sábado, febrero 08, 2025

10 PREGUNTAS a Mauricio Albeiro Montoya

Hoy tenemos en “Mi experiencia como escritor” a Mauricio Albeiro Montoya Vásquez, profesor universitario, investigador, escritor, ponente y conferenciante.

Hola Mauricio, encantado de que hayas aceptado mi invitación para estar hoy en el blog.

El agradecido y el encantado soy yo por estar aquí en tu blog. Quiero agradecer a Mari Carmen González habernos puesto en contacto.

Vamos entonces con la primera pregunta: ¿Quién es Mauricio Albeiro Montoya Vásquez?

Es un profesor e investigador universitario, que vive en Medellín (Colombia). Es también una persona inquieta e interesada en muchos temas como la historia, la filosofía, la literatura, que desde muy niño soñó poder viajar, poder interactuar con otras personas, en otros escenarios. Gracias a la vida se me ha cumplido ese sueño, así que gracias por otorgarme esa oportunidad. Creo que como decía un autor colombiano en una novela que se llama La Noche Antigua, que tenía una sentencia muy bonita que decía: Todos deberían colocar en su currículum los libros que han leído y los viajes que han hecho, así que creo que esa sería una de mis definiciones, un viajero incesante, que viaja con inquietud, el turismo a mí me interesa de otra manera, me interesa conversar con la gente, conocer cosas, buscar cosas extrañas, traerme inquietudes para explorar, además de poder decir, que soy un profesor que busca nutrirlas y que ellas mismas me invadan continuamente y me sigan invitando a pensar, a escribir, a indagar, a leer, sino que también ese tipo de cosas se puedan transmitir a los estudiantes, a la gente que me escucha. Espero que los ejercicios que haga, tanto en las conferencias, charlas, tertulias o ponencias, puedan generar esa misma inquietud, y genere la posibilidad del debate sano. Soy, por tanto, un buscador, que se dedica a encontrar y construir nuevas preguntas, porque en realidad, Mauricio cree, que son más importantes que las respuestas, una buena pregunta orientada siempre dará muchas más posibilidades de que las respuestas sean más claras, mientras que una pregunta confusa, nos llevará a perdernos en los caminos.

¿Qué es la escritura?

Escribir es tal vez una de las asignaturas más complejas que existen porque uno no escribe para uno, uno escribe para otros. Muchos dicen que los textos que uno escribe tienen que defenderse solos, y eso es cierto en ocasiones, y en otras no tanto, porque hay muchos escritores que han retado a los lectores. De ahí que muchas veces, los lectores hayamos abandonado obras a ciertas edades y luego las hemos vuelto a retomar y las hemos entendido mejor, y poco a poco, las hemos ido desentrañando.

Hay autores difíciles. No en vano, si me remito a la filosofía, tenemos a Heráclito, que lo llamaban El Oscuro, y cuyos aforismos siempre han sido muy complicados. Recuerdo, cuando lo estudiamos en la universidad, que siempre había centenares de interpretaciones.

La escritura requiere disciplina. Es un arte, así como existe el arte de la memoria o el arte del olvido, y como tal, necesita el control de las herramientas a nuestro alcance. Por eso considero que a escribir se aprende leyendo mucho porque escribir implica tener vocabulario, ser versátil, para de esa manera, poder cautivar a los lectores. A eso hay que sumarle la pulcritud, como defiende mi gran amigo, Fernando Montoya, gran estudioso de la ortografía, la sintaxis y la gramática en general.

¿El libro que guardas con más aprecio?

Son muchos los que te podría mencionar, pero tengo algunas ediciones de Tintín, una edición ilustrada de Las mil y una noches en cuatro tomos y algunas revistas y comics que guardo porque me traen muy buenos recuerdos. Ya de más mayorcito, regalos como el que me hizo Fernando Soto Aparicio, un escritor que fue un gran referente para mí en mi juventud porque fue uno de los autores colombianos por los que me interesé y que empecé a leer, incluso antes que a García Márquez.

¿Qué te inspiró a convertirte en escritor?

Es difícil contestarte esta pregunta porque nadie planea ser escritor, o al menos, yo jamás me lo planteé. Cuando entré en la facultad a estudiar Humanidades, Historia, Filosofía… Y la gente me preguntaba: “¿Eso para qué sirve? ¿En qué va a trabajar? ¿Se va a morir de hambre? Y yo les contestaba: No, yo voy a investigar, voy a leer, seré profesor, y ellos me miraba con recelo. Hoy, que todo el mundo escribe y todo el mundo publica, creo que más que convertirse en escritor, uno es siempre un escritor en potencia, ya que la escritura no deja de ser un ejercicio continuo de exploración y de intenciones, un experimento: rompes, rayas, cambias de temática, cincelas, corriges. Me considero un aprendiz de la escritura. Para mí, es todo un ejercicio de construcción, como en una escalera, cada peldaño que subes es un logro y te vas forjando y vas generando textos, uno tras otro.

¿Qué opinas de la literatura contemporánea en Colombia y de su proyección internacional?

Como cualquier país del mundo, su literatura, sus pensadores, sus escritores deben ser explorados, además de explotados, en el mejor sentido de la palabra, y eso es un reto, sobre todo, para los lectores. Hay autores que buscan vender mucho, y lo logran, gracias a la proyección internacional que le dan los sellos editoriales. Permiten que haya gente que viva de la literatura, y eso es maravilloso. Los que no vivimos de la escritura y tenemos que hacer otras cosas para sobrevivir disfrutamos mucho escribiendo. Claro que a mí me gusta participar en concursos, vender mis libros, si se puede, y ganar algo, nadie dice que no, pero estoy convencido de que ese no es mi camino, aunque siempre es bonito ser reconocido.

Con respecto a la literatura colombiana, ha venido explorando cosas muy interesantes, temas nuevos, hay autores muy jóvenes, hay gente queriendo contar muchas historias, entonces, insisto, en cualquier país, esas exploraciones literarias tratan de abrir horizontes, abrir puertas, llegar a otras partes del mundo, de contar esas historias y creo que la literatura colombiana, en la actualidad, tiene una riqueza, sobre todo, en la novela. Hay muchos autores de novela ahora muy buenos y hay espectros muy interesantes. Ten en cuenta que la literatura con el boom de los mass media empieza a convertirse en un ejercicio importantísimo para explorar autores, por ejemplo, estos días hablaba con varias personas y me decían: “Nunca pude leer Cien años de soledad… Y vi la serie de Netflix y ahora lo voy a leer”. Otros me decían: “Empecé a leer capítulo a capítulo y sigo adelante”. Otros que comenzarían a leerla para poder ver la serie. Entonces, eso también es una muestra de que hay una proyección internacional, una serie de Netflix va a llegar al mundo entero y va a permitir que se traduzca en otros idiomas, incluso ha llegado a ser traducido al japonés. Eso genera la oportunidad de internacionalización y que muchos autores colombianos y de otros países de América Latina puedan ser conocidos. La internet, si nos damos cuenta, es algo muy rico, porque hace treinta o cuarenta años, no teníamos las opciones de hoy en día de recibir tanto material y tanta información buena y que pueda ser explorada de la mejor manera.

Programa Brevísimo
¿Qué autores colombianos (pasados o presentes) consideras fundamentales para entender la cultura de tu país?

Es una respuesta muy difícil porque cada lector tiene una intención cuando se acerca a algo. Por ejemplo, si yo buscara autores de otro país, sería interesante explorar autores que hayan trabajado las brevedades literarias, las sentencias, la microficción, que se hayan dedicado al relato, la poesía, las greguerías… Esa búsqueda la hace cada lector según sus intereses. En el caso colombiano, tengo varios autores que me gustan mucho. Me referiré a cuatro solamente y diré algo de ellos, pero hay muchos más. Comienzo por Fernando Soto Aparicio, obras como Viva el ejército, Mientras llueve y muchas otras fueron un referente para mí muy interesantes. Sus cuentos también llamaron mucho mi atención porque Fernando Soto Aparicio fue de los primeros autores que empezó a mostrar la novela social y la crítica al sistema y a las situaciones. Hay una novela llamada La Rebelión de las ratas, que es en realidad, la historia de Rudecindo Cristancho, que trabaja en una mina y que es explotado, y que luego, frente a eso, hay una rebelión. Otro autor, que también para mí es muy representativo, es Evelio Rosero, que ha trabajado el cuento infantil y el cuento corto, pero sobre todo, su novela es muy interesante. Podría referenciar dos que me llamaron mucho la atención como son La carroza de Bolívar, que se desenvuelve en el Carnaval de Pasto, alrededor de una crítica a Bolívar, esa crítica que los pastusos siempre han hecho a Bolívar por la famosa masacre de la Navidad Negra. Y también Casa de furia, otra historia que recrea muy bien nuestra realidad colombiana, y me atrevería a decir, Los Ejércitos, que creo que es otra novela que todo colombiano debería leer. Y hay otros dos autores, Juan Diego Mejía, un escritor colombiano actual muy bueno, con una producción bastante amplia, muy prolífico también en cuento y novela y que tiene una novela, que me llamó mucho la atención, que es con la que él empezó a darse a conocer por aquí, titulada El cine era mejor que la vida. El título ya pone a volar la imaginación y la novela es maravillosa, es casi como una historia autobiográfica, y él que fue discípulo de un gran escritor colombiano como Manuel Mejía Vallejo, del que también hemos leído sus cuentos y sus novelas. Aquí tendríamos que mencionar muchos más como García Márquez, Tomás Carrasquilla, un escritor costumbrista, pero bueno, no alcanzaría para hablar tanto. Y finalmente, me gustaría hablar de otro autor muy joven, Daniel Ferreira, que hizo un trabajo llamado La pentalogía de la violencia, cinco novelas sobre la violencia, todas muy interesantes, pero yo me quedo con una de ellas, que además tiene un título que llama mucho la atención como es Viaje al interior de una gota de sangre. Es una masacre cometida por los paramilitares recreada de manera novelada, pero además con una belleza literaria, cuyo título lo deja a uno volando. Una novela corta, pero muy contundente. Pero insisto, cada cual, según sus intereses, buscará un tipo de literatura u otra, yo por ejemplo, he rastreado mucho en España autores, que me interesan por lo que hago, y voy a mencionar uno que me encanta, Juan José Millás, y sus Articuentos o Los objetos nos llaman. Además, sigo sus artículos en los periódicos, que me llaman también mucho la atención.

¿Qué aspectos de Colombia y de su historia buscas resaltar en tus escritos?

Lo que he escrito sobre el tema colombiano, gira alrededor de tres cuestiones. La primera es la historia del conflicto colombiano, sus causas y consecuencias. Ha habido una gran cantidad de guerras civiles a lo largo del siglo XIX y siglo XX en un país muy turbulento, con una violencia que ha conllevado a mucho dolor durante gran parte de la primera mitad del siglo XX. Un conflicto armado que ha desangrado este país, en el que hemos tenido actores de distinta índole, una serie de acciones criminales muy fuertes. La segunda es la memoria histórica, lograr que se sepa lo que sucedió, ante tanto negacionismo en el mundo y en nuestro país, hay que mostrar que ciertos hechos sí son ciertos, y sobre todo a las nuevas generaciones, que cada vez menos, lastimosamente, o que buscan otras formas de lectura, o que tienen otros intereses, pero sería muy interesante poder llegar a ellos para que conozcan lo que ha sucedido y comprendan lo que han vivido sus seres queridos y sus antepasados y lo que ellos están viviendo o pueden vivir. Y la tercera serían los elementos de mis cuentos que giran alrededor de anécdotas de la historia y el conflicto colombiano. Estos son los temas que deseo que queden en la memoria y que mis letras sirvan como trampolín a los lectores para que se acerquen a otras cuestiones para ellos importantes.

Me gustaría que nos hablases de tu experiencia como docente y conferenciante y cómo ha contribuido en tu faceta de escritor.

He sido docente desde muy joven, a los 20 años, incluso antes de terminar mi primera carrera de filosofía, ya fui profesor de bachillerato. Esa fue mi primera experiencia en la enseñanza, aunque siempre estuve relacionado con la cultura liderando algunos proyectos, que ayudasen a los jóvenes a desarrollar la empatía hacia la literatura. Más tarde pasé por varios colegios, hasta que tuve la oportunidad de ser asistente de un profesor en la universidad, cuando ya estaba acabando mis estudios superiores, y eso me catapultó a empezar como profesor catedrático en la Universidad Pontificia Bolivariana, que es una de mis almas mater, donde desarrollé la enseñanza de Historia, Filosofía y Humanidades durante muchos años. Dicté cursos como Religiones del mundo, Historia de América Latina, Historia de Colombia… Tuve también la oportunidad de trabajar en el Instituto Universitario Salazar y Herrera. Todas estas experiencias me sirvieron mucho para aprender a preparar una clase, presentar un curso, proponer lecturas a mis alumnos, la metodología a seguir o el discurso que debo desarrollar en cada momento.

Mi faceta de conferenciante ha surgido un poco por las veces que me han invitado algunos organismos para llevar a cabo algunas ponencias sobre temas que manejo. Eso me ha enseñado a hacer síntesis, ser más directo. Siempre que realizas conferencias, ponencias, charlas, puedes desarrollar ciertas inquietudes. Yo siempre ando con una agendita, que llevo siempre encima, y sea en el bus, sentado en un banco, caminando, o en la cama, me levanto y anoto como un loco lo que se me acaba de ocurrir, para que no se me olviden las ideas. Algo que me ayuda mucho en mi faceta de investigador, escritor y lector.

Canal de Youtube de Mauricio

Leyendo algunos de tus cuentos, uno se da cuenta de la calidad literaria que atesora tu pluma. ¿Qué ingredientes consideras que debe tener un buen relato para que cale en el lector?

Lo primero, agradezco las palabras que tienes hacia mí en cuanto a la calidad literaria de mis textos. Para escribir relatos o cuentos breves, sobre todo, hay que leer mucho. Si lo que quieres es escribir novela, pues obviamente, tienes que leer novela. Si quieres construir un ensayo, tendrás que leer muchos ensayos, para que veas las formas que existen. Cortázar decía algo muy interesante, que era que la novela ganaba por puntos y el cuento por knockout, y esa es la mejor definición para la brevedad y para la contundencia. Yo, y eso ha generado muchas críticas, ya sean positivas o negativas, siempre digo que los cuentos cortos tienen que acabar con algo contundente, algo que deje pensando al lector. Tiene que generar conciencia. Ese es para mí el fin del arte de la literatura. Diría no tanto que hay recetarios o decálogos, aunque haya gente que los tenga, y sean buenos, sino más bien, que el autor debe tener los ojos y los oídos bien abiertos, permanecer atento a todo lo que le rodea, porque cualquier cosa que uno vea o escuche, se puede convertir en un relato, como me ha pasado a mí más de una vez.

De hecho, una de tus últimas obras lleva el título de Cuentos cortos para lectores con tiempo, ¿tienen un nexo común dichos relatos?

Cuentos cortos para lectores con tiempo es una obra que se publicó en el mes de octubre del año 2023, publicada por la editorial Micrópolis de Lima (Perú), que dirige el maestro Alberto Benza. Se trata de una obra en la que llevaba trabajando muchos años, y en la que empecé a trabajar estando yo en España, allá por el año 2012, cuando por primera vez tuve un acercamiento a un autor mexicano, Juan José Arreola, y ahí fue cuando empecé a explorar la brevedad. Y ya para el año 2021, allá por la pandemia, conseguí aunar 83 relatos, cuentos cortos, que se publicaron. El título tiene un punto interesante, porque en principio, se iba a llamar Cuentos cortos para lectores sin tiempo, y fue un amigo, Salomón Castañeda, profesor de Literatura e Idiomas, quien me hizo hacerme la pregunta de por qué los cuentos cortos debían ser para gente sin tiempo. Y me argumentó que por ser corto, no quería decir que fuese trivial, que sea sencillo, o que lo entienda cualquier persona. Tienes cuentos en esta colección, que requieren ser leídos varias veces, no porque no se entiendan o estén mal escritos, sino porque tienen un nivel de profundidad que el lector necesita tiempo, entonces ese consejo me invitó y me incitó a escoger el título inicial, porque a veces la brevedad también requiere tiempo, necesita reflexión.

Y comentarte que no tienen un nexo en común, tratan diferentes temas: sociales, religiosos, humorísticos, fantásticos; es variopinto.

Hay algunos leídos por Edwin Solórzano en un canal de Youtube, que se llama Lecturas Amenas, con un capítulo dedicado a mi libro en el que lee varios de mis textos junto a una entrevista que me hizo, para quienes puedan estar interesados.

Ya mi segundo libro de brevedades literarias, que incluirá epigramas, aforismos, relatos y cuentos atómicos, llevará como título Brevedades literarias para lectores inquietos, entonces ahí sí que jugaré con eso.

Me interesa que nos hables sobre el proyecto 100 preguntas y respuestas para comprender el conflicto colombiano.

100 preguntas y respuestas para comprender el conflicto colombiano es un proyecto escrito y radial. En el año 2017 se publicó una primera edición, son dos libros, cada uno trae 50 preguntas sobre el conflicto colombiano, explora la historia de las guerrillas, de los movimientos sociales, de personas que atravesaron la historia de Colombia, presidentes, líderes sindicales, el mundo del narcotráfico, lo que han sido los procesos de paz, etcétera. La idea era crear un libro con características pedagógicas, que pudiera ser leído por cualquier persona, no solo por un erudito o un experto. Y sobre todo, lo pensamos para estudiantes, para el colegio, para el área de Ciencias Sociales de Historia de Colombia, para que de alguna manera, sirva como manual para estudiar ese fenómeno y que pudiese ser utilizado para la discusión. Y luego, se convirtió en un programa radial, que lleva el mismo nombre, y en el que ampliábamos el horizonte de lo que habíamos escrito con autores y con invitados.

También participas en el programa de radio Brevísimo, con la Universidad Nacional, ¿a qué está dedicado?

Brevísimo es un proyecto que nació por una idea mía. Yo ya venía explorando, como te decía antes, el tema de la brevedad, y ahí empecé a leer muchos autores, teóricos, sobre todo, escritores de brevedades literarias, microficción, fábulas, apólogos, poesía, refrenes, etcétera. Y en 2019, antes de empezar la pandemia, me reuní con dos amigos junto a los que participaba en un taller literario, Andrés Correa y Álvaro Tancarife, y les conté la idea que tenía de hacer un programa de radio sobre brevedades literarias. Aunque ya existieran algunos antes que el nuestro, como pueden ser El peso exacto de un colibrí, que es un programa, que se emite en México, y que se dedica a la microficción en los interludios de la emisora de la Universidad de la UNAM. Hay otro, que es Gente de pocas palabras, dedicado a difundir la minificción. Y hay un tercero, que se llama Suenan timbres, que el nombre está dedicado a una obra de un escritor colombiano, que se llama Luis Vidales, y que para muchos, es el precursor del relato breve en Colombia, creíamos que podríamos aportar nuestro conocimiento al tema. De hecho, nuestro programa está dedicado a la brevedad. Tiene como una especie de secuencia, se hacen episodios cartográficos, en los que viajamos por otras regiones y otros países para explorar las formas breves, se hacen entrevistas a escritores de brevedades, se hacen programas temáticos, por ejemplo, sobre Eduardo Galeano. También tenemos programas dedicados a concursos de formas breves, y un quinto al que llamamos Trazos Breves, en el que hablamos sobre la parábola, la sentencia, los aforismos o los grafitis. Ya son cuatro años y medio trabajando, más de 230 programas, que se emiten por la emisora de la Universidad Nacional de Medellín, la universidad más grande de Colombia, y quienes lo deseen, pueden encontrar todos los programas en la web, igual que en Facebook Brevísimo o en Youtube Brevísimo 2020, aunque estamos tratando de tener presencia en Ivoox y otras plataformas de podcast.

Durante nuestra charla, me ha surgido una consulta, y está relacionada con tus columnas de opinión.

La columna de opinión es un género que me gusta mucho. Aunque no sea periodista, lo he explorado, así como la radio, en la que he participado en varios programas: Brevísimo, 100 preguntas y respuestas para comprender el conflicto colombiano u otros programas sobre fútbol.

En cuanto a la columna, la he explorado, sobre todo, en un periódico digital que se llama Al Poniente, en el que durante varios años tuve una sección personal, particular, con mi nombre Mauricio Montoya, en la que se trataban temas de actualidad con distintas vertientes. Llegué a publicar alrededor de 40 columnas. Ya, desde el año pasado, en enero de 2024, comencé una columna junto a un escritor, al que aprecio mucho, Fernando Montoya, con el que a pesar de compartir apellido, no somos ni primos, ni hermanos, somos amigos, nos conocimos en la Universidad, él era estudiante de Literatura, y compartimos muchas inquietudes filosóficas, históricas, literarias, que ha sido un referente para mí, un gran lector y un gran estudioso, con el que tengo además una columna, que se llama Logoi, que es una palabra muy bella, proveniente del griego, y en la que cada 8 días, proponemos un término y hablamos sobre su origen etimológico, social, cultural e histórico. Cómo ha nacido, cómo se ha transformado, qué ha significado, y de la que a día de hoy, tenemos 49 columnas de opinión.

Como aficionado al fútbol, si te pidiera que como seleccionador me hicieras un equipo basado en tus gustos literarios, ¿cuál sería tu once ideal?

Desde chico he sido muy amante del fútbol. Jugué de pequeño, ya después nunca volví a hacerlo. Aunque no era muy bueno ni con la izquierda ni con la derecha (risas). Incluso fui portero entre mis épocas de jugador. Aunque me gusta mucho, soy muy aficionado, he tenido la oportunidad de viajar a dos mundiales a apoyar a la selección de Colombia, en Brasil 2014 y Rusia 2018.

Tuve la alegría siendo muy niño de ver a Nacional salir como Campeón de la Copa Libertadores, y ahora en el 2016, de verlos nuevamente levantar el mismo título, con gran alegría.

Me encanta el fútbol, y también escribir sobre fútbol, sobre geopolítica y fútbol, sobre las historias ocultas de este deporte, sobre los torneos, leer novelas y cuentos sobre el tema. Hay una novela en Colombia, de un escritor llamado Philip Potdevin, que se titula Y adentro, la caldera, que es una historia sobre el fútbol y el narcotráfico en Colombia, que vale la pena.

Escribí también algunos artículos de prensa sobre la historia de los mundiales, publicados desde el año 2010 hasta la actualidad. Y un programa de radio, que se llamó La Memoria que rueda, que desarrollé con el profesor Gonzalo Medina, también en la Universidad Nacional, sobre la historia de los mundiales de fútbol.

Y voy con mi once ideal a partir de literatos, que lo compondríamos con 1-5-3-2:

Portero: Albert Camus, que decía que todo lo que sabía de moral, se lo debía al fútbol.

Defensas (5): Horacio Quiroga por la banda derecha, Mario Benedetti, por la izquierda, con tres centrales: Juan Villoro, Eduardo Sacheri y Rysard Kapuściński.

Medios (3): Luis Tejada, Guillermo Zuluaga Ceballos y Gonzalo Medina.

Delanteros (2): Roberto Fontana Rosa y Eduardo Galeano.  

Y como director técnico sería Osvaldo Soriano, puesto más que merecido.

Y yo sería el Asistente Técnico: Mauricio Albeiro Montoya, sobre todo con la idea de aprender de todos ellos.

Maravillosa selección la que nos propones. Todos sabemos que tras un escritor siempre se esconde un gran lector. ¿Cuál es tu temática favorita como tal y qué libro/s nos recomendarías de ese mismo género?

Una pregunta realmente compleja, porque uno siempre está leyendo cosas distintas. Pero de mis formaciones, comentaré algunos libros que me gustan mucho y a los que siempre acudo.

En Filosofía, sobre todo los clásicos, y en los últimos años, he vuelto a algunos autores que siempre me han fascinado, y aquí destaco dos obras: Marco Aurelio y sus meditaciones y Séneca, con un texto que se llama De la brevedad de la vida, que me acompañó y me ayudó bastante en una pena familiar, la muerte de una tía a la que quise como si fuese mi madre, y que tras su pérdida, sufrí un golpe emocional muy fuerte.

En Historia hay mucho, pero yo recomendaría mucho la Novela Histórica, que me encanta. Y hay una que me gustó bastante, una novela sobre Giordano Bruno, de un teólogo alemán llamado Eugen Drewermann, Giordano Bruno y el Infinito Universo y sus mundos, que es el título de una de sus obras, y así se subtitula la novela sobre Giordano Bruno, este dominico, quemado por la Inquisición en 1600 en la Plaza de Fiore en Roma.

Y en cuento breve, pues habría muchos, pero quisiera reiterar mi respeto por Juan José Millás y sus Articuentos, que para mí es un referente. Aunque si me preguntas un recomendado sería Los cuentos sufís de Nasrudín.

Y para despedirnos, ¿qué consejo les darías a los jóvenes escritores que buscan hacerse un lugar en el mundo literario?

Yo diría, más que consejos, que mantengan viva la inquietud, llevar una agenda y un lapicero en la mano, ya que uno no sabe cuando llega la inspiración y la epifanía. Siempre tener el fuego ardiendo, siempre asombrarse y estar atento ante cualquier hecho, conversación o palabra.

Mauricio, muchas gracias por este ratito. Enhorabuena por tus éxitos literarios, que no son pocos.

Leonardo, nuevamente, te agradezco esta invitación. Para mí ha sido un gran placer y un honor poder participar de este espacio con vos, conversar, poder contar estas experiencias que se han dado a lo largo de la vida. Y aprovecho para desearte mucho éxito con este blog, con este apartado de entrevistas, que podamos así seguir conociendo muchos autores y que así podamos nutrirnos de todas estas enseñanzas. Un saludo a todos los lectores de este blog, y a vos, un abrazo, un agradecimiento y que sigas muchos años más con todo este proceso. 

4 comentarios:

  1. ¡Grosso, Mauricio!

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    1. Un grande Mauricio, como persona, como autor, conferenciante, ponente, y lo que se ponga.

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  2. Magnífica entrevista. Felicitaciones..!

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    1. Muchas gracias, Mauricio es el artífice de ella. Para mí, un auténtico honor que esté entre los colaboradores y amigos de esta página.

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