Título: Un oficio indiscreto
Autor: P.A. García
Editorial: Autopublicado
Año de edición: 2020
Número de páginas: 259
Sinopsis: Andrea
Maladanza es un detective cínico y descreído que se gana la vida buscando
personas desaparecidas. Vive en Frontera, un planeta terraformado que está
sufriendo una inesperada glaciación. Cuando una mujer llamada Lidia Ros llama a
su puerta para pedirle que busque a su hermano Max Ros, Maladanza rechaza el
trabajo. Pero unos días después la mujer aparece asesinada, y sobre el cadáver
alguien ha dejado una tarjeta de visita del detective. Maladanza se toma el
crimen como algo personal e inicia la búsqueda de Max Ros, hermano de la
víctima y la única pista para dar con el asesino. Su investigación le llevará a
una Fábrica Climática al mando de dos siniestros personajes; a un asentamiento
remoto en mitad del hielo; y a los bajos fondos de la ciudad, donde habitan
sórdidos criminales. Pero Maladanza no se detendrá ante nada ni ante nadie.
Sólo él puede sacar a la luz la terrible conspiración que amenaza su vida y su
mundo. "Un oficio indiscreto" es una novela negra en un mundo de
ciencia ficción. Maladanza es un detective de acción con mucho que decir, al
estilo de Marlowe o Spenser, y el mundo que habita está inspirado, entre otras,
en la serie de televisión "Firefly".
Mi opinión:
Hoy subimos a la palestra la segunda novel del pontevedrés P.A. García. Tras su primera obra, "Porvenir", nos presenta otra historia de ciencia ficción llamada “Un oficio indiscreto” y de la que os daré mis impresiones a continuación.
Definiría la obra como
una novela negra futurista (neo-noir) de ciencia ficción con tintes distópicos,
ya que el escenario planteado por el autor es un planeta glacial terraformado
llamado Frontera, cuya capital es Ancha. Es en esta ciudad donde se desarrollan los
hechos que Pablo nos narra con sutileza mostrándonos sus barrios y los personajes que va introduciendo a lo largo de la investigación en la que se embarca el detective Maladanza, su protagonista. La descripción nos ayuda a imaginarnos un escenario glacial en un tono combinado entre blanco y azul
eléctrico bajo un cielo plomizo y aderezado con las luces de neón que iluminan la ciudad.
Como decíamos antes, el investigador privado Andrea
Maladanza es su protagonista, y está caracterizado como los investigadores clásicos de las novelas negras
clásicas de los años 50 del siglo pasado (gabardina, sombrero y guantes) Su especialidad es encontrar personas desaparecidos, y para ese cometido es contratado por una enigmática mujer llamada
Lidia Ros, que busca dar con el paradero de su hermano Max.
Si bien el detective protagonista en el comienzo de la obra me recordaba más a Philip Marlowe por su carácter solitario e impertinente, los toques de cinismo y humor ácido de los que lo dota el autor a lo largo de la obra me hicieron recordar por momentos a otro detective de la gran pantalla, John McClane.
El peso de la historia recae sobre él y un elenco pequeño de personajes. El resto son en su mayoría personajes secundarios, que sirven poco más que para poner en apuros al investigador y que este se luzca mientras busca a Max Ros. Los combates en los que desembocan dichas pesquisas están bien descritos y ayudan al lector a imaginarse la tecnología de Frontera y las armas y artilugios usados por Maladanza.
Pablo nos describe los escenarios por donde se mueve el protagonista de su historia de una manera discreta y eficaz, como los pasos que da su protagonista, así que es fácil imaginarse dentro de una ciudad a caballo entre Los Ángeles de Blade Runner y la Night City de Cyberpunk.
Un recurso que el autor ha usado (que no abusado) y al que no estoy acostumbrado es la rotura de la cuarta pared, que perfectamente podría haberme sacado de la lectura, sino hubiese sido por el tono de humor en el que está escrita la obra, y que ayuda a que no resulte chocante que el detective Maladanza se refiera a ti de repente, más cuando está escrita en primera persona. De hecho, ese punto ayuda a empatizar de una manera más eficaz con el protagonista, otro punto a favor de Pablo.
Otro de los detalles que me ha llamado la atención ha sido el uso neologismos para describir objetos, instrumentos y artefactos (algunos usados como armas improvisadas) de los que el protagonista se vale para pelear a lo largo de la obra. Algo que podría ser considerado un Deus ex Machina para algunos, pero que en mi caso, sirvió para sumergirme aún más en la lectura. Y supongo que les pasará lo mismo, a los que como a mí, les encanta la acción y la agradecemos si es usada con coherencia y para darle ritmo a la trama.
Y ya para concluir, pasamos a partes más técnicas. El estilo del P.A. García es directo, sin florituras. Hace uso de un vocabulario amplio y un lenguaje fluido, diálogos correctos y las descripciones justas para situarte dentro de los escenarios que presenta a lo largo de los treinta y siete capítulos que tiene la novela.
La estructura de la
obra está bien compuesta, con capítulos cortos que ayudan a su lectura. Una presentación amena que te pide saber más y un nudo sólido y emocionante que desemboca en un desenlace que cumple con las
expectativas del lector.
En resumen, una obra
recomendable para los amantes de la novela negra y del género de la ciencia
ficción con tintes futuristas y distópicos.
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