domingo, enero 30, 2022

ESCRITURA CREATIVA: La Estructura

Aristóteles fue el primero en hablar de las tres partes que componían una narración. Lo hizo mencionando las palabras: principio, medio y fin, que con el tiempo se convirtieron en las que hoy en día conocemos como planteamiento, nudo y desenlace.

Para comprender más claramente dichas partes, analizaremos cada una de ellas:

Planteamiento: Abarca la introducción de la historia. Es la parte en la que se nos presenta a los personajes principales y el contexto (escenario y ambientación) en el que se desarrollan los hechos. Durante el planteamiento tiene lugar un detonante que hace que la historia arranque y el personaje principal se ponga en marcha. Es al final de la presentación cuando se produce el primer punto de giro que transforma la realidad en la que vive el protagonista.

Nudo: Aquí es donde se presentan al resto de personajes del relato (algunos de ellos antagonistas con objetivos opuestos a los del protagonista) y se producen nuevos acontecimientos que traen consigo un cambio de dirección en la historia, que se vuelve cada vez más compleja a medida que surgen nuevos conflictos (y posibles giros argumentales) a los que el protagonista debe hacer frente. De ahí que esta sea la parte más extensa de las tres. Suele ocupar alrededor del 50% de la obra, a veces más. El desafío del escritor es mantener la tensión narrativa durante este tramo de la historia y que el lector no desconecte de ella. Esta parte acaba en un segundo punto de giro que será el que dé pie al desenlace. 

En el desenlace el ritmo se dispara. El protagonista deberá tomar las decisiones oportunas para resolver el conflicto y que tendrán como resultado unas consecuencias al final de la historia que le afectarán a él y al mundo al que le rodea. 


La estructura de la historia es el orden en el que se producen los acontecimientos, su columna vertebral y se trata de uno de los elementos más importantes a tener en cuenta cuando escribimos un manuscrito. Cómo sabéis, antes de sentarnos a escribir una historia, deberíamos tenerla planificada de antemano y saber muy bien lo que vamos a contar y sobre todo cómo vamos a hacerlo. Esa historia que queremos contar será la que nos marcará el devenir de los hechos y el orden en el que estos deben aparecer dentro de la narración. No nos será difícil darnos cuenta de si la estructura falla, ya que la historia hará aguas. 

Para que la estructura quede bien fijada deberemos asegurarnos de que los pilares que la sostienen sean fuertes, por lo que cuidaremos de que haya una correcta cohesión entre los acontecimientos. Para ello, es importante cerciorarnos de que los eslabones que unen cada uno de las escenas y capítulos de la historia sean firmes proporcionándole así la coherencia y consistencia necesarias a la trama para que esta fluya con naturalidad.  

jueves, enero 27, 2022

10 PREGUNTAS a Mario Miret


Hoy nos acompaña en la sección de 10 preguntas de nuestro blog,
Mario Miret.  

Hola Mario, un placer tenerte en “Mi experiencia como escritor”.

Hola. El placer es mío, Leo. Soy fiel seguidor de tu blog y es un lujo que hayas contado conmigo.

Vamos con la primera pregunta: ¿Quién es Mario Miret?

Soy un tío raro que escribe cosas raras sobre la gente normal; o todo lo contrario. La verdad es que creo que lleva toda una vida descubrir quién es uno mismo, así que intento disfrutar al máximo de ese camino.

Me gradué en Administración y Dirección de Empresas y Marketing, y de repente aquí estoy, dedicándome a la docencia. Me apasiona el tenis, el cine y la música en directo. No soy muy amigo de mis amigos, a veces prefiero estar solo, convertirme en un ser ermitaño y centrarme en mis cosas todo el tiempo que haga falta. Aun así, tengo la tremenda suerte de saber a quién llamar o a qué bares ir cuando necesito una mano amiga.

Y leer. Y escribir. No sé si estos dos conceptos ayudan a formar una idea de quién soy en realidad, pero estoy seguro de que sin ellos no sería Mario Miret.

¿Qué recuerdo tienes de tus primeros escritos?

De pequeño devoraba todos los libros de la biblioteca del colegio. Mis padres fueron grandes lectores y uno siempre imita las conductas que ve en casa. Recuerdo que me apunté a un concurso de narrativa y gané gracias a un relato sobre una familia que pasaba un día horrible de excursión. Desde entonces, descubrí que me divertía mucho escribir y hasta hoy no he dejado de hacerlo. De vez en cuando releo todavía aquellos primeros textos y me siento orgulloso de aquel niño que soñaba con ser escritor.

Muchas letras de las que escribes conforman Latintavino. ¿Cuándo y cómo nace Latintavino?

Al empezar la universidad, me sentía un poco perdido. Llevaba varios años escribiendo, pero sin saber muy bien qué hacer con todo el contenido. Latintavino surgió por la necesidad de plasmar todo lo que llevaba dentro con el fin de gestionar mejor mis emociones.

De un tiempo hasta ahora, he evolucionado en mi manera de escribir y he conseguido encontrar mi estilo: hablar de los sentimientos a través de historias corrientes que suceden en nuestro día a día.

Tú vives entre dos mundos: el de la música y el de la escritura. ¿Crees que ambos están relacionados?

Una de mis grandes pasiones dentro de Latintavino es la de subirme a escenarios a actuar a través de los shows donde se cuentan historias de principio a fin. Para amenizar el espectáculo, cuento con un compañero que acompaña (valga la redundancia) mis textos recitados con la guitarra, además de aportarle banda sonora con grandes clásicos como The Beatles, Oasis o Coldplay.

Por tanto, creo que la relación entre ambas disciplinas conforma una unión mágica, pues si bien funcionan a las mil maravillas por separado, juntas crean una espléndida atmósfera onírica. El arte ha de tratar de contar una historia, y la buena música y la escritura creativa cumplen con creces este requisito.

En tus redes sociales publicas frases casi a diario acompañadas de textos en las que hablas de M. y sus vivencias. ¿De dónde nace tanta inspiración?

Cualquiera que escriba te dirá que la inspiración nace de la vida cotidiana y de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Quizás es una respuesta demasiado genérica, pero sí que es verdad que solemos analizar cada suceso desde otro prisma. Yo me alimento mucho de mis propias vivencias y en mis redes sociales utilizo al personaje M. como catalizador para contar o exagerar mis experiencias.

Hace tan solo unos meses publicaste tu ópera prima, cuyo título es “Lo que aprendí del mar”. ¿Qué nos cuentas en ella?

Lo que aprendí del mar narra la capacidad de Martín por adaptarse a los cambios ahora que la Chica de los tirabuzones le ha dejado. Solemos tratar el desamor con aflicción, pero esta historia se apoya en los recuerdos más bonitos de la relación para convertir la tristeza en alegría. Así que Martín, junto a su amigo Carlos, Copito y la mujer que da de comer a los gatos callejeros, aprenderá que es mejor vivir y perder que no haber vivido en absoluto.

¿Qué es lo hace clic en tu cabeza para que digas: “Esta historia se la tengo que contar al mundo”?

La certeza de saber que la mayoría de lo que vivo ya le ha sucedido antes a alguien. Es decir, pienso: “Esto que me acaba de pasar seguramente le haya ocurrido a la mayoría de la gente, voy a escribir sobre ello para que podamos identificarnos entre todos”.

¿Sabes lo que más me gusta? Hacer de una historia corriente algo extraordinario.


¿Cómo nace la historia de Martín y la Chica de los tirabuzones?

Llevaba tiempo dándole vueltas a la idea de hacerle el amor al desamor. Sabía que el lector conectaría rápidamente con Martín, pero el trabajo más laborioso era conseguir que también empatizara con la Chica de los tirabuzones. Cuando una relación “normal” de pareja se acaba, quien deja no siempre es el malo y quien es dejado no siempre es el bueno; por eso, a veces, simplemente hay que dar gracias por lo vivido, mirar atrás y sonreír con la seguridad de que todo ha merecido la pena. Las historias más bonitas son las que te hacen mejor persona. Así que… ¡Que se joda el desamor!

¿Qué tipo de libros lees y qué elementos tiene que reunir para ti una obra maestra?

Sobre todo, leo novela, pero de vez en cuando me gusta perderme entre poemas.

Por otra parte, he de decirte que la mayoría de libros catalogados como obras maestras me han gustado, aunque toda lectura tiene su momento. Quiero decir, la primera vez que cayó Rayuela en mis manos, tuve que abandonarlo pronto porque me era imposible seguir el hilo conductor, dándole una segunda oportunidad tiempo después y convirtiéndose en uno de mis favoritos. Algo parecido me pasó con En busca del tiempo perdido. Quizás, las obras maestras no suelen serlo al instante y beben de ese poso necesario para que el tiempo las afiance como indispensables.

También es cierto que últimamente todo lo que leo de Delphine de Vigan me parece de una maravilla sin igual. No sé si he contestado del todo a tu pregunta, pero creo que aquí pasa como con el amor, muchas veces hace falta que sea el momento y el lugar oportuno para que algo o alguien te cale tanto para considerarlo una gran obra maestra.

Y por último y antes de despedirnos, ¿algún consejo/s para aquellos que empiezan en la escritura y que creas que pueda/n ayudarle en el proceso?

Doy consejos con la boca pequeña porque a veces ni siquiera yo mismo soy capaz de aplicármelos. Pero a quien empieza, le diría lo que a mí me hubiera gustado escuchar cuando comencé a escribir:

NO TENGAS VERGÜENZA. ¿Por qué? Porque con vergüenza no se va a ningún lado. No conozco a alguien que teniéndola haya conseguido su sueño. Si escribes, si dibujas, si cantas, dilo, transmítelo a los de tu alrededor y que empiecen a conocer de ti esa afición que quién sabe si algún día se convertirá en profesión. Muchas veces he escuchado la frase de: “Yo escribo, pero me da vergüenza enseñar mis textos”. Es que eso es como que te gusten los besos y te avergüence darlos. Yo he hecho el ridículo en infinidad de ocasiones con escritos que no valían lo más mínimo, pero quizás sin esa humillación personal, jamás hubiera publicado nada.

INVIERTE TIEMPO EN LO QUE TE GUSTA. ¿Por qué? Porque es habitual escuchar a gente decir que le encanta escribir, pero que jamás encuentra el momento para hacerlo. ¿Qué tipo de vida tiene esa persona para no dedicarle tiempo a su pasión al menos un rato a la semana? Quien quiere algo encuentra el medio, quien no, una excusa.

LA HUMILDAD, ANTE TODO. Llega un momento en que se cree que la calidad literaria va reñida con el número de seguidores, y no es así. Puedes ser bueno en darte visibilidad, pero un patán con las letras; o viceversa. Tener seguidores está bien, puede ser divertido, pero ver el humo no siempre significa que debajo esté fuego. Por tanto, es bonito tener la mirada en el cielo, pero mejor tener los pies en la tierra.

Me quedo sobre todo con esas últimas reflexiones tuyas, Mario. Muchas gracias por acompañarnos hoy en nuestro espacio. Un honor tenerte entre nosotros.

Muchas gracias a ti y hasta la próxima. Un abrazo a todos.

ETIMOLOGÍA: Lupanar

Para conocer el origen de la palabra debemos remontarnos a la Antigua Roma, donde se hablaba latín, lengua en la que la palabra “lupa” significa “loba”. Esta palabra con el paso del tiempo fue tomando la acepción de “prostituta”, ya que muchas de estas mujeres ofrecían sus servicios a los viajeros y comerciantes que pasaban por los bosques.

Es por ello que la palabra “lupanar” en castellano tenga el significado de “mancebía” o "casa de prostitución”; que es justamente el lugar en el que habitaban las “lupas”, también conocidas como “meretrices”, en la antigüedad.


martes, enero 25, 2022

RESEÑA: "La Perla" de John Steinbeck

Título: La Perla

Autor: John Steinbeck

Editorial: Vicens Vives

Año de edición: 1994

ISBN: 84-316-3479-0

Número de páginas: 112

Sinopsis:

Basada en una leyenda mexicana, esta pequeña obra maestra de John Steinbeck (1902-1968) narra las peripecias de un pobre pescador indígena que, tras encontrar la perla más hermosa del mundo, es víctima del engaño y el acoso de una sociedad materialista, tan distinta a la suya. El pescador Kino no renuncia, sin embargo, a un mundo de ilusiones que solo el dinero y la sociedad de los blancos le pueden proporcionar y tal paradoja provoca el conflicto interior del personaje.

Narrado con profundo lirismo, este conmovedor relato de estudiada simplicidad tiene un aleccionador sentido alegórico: la sabiduría conlleva la pérdida de la inocencia y, como la misma perla, se gesta en el sufrimiento.

Mi opinión:

El libro comienza con una espléndida introducción a cargo de Francisco Antón en la que nos habla de la vida del autor y de su carrera literaria, además de hacer un análisis crítico de la obra. Todo ello para acabar con unas propuestas de trabajo para aquellos que quieran estudiarla más a fondo, dejando de ese modo patente la el carácter didáctico de la novela.

Poco puede añadir mi opinión al valor de esta magnífica obra atemporal que tanto ha sido estudiada desde que fue publicada a mediados del años pasado, concretamente en 1947. No obstante, quería hacer una reseña y presentaros mis impresiones, ya que tenía un más que grato recuerdo de cuando la leí en mi adolescencia. Por ese mismo motivo, quise volver a leerla hace unas semanas para ver que poso me dejaba esta vez. He de decir, que ha merecido mucho la pena.

Como todos sabéis, “La Perla” es un clásico de la literatura norteamericana escrito por John Steinbeck. Se trata de una novela breve escrita con un tono reflexivo y que está ambientada en un pueblo costero de la Baja California. En ella, su autor nos cuenta la historia de una familia de pescadores formada por Juana, Kino y su bebé, Coyotito. La historia ha sido adaptada a la gran pantalla en dos ocasiones. La primera el mismo año de su publicación, recibiendo una excelente acogida por el público y cosechando varios galardones. Y la segunda, en el 2001.

El relato empieza cuando el hijo de Kino y Juana es picado por un escorpión. Ellos lo llevan a la casa del médico, pero este se niega a tratarlo porque no tienen dinero para pagarle. A continuación, Kino encuentra una extraordinaria perla de un tamaño mayor al común en el fondo del mar, acontecimiento que en contra de lo esperado, trae más la calamidad que la fortuna a la familia.

Steinbeck te lleva desde la primera página hasta la última del relato gracias a la sencillez del vocabulario y a través de una narración de fácil digestión llena de simbología. Para empezar, si nos fijamos, la perla que se encuentra Kino al comienzo de la obra pasa de ser una representación de la riqueza y la buena suerte a convertirse en objeto de avaricia y fatalidad para quien la posea, ya que otros querrán codiciarla y tenerla para ellos, y no les importará matar a su propietario si fuera necesario para conseguirla. Esto vuelve a demostrarse al final del relato cuando Kino la lanza al mar, y pasa de ser “gris y ulcerosa” para convertirse de nuevo en “verde y hermosa” como en el comienzo del relato, volviendo a presentarse de nuevo como objeto de deseo para cualquiera. La obra oculta una enseñanza y nos avisa de que tengamos cuidado con lo que deseamos, porque como dice el refrán “no es oro todo lo que reluce”. Esto es algo que hace muy bien el autor a través de Juana, uno de los personajes principales de la obra, la cual trata de convencer a su marido en todo momento para que se deshaga de ella lo antes posible recordándole lo felices que eran en el pasado antes de que la joya apareciera en sus vidas.

En “La perla” se tratan temas tan trascendentales como la supervivencia, las desigualdades, el poder, el miedo y la división entre el individuo y el colectivo (esto se ve en el carácter individualista del hombre blanco y la de los nativos visto como una comunidad). Se profundiza también en otros como la codicia. Una ambición desmedida que se ve reflejada claramente en personajes como el médico, que antepone su avaricia a tratar al pequeño Coyotito de la picadura del escorpión. También en los tres tratantes de perlas a los que Kino consulta el valor de la perla y que tratan de conseguirla por todos los medios cuando ven que no pueden estafarle, lo que hace que nuestro protagonista pase de ser un hombre inocente a convertirse en alguien capaz de hacer cualquier cosa con tal de poner a salvo a su familia, al mismo tiempo que seguir poseyéndola.

Como se puede apreciar en su número de páginas, la obra es bastante breve y no da para un gran desarrollo de los personajes, aunque estos están bien marcados y delimitados conformando unos estereotipos que cumplen a la perfección con el objetivo del autor.

Para terminar, comentar que la portada e ilustraciones a cargo de Tino Gatagán me han parecido a la par de atractivas, muy sugerentes, ya que más que ser realistas, transmiten las sensaciones que debemos sentir hacia aquellos personajes a los que muestran los dibujos.

lunes, enero 24, 2022

ARTÍCULO: ¿Por qué escribo?

Supongo que esa es la pregunta que todos nos hacemos cuando empezamos en este noble arte que es la escritura. Hay muchos motivos por los que escribir, pero de seguro en el que todos coincidiremos será en porque nos gusta. Porque no nos olvidemos de que la escritura debe ser siempre un placer para que siga manteniendo su esencia, esa llama que arde en nuestro interior y que nos proporciona la luz que hace que nuestros textos brillen.

La imaginación es una de las facultadas ligadas a la escritura. ¿Quién no ha creado historias cuando era un niño? Todos hemos jugado a ser protagonistas de cómics, series o películas inventados por otros. Hasta nos hemos inventado nuestras propias identidades para disfrutar teatralizando o jugando al rol. ¿Qué pasaría entonces si no creciésemos? ¿Si fuéramos siempre niños? Pues posiblemente que seríamos siempre narradores de historias, y que estas serían tan fascinantes como las que imaginábamos cuando éramos unos niños haciendo uso de muñecos o nuestros propios dedos.

Dejando a un lado mis divagaciones personales y centrándome en el tema que quiero tratar hoy, escribo porque es la manera que tengo de transmitir mis pensamientos y emociones a los demás, sobre todo a aquellos que me rodean. Yo al menos, cuando comencé a escribir solo le mostré mis escritos a las personas más allegadas, quizá por eso de que me conocieran un poquito mejor. Aunque después, perdí la vergüenza y aquí estoy, con dos novelas autopublicadas, un volumen de relatos en proceso de edición, presencia en tres redes sociales, y trabajándome a diario este blog en el que os expreso mis inquietudes y os cuento mi experiencia como escritor para que aquellos a los que pueda servirles, se valgan de ella. Es curioso, porque todo ha sido gracias a que perdí esa vergüenza inicial, ese miedo atroz que me paralizaba y que no me dejaba expresarme como quería, contar aquellas ideas que me hervían en la mente, que burbujeaba en mis entrañas, y atreverme a mostrarles mis escritos al resto del mundo. Así que gracias a ellos, a mis primeros lectores por empujarme a ampliar ese espectro de lectores y vencer a mi yo impostor.

La escritura es sinónimo de evolución. Gracias a ella, la humanidad ha podido transmitir los conocimientos durante generaciones de manera que estos pudiesen perdurar en el tiempo. Y ya no hablo solo de cuestiones técnicas, porque escribir también significa pasión. Muchos autores y anónimos han escrito porque necesitaban expresar su amor hacia la persona que amaban, otros sus inquietudes, sus miedos,… porque al fin y al cabo la escritura no deja de ser eso, un modo de expresión. ¿Quién no se ha sentido a gusto escribiendo una carta o una postal? ¿O mientras lacraba un sobre que contenía una declaración de amor o de amistad? Escribir nos permite revelar ciertas cosas que no nos atreveríamos a decir a la cara, ya sea por vergüenza, pudor o miedo. El miedo… ese poderoso enemigo que todos llevamos dentro en ocasiones tan difícil de vencer. Y es que algo tan necesario como abrir el corazón a una persona, desnudarse ante ella o pedirle perdón cuando nos hemos equivocados, que necesitamos hacerlo a través de la escritura para sentirnos menos vulnerables.

De algún modo, todos llevamos un libro dentro. ¿Cuántas historias se habrán perdido porque nadie las ha contado? Unas más trágicas, otras más hermosas, más románticas, menos alegres o más divertidas, dependerá de quién te las cuente, pero todas igual de interesantes, y por ese mismo motivo, ninguna de ellas debería perderse.

Otro de los motivos por los que escribo es porque me libera. Me ayuda a deshacerme de parte de esa carga que todos llevamos dentro, a mantener una conversación conmigo mismo sin que me importe el tiempo. Más si cabe, en el mundo actual, en el que vivimos tan rápido que a veces incluso nos da vértigo. Escribir me permite pulsar el botón de Pause durante un par de horas y poder disfrutar de un momento en el que solo importamos yo y los personajes que tengo entre manos; esos mismos que de algún modo, forman parte de mi ser, y que utilizo como catalizador para reflejar las experiencias que he presenciado, vivido y que me han marcado.

La escritura me permite disfrutar de la soledad, esa ausencia de compañía a veces tan necesaria que te ayuda a ordenar los pensamientos. Y digo esto, porque soy de esas personas a las que no les gustaba estar solo nunca, pero medida que fui creciendo, aprendí a sacarle provecho. Unas veces gracias a la lectura, otra a la escritura, o simplemente disfrutando de una caminata mientras reflexionaba sobre mi presente. Porque de algún modo, todos necesitamos de esa soledad sana en algún momento de nuestras vidas para mirar atrás y evaluar quiénes somos y de qué nos ha servido el camino recorrido, para aprender de nuestros errores y para crecer como personas gracias a nuestros aciertos. ¿Y de qué nos vale eso a los escritores? Pues para poder proyectar sobre un papel en blanco y dándole voz a los personajes que componen la historia ficticia que queremos contar al mundo. Porque probablemente sin esa experiencia, TU experiencia, no tendrías nada interesante que narrar.

Y volviendo al tema que tratamos hoy, escribir me sirve para dejar a un lado mis preocupaciones durante un rato, para transformarme en aquellas personas que jamás pude ser, para contemplar la vida desde otra perspectiva, para sentir empatía hacia los demás, para conectar con otras personas y formar parte de otros mundos. De hecho, quizá sea eso sea lo que más me satisfaga, que mis historias calen en el corazón de aquellos que me leen, remover algo en su interior, en sus conciencias, compartir con ellos mis pensamientos y emociones, porque ¿qué es narrar sino eso? Compartir un instante, una situación, una imagen, un olor, un sentimiento… durante el tiempo que se tarda en leer una frase, un párrafo, una página o incluso un libro.

Podría decirse que la lectura y la escritura son hermanas gemelas. Van unidas, la primera no podría existir sin la segunda. Ambas son mágicas. Porque gracias a la escritura podemos crear mundos y transportar a los lectores a lugares lejanos y desconocidos para que se conviertan en príncipes, gladiadores, valientes guerreras y enfrentarse al peor de los villanos. Y lo más importante es que no necesitarán salir de casa, ni correr ningún riesgo real, tan solo deberán valerse de tu imaginación, dejarse llevar, sumergirse en las páginas del libro como tú lo has hecho en tus escritos mientras tejías tu historia. Otra de las virtudes de la escritura es que te permite proyectar la historia que tienes en la cabeza para que sean otros los que la vivan.

Como os comentaba al principio de esta entrada, cada uno tiene sus motivos, todos ellos igual de válidos, pero lo que está claro es que los que escribimos lo hacemos por placer, y en mi caso, me atrevería a afirmar que también por necesidad. Y seguramente por eso me resulte tan difícil dejarlo ahora que forma parte de mí.

¿Y tú  por qué escribes?

viernes, enero 21, 2022

10 PREGUNTAS a Javier Pellicer


Hoy tenemos en “Mi experiencia como escritor”
a Javier Pellicer, autor de novelas históricas como «Leones de Aníbal» o la más reciente «Lerna. El legado del minotauro», en la editorial Edhasa.

Hola Javier, encantado de que nos hayas dado la oportunidad de tenerte hoy en nuestro blog

Hablar de literatura nunca deja de ser maravilloso, así que el placer es mío.

Pues comenzamos quizá por la pregunta más complicada de las diez que te voy a hacer: ¿Quién es Javier Pellicer?

Alguien que siempre ha tenido la cabeza llena de pequeñas y grandes historias, y que gracias a la escritura ha podido sacarlas al exterior.

Tu primer premio digamos importante lo ganas en el Cryptshow Festival de Relato Fantástico en el 2008, ¿qué nos puedes contar de ese momento?

En realidad aquel premio fue algo modesto, ni siquiera tenía dotación económica. Pero era honrado, no había ningún tejemaneje detrás, y llegó en el mejor momento posible. Los escritores solemos pasar por muchos baches emocionales cuando las cosas no van como queremos, es parte de nuestra naturaleza especialmente sensible, y yo pasaba por uno de estos estancamientos. Aquel galardón me hizo ver que iba por el buen camino, que debía seguir trabajando con constancia y esperando mi momento. Que al final llegó.

A este galardón le suceden otros éxitos posteriores en otros certámenes de terror, ciencia ficción y otros géneros, lo que deja claro que dominas varios géneros, pero ¿en cuál de ellos dirías que te sientes más a gusto (y por qué)?

Siempre digo que, aunque mis publicaciones profesionales son mayoritariamente novelas históricas, yo no soy un escritor de novela histórica. Soy, simplemente, un escritor. Un contador de historias que no tiene un género literario asignado. Me he formado a través del relato, de todo tipo: fantástico, terror, ciencia ficción, infantil e incluso he coqueteado con el erótico. La obra de Tolkien fue la que me inspiró en mis inicios, y además soy un auténtico enamorado de la ciencia ficción desde que tengo uso de razón. La cuestión es que las editoriales han apostado por mis novelas históricas, género que por supuesto también adoro, y esas son las que han llegado al gran público.

Has contribuido con tus relatos a distintas antologías colectivas como “Su universo a través”, “Fantasmagoria”, “Ilusionaria 2” o “Crónicas de la Marca del Este”. Tú que tienes experiencia en este tipo de publicaciones, ¿sabrías decirnos cómo se fraguan este tipo de proyectos y de qué modo se puede participar en ellos?

Hay multitud de motivos por los que puede nacer una antología. El proyecto «Ilusionaria», por ejemplo, surgió de un movimiento solidario; «Su universo a través» o «Fantasmagoria» son iniciativas promovidas en inicio por un autor (en este caso el vigués Darío Vilas) al que nos sumamos otros compañeros; y «Crónicas de la Marca del Este» nació como complemento a un juego de rol que se publicó en 2012, y que dio lugar después a mi segunda novela, «Legados». Pero hay otros modos de participar en una antología. El más conocido es a través de algún certamen de relato, quedando entre los seleccionados.

Tu primera novela es “El espíritu del lince” (2012), una novela histórica centrada en la vida de Icórbeles, el edetano, que además fue finalista del Premio de Literatura Histórica Hislibris en la categoría de mejor autor novel, ¿cuánto tiempo te llevó escribirla?

Fue mi mayor reto hasta la fecha, porque yo había leído mucha novela histórica, jamás me tuve que enfrentar a este género como escritor. El aspecto de la documentación fue especialmente complicado, porque al principio no sabía dónde podía acudir. Así que esa parte del trabajo se prolongó casi un año. En comparación, la escritura fue muy breve, y aún así no me llevó menos de seis meses. 

Tan solo un año más tarde, publicas “Legados”, una obra que podríamos enmarcar más dentro del género fantástico, ¿cómo se gesta esta idea en tu cabeza?

«Legados» fue una propuesta que me encantó aceptar. Tras mi participación en «Crónicas de la Marca del Este», y mientras hablaba con el editor de esta antología y del juego de rol en el que estaba inspirada, surgió la idea de que sería genial tener una novela ambientada en dicho juego. Al instante mi editor me soltó un «escríbela y la publicamos». Y así surgió todo. Creo que es la novela en la que más me he divertido, porque podía dar rienda suelta a todo mi frikismo y hacer homenajes a mi género favorito sin preocuparme de casi nada. Porque al final «Legados» es eso, un homenaje continuo a las obras que me marcaron de joven, como «El Señor de los Anillos», «Añoranzas y Pesares» o «Crónicas de Dragonlance».

Por tus palabras parece que hubieses estado vinculado al mundo de los juegos de rol como lo he estado yo durante años. ¿Es así o es solo mi impresión?

En realidad jamás he jugado a juegos de rol tradicionales, salvo quizás en alguna adaptación en formato videojuego. Y no por falta de ganas. Pero en mi entorno más cercano durante los años más apropiados para iniciarse, la adolescencia, nunca hubo nadie interesado en ello. Descubrí todo ese mundo mucho después, a través de «Crónicas de la Marca del Este». Por desgracia, las obligaciones de una escritura más profesional, así como el trabajo con el que pago las facturas, no me han dejado tiempo para convertirme en un rolero.


Yo, que he tenido el placer de leer tu obra “Leones de Aníbal”, una novela elaborada y madura, y que recomiendo a los amantes de la literatura histórica, me preguntaba mientras la leía: ¿cuánto tiempo le habrá llevado a Javier documentarse antes de escribirla?

Afortunadamente no tanto como con mi primera novela. Como son obras que transcurren en la misma época, aunque sean independientes una de la otra, gran parte de los datos ya los tenía en mi poder. A pesar de ello es una obra más compleja, con más personajes protagonistas a desarrollar, y eso hizo que el trabajo de escritura se prolongara más.

Recientemente has publicado tu última novela, cuyo título se “Lerna. El legado del minotauro”, ¿qué nos puedes contar sobre ella?

Que es mi mejor obra. Sé que es un tópico que no paramos de repetir los escritores, que nuestro último libro es el mejor, pero en mi caso es la verdad. En primer lugar porque la primera semilla de «Lerna» surgió hace 15 años, en un pequeño relato sobre el mito de la llegada de Partolón a Irlanda. Esa vinculación que los años otorgan, nacida de mi pasión por la mitología irlandesa, hace además que sea mi obra más personal y querida.

Argumentalmente el libro empieza con el personaje de Starn, el hijo menor del rey Minos, justo a su regreso al palacio de Cnosos tras una larga ausencia. Y allí se encuentra con que la placidez que recordaba se ha desvanecido. Su padre y su hermano mayor están enfrentados y hay una profecía que anuncia el final de la casa del rey Minos, así que Starn tendrá que decidir qué partido tomar y cómo afrontar esos problemas.

Es una historia totalmente novedosa, sin parangón en la literatura de nuestro país. Nunca se había escrito sobre la cultura minoica que se desarrolló en Creta durante la Edad del Bronce, y menos aún conectándola con los mitos fundacionales de Irlanda. El resultado es una obra repleta de emociones que, curiosamente, pone énfasis en los personajes y su desarrollo personal, y en cómo éste es el motor del argumento.

Y no puedo despedirme sin antes pedirte que des algún consejo a aquellos que empiezan en este fascinante mundo de la escritura y que te haya podido servir en tu carrera.

Que no se obsesionen con el objetivo de publicar. Escribir con el único pensamiento en mente de publicar es un tremendo error. Esa presión ensucia una actividad tan bonita y personal como debería ser la escritura. Primero pásalo bien, aprende, crea unos cimientos fuertes, y cuando llegue el momento ya darás el salto a la publicación.

Javier, muchas gracias por permitirnos conocerte un poquito más a fondo. Mis mejores deseos para el futuro.

Gracias a ti por ofrecer a los autores tu blog. Y Feliz 2022 para todos tus seguidores.


jueves, enero 20, 2022

EXPRESIONES POPULARES: "Tener más cuento que Calleja."

Al igual que otros dichos populares como “Tener más años que Matusalén” , “No ha venido ni el Tato” o “Ser más feo que Picio”, Tener mas cuento que Calleja” también tiene su por qué.

En este caso, debemos remontarnos a finales del S.XIX, que fue cuando uno de los editores más conocidos y destacados de nuestro país, llamado Saturnino Calleja, comenzó a publicar sus famosos cuentos infantiles. Tuvieron tal éxito entre la gente que no tardó en acuñarse la expresión “Tienes más cuento que Calleja.” para aquellas personas que o bien exageraban todo aquello que les ocurría o le echaban grandes dosis de inventiva a las historias que contaban.

martes, enero 18, 2022

RESEÑA: "Luz y Tinieblas" de Belén Conde

Título: Luz y Tinieblas

Autora: Belén Conde

Editorial: Bruño

Año de edición: 2017

ISBN: 978-84-696-2375-6

Número de páginas: 173

Reconocimentos: Premio Boolino de Narrativa Juvenil 2017 

Sinopsis:

Llum, una chica de 17 años, acaba de mudarse con su madre a un pueblo norteño. La casa donde van a vivir le parece desvencijada y sin encanto. Pero la sorpresa llega cuando madre e hija descubren en ella una extraña bañera pentagonal llena de símbolos esotéricos. Un día Llum decide probarla y, sin saber cómo, aparece en otro lugar, inhóspito y nevado. Un chico se acerca hacia ella. ¿Quién será…? Una trepidante historia sobre la eterna lucha del bien y el mal. Una historia de amor más allá del espacio y del tiempo.

Mi opinión:

Tras la satisfactoria experiencia con “Las horas prestadas”, de la misma autora, tenía ganas de echarle el guante a su ópera prima, “Luz y Tinieblas”, una novela de corte juvenil, bastante entretenida y con la que Belén con una trama bien hilada, y por la que consiguió el Premio Boolino de narrativa juvenil en 2017, año de su publicación.

Tal como se indica en la sinopsis, Llum, se ve obligada a mudarse con su madre a un pueblo del norte tras la separación de sus padres, teniendo que separarse de su padre y su hermana pequeña. La historia se centra en su viaje a un lugar muy diferente al que habita. La extraña bañera que le sirve como herramienta de teleportación no es el único detalle fantástico que nos encontraremos a lo largo de la obra. Dichos elementos al mismo tiempo que hacen partícipe al lector, también lo obligan de algún modo a hacer un esfuerzo para creerse lo que está ocurriendo, algo que es inevitable en este tipo de literatura. También nos encontramos con las pinceladas justas de acción para que el ritmo y el suspense estén garantizados en ciertas fases de la trama.

Una de las cosas que me ha gustado es que sin estar acostumbrado a la literatura juvenil, ha conseguido engancharme desde el principio. Ya lo decía cuando reseñé “Las horas prestadas”, que Belén tiene una sensibilidad especial para transmitir, y lo demuestra en el modo en el que nos narra esta historia romántica aderezada por un telón de fondo singular: la lucha entre la luz y la oscuridad.

La obra me ha parecido más un cuento largo (por la magia que lo envuelve y la sencillez con la que está escrito) que una novela corta, y quizá sea eso por lo que la haya disfrutado tanto. También me ha gustado el detalle de que la protagonista se llame Llum (luz en castellano) dándole aún más sentido al papel que desarrolla a lo largo de la historia y en clara alusión al título de la obra.

Pasando a cuestiones más técnicas, la novela está escrita en primera persona, lo que ayuda a que nos sintamos cerca de su personaje principal. Está dividida en quince capítulos cortos y un epílogo en forma de reflexión, conformando una estructura sólida. Las descripciones de los escenarios son precisas permitiendo que el lector pueda imaginarse los escenarios con facilidad y utiliza un vocabulario al alcance de todos que facilita aún más la lectura. Los diálogos están bien elaborados, y gracias a ellos podemos conocer mejor a los personajes que van apareciendo. Su autora podía haberse explayado y haber dedicado algunas páginas más a profundizar en ellos y en la relación que mantiene Llum con Faihst, o en otros aspectos como pueden ser cómo y por qué se producen esos viajes en el espacio-tiempo, lo que quizá habría enriquecido la historia sin que perdiese encanto. Sin embargo, soy del parecer que podía haberle restado magia a la historia, y que entrar en ese tipo de detalles y explicaciones podrían transformar la obra llegando a empantanar la trama con detalles que los que la han disfrutado podrían haberle hecho perder esa percepción, llegando a resultar más un hándicap que un plus.

En esta ocasión, voy a referirme a la portada tal como hago en algunas ocasiones, ya que ha resultado bastante atractiva, sobre todo por su diseño y las imágenes de su cubierta. Destacar también los colores usados, y que tanto nos fascinan a aquellos que estamos enamorados del sol y el mar.

En resumidas cuentas, “Luz y Tinieblas” me ha parecido una novela disfrutable por todos los públicos, aunque más enfocada a un público adolescente / juvenil. En ella, su autora deja una vez más patente, gracias a una pluma grácil y ligera, su manejo del arte de la escritura.

domingo, enero 16, 2022

ARTÍCULO: Balance literario 2021

Tras dar comienzo el nuevo año, toca hacer balance del anterior. Si bien en el ámbito personal el 2021 ha sido un año algo complicado, en lo literario puedo sacar una lectura positiva de él. A la publicación de mis dos primeras novelas, habría que sumarle la puesta de este blog en marcha y la reciente presencia de “Mi experiencia como escritor” en tres de las redes sociales más punteras (Facebook, Instagram y Twitter) con casi cuatro mil miembros entre los tres canales, más de doscientas cincuenta publicaciones y contenido actualizado que engloba consejos sobre escritura creativa y lengua castellana, reflexiones, manuscritos, reseñas de las obras que voy leyendo y entrevistas a gente relacionada con el mundo de las letras entre otros temas.

El año 2020 y parte del 2021 estuve enfrascado en la escritura de “Proyecto Unicornia”, la cual supuso un gran reto para mí, ya que se trataba de una obra en la que había estado trabajando durante bastante tiempo antes de su publicación. Dejé aparcados concursos y la escritura de relatos cortos para embarcarme de lleno en su creación. No fue un camino fácil ni mucho menos. Me topé con obstáculos que no fueron fáciles de rebasar, pero lo importante es que finalmente con mucho trabajo y tesón, vio la luz y pude verla publicada. Tras mucho sopesarlo, opté por la autopublicación, un camino que trae consigo mucho trabajo extra, ya que a la necesidad de tener un resultado satisfactorio y de calidad lo requería así.


La obra en sí empecé a escribirla en 2014, pero la aparqué porque me di cuenta de que antes de embarcarme en un proyecto tan faraónico debía mejorar mi técnica y estilo, además de las reglas básicas de la escritura para que la obra tuviera un acabado consistente. Así que me dediqué a escribir relatos breves, poesía y microrrelatos, que me ayudaron a entrenarme para mi objetivo final: acabar esa novela de la que tan solo llevaba alrededor de las ochenta páginas escritas. Algunos de esos textos que escribí podéis leerlos en la sección de “Mis escritos” de este blog, otros los tengo guardados para corregirlos y subirlos más adelante y que podáis disfrutar con ellos. Y los que me han parecido mejores (o que no habían sido publicados en ningún medio) me los he reservado para una colección propia que publicaré a lo largo de 2022 y que tengo en proceso de corrección en estos momentos.

Si 2020 fue el año en el que me dediqué en cuerpo y alma a mi primera novela, 2021 fue el año en el que vio la luz. Analizando la crítica, he de reconocer que es para sentirse orgulloso tratándose de una ópera prima. Me ha dado otras alegrías como convertirse en número 1 en descargas en Kindle en su primera semana a la venta, además de que la mayoría de reseñas que he recibido han sido positivas, así como las valoraciones. Os dejo un gráfico de las recibidas en Amazon, plataforma en la que podéis encontrarlo.


También ha habido reseñas internacionales en este periodo.


Los meses finales de 2020 y los iniciales de 2021 fueron los que me llevaron la escritura de “Somos Nosotros”, mi segunda novela. Durante el verano la corregí y en otoño la saqué al mercado. Esta historia es muy diferente a la primera que escribí. Simplemente porque trata temas diferentes, pero que me inquietan de igual modo. En ella volqué todos mis esfuerzos para tratar con la mayor sensibilidad posible ciertos problemas sociales como puedan ser el acoso escolar, el abuso de sustancias, o los malos tratos, en una trama en la que cuatro adolescentes son los protagonistas.

“Somos Nosotros” también ha recibido una buena acogida entre los lectores con una nota sobresaliente al recibir catorce calificaciones de cinco estrellas y doce reseñas positivas en sus tres primeros meses a la venta. 


En cuanto al blog en el que estás leyendo este artículo, las más de 100 entradas que he escrito han recibido en total más de 5.000 visitas (y sumando cada día) desde su puesta en marcha a principios de abril de 2021 hasta finales de este mismo año. Además, ha supuesto un giro en mi visión de mí mismo como autor, ya que me siento mucho más cercano a otros escritores y a las personas interesadas en la literatura y los diferentes temas que me inquietan. Además de acercarme a las redes sociales, de las que estaba un tanto despegado como usuario, me ha dado la posibilidad de conocer a muy buena gente, con la que de otro modo, jamás habría podido conectar.

Aprovecho estas últimas líneas para agradeceros vuestro apoyo y que estéis ahí día a día para hacer que este sueño siga cumpliéndose y verme motivado cada mañana cuando me levanto a primera hora para escribir antes de que salga el sol.

viernes, enero 14, 2022

10 PREGUNTAS a Jesús Mesado Sánchez

Hoy nos acompaña Jesús Mesado Sánchez, autor de la saga de libros «El Samurái de Vallecas» y Director del blog de Vuelo de Cuervos. Colaborador en diversos proyectos literarios con la editorial Diversidad Literaria, con la Fundación Rayo Vallecano y además apasionado rolero durante más de diez años.

—Es un placer que hayáis contado conmigo para esta entrevista, y que me deis la oportunidad de poder hablar de mí en vuestro blog. Lo primero es daros las gracias.

Primera pregunta: ¿Quién es Jesús Mesado?

—Pues es un chico vallecano que de niño soñaba con jugar al fútbol, y que no pudo cumplir ese sueño por falta de talento. Esto le llevó a cambiar su sueño de ser futbolista por convertirse en escritor y publicar una novela, y éste sí se cumplió muchos años después y por partida doble.

 ¿A qué edad comienza Jesús a escribir y qué es lo que le lleva a ello?

—Pues yo comencé a escribir con nueve años, debido a mi casi infinita imaginación. Durante mi adolescencia me dediqué a jugar al rol (la mayoría como Director de juego) todos los sábados con mi grupo de amigos del colegio, y a escribir por las noches fanfics de series de anime y videojuegos que luego publicaba bajo seudónimo en una página llamada «Fanfiction.net». En mi último año del instituto donde cursaba un FP de Grado Medio, gané mi primer certamen literario, lo cual para mí fue uno de mis grandes logros. Luego, ya casi entrando en la treintena, es cuando decidí tomármelo más en serio. He tenido mis rachas buenas y mis rachas malas de escritura, pero escribir es algo esencial en mi vida.

¿Qué le aporta la escritura a tu vida?

—Me da la vida, y cuando no lo logro, me la quita. De hecho, logré salir de una etapa de depresión profunda gracias a escribir. Esto me llevó a cambiar el chip y centrarme en la escritura y seguir hacia delante.

Además de dos novelas, tienes publicados varios relatos y microrrelatos en diferentes antologías. Todos ellos con temáticas diferentes. ¿En cuál de estos géneros te sientes más a gusto?

—He trabajado mucho en el género de terror, sobre todo, por la cantidad de autores que conocí y que estaban ligados a él. Aunque, en realidad, me manejo también en el género de la ciencia ficción, la literatura juvenil, e incluso la temática erótica. En verdad, mientras disfrute con lo que escribo, no tengo inconveniente en tocar diferentes géneros.

Fuiste ganador del «I Concurso de microrrelatos épicos» organizado por Diversidad Literaria con «Y no comieron perdices», ¿podrías contarnos un poquito sobre aquello?

—Era el segundo concurso que me presentaba organizado por Diversidad Literaria, y lo de ser ganador fue toda una sorpresa, porque fue de los certámenes con más participación. La historia de ese microrrelato, creo que surgió porque se me ocurrió escribir en cinco líneas como una princesa se rescataba así misma de un malvado dragón y se casaba con el príncipe de turno. La inspiración, si no me equivoco, me vino de ver la primera película de Shrek y utilizar a alguno de mis personajes femeninos de rol, que podían ser aún mucho más terroríficos que un dragón que escupe fuego (risas).

Has estado vinculado con la revista de terror, fantasía y ciencia ficción «Vuelo de Cuervos» prácticamente desde sus inicios allá por el año 2014. Ahora eres el director de contenidos de su blog. ¿Qué te ha aportado toda esa experiencia como escritor?

—Mi vínculo con Vuelo de Cuervos nace a finales de 2014, cuando Lorena Gil Rey, la fundadora y directora de la revista me invita a participar en la revista. A mediados de 2015 sale la tercera revista y dentro incluye mi primer relato publicado en un medio escrito. Un año después, entré a formar parte de la directiva de Vuelo de Cuervos, y ocupé el puesto de «Coordinador de Eventos, Marketing y estrategias comerciales», que, resumiendo, era el que se encargaba de gestionar los eventos en Madrid. Pasé a tener mi propia sección, donde hablaba de juegos de rol y mesa en las últimas revistas, y a tener libertad de escribir artículos en el blog. Y desde 2020 tomé el control del mismo y a gestionarlo a mi manera. Y a nivel personal, es de lo que más me ha permitido crecer como persona en el ámbito literario, porque me abrió muchas puertas y me permitió conocer a gente fantástica. Por otra parte, ser director del blog me ha aportado unas bases y unos conocimientos que jamás creí que pudiera aprender, ya que nunca me había visto dirigiendo algo más allá de una simple partida de rol.

También has colaborado con la editorial Diversidad Literaria y con la Fundación Rayo Vallecano. ¿Puedes contarnos en que se han basado estas dos colaboraciones?

—Pues tras participar en varios certámenes de microrrelatos que organiza Diversidad Literaria, tuve un día la oportunidad de conocer a Guillermo de los Mozos, uno de sus socios fundadores. Mantuvimos un par de reuniones e hicimos buenas migas, por lo que decidimos como mentes creativas buscar la forma de poder promover la cultura y la literatura. Mi primera colaboración con Diversidad Literaria fue escribir el prólogo de la antología «Videojuegos en Papel». Después colaboramos en varios eventos relacionados con la literatura. Respecto a la Fundación Rayo Vallecano, todo surgió tras escribir el primer libro de «El Samurái de Vallecas». Pude conocer a una de las personas que estaban al cargo de la Fundación, quien me ofreció la oportunidad de realizar una actividad para los niños que tienen en la cantera del Rayo Vallecano. Con ayuda de Guillermo de los Mozos y la propia Fundación Rayo Vallecano, organizamos un certamen literario para los chicos que juegan en las categorías inferiores del Rayo. Y dicho certamen se ha estado celebrando durante los tres siguientes años.

En el plano personal, para mí ha sido una experiencia maravillosa, porque me ha permitido hacer diferentes tipos de actividades en el ámbito literario y, sobre todo, ligadas a mi barrio, al cual tengo mucho cariño.

Como director y jugador de rol que he sido durante muchos años, me veo obligado a dedicarle una pregunta de la entrevista a una afición que ambos compartimos: ¿Cómo ha influido tu afición a los juegos de rol en tu faceta literaria?

—Pues más que a mi faceta literaria, el rol fue una influencia en el apartado social de mi vida, porque con dieciocho años era incapaz de tener una conversación con una chica debido a mi extrema timidez. En pocos meses desde que comencé a jugar, rompí esa barrera y vi que podía hablar con las chicas sin miedo y de disfrutar de su compañía. Aunque, ahora, me es mucho más fácil relacionarme con mujeres que con hombres. Y también gracias al rol, potenció aún más mi capacidad de desarrollar historias cada vez más complejas, sobre todo, creando personajes más interesantes y mucho más ricos narrativamente. Así que, podría decir, que los juegos de rol explotaron mi capacidad de imaginar cosas y eso se ha visto reflejado en mis antiguos fanfics y en muchos relatos más actuales.

En septiembre de 2017 publicas tu primera novela, cuyo título es «El Samurái de Vallecas» ¿Qué es lo que nos cuentas en ella y cómo se gesta dicho proyecto?

—«El Samurái de Vallecas» es una mezcla de mis tres pasiones: el fútbol, el Rayo Vallecano y Japón, unificadas en una historia. Y, todo esto, viene, porque desde niño, era un amante de la cultura japonesa. Además, como el fútbol siempre me gustó, pues la idea de que un jugador japonés jugará en el Rayo Vallecano (mi equipo), se volvió una fantasía. Durante el mundial de 2010, el que ganó España, tras el espectacular campeonato que tuvo Japón llegando a octavos de final y donde destacó Keisuke Honda, fue cuando en mi cabeza surgió como un chispazo, ya que, durante todo ese verano, se estuvo especulando en la prensa deportiva de su posible llegada a un equipo grande de nuestro país. Entonces, fue cuando pensé que en lugar de ir a un Real Madrid o un Atlético de Madrid, se viniera al Rayo Vallecano. Así me pasé varios años dándole forma a esa idea y, tras ciertos cambios, nació «El Samurái de Vallecas». De hecho, hubo un pequeño esbozo en forma de microrrelato y finalmente el salto a una novela.

Publicas su continuación: «El Samurái de Vallecas 2: El Camino hacia la Victoria» a finales de 2018. ¿Te resulta más complicado escribir esta segunda parte o al tener controlada la trama y conocer a los personajes fue todo mucho más rodado?

—Fue mucho más complicado, empezando por el hecho de que «El Samurái de Vallecas» estuvo durante años gestándose en mi cabeza. Esta segunda parte nace de la petición de muchas personas que me pedían una continuación. Yo no tenía nada planteado y, obviamente, tuve mucho menos tiempo para crear la historia y cierta presión para sacarla lo antes posible. Por lo que lo que estuve bastante apurado en ciertos momentos, pero la historia salió adelante y estoy muy contento con el resultado final.

Y para concluir esta entrevista, me gustaría interesarme un poquito por tus proyectos literarios futuros. ¿Estás trabajando en algo en la actualidad que se pueda dar a conocer?

—Pues, por un lado, estoy trabajando en la tercera y última entrega de «El Samurái de Vallecas», y debido a la pandemia, ha habido muchísimas complicaciones. Me gustaría decir que saldrá en 2022, pero la verdad es que ahora mismo no puedo afirmarlo. Por otro lado, espero que en los próximos meses dos proyectos en los que he trabajado vean la luz. El primero es una antología de relatos de Japón, donde yo aporto dos relatos. Durante años estuve trabajando junto con Lorena Gil Rey para que algún día estos relatos se publicaran, y finalmente el proyecto saldrá adelante mediante la editorial Matraca Ediciones. El otro proyecto es otra antología de relatos, pero mía propia. Será un libro compuesto por una serie de relatos que escribí durante todos estos años, de los cuales muchos jamás fueron publicados. En este caso aún faltan algunos detalles por pulir, pero espero que ambos proyectos salgan en el próximo año y sea la antesala a mi tercera novela.

Muchas gracias por acompañarnos, Jesús. Te deseo lo mejor en tu carrera como escritor.

—Muchas gracias a vosotros por la oportunidad de responder a vuestras preguntas y, de nuevo, agradeceros de corazón el trabajo que hacéis. Espero que continuéis siguiéndome y, cualquier cosa, no dudéis en poneros en contacto conmigo. Un saludo de este humilde vallecano a todos los lectores que lean estas líneas.