viernes, julio 30, 2021

10 PREGUNTAS a Soledad Benítez

Hoy tenemos con nosotros en la sección de 10 preguntas a Soledad Benítez, periodista, cantante, escritora… una gaditana todoterreno.
Hola Soledad, bienvenida a “Mi experiencia como escritor”.

Hola, Leo, encantada de compartir un ratito con vosotros.

Pues vamos con la primera pregunta, ¿Quién es Soledad Benítez?

Una mujer que desde niña tuvo muy claro lo que quería ser, que ha trabajado muy duro para conseguirlo y que ahora empieza a recoger los frutos de su esfuerzo.

Además de escritora, estás muy vinculada al mundo de la música, ¿ha afectado ese hecho positivamente en tu faceta literaria? Por ejemplo, a la hora de inspirarte.

La verdad es que mantengo separadas ambas facetas, quizá por eso decidí usar pseudónimo. Es como si fuese dos personas distintas. Cuando estoy sobre el escenario con mi grupo, “The Remakers”, me transformo; me dejo llevar y disfruto de la música y las sensaciones que ésta provoca en el público. Cuando escribo, plasmo en mis historias mis inquietudes, mis vivencias o las de otras personas, mis sentimientos, y aprovecho para denunciar (en boca de mis personajes) los temas sociales que me preocupan.
Hace algunos años sí que hubo una conexión entre ambas facetas, cuando escribí letras de canciones para La cura del sueño, un proyecto de dúo que creamos un amigo y yo por puro placer, sin pretensiones discográficas.

A la hora de firmar, los escritores nos preguntamos si usar pseudónimo o nuestro nombre real. Tú optaste por lo primero, ¿alguna razón en especial? ¿Por qué Paula Marabot?

Como te he comentado, quería separar ambas facetas. Cuando una toca tantos palos corre el riesgo de que no la tomen en serio. Paula es un nombre que siempre me gustó. Por eso bauticé con él a mi alter ego más sensible. Marabot es el segundo apellido de mi abuelo materno. Me pareció que la mezcla sonaba bastante bien.

Das tus primeros pasos en la literatura desde bien pequeñita, ¿a qué edad y qué fue lo que te motivó a hacerlo?

Escribí mi primer cuento a los 7 años. Bobby, el potrillo narraba el nacimiento de un potro en una cuadra. No recuerdo cómo ni por qué empecé a escribir. Simplemente, surgió. Lo mismo me pasó con la música. Canto desde muy pequeña. A partir de ahí, mi imaginación se disparó y nacieron muchos otros títulos: Viaje al interior de una veletaEl hada del espacioTurluc investiga… Ya en la adolescencia pasé del cuento al relato corto. En la universidad me lancé a escribir poesía. Años después, tras ser madre, me atreví con la novela de ficción.

Escribes relatos, poesía y tienes dos novelas terminadas en busca de editorial. ¿Cuál dirías de los tres que es el género en el que te sientes más cómoda y por qué?

Actualmente, la novela. Te da la oportunidad de trabajar más los personajes, de construir un universo paralelo en el que plasmar todo lo que quieres transmitir. Es cierto que hay que dedicarle mucho más tiempo y los resultados no son tan inmediatos. Hay que estar continuamente releyendo, corrigiendo, asegurándote de que todo está bien enlazado y no dejas ningún cabo suelto. Pero, cuando la terminas, la satisfacción es mayor. Es como salir de un parto.

Tu relato “3 historias de mujer” resultó premiado en el II Certamen de Poesía y Relato Corto de la Fundación Municipal de la Mujer en Cádiz. ¿Cómo viviste su creación y qué supuso para ti este premio?

3 historias de mujer es un elemento de denuncia social que mueve a la reflexión. Trata temas que, dieciocho años después de su creación, siguen estando (desgraciadamente) de actualidad: el problema de la inmigración (enfocado desde el sufrimiento de una mujer embarazada que cruza el atlántico en una patera buscando una nueva oportunidad), la discriminación por razón de sexo (a través de una mujer trans y su transformación), la falta de educación sexual y los peligros que acechan a las chicas jóvenes.
El premio fue el reconocimiento de que no lo estaba haciendo tan mal y me motivó a comenzar a escribir mi primera novela.

¿Puedes hablarnos un poquito sobre la primera de esas novelas y cuál fue tu experiencia?

En realidad son tres novelas las que he escrito. Una hace dieciséis años y las otras dos en 2021. La primera nació gracias a un despido. Perdí mi trabajo y me refugié en la escritura, creando una realidad alternativa en la que perderme. Mi hijo tenía dos añitos y yo estaba divorciada, así que cada noche viajaba a las lejanas tierras de Caoshia para vivir nuevas aventuras. Crónicas de Caoshia nació como una trilogía ambientada en la Baja Edad Media. El personaje principal era alquimista, así que tuve que buscar mucha información acerca de las plantas y sus usos medicinales, además de la necesaria para ambientar correctamente la novela. Tardé un año en escribir la primera parte. La mitad en escribir la segunda. Cuando iba a ponerme con la tercera, era imposible alternar la escritura con mi nuevo trabajo y tuve que dejarla aparcada. Años más tarde quise retomarla, pero mi mundo interior había crecido y necesitaba sacarme el pecho otro tipo de historias.

¿Y qué hay de la segunda? ¿Te ayudó el hecho de haber escrito una anteriormente a la hora de llevarla a cabo?

La segunda fue un parto rápido. Trabajaba para una empresa de ciberseguridad cuando saltó la pandemia del Covid-19. A la empresa no le admitieron el ERTE y fui a la calle. Así que aproveché para empezar un proyecto que tenía en mente desde hacía tiempo. Había viajado mucho en los últimos dos años, conociendo la “Andalucía profunda”. Me inspiré en pueblos que había visitado (algunos de 160 habitantes) de Cádiz, Huelva y Extremadura y allí mandé a los protagonistas, una pareja de madrileños urbanitas, para ver cómo reaccionaban al sacarlos de su zona de confort. Estaba inspirada, motivada y tenía mucho tiempo libre gracias al confinamiento, así que tardé sólo tres meses en terminar Sonrisas invisibles.
Inmediatamente me puse manos a la obra con la tercera novela, Soy grande, en la que reforcé mi estilo, optando por una historia no de acción sino de personajes. En este caso, conocemos cómo una adolescente con discapacidad intelectual y sobrepeso se enfrenta a la vida.

Me llamó la atención que escribieras “Haikus”, algo que yo desconocía lo que era, pero que cuando investigué me resultó bastante interesante. Para aquellos que nos estén leyendo y no sepan lo que es, ¿podrías hablarnos sobre ellos y cómo los trabajas?

Los haikus son micropoemas de origen japonés que constan de tres versos: el primero de cinco sílabas, el segundo de siete y el tercero de cinco. Es decir, tres líneas de texto. Suelen tratar temas relacionados con la Naturaleza. Los conocí en una lectura de poemas a la que asistí en 2019 y me pareció el formato idóneo para expresar de manera breve y concisa pensamientos y sensaciones. Como me tira mucho lo audiovisual, decidí reforzar dicha expresión con fotografías. Y así nació mi particular colección de haikus, que podéis ver en mi página web: paulamarabot.com

Dicen que las lecturas hablan de nosotros. Yo el último libro que he leído ha sido “El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco” de Charles Bukowski. Me ha gustado mucho y pienso reseñarlo en el blog en las próximas semanas. Pero en este caso, la pregunta es para ti, ¿cuál fue tu última lectura y qué te sugirió?

La sexta trampa, de J.D. Baker, última entrega de la trilogía de El cuarto Mono. La primera entrega me enganchó desde las primeras páginas. Técnicamente me pareció magistral la doble narración (el curso de la historia actual más la lectura del diario del psicópata asesino). Acabo de montar mi propio negocio y tengo muy poco tiempo para leer, por eso prefiero lecturas ágiles y refrescantes, con capítulos cortos que me permitan seguir fácilmente la historia y quedarme con ganas de más. Siempre me ha gustado mucho el thriller, de modo que J.D. Baker era una apuesta segura.

Muchas gracias, Soledad por habernos acompañado hoy. Ha sido un placer tenerte aquí con nosotros.

Gracias a vosotros por dedicarme este espacio. Un abrazo.
 

martes, julio 27, 2021

RESEÑA: "Un oficio indiscreto" de P.A. García

Título: Un oficio indiscreto

Autor: P.A. García

Editorial: Autopublicado

Año de edición: 2020

Número de páginas: 259

Sinopsis: Andrea Maladanza es un detective cínico y descreído que se gana la vida buscando personas desaparecidas. Vive en Frontera, un planeta terraformado que está sufriendo una inesperada glaciación. Cuando una mujer llamada Lidia Ros llama a su puerta para pedirle que busque a su hermano Max Ros, Maladanza rechaza el trabajo. Pero unos días después la mujer aparece asesinada, y sobre el cadáver alguien ha dejado una tarjeta de visita del detective. Maladanza se toma el crimen como algo personal e inicia la búsqueda de Max Ros, hermano de la víctima y la única pista para dar con el asesino. Su investigación le llevará a una Fábrica Climática al mando de dos siniestros personajes; a un asentamiento remoto en mitad del hielo; y a los bajos fondos de la ciudad, donde habitan sórdidos criminales. Pero Maladanza no se detendrá ante nada ni ante nadie. Sólo él puede sacar a la luz la terrible conspiración que amenaza su vida y su mundo. "Un oficio indiscreto" es una novela negra en un mundo de ciencia ficción. Maladanza es un detective de acción con mucho que decir, al estilo de Marlowe o Spenser, y el mundo que habita está inspirado, entre otras, en la serie de televisión "Firefly".

Mi opinión:

Hoy subimos a la palestra la segunda novel del pontevedrés P.A. García. Tras su primera obra, "Porvenir", nos presenta otra historia de ciencia ficción llamada “Un oficio indiscreto” y de la que os daré mis impresiones a continuación.

Definiría la obra como una novela negra futurista (neo-noir) de ciencia ficción con tintes distópicos, ya que el escenario planteado por el autor es un planeta glacial terraformado llamado Frontera, cuya capital es Ancha. Es en esta ciudad donde se desarrollan los hechos que Pablo nos narra con sutileza mostrándonos sus barrios y los personajes que va introduciendo a lo largo de la investigación en la que se embarca el detective Maladanza, su protagonista. La descripción nos ayuda a imaginarnos un escenario glacial en un tono combinado entre blanco y azul eléctrico bajo un cielo plomizo y aderezado con las luces de neón que iluminan la ciudad.

Como decíamos antes, el investigador privado Andrea Maladanza es su protagonista, y está caracterizado como los investigadores clásicos de las novelas negras clásicas de los años 50 del siglo pasado (gabardina, sombrero y guantes) Su especialidad es encontrar personas desaparecidos, y para ese cometido es contratado por una enigmática mujer llamada Lidia Ros, que busca dar con el paradero de su hermano Max. 

Si bien el detective protagonista en el comienzo de la obra me recordaba más a Philip Marlowe por su carácter solitario e impertinente, los toques de cinismo y humor ácido de los que lo dota el autor a lo largo de la obra me hicieron recordar por momentos a otro detective de la gran pantalla, John McClane. 

El peso de la historia recae sobre él y un elenco pequeño de personajes. El resto son en su mayoría personajes secundarios, que sirven poco más que para poner en apuros al investigador y que este se luzca mientras busca a Max Ros. Los combates en los que desembocan dichas pesquisas están bien descritos y ayudan al lector a imaginarse la tecnología de Frontera y las armas y artilugios usados por Maladanza.

Pablo nos describe los escenarios por donde se mueve el protagonista de su historia de una manera discreta y eficaz, como los pasos que da su protagonista, así que es fácil imaginarse dentro de una ciudad a caballo entre Los Ángeles de Blade Runner y la Night City de Cyberpunk.

Un recurso que el autor ha usado (que no abusado) y al que no estoy acostumbrado es la rotura de la cuarta pared, que perfectamente podría haberme sacado de la lectura, sino hubiese sido por el tono de humor en el que está escrita la obra, y que ayuda a que no resulte chocante que el detective Maladanza se refiera a ti de repente, más cuando está escrita en primera persona. De hecho, ese punto ayuda a empatizar de una manera más eficaz con el protagonista, otro punto a favor de Pablo. 

Otro de los detalles que me ha llamado la atención ha sido el uso neologismos para describir objetos, instrumentos y artefactos (algunos usados como armas improvisadas) de los que el protagonista se vale para pelear a lo largo de la obra. Algo que podría ser considerado un Deus ex Machina para algunos, pero que en mi caso, sirvió para sumergirme aún más en la lectura. Y supongo que les pasará lo mismo, a los que como a mí, les encanta la acción y la agradecemos si es usada con coherencia y para darle ritmo a la trama.

Y ya para concluir, pasamos a partes más técnicas. El estilo del P.A. García es directo, sin florituras. Hace uso de un vocabulario amplio y un lenguaje fluido, diálogos correctos y las descripciones justas para situarte dentro de los escenarios que presenta a lo largo de los treinta y siete capítulos que tiene la novela.

La estructura de la obra está bien compuesta, con capítulos cortos que ayudan a su lectura. Una presentación amena que te pide saber más y un nudo sólido y emocionante que desemboca en un desenlace que cumple con las expectativas del lector.

En resumen, una obra recomendable para los amantes de la novela negra y del género de la ciencia ficción con tintes futuristas y distópicos.

MICRORRELATO: Vacío

Sentado en el porche, vestido con lo puesto y una taza cargada de insomnio entre los dedos, me deleito con la melodía compuesta por las olas que rompen contra los riscos.  Sigo el consejo de las gaviotas que se alejan de la costa entre graznidos y huyo cabizbajo hacia el interior de mi guarida.

Las primeras gotas de lluvia humedecen las dunas de la playa mientras me pregunto cuál habrá sido tu destino. Quizás estés allá en El Parnaso narrando nuestras aventuras a tus hermanas entre risas. O simplemente , te hayas cansado de mí y andes rumbo a otros mundos guiando a otra pluma más prolífica que la mía. 

Extraño los momentos en los que abrazada a mi cintura, vertías en mi oído palabras repletas de significado, que yo encadenaba creando fantásticos relatos que impresionaban a todos.

Ahora, con tu marcha, has abierto una brecha en mi corazón que ha aprovechado el mayor de mis enemigos para  colarse sin invitación. El síndrome, que tantas burlas ocasionaba entre mis colegas en sus citas literarias, llama ahora a mi puerta y amenaza con quedarse. 

Yo, que otorgué vida a monstruos inimaginables para la mente humana, que doté de la inmortalidad a héroes invencibles para que los vencieran. Yo, que erigí templos en honor de las reinas más despiadadas, he sucumbido al miedo como tantos otros que se enfrentan por primera vez al abismo. Y desde esta recóndita morada en la que me hallo oculto, tan solo me queda esperar tu vuelta. Aguardar tu regreso para por fin ser capaz de rellenar esta maldita página en blanco.

Leonardo Jiménez 

miércoles, julio 21, 2021

RESEÑA: "Mientras escribo" de Stephen King

Título: Mientras escribo

Autor: Stephen King

Editorial: Debolsillo

Año de edición: 2014

ISBN: 978-84-9759-732-6

Número de páginas: 320

Mi opinión:

Libro dividido en varias secciones en las que el autor aborda diferentes temas.

En la primera, llamada Currículum Vitae, nos habla de su infancia y adolescencia junto a su familia, centrándose sobre todo en las aventuras vividas junto a su hermano. También de su estancia en la universidad. Una parte que se hace entretenida y que nos habla del autor en clave de biografía, algo que se agradece porque te da a conocer de manera cercana un poco más a fondo las vivencias de este y permite ahondar en su figura y los motivos que le llevaron a escribir a una edad tan temprana. El hecho de que esté escrito de una manera tan humana, permite al lector ser testigo de ese pasado.  

En el segundo capítulo: “Qué es escribir”, King nos cuenta de manera breve y concisa de lo que es para él la escritura y de sus motivaciones a la hora de escribir.
“La Caja de Herramientas” es el título de la tercera parte. Da consejos de escritura, habla de cuestiones tan vitales para un escritor como son la gramática, del uso de la voz activa y la pasiva, de la esencialidad de la legibilidad y lecturabilidad de los párrafos que producimos, de la desconfianza y animadversión que siente hacia todos aquellos adverbios acabados en “–mente”, de la economía del lenguaje, de la importancia del párrafo sobre la frase y la palabra. Se nos descubre como un defensor de los verbos “dicendi” o declarativos (llamado también verbos de habla): decir, aconsejar, exclamar, replicar,…Nos habla de técnica y estilo, de las herramientas que podemos usar para mejorar nuestros escritos, de cómo conjurar palabras y los secretos para manejar la escritura.

“Escribir” es la cuarta sección. Tal como su nombre indica, está dedicada a la escritura, a la diferencia entre los escritores buenos, los malos y los mediocres. Da consejos sobre cómo afrontar la página en blanco. Defiende la intuición y critica el esquema argumental cerrado de muchos autores que se encorsetan en una planificación que no les permite ser naturales o intuitivos. Condena los símiles manidos y la falta de descripciones frescas. Aboga además porque les demos un protagonismo similar a todos los personajes y no solo a los principales, y así dotar a nuestra obra de un mayor realismo.

El último episodio lo titula “Vivir”, y en él nos habla del accidente que estuvo a punto de costarle la vida y su difícil recuperación.

En una última parte adicional nos ofrece una corrección de un pequeño cuento para que veamos las estrategias y enseñarnos cómo afrontar nuestras revisiones.
Se trata de un libro que no puede faltar en las estanterías de los seguidores que quieran saber más sobre este tremendo autor y a aquellos que quieren conocer secretos sobre su manera de escribir y modo de ver la literatura.

lunes, julio 19, 2021

POEMA: Amigos





Amigos

Caballeros sin corbata
escuderos para un paje
Gigantes que cubren mi espalda
y me tienden su mano
 
Tambores de paz
en tiempos de guerra
Salvas de alegría
en momentos de tormenta
 
Baúles sellados
que guardan tesoros ocultos
Océanos de armonía
dónde yacen profundos secretos

Ese otro yo dispuesto a escuchar
La cruz de una misma moneda.


Leonardo Jiménez 

viernes, julio 16, 2021

10 PREGUNTAS a Natalia Rodríguez

Hoy tenemos en la sección de “10 preguntas” a Natalia Rodríguez, reseñadora y administradora del blog “Yo leo novela”.  

Buenas tardes Natalia, bienvenida a “Mi experiencia como escritor”.

Buenas tardes. Muchas gracias a ti por esta estupenda entrevista.

Vamos con la primera pregunta: ¿Cómo definirías a Natalia Rodríguez?

¡Uf! ¡Qué difícil! Creo que es imposible definirme en pocas palabras pero si tengo que elegir  un adjetivo diría que me considero sobre todo una persona curiosa, por eso me gusta tanto leer.

Me sorprendía al ver que el año pasado leíste 84 libros, o lo que es lo mismo, 23.304 páginas. ¿Cuál es el reto para el 2021?

Normalmente me pongo como meta unos 56 libros al año. El año pasado fue un gran año de lecturas porque tuve tiempo para dedicarme a leer. Este no dispongo de tanto tiempo libre.

Además de lectora empedernida, eres reseñadora, lo que supone un trabajo extra tras tus lecturas. Además, que he visto que te las curras bastante. ¿Cuánto tiempo puede llevarte hacer una de esas reseñas y subirla a las redes sociales?

Cada reseña es particular y no hay dos iguales, por eso el tiempo empleado en cada una es distinto. Pero te puedo decir que desde que comienzo a leer las primeras páginas de una novela  ya estoy visualizando la reseña.

Cuéntanos un poquito, ¿cómo nace esa idea de crear un blog dedicado a hacer reseñas?

Nació después de terminar un Máster en Comunicación. Pensé que era un buen momento para practicar lo que había estudiado.

¿Cuáles son los criterios que tienes en cuenta a la hora de llevar a cabo una reseña?

Como te comenté antes, desde que empiezo a leer estoy haciendo una valoración crítica de la novela. No soy crítica literaria ni me dedico a esto profesionalmente, me lo tomo como un hobby del que quiero disfrutar, por lo tanto no me centro tanto en el análisis técnico como en las sensaciones y sentimientos que me va despertando.

Las historias bien contadas pueden cautivarnos por sus personajes, su trama, un buen final... ¿Qué es lo que valoras tú más de un libro?

Ante todo que me fijo que esté bien escrito. Disfruto mucho con una buena narrativa aunque no sea una gran historia ni haya detrás grandes personajes. Hay muy pocos autores que consigan enganchar solo por su forma de escribir.

Me imagino que a una lectora empedernida como tú le costará cerrar un libro y dejarlo a medias, pero habrás abandonado alguna lectura. ¿Cuál dirías que es el motivo?

Me cuesta dejar a medias un libro pero si está mal escrito… bye, bye.

¿Algún género favorito?

Sin duda la literatura de terror, pero suelo leer de todo.

¿Qué libro no te llamaba la atención en un principio, pero al final acabó por cautivarte?

 De las lecturas recientes que me vienen así a bote pronto  recuerdo el día que me llegó “Luz de Febrero” de Elizabeth Strout. No tuve buenas sensaciones cuando empecé a leerla y al final llegó a cautivarme por completo.

Con tu experiencia, no podemos despedirnos sin que te pida que hagas alguna recomendación literaria a nuestros lectores.

Pero qué pregunta tan difícil, Leo. En el blog se puede hacer una búsqueda de novelas por valoración. Las que tienen una nota de 10 son las que más me han gustado pero recomiendo “El secreto de las flores” de Valérie Perrin y “El bosque de la memoria” de Sam Lloyd, dos novelas que leí hace poco. 

Natalia, muchas gracias por habernos acompañado hoy. Te deseo lo mejor en tus proyectos futuros.

Muchas gracias a ti. Es la primera entrevista que me hacen y no ha salido tan mal, ¿no?

A mí me ha encantado. Y a ti, ojalá te sirva de experiencia para las que vengan más adelante.

martes, julio 13, 2021

RESEÑA: "La enfermedad de escribir" de Charles Bukowski

Título: La enfermedad de escribir

Autora: Charles Bukowski

Editorial: Anagrama

Año de edición: 2020

ISBN: 978-84-3398-08-16

Número de páginas: 240 

Mi opinión: ¿Qué decir sobre Bukowski que no sepamos o creamos saber? Una figura tan polémica como esencial de la literatura moderna.

Supongo que debería catalogar esta obra como una biografía en clave epistolar, ya que a través de las cartas publicadas en él, el autor se desnuda ante el lector de un modo cercano. Se nos muestra la cara y la cruz de un hombre próximo y leal, a la par que tosco y grosero. Un trabajador incansable, adicto a la escritura. Melómano, solitario, maniático, mujeriego, alcohólico, fumador empedernido y enganchado a las apuestas de caballos. Alguien capaz de vender su máquina de escribir, su herramienta de trabajo, para poder emborracharse. Y llegar a pasarse meses escribiendo a mano. Un autor sin pelos en la lengua, que alaba la sinceridad y que no duda en condenar la mediocridad, independientemente de cuál sea el nombre y estatus de aquel al que critica.

En este libro se resumen casi cincuenta años de vida ordenados cronológicamente y contados mediante cartas enviadas a editores de revistas, poetas, amigos y algunos autores anónimos. Las hay de agradecimiento, otras (las más íntimas) cuenta detalles más personales de su vida. En algunas reconoce su lamentable estado físico, su adicción a la bebida. Admite tener periodos de sequía literaria al igual que de máximo esplendor, de los rechazos que sufrió de revistas y editoriales, sus renuncias, sus fracasos, sus secretos, todo aquello que le importaba en la vida, y a lo que renuncio por su sed.

Deja claro en muchas de ellas que para vivir necesita escribir, expresarse sin tapujos. Prefiere hacerlo a través de poemas (a veces cartas), aunque también dejó grandes relatos y novelas.

En una parte del libro nos narra su etapa en la revista Harlequín y el tiempo que empleó a escribir cartas de rechazo explicando a sus autores los motivos por los cuales no tendrían cabida en la revista, además de explicar el motivo por el que las editoriales no se molestan en contestar a autores noveles y envían respuestas robóticas e impersonales a los que envían obras no solicitadas. Un tiempo que él mismo considera que podía haber usado para escribir y que malgastó de algún modo por querer ser justo con aquellos que enviaban sus poemas, la mayoría mediocres, a la revista.

Su espíritu indómito queda patente al dejar clara su postura sobre la creación literaria y su total repulsa hacia las continuas revisiones de los textos, a las que cataloga como un pulido antinatural que destruye su pureza.

La portada del libro es en sí una declaración de intenciones y ya deja clara lo que el lector va a encontrarse en su interior. Una máquina de escribir en llamas que resume la pasión que Bukowski ponía en sus escritos y que sentía hacia la escritura. La necesidad que tenía de escribir y de plasmar sobre el papel sus emociones y pensamientos. Y es que si no lo hacía, se ponía enfermo.  

Destacaría tres cartas, una a Henry Miller por su cuarenta cinco cumpleaños. Otra a Josh Martin, que deja claro lo legal y leal que era Bukowski. Y la última, al editor de la revista Poetry, Joseph Parisi para agradecerle haber publicado varios de sus poemas tras múltiples rechazos a lo largo de los años

El libro acaba con un delicioso epílogo en que se nos habla de su estilo desde el principio hasta el final de su carrera literaria y se analizan aspectos de su figura personal y literaria.

Recomendaría este libro por su manera directa de escribir, su toque ácido y su peculiar sentido del humor. Las confesiones de este autor no dejan indiferentes a nadie, y todo el mundo debería darle una oportunidad alguna vez. ¿Por qué? Bukowski es único, original y tiene magia, la misma que usa para transmitirnos el mensaje de cada párrafo cuando le pone punto y final a golpe de martillo. 

viernes, julio 09, 2021

10 PREGUNTAS a Rocío Sepúlveda


Hoy tenemos frente al micrófono virtual de “Mi experiencia como escritor” a una autora gaditana, Rocío Sepúlveda,
creadora de los libros de anécdotas infantiles de “La Seño” y del último libro de la marca Puterful.

Hola Rocío, una alegría tenerte en nuestro blog para que respondas a nuestras 10 preguntas. Había ganas desde luego.

Gracias a ti por contar conmigo, para mí es un placer.

Vamos con la primera y que es considerada como una de las más complicadas por muchos de nuestros invitados: ¿Quién es Rocío Sepúlveda?

Entiendo que sea la pregunta más complicada porque es muy difícil contestar sin dejarme llevar por el síndrome de la impostora.

La realidad es que llevo años escribiendo narrativa, teatro y guion pero me da tanto apuro el considerarme escritora que casi que prefiero denominarme: “narradora de historias en diferentes formatos”.

El temido "síndrome del impostor" siempre nos acecha, Rocío. Me consta que llevas tiempo en este mundillo de la escritura, pero yo cuando te conocí fue porque sacaste al mercado tu obra “La Seño”, una obra que tuvo una muy buena acogida en las redes. Pero para aquellos que no la conozcan, podrías hablarnos un poco de Rocío como escritora y cómo nace esa idea de publicar tu primera obra y qué nos cuentas en ella.

“La Seño” surgió de una forma casi espontánea, nunca me imaginé que tendría tanta repercusión. Desde siempre me gustó contar en mis perfiles personales las anécdotas que me ocurrían en el colegio; a mis amigos  le gustaban tanto que me animaron a abrirme un perfil público y en abril de 2016 comenzó la andadura de La Seño por las redes.

Actualmente hay muchísimos perfiles del mismo estilo pero cuando empecé fue una auténtica novedad.

A esta obra la siguió “Seño, ¿sabes qué?”, que publicaste tres años y medio más tarde. ¿Qué experiencia tuviste con la publicación de esta segunda obra? ¿Sentiste algo diferente a cuando sacaste la primera al mercado?

El primer libro fue una autoedición que publiqué con Q-Book y la tuvimos preparada en tiempo récord.  Este segundo libro fue editado por Oberón (Anaya) y nos llevó bastantes meses de trabajo a Marco Leal (ilustrador) y a mí; al trabajar con una editorial puntera, el trabajo fue más laborioso.

Al primero le tengo un cariño especial porque las ilustraciones las hizo mi marido Ramón Marín y lo preparamos con la frescura y la motivación que te proporciona la inexperiencia.

El segundo libro lo siento un poco más alejado de mi porque salió a la luz en plena pandemia, el día 18 de marzo de 2020, y esto hizo que se anulasen todas las ferias del libro, entrevistas, promociones y demás que Anaya había preparado, dejando al libro un poco “guardado” para otro momento; momento que nunca llegó.

Vamos con la cuarta pregunta. Estudiaste cine en Madrid, ¿cómo ha influido esta otra faceta tuya de cineasta a la hora de llevar a cabo la de escritora?

En 2011 aparqué mi vida docente y me fui a Madrid a estudiar una diplomatura de guion de cine y TV y también metí la cabeza en el mundo de la comedia en formato Stand- up.

Antes que al audiovisual, me dediqué muchos años a la dramaturgia de textos teatrales, cosa que continúo haciendo en la actualidad escribiendo textos para compañías. En el año 2008 fundé mi propia compañía “Al-Jaleo teatro”; me encargaba de la dramaturgia y dirección y nos hicimos una buena tournée por España.

Te cuento esto porque toda esta experiencia ha influido claramente en mi voz narrativa y en el universo de personajes e historias que me gusta escribir.                                                       

Rocío con sus tres obras
Demuestras un gran sentido del humor en cada uno de tus posts. Dicen que es tan complicado hacer llorar como hacer reír. ¿Cuál dirías tú que es tu secreto para arrancarles esa sonrisa tan preciada a aquellos que te leen?                                               

Yo creo que hacer llorar es muchísimo más sencillo que hacer reír; l a comedia es el género más complicado y el menos valorado. En este país parece que si no escribes, narras o grabas algo con contenido dramático o con crítica social, eres menos valioso. Pero luego a todo el mundo le encanta ver espectáculos y películas de comedia.

Eah, ya me he desahogado ;)

A mí me gusta escribir comedia porque me gusta decir la verdad en tono de humor. Me gusta observar las situaciones de la vida diaria y narrarlas de forma que cualquier persona se pueda sentir identificada.

Mi máxima en la vida es aquello que dijo Billy Wilder: “Si quieres decir la verdad a la gente, sé divertido o te matarán.”

Aquellos que escribimos siempre tenemos algo que nos ronda la cabeza y que querríamos llevar al papel. ¿Tienes algún proyecto profesional futuro relacionado con la literatura que pueda contarse en voz alta?

Actualmente estoy escribiendo un manual para guionistas sin ningún objetivo, solo por el puro placer de recopilar lo que llevo estudiando estos últimos diez años y porque me chifla el mundo audiovisual.

También ando inmersa en otros proyectos pero no son literarios.

Estoy escribiendo una obra de teatro que también voy a dirigir, también estoy trabajando en la pre producción de mi corto “Querida Letizia” que este año ha recibido una ayuda a la creación del Festival de Málaga y la tutorización de Isaki Lacuesta; en el corto estoy trabajando junto a la productora Pecado Films con la que también tengo entre manos el desarrollo de mi primer largometraje de ficción: “Tremendas”.

¿Sabes lo que tienen en común todos estos proyectos?: la comedia.

Está claro que eres una trabajadora nata. Una lástima que se acerque el final de la entrevista porque me encantaría seguir charlando contigo sobre cine y literatura. Séptima pregunta: Dentro del proceso de escritura, la creación, la planificación, la escritura,... ¿con cuál es el que más has disfrutado?

Te confieso que a mí escribir me encanta; de hecho lo hago todos los días.

Yo no creo en las musas, yo creo en el trabajo constante, en la formación y sobre todo en la reescritura.

Mi proceso creativo es un poco caótico, no soy la típica que se sienta frente a una hoja en blanco en un ordenador; suelo escribir en hojas sueltas, servilletas, trozos de papel...y lleno toda la casa de Post-it. Luego todo encaja como un puzle pero, cuando comienzo de cero con una idea nueva, me cuesta mucho trabajo explicar en qué estoy trabajando.

Hago una cosa extremadamente friki que es imaginarme a mis personajes mientras cocino o me ducho, pienso en cómo harían ellos o ellas unas lentejas y qué marca de gel usarían.

También leo en voz alta todo lo que escribo porque, si algo no me suena bien a nivel fonético, lo borro sin pensármelo. Soy muy tiquismiquis con las palabras que uso.

Pues sin quererlo, te ha salido un muy buen consejo para aquellos que escribimos. Yo también soy de los que leen en voz alta los diálogos para asegurarme de que suenan bien las voces de los personajes. ¿Alguna anécdota o situación que recuerdes con especial cariño de tu etapa de escritora?

Lo que más me gusta de escribir es dejar reposar los textos, volver a leerlos pasados unos días y, a veces, descubrirme a mí misma riéndome a carcajadas con algo que he escrito.

Soy capaz de sorprenderme y de decepcionarme a partes iguales.

¿Qué consejos darías tú a aquellos que escriben y sueñan con su primera publicación?

Yo solo puedo dar un consejo: siéntate y escribe.

No hay más.

Para escribir primero hay que leer mucho y luego hay que dejar el ego a un lado para ser capaz de reescribir una y otra vez, de borrar lo que no funciona e incluso para abandonar esta o aquella idea y comenzar de cero con otra.

La escritura es un oficio como otro cualquiera y, como tal, requiere de esfuerzo y dedicación.

Me encanta tu filosofía, Rocío. Creo que somos bastante parecidos a la hora de enfocar la escritura. Y ahora vamos con la última pregunta: La mayoría de escritores solemos leer y tenemos nuestros referentes. ¿Cuáles considerarías los tuyos?

Yo leo muchos libros de temática cine: conversaciones con cineastas, guiones  de películas que me interesan y libros de técnicas de guion.

A nivel narrativo tengo tres autores que me chiflan: George Orwell con su “Rebelión en la granja”, John Kennedy Toole con “La conjura de los necios” y Santiago Lorenzo con “Los asquerosos”. También me gustan Miguel Noguera, Eduardo Mendoza y Charles Bukowsky.

Magnífica selección. Muchas gracias, Rocío. Enhorabuena por tu éxito y espero que te vaya muy bien en tus futuros proyectos.

Mil gracias a ti por tu trabajo con el blog y por contar conmigo.