Autor: Carlos Ferrer
Editorial: Ediciones
T&T
Año de
edición: 2023
ISBN: 978-84-125019-6-4
Número de
páginas: 269
Sinopsis:
Siglos después de su última
aparición, la Espada Blanca vuelve a recorrer el mundo.
Su voluntad, de misteriosos propósitos, conduce a Azahara y a su compañero Lobo hasta la tumba recién saqueada de la iluminada Galea. Algo ha sido robado, pero nadie sabe qué, quién ha sido ni por qué.
El enigma de la profanación arrastra a la portadora de la Espada Blanca de los áridos montes Óseos a las populosas ciudades de Tres Valles, sumergiéndola a un complejo juego de revelaciones, ambiciones ocultas y casualidades del destino.
Un dios olvidado, un antiguo artefacto, la rivalidad y connivencia eternas de la Ley y el Caos. Un hechicero exiliado, un teúrgo tramposo, un padre que no desiste. Mercaderes, guerreros, santos, demonios y autómatas. Todos sin excepción caminan por el despiadado e inmaculado filo de la Espada Blanca. Ella juzgará.
La Espada Blanca es la primera novela ambientada en el universo fantástico del juego de rol Tierras Quebradas. En sus páginas encontrarás una historia de misterio y aventuras, narrada a través de distintos puntos de vista y construida en torno a personajes trágicos que luchan contra su insignificancia, sometidos a poderes que no pueden entender.
Mi opinión:
Había ganas de volver a leer la obra de Carlos Ferrer, ya que la disfruté bastante la primera vez, pero, desafortunadamente, no realicé la reseña a tiempo, y he querido degustarla de nuevo antes de llevar a cabo mis comentarios sobre la obra.
Lo primero, resaltar la edición de la obra, que
me sorprendió la primera vez que la tuve entre mis manos por su compacidad. Una
cubierta rústica hermosa con solapas. En la delantera, nos encontramos con una
biografía del autor y en la trasera, una breve introducción al mundo de Tierras
Quebradas.
Porque Carlos nos sitúa en un universo
fantástico, que él mismo ha creado para un juego de rol: Tierras Quebradas, un
mundo dividido por luchas religiosas y sometido a la ambición de los dioses,
que nos representa en las primeras páginas del libro, ayudando al lector a
situarse directamente sobre el mapa y tener una mayor visibilidad de la
recreación que se nos presenta.
La Espada Blanca me ha resultado una lectura
ágil y amena, con una prosa clara y diferencial y unos personajes bien
planteados, tanto en sus descripciones físicas como en el aspecto psicológico,
ya que los que tienen peso en la trama tienen sus claroscuros, como se espera en
una obra de este calado.
La historia me ha recordado a los tiempos en
los que jugaba a rol, esos mundos fantásticos con personajes épicos como pudieran
ser Tierra Media o La Dragonlance. De hecho, la narración de Carlos se me asemeja
mucho a esas historias de Tracy Hickman y Margaret Weiss, de las que disfrutaba
tanto cuando era un adolescente, narradas con un ritmo tranquilo, y que gracias
a un pulso continuado mantiene viva la historia en todo momento. De esas de las
que disfrutas de cada uno de los escenarios y de los personajes que sus autores
te iban presentando a medida que avanzaba la trama. De hecho, me habría gustado hacerme un
personaje, ponerme el casco, la armadura, coger el hacha de batalla y haber
disfrutado del juego de rol si hubiese sido más joven. O mejor aún, dirigir
alguna aventura en su universo a mis colegas.
En resumidas cuentas, estamos ante un relato muy
disfrutable, cocinado al baño maría, en el que su autor nos da lo que promete en
su sinopsis: hechiceros, teúrgos, guerreros, acólitos, personajes divididos,
dioses, artefactos… y la Espada Blanca. Y lo más importante, con un final que te
deja con ganas de conocer más sobre el devenir de esta historia, y para mí los
que son sus dos protagonistas, Azahara y Lobo, que viene presentada como el
prometedor comienzo de una saga, que dará que hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario