viernes, junio 18, 2021

10 PREGUNTAS a Aitor Heras

 

Hoy tenemos frente a nuestro micro virtual a Aitor Heras, músico y escritor madrileño. Bienvenido a nuestro blog.

Hola Leo, gracias por invitarme.

Vamos con la primera pregunta. ¿Cómo definirías a Aitor Heras?

Pues Aitor Heras es uno más de esos frikis que creció en los ochenta y los noventa, lo que indefectiblemente ha marcado su visión artística del mundo. Soy otro más de los hijos de La guerra de las galaxias, Los Goonies, Jungla de cristal, Arma Letal o La princesa prometida. La música, el cine, los libros y los videojuegos son mis pasiones, las que absorben todo mi tiempo. Tengo la suerte, además, de pertenecer a la última generación que ha vivido sin internet y que ha visto el paso del mundo analógico al digital, con la eclosión tecnológica que ello ha supuesto.


Allá por el año 2014 comienza a picarte el gusanillo de la escritura. ¿Cómo surge en ti esa afición?

La verdad es que era algo que llevaba picándome mucho tiempo. Salvo un breve período en la adolescencia, siempre he sido un lector voraz, desde que, con trece años, leí Cementerio de animales. La semilla que Stephen King y esa novela en concreto plantaron en mí sigue creciendo. Después de tantos años leyendo las historias de otros, me decidí a lanzarme cuando entré en contacto con Vuelo de cuervos. Ya había escrito algunas historias a lo largo de mi vida, pero nada serio. Pasar a ser colaborador habitual de Vuelo de cuervos fue lo que me llevó a escribir de manera regular, y a plantearme dar el salto del relato corto a la novela.

¿Qué puedes contarnos sobre esa andadura tuya en la revista Vuelo de cuervos?

Como digo, fue mi primera experiencia creativa regular en el mundo de la escritura. Me sirvió para empezar a escribir mis primeros relatos, a tener una disciplina. Porque soy de esos escritores a los que les cuesta muchísimo mantener la regularidad, tanto por mi forma de ser como por la medicación que tomo desde hace cuatro años. Fue una experiencia de la que no tengo ningún recuerdo negativo. Me permitió conocer a Lorena Gil, que se ha convertido no sólo en una compañera de letras sino en una buenísima amiga, disfrutar de la escritura y colaborar con una publicación de calidad.

Escribiste varios relatos cortos antes de lanzarte con tu primera novela autopublicada, Dos kilos de sueños. ¿Qué podrías contarnos sobre esa experiencia como escritor de cuentos?

Al principio fue difícil, porque me costaba mucho ceñirme a un formato tan limitado en cuanto al número de palabras. Pero poco a poco fui haciéndome a contar mis historias para encajar en el formato de relato breve. Ahora me gusta, el contar algo de manera sucinta. Tengo la fortuna de haber aprendido a escribir relatos cortos, porque no siempre un autor encuentra fácil el adaptarse a un formato determinado.

Acerca de tu experiencia con la autopublicación, ¿qué puedes contarnos?

Es una experiencia del todo positiva. Le da al autor el control absoluto sobre la obra, el contenido, el precio, la portada. Es cierto que me costó dinero, porque pagué al ilustrador que hizo la portada, al corrector, a la persona que lo pasó a formato digital, pero no escribí Dos kilos de sueños para ganar dinero ni hacerme famoso. De hecho, no escribo para eso. La autoedición es algo que ha funcionado para muchos escritores que, gracias a haber escrito novelas de calidad, a haber llevado ellos mismos buenas campañas en redes sociales y haber logrado buenas ventas, les ha permitido darse a conocer y acabar siendo fichados por alguna editorial. Es algo que recomiendo hacer.

¿Te sientes más cómodo en el relato o en la novela?

Sin duda alguna en la novela. Al no haber límites de extensión da más libertad a la hora de contar todo lo que se quiere contar, permite ahondar más en las descripciones, y el autor se puede dejar llevar por el tecleo sin preocupaciones. Sin duda, es el formato que más me gusta.

¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren dar el salto del relato a la novela?

No creo que haya ningún consejo que dar. Quizá el que traten de acostumbrarse a pensar que la novela, como digo, da más libertad. Es verdad que hablo del límite en el relato porque todos mis relatos cortos han sido para Vuelo de cuervos o para concursos, donde los límites vienen marcados. Pero escribir es escribir. Se pueden contar grandes historias con pocas palabras. Más largo no tiene porqué significar mejor.

Aprovecho esta entrevista para darte la enhorabuena por tu segunda novela, Ecos y murmullos, que acabas de publicar con Arima Editorial. ¿Qué puedes contarnos sobre ella?

Ecos y murmullos nació como un proyecto para un NaNoWriMo (el National Novel Nwriting Month, un reto anual que consiste en escribir cincuenta mil palabras durante el mes de noviembre). Ese año no lo conseguí terminar, pero al terminar noviembre tenía el armazón de la novela. No quise dejarla en el olvido y me decidí a terminarla por varios motivos. Me di cuenta de que le había cogido mucho cariño a los dos personajes principales, Jeremy y Lauren y, sobre todo, vi que yo también tenía curiosidad por saber cómo acabaría. No supe el final hasta que lo escribí. Rara vez lo sé, así que al escribir mis historias yo también las voy descubriendo, en cierto modo, como cualquier lector. Estoy contento con ella, he disfrutado escribiéndola, dándole ese tono de Serie B que tiene.

¿Cuánto tiempo te llevó escribirla y qué sentiste cuando pusiste el punto final a la obra?

La verdad es que no recuerdo el tiempo que me llevó. La escribí en dos tandas. Poner punto final a una novela a mí me deja un poso de tristeza. Satisfacción por haber terminado el trabajo (no hablo del primer borrador, hablo de terminar del todo, de dejar el manuscrito listo para publicarse), pero tristeza, como digo, por decir adiós a unos personajes a los que has visto crecer y que, durante un tiempo, han estado constantemente en tu cabeza, con los que has sufrido y reído, a los que has hecho pasar buenos y malos momentos. Terminar siempre me produce esa sensación.

He leído que tienes varios proyectos literarios en marcha para el futuro. Para despedir la entrevista, ¿podrías hablarnos un poco de ellos?

La verdad es que sí. Tengo varias novelas empezadas, que tocan varios géneros (una de fantasía, otra de terror, negra). Debo de tener como unas cinco o seis. Me cuesta pasar demasiado tiempo con una, por lo que voy alternando. Eso es de las cosas que más me gusta, el reencuentro con personajes con los que ya trabajé en el pasado. De momento no hay nada claro, pero publicar Ecos y murmullos ha hecho que tenga ganas de seguir con alguna de ellas, y llegar a ese punto final del que hablábamos en la pregunta anterior. Por ahora no puedo concretar nada.

Muchas gracias por acompañarnos, Aitor. Mucha suerte con tu nueva novela.

Muchas gracias a ti por esta oportunidad.

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