tenía el armazón de la novela. No quise dejarla en el olvido y me decidí a terminarla por varios motivos. Me di cuenta de que le había cogido mucho cariño a los dos personajes principales, Jeremy y Lauren y, sobre todo, vi que yo también tenía curiosidad por saber cómo acabaría. No supe el final hasta que lo escribí. Rara vez lo sé, así que al escribir mis historias yo también las voy descubriendo, en cierto modo, como cualquier lector. Estoy contento con ella, he disfrutado escribiéndola, dándole ese tono de Serie B que tiene.

¿Cuánto tiempo te llevó escribirla y qué sentiste cuando pusiste el punto final a la obra?

La verdad es que no recuerdo el tiempo que me llevó. La escribí en dos tandas. Poner punto final a una novela a mí me deja un poso de tristeza. Satisfacción por haber terminado el trabajo (no hablo del primer borrador, hablo de terminar del todo, de dejar el manuscrito listo para publicarse), pero tristeza, como digo, por decir adiós a unos personajes a los que has visto crecer y que, durante un tiempo, han estado constantemente en tu cabeza, con los que has sufrido y reído, a los que has hecho pasar buenos y malos momentos. Terminar siempre me produce esa sensación.

He leído que tienes varios proyectos literarios en marcha para el futuro. Para despedir la entrevista, ¿podrías hablarnos un poco de ellos?

La verdad es que sí. Tengo varias novelas empezadas, que tocan varios géneros (una de fantasía, otra de terror, negra). Debo de tener como unas cinco o seis. Me cuesta pasar demasiado tiempo con una, por lo que voy alternando. Eso es de las cosas que más me gusta, el reencuentro con personajes con los que ya trabajé en el pasado. De momento no hay nada claro, pero publicar Ecos y murmullos ha hecho que tenga ganas de seguir con alguna de ellas, y llegar a ese punto final del que hablábamos en la pregunta anterior. Por ahora no puedo concretar nada.

Muchas gracias por acompañarnos, Aitor. Mucha suerte con tu nueva novela.

Muchas gracias a ti por esta oportunidad.

miércoles, junio 16, 2021

RESEÑA: "Crónicas Marcianas" de Ray Bradbury

Título: Crónicas Marcianas

Autor: Ray Bradbury (1920 - 2012)

Editorial: Minotauro

Año de edición: 2008

ISBN: 978-84-450-7689-7

Número de páginas: 260

Sinopsis:

Esta colección de relatos recoge la crónica de la colonización de Marte por parte de una humanidad que huye de un mundo al borde de la destrucción. Los colonos llevan consigo sus deseos más íntimos y el sueño de reproducir en el Planeta Rojo una civilización de perritos calientes, cómodos sofás y limonada en el porche al atardecer. Pero su equipaje incluye también los miedos ancestrales, que se traducen en odio a lo diferente, y las enfermedades que diezmarán a los marcianos. 

Mi opinión: 

Hoy subimos a la palestra a nuestro primer clásico: Crónicas Marcianas de Ray Bradbury, con prólogo de Jorge Luis Borges.
Cuando un principiante en esta materia de hacer reseñas como yo, se enfrenta a una obra de esta envergadura, lo primero que se plantea es si su opinión aportará algo a las críticas ya existentes. Seguramente no, aunque eso no impedirá que la dé para quien pueda interesarle leerla.

Comenzaré con un poco de historia para poneros en antecedente sobre cómo se produjo la publicación de la obra. Allá por los años 40, Ray Bradbury recopiló una serie de veintisiete relatos cortos, que ya habían sido publicados por diferentes revistas de la época para darles salida editorial como una novela. Los veinticuatro primeros se desarrollan entre enero de 1999 y diciembre de 2005. Los tres últimos durante 2026 (hay un salto en el tiempo de veinte años entre el 2005 y el 2026, en los que se produce una guerra nuclear en la Tierra). Esta colección de cuentos acabó por publicarse en 1950 y se convirtió en un clásico de la ciencia ficción de la literatura mundial en poco tiempo. Una serie de relatos que nos hacen reflexionar sobre la verdadera naturaleza del hombre, al que enfrenta consigo mismo a través de sus miedos más internos.

Es curioso porque en esta obra (una de las más afamadas de este prolífico escritor), el autor no nos trata ese miedos desde el punto de vista de los terrícolas a una posible invasión extraterrestre (algo muy extendido en la literatura de la época), sino que hace justo lo contrario, y traslada estos miedos a los habitantes de Marte mostrándonos su recelo a ser colonizados por los humanos. Establece así el autor un claro paralelismo con la manera en la que se produjo la conquista de América por parte de los europeos, quienes dominaron a los nativos e instauraron sus costumbres y creencias en su expansión a lo largo a lo largo y ancho del Nuevo Mundo. En Crónicas Marcianas, el autor también nos habla del racismo, de los miedos del hombre y de las consecuencias de una guerra para su supervivencia y la del planeta.

A medida que los relatos avanzan, Bradbury nos cuenta la llegada del hombre a Marte y el modo en el que se va produciendo su asentamiento y expansión a través del planeta rojo mientras en la Tierra se produce una guerra, que provoca que al final del relato, muchos de esos mismos colonizadores vuelvan a su planeta de origen para estar al lado de sus seres queridos. Todo esto, Bradbury nos lo narra de manera sutil, con un tono melancólico (a veces, un tanto surrealista), y valiéndose de unas descripciones sugerentes y visuales que facilitan al lector sumergirse en la lectura. 

Entraba en un muerto pueblo marciano; paró el motor y se abandonó al silencio de la noche. Maravillado y absorto contempló los edificios blanqueados por las lunas. Deshabitados desde hacía siglos. Perfecto, en ruinas, sí, pero sin embargo perfectos.

Para ello se adentra en las emociones humanas y relaciona todos aquellos lujos que tenemos en la tierra con las miserias que rodean a nuestra civilización, de tal modo que tras cada relato encontraremos alguna enseñanza oculta.

Se señalaron el uno al otro y la luz de las estrellas les brillaba en los miembros como dagas, como trozos de hielo, como luciérnagas, y se tocaron otra vez los brazos y las piernas y se descubrieron intactos, calientes, animados, asombrados, despavoridos, y el otro, ah, sí, ese otro allí, era sólo un prisma espectral que reflejaba la acumulada luz de unos mundos distantes.



Algunos de los relatos me han parecido muy buenos, pero otros no tanto. Es curioso que me hayan calado más los cortos que los largos, quizá porque los haya visto más efectivos. Lo que no quita que todos ellos me parezcan interesantes y estén escritos de manera extraordinaria. De hecho, mientras los leía, me preguntaba si algún día sería capaz de escribir un solo párrafo, solo uno, con la misma magia con la que lo hace Bradbury, eligiendo cada palabra, meciendo cada frase, con esa maestría que caracterizan sus textos, y que tan solo está al alcance de los más grandes.



Sin embargo, considero que la obra está un peldaño por debajo de otras distopías como puedan ser Farenheit 451 (publicada en 1953), del mismo autor, 1984 (publicada en 1949) de George Orwell o Un Mundo Feliz (publicada en 1932) de Aldous Huxley. Quizá tenga que ver con que Cronicas Marcianas no tiene una línea argumental contínua como las anteriores, a pesar de que los relatos estén muy bien hilvanados, pero la cuestión es que no me resultó tan atrapante como las anteriores.

Una de las cosas que más me ha cautivado de Bradbury es su prosa y su estilo poético, que me han parecido sublimes, lo que unido a la cuidada descripción de sus escenarios y personajes debería ser suficiente para enamorar a cualquier lector deseoso de degustar literatura de la buena.

Totalmente recomendable para aquellos escritores que empiezan y que quieren empaparse de los clásicos, así como adquirir un vocabulario rico y sentir esa musicalidad que debe acompañar a un buen texto.

viernes, junio 11, 2021

10 PREGUNTAS a Ariel F. Cambronero

Hoy tenemos con nosotros en el blog a Ariel F. Cambronero, escritor costarricense, literato y máster en Lingüística, que ha aceptado a responder a nuestras 10 preguntas sobre su experiencia en el mundo de la literatura.

Hola Ariel, bienvenido a “Mi experiencia como escritor”

Hola, Leonardo. Es un gusto y un honor que me hayas invitado a este espacio.

Vamos con la primera pregunta. Para aquellos que no te conozcan, ¿quién es Ariel F. Cambronero?

Aparte de ser un enamorado del terror, el esoterismo, la mitología, el simbolismo y el misticismo católico, soy un amante de la literatura, de la buena literatura, y de la escritura. Por esta misma razón estudié Literatura en la universidad, para comprender ambas áreas desde un punto de vista profesional. Fuera de ello, como todo ser humano, soy un cúmulo de contradicciones en medio de este universo.

Tienes algunos relatos publicados en varias revistas digitales conocidas, ¿eliges a las que presentas tu candidatura por el género que tratan, la extensión o por otros motivos?

Esto ha cambiado con el tiempo. Al principio no tenía un filtro en específico; sin embargo, después fui centrándome en revistas que trataran el género de terror y en revistas académicas, las cuales suelen valorar los textos no solo por aspectos de entretenimiento, sino también por aspectos de índole profesional.

En el tiempo que llevo siguiéndote en las redes sociales, he visto que eres un autor en continua formación. ¿Crees que eso es algo necesario para ser mejor escritor?

Definitivamente. Conocer cómo funcionan la literatura y la lengua siempre hará que se escriba mejor. ¿Por qué? Porque se deja de lado la idea de la literatura como mero gozo y se le otorga la seriedad que realmente merece. La buena literatura es compleja, básicamente porque nace de un organismo aún más complejo: el ser humano. Así que para develar esa complejidad se requieren herramientas que nos permitan adentrarnos en el texto y decodificarlo. En mi caso, el haber estudiado Literatura me ha servido de mucho, no solo para leer mejor, sino también para analizar textos profesionalmente. Es fascinante cuando uno puede navegar entre las entrañas de un texto y descubrir todo lo que este puede ofrecer y que oculta a simple vista. Y es aún más fascinante escribir analizando lo que escribes.

¿Qué consejos a este respecto les darías a aquellos que comienzan su andadura como autores?

Normalmente se recomienda leer mucho, lo cual me parece muy acertado; sin embargo, yo agregaría leer mucho y bien. Es decir, uno debe aprender a leer bien, desmenuzando el texto para identificar los mecanismos literarios empleados por el narrador. Es indispensable desnudar el texto para descubrir cómo está construido. Dicho de otra forma, hay que hacer lecturas de calidad. No hay que conformarse con las capas más superficiales de un texto, sino que hay que sumergirse lo más profundo que se pueda. Para ello, como diría Lotman, es indispensable hacerse con las herramientas necesarias para desarrollar las competencias que nos permitan decodificar los distintos niveles del texto.

También les aconsejaría que no se desesperen ni se desanimen si les rechazan un texto. Va a haber muchos fallos y muchos aciertos, así que desesperarse no va a servir de nada. Es necesario que confíen en ellos mismos y que escriban lo que realmente les gustaría leer, no lo que el mercado o la gente espera que ellos escriban; para ello, no hay que tener ninguna clase de tabú o pudor a la hora de escribir. No hay que limitarse. Asimismo, deben aprender que la magia del escritor no radica únicamente en la escritura, sino en la edición.

¿Qué autores consideras que te han influido a la hora de escribir?

Principalmente, hay tres autores que han influido mucho en mí y en mi estilo. Y estos son Yasutaka Tsutsui, por su genialidad en el tratamiento de lo grotesco y lo absurdo, Leopoldo Lugones, por el tratamiento de los temas científicos y religiosos, y Shakespeare, por ser el autor que me motivó a escribir con su maravillosa tragedia Hamlet. Aparte de ellos, ha habido otros autores que me han influido para relatos específicos, como Gastón Leroux, Roberto Arlt, García Lorca o Witold Gombrowicz.

¿Cómo construyes tus relatos? ¿Parten de una idea inicial que vas desarrollando y te ayuda a anidar la trama completa de la historia, de un personaje protagonista, o eres más bien de los que crea sus relatos a partir de un buen final?

Bueno, hay de todo un poco. Algunas veces voy formando en mi cabeza un personaje que me gustaría crear y lo vinculo a una idea que me gustaría plasmar, ya después todo va cayendo en su sitio. En otras ocasiones, tengo en mente un tema que quiero tratar y voy estudiando las formas más adecuadas para desarrollarlo. Aunque la mayoría de las veces, se me ocurre una idea, la dejo añejar para que se vincule a otras ideas y fiat lux: todo cae en el lugar que le corresponde.

¿Qué cualidades crees que debe tener un buen narrador?

Para mí, un buen narrador debe desarrollar la trama de la mejor manera posible. Debe explotar la historia y los personajes al máximo; debe sacar lo mejor del texto. El narrador es como un titiritero, así que debe saber mover bien a sus títeres, memorizar bien los tiempos de cada acontecimiento y conocer el escenario en el que se va a llevar a cabo la obra. De lo contrario, todo resultará en desastre.

¿Qué tipo de narrador te hace sentirte a ti más cómodo a la hora de escribir y por qué?

Con todos me siento cómodo en realidad. A todos los veo como herramientas que me sirven para desarrollar un determinado texto. Por ejemplo, si necesito introducirme en la mente de diferentes personajes, creo un narrador extradiegético; por el contrario, si necesito narrar desde el interior de la historia, entonces creo un narrador intradiegético. Todo depende de lo que me demande la historia para ser narrada de la mejor manera posible.

Ya sabes que si fuera por nosotros, tendríamos los textos siempre en continua revisión. ¿Cuál es el límite que consideras oportuno a la hora de corregir nuestros textos?

Cada texto exige un tiempo diferente. Hay textos que necesitan meses o incluso años de edición, mientras que otros están prácticamente listos desde el momento en que son escritos y solo requieren si acaso una o dos revisiones. Uno como escritor logra desarrollar la intuición necesaria para darse cuenta de ello.

Y la última pregunta: Se te ve cómodo como cuentista. Supongo que ya te habrán hecho esta pregunta en muchas ocasiones, pero me veo obligado a hacértela de igual modo: ¿Tienes pensado dar el salto a la novela en algún momento?

Claro, me encantaría. De hecho, ya he experimentado con la novela. Tengo una novelita corta experimental que aún no he publicado. Me gustaría publicarla y adentrarme más en ese mundillo.

Muchas gracias, Ariel. Espero que tengas muchos éxitos y quieras volver a este pequeño rincón literario para compartirlos con nosotros. Ha sido un placer tenerte aquí hoy.

Muchas gracias a ti por la invitación y por este rato tan ameno. Y claro, yo encantado de volver a este bello espacio. Ha sido un placer haber estado aquí.

miércoles, junio 09, 2021

RESEÑA: "El Camino del Escritor" de Julia Cameron

Título: El camino del escritor

Autora: Julia Cameron

Editorial: Gaia

Año de edición: 2015 

ISBN: 978-84-8445-550-9

Número de páginas: 246

Sinopsis:

Con esta obra los lectores descubrirán que escribir no es una capacidad limitada a otros, a “los escritores”. Escribir es algo mucho más simple y, a la vez, más vasto. Es el encuentro con uno mismo y con nuestra creatividad sigilosa que, para nuestra sorpresa y asombro, resulta siempre más sabia y profunda de lo que imaginábamos. Es un derecho, un placer, una meditación, una terapia o la mejor de las plegarias. No existe, pues, un “mal escrito”. El mero hecho de escribir es ya, en sí mismo, un éxito seguro.

Basándose en sus más de treinta años como escritora y empleando sus técnicas de creatividad reconocidas internacionalmente, Julia Cameron muestra aquí cómo todos podemos liberar nuestra riqueza creativa mediante la escritura, experimentando hallazgos y satisfacciones inimaginables.

Gracias a las técnicas creativas y las ilustrativas historias de El Camino del Escritor, los lectores descubren paulatinamente que la escritura es una parte natural e íntima de sus vidas. El lector se verá impulsado cada vez más profundamente en su propio viaje a través de cortos y apasionados ensayos y artículos, vinculados con ejercicios y herramientas creativas.

Tanto quienes salten por primera vez a la creación literaria como quienes ya viven de ello, descubrirán que el arte de escribir ya no es lo mismo tras haber leído este libro.

Mi opinión:

Me gusta formarme y, sobre todo, disfrutar haciéndolo. En el pasado, sí que tenía más tiempo para hacerlo a través de cursos de escritura creativa. Ahora lo hago principalmente a través de libros porque creo que es la manera más sencilla y que más se adecua a mis necesidades actuales. Por ese mismo motivo, siempre meto en mi lista algún ensayo relacionado con la escritura y la manera de verla por parte de otros autores, ya sean consagrados o no tanto. Esto hizo que este fantástico libro de Julia Cameron cayera en mis manos. Poetisa, escritora y ensayista estadounidense, además de guionista y colaboradora de programas de televisión, obras de teatro y películas, Julia es autora también de El camino del artista, otro superventas en el que nos enseña a manejar las herramientas que debemos usar para poder crear con mayor libertad. Si bien a la hora de elegir, este libro no me sedujo tanto porque lo vi más genérico (eso no quiere decir que en el futuro no acabe metiéndole mano), sí que me sentí verdaderamente atraído por El camino del escritor.

Ese es el motivo por el que tras haberlo leído, haya decidido subirlo a la palestra y compartir con vosotros mi experiencia y sensaciones mientras lo hacía.

No cabe duda de que se trata de un libro inspirador en el que la autora te va atrapando a lo largo de sus páginas mientras te habla de su modo de vida y sus vivencias, las cuales intercala con útiles consejos de escritura.

Se nos invita a reflexionar de principio a fin. Por momentos, ha sido como mantener una conversación con mi otro yo, ese Yo escritor que a veces me susurra al oído que debo claudicar y dedicarme a otra afición, que para esta no valgo. Ese otro Yo que al mismo tiempo que quiere dejar la escritura, clama al mismo tiempo porque se le reconozca sus esfuerzos.

Podría tratarse de un libro revelador para aquellos que buscan iniciarse en la escritura creativa y adquirir los hábitos y las pautas necesarias para llevar a cabo sus textos, ya que su autora nos da consejos sobre cómo debemos administrar nuestro tiempo, nos habla de la importancia de escribir en sucio y de cómo sacarle el máximo partido a nuestras correcciones, además de dónde y cómo encontrar la inspiración (o reencontrarse con ella en el caso de haberla perdido). Ella la llama fuente y la describe como "un fondo privado de imágenes".

El mecanismo que yo utilizo para repoblar el estanque es muy simple; yo lo denomino «cita del artista». Dicho de un modo sencillo, la cita del artista es una incursión, una vez a la semana y en solitario, en algún lugar alegre que suscite nuestro interés. Puede ser una visita a un museo, a un acuario o a una tienda de hilos. Puede ser un concierto, una película o una exposición sobre dinosaurios. La cuestión es ir a algún lugar fascinante e ir solos. ¿Por qué solos? Porque la cita del artista es mitad «artista» y mitad «cita».

Julia defiende el carácter innato de la escritura y la necesidad que muchas personas tienen de ponerla en práctica (más de las que creemos), pero que no se atreven a hacerlo por pudor, vergüenza o miedo. Y algo tendrá la manera en la que lo hace que hasta a mí, que llevo años escribiendo prácticamente a diario, me entraban ganas de hacerlo.

En lo técnico, la obra está bastante bien estructurada con capítulos cortos y sugerentes, llenos de detalles sobre la vida de la autora que hacen la lectura más amena, y cuyos títulos invitan a seguir leyendo. Al final de cada uno de ellos se nos invita a hacer una serie de ejercicios que nos ayudarán a mejorar en cada uno de los aspectos que trata y ganar seguridad en nosotros mismos.

En uno de ellos, Julia trata un tema que me llamó la atención, porque justamente es algo que solemos hacer los autores nóveles, y que yo también hacía: escribir para corregir al día siguiente, algo que con el tiempo, me di cuenta que me frenaba más que hacerme avanzar. Como se suele decir, “cada maestrillo tiene su librillo” y lo que me vaya mejor a mí, no tiene porqué irte mejor a ti, pero sí que es cierto, que me va mejor desde que escribo, escribo y escribo y cuando toca la fase de corrección, me dedico a revisar y tratar de mejorar lo escrito, normalmente un tiempo después de haberlo dejado reposar. La autora también defiende este método, ya que según nos cuenta la mayoría de los párrafos escritos desde el corazón son aprovechables, incluso aquellos que creemos que no son tan buenos.

También nos habla de los miedos que rodean al escritor, del censor que todos llevamos dentro, de la diferencia entre el proceso y el producto. Ella lo llama el “síndrome de la credibilidad” y nos ayuda a restarle importancia para que no caigamos en sus garras porque si disfrutamos escribiendo, ¿por qué dejar de hacerlo pensando en el resultado? 

Este es el mismo tipo amable, que cuando trabajaba como columnista, solía decirme que el encargado de seguridad no iba a creer lo que ponía en mi DNI y no me dejaría entrar a escribir porque yo «no tenía la apariencia de una escritora de verdad». (Comoquiera que sea esa apariencia.)

A lo largo de la obra da ejemplos de ilustres de otras artes que ayudan a visualizar mejor lo que la escritora quiere transmitirnos. Uno de ellos, quizá de los que más me ha gustado ha sido el que usa para hablarnos de la musicalidad y la fluidez de la prosa y su necesidad en cualquier escrito que se precie. También la comparación que hace entre caminar y escribir, relacionando la cadencia de los pasos con la armonía de los acordes.

La portada, sin grandes florituras, cumple con el contenido. La cubierta con solapas, es resistente y de buena calidad.

En definitiva, nos encontramos ante un libro motivacional más que didáctico y en el que se nos habla de lo terapéutica que puede ser la escritura, además de la importancia de valorar nuestro trabajo, admitir nuestros errores y aplaudir nuestros aciertos.

lunes, junio 07, 2021

GRAMÁTICA: Queísmo y Dequeísmo

De acuerdo con la RAE estas son las definiciones de queísmo y dequeísmo:

queísmo. Es la supresión indebida de una preposición (generalmente de) delante de la conjunción que, cuando la preposición viene exigida por alguna palabra del enunciado.

dequeísmo. Es el uso indebido de la preposición de delante de la conjunción que cuando la preposición no viene exigida por ninguna palabra del enunciado.

En la mayoría de ocasiones para los que no solemos caer en este tipo de expresiones erróneas, es fácil detectar cuando se produce, pero hay otras en las que incluso aquellos que están más en contacto con la línea puede caer en la trampa ya que nuestro cerebro está cada vez más habituado a su empleo tanto por el resto de hablantes como por los medios de comunicación.

Hay ciertos verbos más proclives a que usemos la preposición o la suprimamos de manera inadecuada. Algunos ejemplos:

Me alegro que hayas venido a la fiesta. (queísmo)

Me alegra de que hayas venido a la fiesta. (dequeísmo)

Cuida que no se rompa (queísmo)

Le preocupa de que suspendas. (dequeísmo)

Me olvidé por completo que vendrías a verme. (queísmo)

María evitó de que su abuela se cayera al suelo. (dequeísmo)

Estoy seguro que me lo regalarán (queísmo)

Me dijo de que asistiría (dequeísmo)

Pienso de que ganaremos este partido. (dequeísmo)

¿Cómo reconocerlo y evitarlo?

Yo tengo mi particular forma de hacerlo. No sé si será la correcta, pero a mí me resulta efectiva. Sustituyendo la oración subordinada por “algo”.

Lo hacemos con los ejemplos anteriores y veremos el resultado. Subrayaremos la opción correcta en azul para mayor claridad.

Me alegro que (algo) – INCORRECTA Me alegro de (algo) – CORRECTA

Me alegra (algo) – CORRECTA Me alegra de que (algo) – INCORRECTA

Cuida de que (algo) no se rompa - CORRECTA

Le preocupa de que (algo) – INCORRECTA Le preocupa (algo) – CORRECTA

Me olvidé de (algo) – CORRECTA / Me olvidé que  INCORRECTA

María evitó de (algo) – INCORRECTA / María evitó (algo) – CORRECTA

Estoy seguro de algo – CORRECTO / Estoy seguro de que algo  INCORRECTA

Pienso de que algo – INCORRECTO / Pienso que (algo) – CORRECTO

Dudo de (algo) / Dudo (algo) – CORRECTA / Dudo de (alguien) – CORRECTA

Pienso (algo) – CORRECTA Pienso de (algo) - INCORRECTA

Por lo tanto, tened presente que hay verbos que requieren ir seguidos de ciertas preposiciones (de/con/a,…) y otros que no las necesitan, del mismo modo que también los hay que pueden llevarlas o no según el contexto, pero debemos fijarnos y emplearlas correctamente.

viernes, junio 04, 2021

10 PREGUNTAS a Chari Escudero

Hoy tenemos frente a nuestro micro virtual a Chari Escudero, bloguera, reseñadora y escritora en ciernes.

Buenas tardes Chari, bienvenida a “Mi experiencia como escritor”.

Buenas tardes, Leo. Es un placer para mí el que me hayas invitado a aparecer en tu blog. 

¿Preparada para la primera pregunta? 

Venga, dispara. 

Se ha convertido en casi una tradición que nuestros invitados sean los que se presenten a sí mismos, así que, ¿podrías decirnos quién es Chari Escudero? 

Mmmm.... Chari Escudero es alguien muy inquieta, que no se cansa de aprender y a la que le encanta plasmar aquello que siente y piensa en la escritura. Es alguien algo irónica que usa el sentido del humor prácticamente para todo.

Cuéntanos. ¿Cuándo y cómo nace toda esa idea de hacerte bloguera?

Es curioso porque el primer blog que abrí fue para contar una historia por capítulos. Recuerdo que había quedado con una amiga y apareció con una de esas camisetas al estilo de Victoria Francés en la que aparecía una mujer acostada llorando sobre una rosa, la miré y dije: tengo que escribir una historia sobre esa mujer. Realmente a día de hoy, la historia que me inventé me parecé horrible ja, ja, ja, pero me fue mi inicio en esto de los blogs.

El mismo año abrí Rincón Revuelto, que es el blog en el que estoy actualmente. Lo hice por una necesidad de contar cosas que no requirieran tanta elaboración como una novela o relato, eran entradas espontáneas sobre lo que se me iba ocurriendo. No lo hacía con ningún fin y los temas iban cambiando al mismo ritmo que mis intereses. Finalmente acabó siendo un blog más centrado en la literatura, las reseñas y los artículos.

Sé que suena muy típico, pero es un blog que ha ido evolucionando a medida que lo he hecho yo.

Como bloguera experimentada, ¿crees que un escritor necesita tener un blog?

No sé si decir que “necesita”, pero sí que considero que es muy útil. Para entender muchas cosas, creo que un escritor debe salir de su papel y ponerse en la piel del lector:

Si yo tengo millones de libros entre los que elegir, entre autores que no conozco, ¿cómo escoger?

Si ya conozco la forma de escribir de un autor, ya sea por sus redes sociales o por su blog, eso siempre va a ser una forma de “engancharme” a su forma de contar las cosas. Al final, puede funcionar como una carta de presentación para mostrar de forma gratuita, que es lo que puedes ofrecer a los lectores con tus novelas.

Además, también hay que tener en cuenta que los blogs son un sitio al que muchos lectores acudimos para conocer nuevos libros, por lo que es un muy buen sitio para poder acercarte a aquellas personas que pueden convertirse en tus lectores.

He visto que en tu blog tienes una sección dedicada a las reseñas y que tienes bastantes en tu haber. Para aquellos que como yo están aprendiendo ahora a hacer críticas literarias, ¿qué consejos nos darías?

Bueno, en primer lugar, no soy experta en la materia ni estoy formada en este campo, pero desde mi humilde experiencia -y como lectora de reseñas también- lo que yo recomendaría en primer lugar es que tengas tu propia voz, es decir, no copies estructuras ni expresiones (leer sobre “la pluma del autor” me hace cerrar automáticamente una reseña). Es normal que aprendas de otros, pero sin convertirte en un calco de nadie.

En segundo lugar lo que yo recomendaría es no centrarte solo en tu opinión, es decir, está bien que me digas si te ha gustado o no un libro, pero dime el motivo, por favor, háblame de la evolución de los personajes,  de los puntos de giro, del ritmo de la trama, del argumento principal, de si la acción es rápida o lenta.  Al final, se quiera o no hay que manejar una terminología básica, tanto para tener un punto de partida como para argumentar tus “me gusta/no me gusta”.

En tercer lugar, recomendaría ponerse en la piel del lector a la hora de elegir el tono y el estilo con el que nos vamos a expresar, porque al final el ser más o menos técnico o más o menos informal, depende mucho de a que público nos vayamos a dirigir. Lo mismo para facilitar la lectura de lo que estoy leyendo: ponme negritas, fotos, separa bien los párrafos, coméntame alguna cita del libro que te haya gustado y te hayas apuntado... Dale dinamismo, porque aunque sea más importante el contenido que la forma, la forma también hace mucho.

Finalmente, tengo que decir que todos vamos aprendiendo por el camino y que nadie lo hace perfecto desde el principio (y que siempre vamos a seguir aprendiendo).

Y ya antes de cerrar esta pregunta, tengo que recomendar un libro que a mí me ayudó mucho en esto: Cómo escribir sobre una lectura de Carme Font.

¿Qué tipo de cosas tienes en cuenta a la hora de llevar a cabo una reseña?

He tenido varias fases, cuando aún no sabía ni siquiera que cosas tenían que entrar en una reseña, me hacía como un guión de: personajes, trama, acción, etc, es decir, todas aquellas cosas que pienso que a mí como lectora, me gustaría saber sobre un libro.

Ahora lo que hago es preguntarme qué “esquema” (por llamarlo de alguna forma) se adapta mejor al libro que tengo entre manos: hay libros que ponen sobre la mesa temas muy interesantes, como es el caso de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? De Philip K. Dick (Bladerunner para los que solo hayan visto la peli). Este libro te hace que te cuestiones que es lo que nos hace humanos, entonces en esta reseña quizás veo más interesante el contar como el autor ha explorado las posibles respuestas a través de escenas y personajes.

Otro ejemplo serían los libros de Carlos Ruiz Zafón:  pienso que me quedaría corta contando trama, personajes  y demás, entonces en este caso lo que hago es pensar en tres, cuatro o cinco razones por los que el libro en cuestión me parece tan increíble y, usando esas razones como punto de partida, escribo la reseña.

También intento aportar algo a las reseñas además de mi opinión: reseñas de otros blogs, audiolibros, booktrailers...

Creo que en definitiva, lo que más en cuenta tengo, es como ofrecer de forma amena y atractiva mi opinión, para que no sea una opinión sin más, sino algo trabajado que sea verdaderamente útil para quien me lee.

¿Revisas las reseñas antes de adquirir un libro? ¿Son estas útiles a la hora de decantarse por un libro?

No siempre leo las reseñas, ya que muchas veces me doy una vuelta por alguna librería o feria y si un libro me llama la atención, lo compro sin más. No obstante, si me topo con alguna reseña negativa o positiva sobre un libro si que suele influir en mi decisión de compra.

También eres escritora de relatos y microrrelatos, ¿cómo trabajas tus escritos?

Hace ya años que no escribo, pero según un artículo que leí una vez por ahí soy escritora de “brújula”, es decir, no planifico. No hago mapas, ni esquemas, ni fichas de personajes. Es como si a medida que fuera escribiendo, también descubriera yo la historia. Por supuesto, esta forma de escribir, requiere de mucha corrección, ya que es normal que te dejes cabos sueltos, que se te olviden detalles... Pero las veces que he intentado escribir con planificación me ha resultado muy aburrido, porque como ya sabía “que iba a pasar”, ya no me apetecía escribirlo.

Quizás suene algo absurdo lo que estoy diciendo, pero así funciona mi cabeza y mi motivación Además, me sorprendí mucho al leer en  “Mientras Escribo” que a Stephen King le sucedía algo similiar, y si al Rey le pasa, cómo no me va a poder pasar a mí ja, ja, ja.

¿Tienes algún género favorito a la hora de leer? ¿Y autor?

Suelo leer de todo, pero tengo preferencia por la ciencia ficción, el terror y los thrillers.

Me parece que la forma de escribir de Carlos Ruiz Zafón es magia pura y que el género al que pertenecen sus libros es un género propio. Stephen King transmite a la perfección los sentimientos de tristeza, terror y dolor y que convierte como nadie cualquier situación cotidiana en algo terrorífico. Mi tríada de escritores predilectos la cierro con Philip K. Dick, porque a pesar de que su prosa es bastante simple, es increíble todos los temas que pone sobre la mesa  -y la forma en la que los expone- a través de la ciencia ficción.

¿Cuáles dirías que son tus referentes literarios a la hora de escribir?

Como ya he comentado, soy muy fan de la prosa de Carlos Ruiz Zafón. Lo bien que suenan sus frases, como te hace volver atrás para disfrutar de nuevo de ese párrafo... Y al acabar, darte cuenta de que estaba usando campos semánticos concretos por una razón (no puedo dar ejemplos para no hacer spoilers).

Aunque parezca contradictorio, también me gusta la sencillez con la escribe Stephen King, porque me siento identificada con su ironía y sentido del humor.

También me fascina ese toque tan oscuro de Pilar Pedraza, cómo juegan con los límites de la realidad y el terror  cómo lo hacen algunos cuentos góticos como Otra Vuelta de Tuerca de Henry James.

Otro de mis “anhelos escritoriles” es poder escribir como Gillian Flynn, sus libros me enganchan completamente, siempre me deja con la boca abierta con sus giros inesperados y su forma de escribir, a veces tan cruda y “sucia” me sorprende siempre gratamente.

Realmente, sé que a medida que he ido leyendo más y más, han sido más las influencias que se han incorporado en mi forma de escribir y que algunas no las recuerdo y de otras ni me habré dado cuenta.

Y con la décima pregunta llegamos al final de esta entrevista. He visto que como a mí, te gusta leer manuales de escritura creativa, ¿qué libro le recomendarías a aquellos que están empezando?

No puedo quedarme solo con uno, así que voy a hablarte de unos cuantos y lo que más me gusta de cada uno:

“Mientras Escribo” de Stephen King. Fue el primer libro que leí de Stephen King, y lo recomiendo sobre todo para levantar el ánimo y encontrar inspiración. El libro está compuesto por dos partes: la primera es una especie de autobiografía en la que cuenta sucesos de su vida que le llevaron a ser escritor, la segunda es un manual de escritura en el que da algunos consejos para escribir muy útiles, sobre todo para aquellos que están empezando.

“La práctica del relato” de Ángel Zapata. Muy útil y directo. Además está escrito de forma amena por un profesor de escritura creativa.

“Cómo no escribir una novela” de Sandra Newman y Howard Mittelmark. Los autores de este libro, que además son editores, explican con mucho humor los errores más comunes en escritores. Genial para identificar tus fallos y echarte unas risas.

También recomiendo cualquiera de la colección “Guías del Escritor” de la Editorial Alba y, por supuesto,  también están los clásicos que todo escritor debe leer como “El Guión” de Robert McKee y “Escribir Ficción” de Gotham Writers Workshop.

Chari, muchas gracias por habernos acompañado esta tarde en “Mi experiencia como escritor”. Espero tener pronto por aquí de nuevo.

Gracias a ti por la entrevista, siempre es un placer sacarle un rato al día para hablar de literatura. Será un placer volver a tu blog. Hasta pronto.