sábado, mayo 31, 2025

10 PREGUNTAS a Adrián Fontoba - Versión escrita

Hoy nos acompaña un autor que escribe desde el corazón de la naturaleza, con una mirada mágica y reflexiva. Adrián Fontoba, que aunque no se considera un erudito literario, sí un contador de historias, que siempre va con la verdad por bandera. Sus inicios en redes están marcados por fotografías combinadas con textos y narraciones de su propia cosecha.

Ha conseguido crear su propio universo narrativo con Ella de la Tormenta, construyendo un imaginario donde la fantasía, el misterio y lo espiritual conviven con temas tan cercanos como el crecimiento personal, la ecología o la familia.

Bienvenido, Adrián, es un placer tenerte con nosotros. Si te parece bien, vamos al lío.

Hola, Leo, muchas gracias por cederme estas letras en tu espacio y saludos a todos los lectores.

¿Qué es para ti la escritura?

Un modo de vida, una parte fundamental en mi día a día y el cemento que mantiene unidas todas mis partes. A través de las letras es como consigo mantener en equilibrio todas las demás rutinas: trabajo, ejercicio, lectura, el hogar…

En tus redes comenzaste combinando fotografías de naturaleza con textos y narraciones. ¿Cuándo sentiste que esas instantáneas debían convertirse en algo más que hermosas imágenes?

Al enfrentarme a la edición. Salía a la naturaleza con la vieja Nikon de mi padre y cuando volvía a casa, descargaba las imágenes al ordenador. Después de la selección de las mejores tomas, comenzaba una larga labor de edición (mis conocimientos de Photoshop eran justos y empleaba mucho tiempo). Al pasar tanto rato ajustando colores y demás, surgía un vínculo con esa foto que me llevaba a darle un “extra”, y esas letras se convirtieron en la parte fundamental, crearon una inquietud que creció tanto que desembocó en prosa, relatos y al final, novela.

Tu primera novela publicada fue Tierra Eterna, una mezcla de géneros que denuncia la situación actual del planeta. Cuéntanos un poquito sobre esta historia y qué te llevó a escribirla.

Tierra Eterna surgió en mi mente para explicar un viaje de un personaje con los elementos, quise dejarlo plasmado para en un futuro ver por donde movía la historia y ya no pude detenerme. Poco a poco, día a día y página a página, otras ideas que pululaban por mi cabeza decidieron hilarse en conjunto y acabé creando esta novela, que como bien dices, en el fondo es un llamada de atención de nuestro planeta sobre la situación límite a la que lo estamos sometiendo.

Ella de la Tormenta tiene un enfoque más narrativo y complejo, dividido en dos partes: Despertar y Confirmación. ¿Cómo nace Tessa y cuándo supiste que esta historia merecía ser contada en más de un libro?

Tessa vino a mí a través de un sueño. Soy soñador lúcido y en el duermevela tengo la capacidad de manejar dichos sueños. Tessa apareció y me contó su historia, su despertar, y a partir de ahí, la magia de la creación me poseyó de tal manera que narré sus aventuras. La segunda parte surgió de la necesidad de darle continuidad a “Ella”, mi Tessa, que siempre será parte fundamental de mi corazón literario y que me ganó desde su primera página.

Tessa es una adolescente diferente, solitaria, ligada a la naturaleza y a su intuición. ¿Qué parte del personaje dirías que conecta contigo o con tu forma de ver el mundo?

Su relación con el medio natural y el desarrollo de su magia, me explico: esta magia está desarrollada a través de los fundamentos del Reiki, del Yoga y del mundo energético, en el cual baso mi fe, mi espiritualidad y la manera de moverme por este mundo. Como puedes observar, el vínculo es muy profundo y por eso tengo ese cariño tan especial hacia Tessa.

La acción ocurre en Green Valley, un lugar ficticio pero con una ambientación muy real. ¿Qué paisajes o vivencias reales te inspiraron para crearlo?

La necesidad. Para recrear las aventuras y diferentes situaciones de Tessa, necesitaba una zona muy específica, rodeada de bosques, montañas y un gran pantano. Al bucear en mi memoria no encontraba un lugar exactamente así y tuve que desarrollarlo a través de la imaginación. Hay que tener en cuenta que no sólo es el espacio físico en el que se desarrolla la historia, también la sociedad y el estilo de vida de sus personajes, y al “juntarlo” todo, se creó Green Valley.

Si tu vida fuese una novela, como todo buen personaje protagonista tienes un fiel compañero, háblanos un poco de él.

¡Bingo! Mi sobrino peludo y el que aparece hablando de sus cosas por mis redes sociales (en realidad es él el que me cuenta lo que quiere decir y le tengo que poner la voz para explicaros a vosotros sus mil correrías) Es un cielo de perrete que nos llena de vida y actividad, y como nunca está quieto, ofrece decenas de grabaciones graciosas que a mis seguidores les encantan. Me lo paso bomba con él.

¿Algún lugar preferido para escribir?

Mi estudio/biblioteca, el que sale en la mayor parte de los vídeos en los que aparezco físicamente y en las entrevistas. Es mi santuario y mi lugar de creación.

¿Tienes algún refugio vital donde puedas reencontrarte contigo mismo y recargar pilas?

Tengo varios. Entre semana una zona de huerta que queda al lado de mi casa y que se llama “El Ramblar”. Los sábados un paraje natural del Mar de Aragón (pantano del río Ebro) denominado “Caovaca” y que ofrece unas vistas magníficas del enorme embalse de Mequinenza a su paso por Caspe, mi pueblo. Y los domingos, las llanuras del desierto de los Monegros en las estribaciones con el bosque mediterráneo de la Serreta Negra.

Si pudieras hablar con ese paraje, ¿qué le dirías?

Hablo con él (ellos) siempre que estoy, les agradezco que estén allí, su infinita ayuda y les pido perdón por los agravios a los que les sometemos los seres humanos. Es mi manera de mantener un contacto estrecho con nuestras partes más espirituales.

En Despertar cada personaje narra en primera persona. ¿Qué te interesaba explorar con ese enfoque coral y qué desafíos supuso para ti?

Quería darle al escrito un enfoque más visual, más a modo serie televisiva. Creo que la narración en primera persona por cada uno de los personajes que intervienen en la novela ha conseguido eso exactamente, que al leerla le demos esa velocidad que nos ofrece ese formato en concreto. Así además, una misma acción queda reflejada por todas las partes que intervienen. El desafío es conseguir que todo quede equilibrado y redondo, que no se te escapen los pequeños detalles y que cada uno vea al otro a su modo, que no se entremezclen los personajes.

En Confirmación se intensifica el tono policial y de investigación. ¿Cómo trabajaste el suspense y la progresión narrativa para mantener la tensión hasta el final?

Primero quise volver a situar al lector en la historia, dando continuidad a despertar, después y poco a poco, durante la evolución de las vidas de los personajes, fui introduciendo el caso principal hasta que se convierte en el centro de la narración… Sospechosos, trabajo de investigación policial, giros inesperados… Y todo sin perder el hilo de nuestra Tessa y lo que se despertó. Por supuesto, cuando parece que las cosas se aclaran, hay que retorcer un poco la trama.

¿Cuáles son los pilares fundamentales de tus historias?

La velocidad a la que se suceden las acciones, la narración sencilla y no buscar dar vueltas y más vueltas. También ahondar en las vidas de los personajes, sus inquietudes y sus maneras evolucionar. El entorno en el que habitan es fundamental para la historia, pero sus descripciones deben ajustarse adecuadamente.

Hay una dimensión emocional y espiritual que atraviesa tus libros. ¿Cómo equilibras esa profundidad con el ritmo de la aventura y el misterio?

Tratando de integrarlo como algo natural y de los personajes, ellos deben creer, al igual que yo, en lo que narran y sienten. Lo bueno de la fantasía es que permite más licencias a la hora de hallar esa integración y novelarla.

En tu obra, derrochas una sensibilidad especial hacia lo natural, lo animal y lo solidario. ¿Qué lugar ocupan estos valores en tu vida?

Soy así. Me encanta el medio natural y adoro a los animales. La solidaridad viene con ello también, ayudar a otras personas es una característica humana que debemos fomentar siempre.

Has colaborado en proyectos solidarios como La Criatura Oscura y también has participado en diferentes antologías para asociaciones. ¿Qué te mueve a implicarte en este tipo de iniciativas?

Lo dicho, la ayuda sin buscar nada material a cambio llena de una manera indescriptible, es equilibrar la balanza.

También escribes poesía, de hecho en la antología Voces en el viento colaboraste con uno de tus poemas.  ¿Nos dejarías algunos de tus versos como impronta de tu paso por el espacio?

Hace mucho tiempo que no le “doy” a la poesía y ahora que la nombras, una de las que más he trabajado y de la que más orgulloso me siento es la que aparece en esa antología. Y os voy a compartir unos versos…

Infinito dual.

(Antología poética ‘Voces en el viento’, publicada por Zarracatalla)

Empezar el día ardiendo

entre costuras sin tiempo.

Advertir un frío intenso

emanando de mi cuerpo.

Pensar que nada fue eterno,

sólo fruto del desierto

en el que se halla sumido

mi frágil sueño perpetuo.

 

Sigue un poco más ahondando en sentimientos para acabar con una parte muy personal y espiritual.

 

Ahora soy todo alma,

después podría ser fuente.

Antes tuve dura vida…

No la busco diferente.

 

 

 

Has publicado junto a Xavi Guimerà Capacés un foto-cómic titulado La Criatura Oscura, cuyo fin es solidario. ¿Podrías hablarme sobre este proyecto

Fue el primer proyecto en el que participé. Mi labor fue la fotográfica, la historia la desarrolló mi amigo Xavi y junto a él, diseñamos toda la parte visual, quedamos durante varias jornadas y liamos a unos cuantos familiares y amigos para poder llevar a cabo todo… fue una gran experiencia con una sinergia muy especial y la primera vez que mi nombre figuraba en un proyecto artístico… Y el porqué, lo mejor, todos los beneficios fueron para ADAMA una protectora de animales en Caspe que cuida de perros y gatos abandonados, gente excepcional.

Más allá del argumento, ¿qué esperas que el lector sienta o se cuestione al terminar alguno de tus libros?

Que siempre hay algo más si cedemos un poco de espacio a dejar volar la imaginación, y que las cosas, aunque nos parezcan a veces inexplicables, tienen varios puntos de vista que no debemos descartar. Tolerancia, respeto, y amor en su amplio sentido.

Actualmente estás escribiendo una trilogía de corte policíaco con tintes paranormales. ¿Qué puedes adelantarnos de este nuevo proyecto?

Qué está en su fase más crítica, que es la de darle sentido a todo. Y que en cuanto lo retome (he parado por la promoción de ‘Ella de la tormenta') voy a necesitar de toda mi creatividad y mi saber hacer para llevarlo a buen puerto, así que quizá me tenga que ausentar un poco de lo social…

En cuanto a la trama, es larga y trabajada, oscura en parte, luminosa en otra y sobre todo, marca de la casa: acción, velocidad, trasfondo y varias voces.

Decidiste autopublicar Ella de la Tormenta. ¿Qué ventajas o libertades descubriste en este modo de publicación?

A nivel creativo todas, puedes desarrollar no sólo la parte literaria, también la creativa, portadas, maquetación… aunque subcontrates esos trabajos, tú voz siempre va a tener cabida, con lo que él producto final lo vas a sentir mucho más tuyo.

Y por último, ¿qué recomendaciones darías a quienes estén pensando en esciger el camino de la autopublicación?

Qué no tengan prisa y si algo no lo saben hacer de manera profesional, que busquen ayuda. Y sobre todo, innegociable, pasarle a la obra una corrección por un especialista, que nosotros como autores no llegamos a todo.

Gracias, Adrián, por compartir con nosotros tu viaje y tu experiencia. Te deseamos mucho camino por recorrer y muchas más historias por contar y disfrutar.

Muchas gracias a tí, Leo, por tu espacio y por darnos voz en este mundo difícil que hemos elegido.

 

viernes, mayo 30, 2025

Especial Sudam Summer 2025 con Leonardo Jiménez

Entrevista que me realizaron en SUDAM Summer 2025 (Inauguración del Especial Verano Si un día aparezco muerto) comandado por Toni García Villanueva, Emilio Bravo y Luz de Tinta Lavanda. En él hablamos de mi escritura, nuestra forma de ver la literatura, mis obras (Proyecto Unicornia, Somos Nosotros, La Caja Oculta y El Santuario de la Mariposa) y aspectos de la vida en general.

Un placer haber podido participar en su programa. Aquí os dejo el audio y el video lo subiré al canal de Youtube para quienes queráis ver la entrevista en modo audiovisual.


martes, mayo 27, 2025

10 PREGUNTAS a Mercedes Alemán Sánchez - Versión escrita

Hoy tenemos la alegría de recibir en Mi experiencia como escritor(a) a Mercedes Alemán Sánchez, escritora, traductora y correctora canaria.

Mercedes, ¿cómo nació tu pasión por la escritura?

Cuando celebré mi décimo quinto cumpleaños organicé una partida de rol en vivo sin saber lo que era el rol en vivo. Era sobre personajes de la época victoriana que se reunían en una fiesta a cenar y cada noche el asesino mataba a alguien hasta que el detective lo pillara. Se descontroló mucho, pero de ahí empecé a crear historias a través de los cómics para continuar de algún modo lo que ocurrió en esa partida de rol.

Estudiaste Traducción e Interpretación, y también escribes. ¿Te ha servido esta formación en tu faceta de escritora?

He aprendido mucho sobre lenguaje español, que es precioso, rico y complicado. Y, sobre todo, me ayudó a mejorar mi puntuación, que es un dolor de cabeza.

Tu novela Briseida y las amazonas nos sumerge en un mundo de aventuras con una protagonista muy potente. ¿Crees que faltan más protagonistas femeninas en las historias actuales?

Considero que hay muchas protagonistas en la literatura actual y una de ellas es la propia Katniss Everdeen, que además es una muchacha que se sacrifica por su hermana menor y sobrevive gracias a su resistencia, resiliencia y a personas que la aprecian. Hay protagonistas que dejan un poco que desear, pero haberlas, las hay.

En Diario de una superviviente das un giro hacia un tono muy diferente y nos presentas un apocalipsis zombi. ¿Cómo fue tu experiencia con esta obra?

Fue una montaña rusa de emociones. Al principio la dejé en barbecho durante cuatro años, pero cuando la retomé la terminé del tirón. Lloré, reí, me enfadé, me frustré y disfruté. Una experiencia increíble.

Participaste en la antología solidaria Calabozos de tinta. ¿Qué puedes contarnos de esta experiencia y de lo que significa colaborar con otros autores con un fin benéfico?

Para mí fue muy especial, ya que el objetivo inicial del proyecto era ayudar a mis amigos escritores a meterse en el mundo de la publicación, ya que me frustraba ver el potencial que tienen y que no lo aprovecharan por miedo. Juntos, las inseguridades son más débiles y nosotros, más fuertes, así que de ese modo nació la antología. Después añadimos que la mitad de los beneficios van a D’genes, una asociación que ayuda a personas con enfermedades raras y sus familias. Yo nací con una enfermedad rara y mi mejor amiga, también, así que para mí fue muy importante colaborar con la asociación. Solo tengo que añadir que las primeras veces que explicaba el proyecto sentía ganas de llorar de la emoción.

En mayo saldrá la segunda antología de Calabozos de tinta. ¿Nos puedes adelantar algo de tu aportación y de cómo se ha gestado esta continuación?

Yo me encargué principalmente de la corrección de los relatos. Ahora tenemos nuevas incorporaciones en el equipo en detrimento de otros autores, pues la idea es ir dejando paso a escritores nuevos para seguir con la idea inicial de ayudarlos a animarse a meterse en el mundo literario más allá de escribir o crear historias. Hemos aprendido de nuestros errores con el merchandising de la antología anterior y seguimos sintiéndonos como un equipo genial.

¿Qué te inspira más en tus obras? ¿Las emociones, el pasado y objetivos de los personajes o los escenarios que creas para enmarcar la trama?

Las emociones de los personajes y todo el contexto que los rodea. Me parece fascinante soltar a mis personajes en una situación y ver cómo se desenvuelven, desarrollar sus personalidades y analizar su psicología (desde mis conocimientos básicos al respecto). Es algo que me gusta, me emociona y me hace querer vivir las historias con ellos.

¿Qué autores o libros te marcaron especialmente como lectora que te haya podido influenciar como escritora?

Principalmente Laura Gallego García. De hecho, cuando la conocí en una firma de libros le dije que era una gran inspiración para mí. Sus mundos de fantasía me parecen increíbles y, de hecho, dos de mis libros favoritos son suyos.

También debo decir que Harry Potter es una parte fundamental de mi yo lectora/escritora, porque yo también quería y quiero crear mundos así de mágicos.



¿Has sentido alguna vez el bloqueo de la escritora?

Buf. ¡Muchas veces! Es frustrante. Siempre digo que escribir es, para mí, como una extremidad más, así que imagínate lo que es no poder usar tu brazo cuando quieres o lo necesitas.

¿Y el síndrome de la impostora?

Constantemente. También es una sensación horrible, limitante y desgastante. Por suerte, me he rodeado de personas que me quieren, que aprecian y disfrutan con lo que escribo y que me animan a seguir.

¿Cómo ves el panorama literario canario actual?

Mal. Estamos tan aislados en ese sentido como geográficamente. La gente no nos conoce y es complicado acudir a eventos fuera de las islas porque conlleva gastos importantes que muchos de nosotros no nos podemos permitir. Es una especie de pez que se muerde la cola.

A lo largo de tu trayectoria, ¿qué es lo que más te ha enseñado la escritura?

Que poder dejar desbordar tu imaginación es una maravilla, una sensación mágica e incluso terapéutica.

¿Cómo vives la publicación de tus obras? ¿Con nervios, ilusión, una mezcla de todo?

Una mezcla, sí. Siempre te emociona ver que tu creación va a ver la luz pronto, que la gente la va a leer, que les va a gustar. Pero también está la parte opuesta: ¿y si no gusta? ¿Y si es peor que la publicación anterior y los lectores se decepcionan? ¿Y si no me la compran? ¿Y si me ponen una mala crítica?

Es un torbellino de emociones, pero no cambiaría las buenas por evitar las malas. Es un riesgo que merece la pena asumir.

¿Cómo han influido los juegos de rol en tu vida y en tu desarrollo?

Me ha ayudado a estrechar lazos y amistades, incluso más allá de los límites geográficos gracias a internet. Además, es divertido e interesante tener que adaptarse a situaciones que no creas solo tú. Creo que es una especie de entrenamiento que te ayuda a desarrollar la adaptación y la improvisación que va mucho con los escritores brújula como yo.

¿Has recibido alguna reseña o mensaje de lectores que te haya emocionado especialmente o que te haya hecho ver tu obra con otros ojos?

Una bookstagrammer comparó Diario de una superviviente con Los juegos del hambre por la montaña rusa de emociones que es. Aún me parece increíble. Los juegos del hambre, ¡una saga que tiene hasta películas!

¿Qué consejo te habría gustado recibir cuando empezaste a escribir, y qué consejo darías tú ahora a alguien que está comenzando?

Que no hubiese tenido tanta reserva a la hora de publicar y lo hubiese hecho antes, por el simple hecho de que no me gusta la idea de haber tenido miedo. Sin embargo, el consejo que le doy a la gente normalmente es que tenga paciencia, que es un proceso bonito, pero lento y complicado (sobre todo al intentar publicar), y que no se desanimen si rechazan sus obras. Sigan intentándolo, chicos, seguro que en alguna parte están sus lectores.

Si tuvieras que elegir una sola emoción que te gustaría que quedara en el lector después de leerte, ¿cuál sería?

Felicidad. Después de reír, llorar, enfadarse, enamorarse y frustrarse como yo lo hago cuando escribo, me gustaría que luego se les quedase una sensación de felicidad. Una sensación de «ha merecido la pena leer este libro». El tiempo es un bien muy valioso y que la gente se alegre de haberlo invertido en algo que tú has creado me parece una de las cosas más gratificantes que existen.

Y por último, ¿qué podemos esperar en próximas fechas de Mercedes Alemán Sánchez? ¿Algún nuevo proyecto literario que tengas ganas de compartir?

¡Sí! Se trata de una novela de fantasía, con brujos y prejuicios, en la que intento darle una vuelta de tuerca al concepto de la oscuridad maligna y la luz bondadosa. No cuento nada más, ¡tendrán que leerlo cuando la termine!

 

 

lunes, mayo 26, 2025

ENTREVISTA a Sisinia Anze - Versión Video y Audio

Hoy nos acompaña Sisinia Anze, escritora e investigadora boliviana.




10 PREGUNTAS a Sisina Anze - Versión escrita

Hoy tengo el placer de abrir las puertas de este espacio a Sisinia Anze, escritora e investigadora boliviana cuya obra se mueve entre la memoria, la identidad y la imaginación con una sensibilidad tan profunda como genuina. Desde la investigación académica hasta la creación literaria, Sisinia ha tejido un recorrido vital en el que la palabra no es solo herramienta, sino también hogar y espejo. En esta charla buscamos adentrarnos en su mundo creativo, conocer sus procesos, sus motivaciones, y descubrir aquello que alumbra su escritura.

Sisinia, ¿recuerdas el primer momento en que sentiste que la literatura sería parte esencial de tu vida?

Lo recuerdo con nitidez, porque nació de una experiencia íntima y profundamente dolorosa que redefinió mi existencia. Mi padre, un lector voraz, cuya pasión por las letras iluminaba nuestro hogar, perdió casi por completo la vista tras un derrame de mácula. Presenciar su abatimiento, la sombra de la depresión al verse imposibilitado de sumergirse en los mundos que tanto amaba, me desgarró. Movida por un impulso que brotaba del amor que sentía por él, comencé a leerle en voz alta. Aquel acto se transformó en un ritual sagrado, un puente de palabras entre su atención al escucharme y mi voz. Con el tiempo, esas lecturas le ofrecieron momentos de entretenimiento y compañía, y además encendieron en mí una chispa inesperada. Fue como si alguien hubiera accionado un interruptor, y la luz de la imaginación, siempre latente, inundara mi ser. Mi padre, con su sensibilidad intacta, percibió esa metamorfosis y comenzó a alentarme a escribir. Yo, sin embargo, me resistía, atenazada por la duda, por el temor a no estar a la altura. Hasta que una madrugada, a las tres, una urgencia irrefrenable me despertó. Me senté frente a la computadora y, casi en un trance, tejí el primer capítulo de lo que se convertiría en mi ópera prima. Desde ese instante, la escritura se ancló en mi vida, no solo como un acto de amor, sino como un verdadero renacimiento personal.

Tu carrera combina la investigación y la creación literaria. ¿Cómo dialogan estas dos facetas en tu día a día como escritora?

Para mí, la investigación y la creación literaria son dos almas gemelas que danzan en un abrazo indisoluble. La investigación es el cimiento, el ancla que me permite navegar con verdad por los mares del pasado. Antes de tejer una sola palabra de ficción, me sumerjo con fervor en archivos, desentraño documentos olvidados y escucho los ecos de relatos históricos. Esta inmersión profunda en los contextos que deseo retratar es vital, pues me permite construir narrativas que no solo respiran autenticidad, sino que están enriquecidas por la misma savia de la historia.
En mis obras, busco conscientemente fusionar los pliegues de la historia boliviana y universal con la libertad evocadora de la ficción. Estoy convencida de que, de esta manera, la lectura trasciende la mera transmisión de datos para convertirse en una experiencia que cautiva, emociona y, sobre todo, deja una huella indeleble en el corazón del lector. Es mi manera de tejer puentes entre el pasado y la imaginación, invitando a otros a percibir la historia no como una estatua inerte, sino como un organismo vivo, palpitante y rebosante de posibilidades narrativas.

En tus obras se percibe una sensibilidad particular hacia la memoria y el tiempo. ¿Qué lugar ocupa la memoria en tu forma de construir historias?

La memoria no es solo un componente de mis historias; es su alma misma, el hilo invisible que las hilvana y les da sentido. Busco con ahínco rescatar y preservar aquellas narrativas de mi país que el tiempo y, a menudo, la indiferencia ha relegado al olvido, especialmente esas voces silenciadas, esos ecos perdidos en los recovecos de la historia oficial. A través de mis personajes y las tramas que urdo, intento devolverles su voz, su dignidad, su merecida visibilidad en el gran tapiz de nuestro pasado colectivo.

¿Cuál ha sido la obra que más te ha desafiado escribir y por qué?

Sin duda alguna, Juana Azurduy – La Furia de la Pachamama representó un desafío monumental. Abordar la vida de una heroína nacional de su talla exigía un profundo respeto y una comprensión cabal de su legado, como también una humildad reverente ante su figura. Al ser un emblema tan arraigado en el imaginario colectivo, cualquier interpretación debía ser escrupulosamente fiel y profundamente justa, un equilibrio delicado entre la verdad histórica y la resonancia emocional que su historia merece.

Se dice que los escritores escribimos los libros que necesitamos leer. ¿Hay alguna obra tuya que sientas especialmente como un refugio propio?

Definitivamente. Para mí, El Abrigo Negro y Juana Azurduy: La Furia de la Pachamama trascienden la categoría de simples libros; son verdaderos refugios del alma. Con El Abrigo Negro, tuve la oportunidad de abrazar y explorar la riqueza de la cultura boliviana desde una perspectiva íntima, casi confesional. Y con Juana Azurduy, me sumergí en el torbellino de la Guerra de la Independencia, intentando desentrañar sus complejidades a través de la voz y la indomable fuerza de una mujer que encarna la lucha por la libertad en su expresión más pura.
Ambas obras brotaron de una necesidad personal profunda, pero también de una urgencia que sentía resonar a nivel colectivo. En Bolivia, nuestro sistema educativo, lamentablemente, a menudo omite o minimiza la enseñanza de nuestra historia y cultura desde una perspectiva de gloria y orgullo. Se nos ha narrado el pasado como una sucesión de sombras, y no como la raíz luminosa de nuestra identidad. Esos vacíos me dolían, me interpelaban. Por eso, escribí los libros que anhelaba leer en mi niñez, aquellos que nos revelan que fuimos capaces, que fuimos valientes, y que esa misma fortaleza reside en nosotros aún. Es imperativo que nuestras juventudes encuentren en la literatura la posibilidad de construir una identidad nacional y cultural robusta, cimentada en el conocimiento, el respeto y un amor profundo por lo propio.


En tu trayectoria como investigadora has explorado aspectos profundos de la cultura boliviana. ¿Cómo influye esa conexión en tu literatura?

Todo se inició como una búsqueda visceralmente personal: la necesidad imperiosa de comprender quién soy y de dónde provienen mis raíces. Sentía una inquietud profunda, casi un llamado, por desenterrar la historia y la cultura que me habían moldeado. En ese proceso de investigación, descubrí facetas olvidadas o insuficientemente contadas de la identidad boliviana,  también me enfrenté a una realidad dolorosa y preocupante: nuestro sistema educativo rara vez celebra nuestras victorias, nuestras gestas gloriosas. Por el contrario, el currículo escolar a menudo está plagado de derrotas, pérdidas y tragedias, una narrativa que, inevitablemente, va modelando la percepción que tenemos de nosotros mismos, generando una frustración que cala hondo.
Esa narrativa pesimista nos fragmenta, nos quiebra el espíritu. Es por ello que, junto a mi esposo, el historiador Jorge Abastoflor, hemos dedicado los últimos cinco años a una labor de rescate apasionada: desenterrar y reivindicar aquellos episodios de nuestra historia cargados de gloria y victoria. Buscamos imprimir en nuestros libros esos elementos luminosos que puedan contrarrestar el derrotismo que, por tantos años, ha contaminado el alma boliviana.

A través de la ficción, entrelazada con la hebra de la historia y la riqueza de nuestra cultura, busco rescatar las gestas heroicas, las voces silenciadas, las fortalezas que también son pilares de nuestro pasado. Escribo para reconstruir la memoria desde un lugar de dignidad y empoderamiento, porque estoy convencida de que solo así podremos forjar generaciones que se reconozcan con orgullo en su historia y trabajen con fervor por un país con un futuro vibrante.

¿Cómo vives el momento de publicar, ese tránsito de lo íntimo a lo compartido? ¿Qué emociones se despiertan en ti?

Publicar es, en esencia, un acto de profunda vulnerabilidad, un desnudar el alma ante el mundo. Es como entregar un fragmento de tu ser más íntimo, con la esperanza temblorosa de que los lectores conecten con tus palabras, de que encuentren un eco de sus propias vivencias en las tuyas. Es una vorágine de emociones: la euforia del logro, el nerviosismo ante el juicio ajeno y, sobre todo, una esperanza luminosa de que la historia encuentre su camino y toque otros corazones.

La literatura boliviana vive un momento de gran efervescencia. ¿Qué mirada tienes sobre la escena actual y hacia dónde crees que se dirige?

Percibo la literatura boliviana actual como un río caudaloso en pleno proceso de renovación y expansión. Están emergiendo nuevas voces, audaces y diversas, que exploran con valentía un amplio abanico de géneros y temáticas, desafiando convenciones y abriendo senderos inéditos. Tengo la convicción de que nos dirigimos hacia una literatura cada vez más plural, más inclusiva, y profundamente representativa de la asombrosa diversidad cultural que define a nuestra nación. Es un horizonte prometedor y estimulante.

En todo proceso creativo hay momentos de duda. ¿Qué haces cuando la inspiración parece esquiva? ¿Tienes algún truquillo que te sirva para reencontrarte con la escritura?

Cuando la musa decide tomarse un respiro y la inspiración parece esquiva, mi refugio es la lectura, la investigación o, simplemente, el silencio introspectivo. A veces, el acto de desconectarme conscientemente del proceso creativo, de permitir que la mente vague por otros parajes, es precisamente lo que me permite regresar con una perspectiva renovada, con la mirada limpia para reencontrar el hilo narrativo y retomar el diálogo con mis personajes y sus mundos.

Has participado en diferentes antologías de cuentos a lo largo de tu carrera literaria, entre las que destaca la Antología de Cuentos Extraordinarios de Bolivia de Adolfo Cáceres. En tu extensa experiencia como relatista, ¿qué ingredientes ha de tener un buen relato para que cale en el lector?

Un buen relato, para que realmente resuene y perdure en el alma del lector, debe estar imbuido de una autenticidad visceral, debe palpitar con emoción genuina y establecer una conexión profunda con la complejidad de la experiencia humana. Necesita ser un espejo y una ventana, provocando no solo la reflexión intelectual, sino también una empatía que trascienda las páginas y se instale en el corazón.

Mirando atrás, ¿qué evolución has visto en tu estilo como escritora desde la publicación de El abrigo negro (2009) hasta La Casona (2018)?

Siento que mi escritura ha madurado, ha ganado en conciencia y profundidad. Si El abrigo negro fue una exploración gozosa de los territorios de lo fantástico, una inmersión en la magia que subyace a nuestra realidad, La Casona representó una zambullida en las complejidades del alma humana, un viaje hacia los laberintos psicológicos de mis personajes. Pero el camino no termina; continúo aprendiendo con cada palabra, continúo evolucionando con cada historia, continúo explorando con la misma pasión del primer día.

He leído algunos poemas tuyos que me han cautivado. Para mí sería un honor si nos dejases unos versos como impronta de tu visita a este espacio, ¿qué me dices?

Será un placer compartir un fragmento de mi alma poética con ustedes. Aquí les dejo estos versos:

Bajo tu piel

Muero por mirar el brillo de tus ojos,
y acercar a tus ojos los míos,
¡oh, ¡cómo leería en ellos todo el sentimiento de la felicidad!
!Ah!, mi lejano amado a quien, día a día, ausente estrecho entre mis brazos, besando despacio, tierna, secretamente la piel, el difuso límite que de mí te separa.
Piel tensa, tibia, fuerte, fibrosa, invisiblemente cercana,
que tiene la contextura poderosa, el color, el aroma de suave canela.
Su mismo perfume parece gritarme: «Tuyo soy, heme aquí, entregado a ti
como una gota de rocío, un suspiro atrapado entre las curvas de tus labios”.
Pero no. Yo te beso, beso tu piel, firme, casi irreal bajo la humedad de mi boca, y te percibo a cientos de kilómetros, lejos, distante,
detrás la frontera de la lejanía.
Ebria de tu aroma, inalcanzables,
exhalaciones, deseosa de ti, aunque la distancia
momentáneamente te me niega.

Una pregunta incómoda: ¿de cuál de tus obras te sientes más orgullosa?

Cada obra es un hijo del alma, con su propia esencia y su intransferible razón de ser. Sin embargo, si debo señalar una, Juana Azurduy – La Furia de la Pachamama representa un hito particularmente significativo en mi trayectoria. Me permitió sumergirme en las profundidades de nuestra historia nacional con una intensidad renovada y, sobre todo, rendir un homenaje sentido y necesario a una figura emblemática cuya fuerza y coraje continúan inspirándonos.

A lo largo de tus obras has explorado distintas dimensiones humanas. ¿Qué temas o emociones sientes que se han convertido en un hilo conductor en tu obra narrativa?

El hilo conductor que teje la urdimbre de mi obra narrativa es, sin duda, la búsqueda incesante de identidad y el anhelo profundo de reconectar con las raíces culturales que nos definen como bolivianos. Mi escritura nace de una necesidad interna, de rescatar nuestra historia, pero no desde la perspectiva de la derrota o la lamentación que a menudo nos han inculcado, sino desde la vibrante luz de la victoria, desde el orgullo inquebrantable, desde aquellos momentos luminosos en que fuimos capaces de sobreponernos a la adversidad y luchar con fiereza por nuestra dignidad.
Me mueve una pasión por narrar Bolivia desde aquello que nos une y nos fortalece: la riqueza de nuestra cultura , la memoria de nuestros héroes olvidados, el eco de nuestras gestas silenciadas. Es mi forma de ofrecer una contra-palabra al relato dominante que, durante décadas, nos ha transmitido una visión de país vencido y fragmentado. Al situar en el corazón de mis historias la identidad nacional, la memoria cultural y la reivindicación de nuestras victorias históricas, intento ofrecer al lector no solo una narrativa cautivadora, sino también una posibilidad transformadora: la de reconocerse con orgullo en lo propio y construir, desde esa base sólida y vital, un sentido de pertenencia que nos impulse hacia el futuro.

10 PREGUNTAS a Raúl Reyes - Versión escrita (26/05/25)

Hoy tenemos en Mi experiencia como escritor por segunda vez a Raúl Reyes, escritor nacido en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) en 1974, quien cursó estudios de Filología Anglo-Germánica y que ha dedicado su vida profesional como profesor de inglés y director de estudios en varias escuelas.  Desde muy temprana edad ha demostrado ser un gran fan de la literatura y el cine de fantasía y terror de los 70 y los 80. Hasta el momento ha sido coautor de las novelas El Feriante (2021) y Al salir del túnel y otros relatos (2022), siendo La rosa y el abismo (2023) su primer trabajo en solitario. En él combina su afición por la escritura y su segunda pasión: la música rock. En 2023 resultó ganador del concurso CARTAS PARA TI, organizado por Ediciones Passer y el grupo literario TUMIPOEMA con su relato corto Ellos no te ven, incluido en la antología benéfica Cartas para ti, publicada por Ediciones Passer. En 2024 publicó su primer poemario Versos heréticos y paganos y también participó en la antología benéfica Estáis Equivocadxs. Todas sus obras están disponibles en Amazon. 49 vueltas al sol es su trabajo más reciente, en el que se desmarca del género fantástico.
 

¿Cómo empezó tu aventura en el mundo de la escritura? 


Desde muy joven sentí la necesidad de contar historias. En el instituto, llenaba cuadernos con relatos y, de hecho, llegué a ganar algún concurso literario. La pasión continuó en la universidad, pero después tuve un parón. En 2019, un amigo y yo nos planteamos un reto desenfadado: escribir una novela que mezclara policíaco, histórico y terror. Así nació El feriante, publicado en 2021 en Amazon. Desde entonces, no he parado.


¿Qué escritores han marcado tu estilo y por qué? 


Mis influencias más claras vienen de la literatura norteamericana: Richard Laymon, Stephen King, Richard Matheson, Jack Ketchum, Dean Koontz, John Saul, Ray Garton, H.P. Lovecraft y Edgar Allan Poe. Cada uno ha aportado algo especial a mi manera de narrar.


¿Cómo definirías tu proceso creativo? 


Soy un escritor de brújula en un 98 %. A veces parto de una idea y la voy moldeando sobre la marcha; otras veces sé el inicio y el final y debo construir el camino intermedio. Solo recurro a escaletas para escenas complejas con muchas acciones.


¿Tienes alguna rutina para escribir? 


Sí, escribo cada día, aunque solo sea una hora. En ese tiempo puedo avanzar entre 4 y 6 páginas en borrador. Nunca desecho nada de inmediato. Hay días en los que no escribo, sino que reviso el manuscrito y hago correcciones.


¿Dónde encuentras la inspiración para tus historias? 


En todo lo que me rodea: experiencias personales, personas que cruzan mi camino, conocidas o no. A veces veo a alguien en la calle que me llama la atención y empiezo a imaginar su vida en una situación determinada. Muchas de mis novelas han nacido de ese germen. Además, caminar con mis mascotas o viajar en transporte público me permite observar y detectar detalles que luego pueden convertirse en ideas.


¿Cuál ha sido el mayor reto en tu trayectoria como escritor? 


Sin duda, lograr que cada uno de mis proyectos vea la luz y no se quede olvidado en un cajón.




La última obra de Raúl se titula 49 vueltas al sol


¿Cómo afrontas la página en blanco y la falta de inspiración? 


Desde que decidí escribir de manera independiente, no he experimentado el temido bloqueo. Hasta ahora, siempre he encontrado una manera de avanzar, y cruzo los dedos para que siga siendo así.


¿Cómo desarrollas la trama y los personajes de tus historias? 


Creo que los personajes deben impulsar la trama con sus diálogos y decisiones. Por eso los
defino bien antes de empezar a escribir. No soy de los que crean fichas detalladas; me guío por el sentido común y, si cometo errores, tengo la suerte de contar con lectoras beta increíbles que me ayudan a detectar incoherencias

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¿Tienes alguna obra favorita entre las que has escrito? 


Todas tienen un lugar especial, pero 49 vueltas al sol es la más significativa porque supuso un gran reto: salir de mi zona de confort en el terror para escribir una historia de amor adolescente. La buena recepción de los lectores me ha demostrado que no lo hice tan mal.





¿Cómo prefieres escribir tu primer borrador: a mano o en ordenador? 


En mis dos primeros libros escribí fragmentos a mano, con pluma. Me parecía una forma romántica de hacerlo, pero enseguida vi que no era práctico y alargaba mucho el proceso. Desde entonces, todo lo escribo directamente en ordenador.


¿Qué consejo le darías a alguien que quiere empezar a escribir?

 

Que se lance sin pensar en quién va a leerlo. Que escriba para sí mismo, por satisfacción personal, y que disfrute del proceso. Eso es lo más importante.


En tu opinión, ¿qué hace que una historia sea realmente buena? 


Una historia es buena cuando logra captar tu atención y hacer que quieras seguir leyendo, sin importar el género.


¿Cómo ves la evolución de la industria editorial en los últimos años? 


La autopublicación ha crecido mucho y eso es positivo. Hoy podemos encontrar autores independientes con una calidad equiparable, o incluso superior, a la de algunos publicados por grandes editoriales. Sin embargo, creo que las editoriales han dejado de arriesgarse. Antes apostaban por géneros y nuevos talentos; ahora buscan autores con visibilidad en redes sociales. Eso puede garantizar ventas, pero no siempre calidad.


¿Qué opinas sobre los talleres y cursos de escritura creativa? 


Nunca he participado en uno, pero creo que hay que elegirlos con cuidado. Algunos prometen hacerte bestseller, pero no creo en fórmulas mágicas. Mi formación en literatura inglesa me permitió analizar estilos, tramas y personajes, y leer mucho ha sido mi mejor aprendizaje.


¿Cómo crees que la tecnología ha impactado en la escritura y la lectura? 

El avance tecnológico es inevitable y ofrece herramientas de edición y corrección muy útiles.
Negarse a usarlas sería como seguir prefiriendo un carromato en lugar de un tren de alta velocidad.


¿Qué piensas sobre la autopublicación? 


Es una alternativa necesaria a la oferta editorial tradicional. Como en cualquier ámbito, hay obras buenas y malas, pero eso también ocurre en las librerías.


¿Has trabajado con editoriales tradicionales? 


No, nunca he enviado propuestas por miedo o impaciencia. Una vez termino un libro, quiero que los lectores lo tengan cuanto antes.


¿En qué estás trabajando ahora? 


Estoy terminando la secuela de La rosa y el abismo. Si todo va bien, estará a la venta este año.


Cuéntanos sobre tu último libro. 


Se llama 49 vueltas al sol. Es una historia de amor adolescente y crecimiento personal con un fuerte componente emocional. Algo muy distinto de mis anteriores trabajos. Ha tenido una acogida muy positiva en mis lectores y he logrado llegar a nuevos lectores que han disfrutado de su lectura.


¿Algo más que quieras compartir? 


Agradecerte esta entrevista y recordar a quienes la lean que pueden encontrar información sobre mis libros, entrevistas a otros autores y reseñas de mis lecturas en mi blog Darkly Dreaming Bookworm.

 

Contacto: https://linktr.ee/raulreyesautor

 

ÚLTIMO LIBRO PUBLICADO (SINOPSIS)

  

49 vueltas al sol


Septiembre de 1988. Pol Ferrer, un joven apasionado por la lectura y la escritura, inicia su etapa de instituto, ignorando que se embarca en un viaje emocional de la mano de una enigmática compañera de clase que cambiará su vida por completo. Sin embargo, Erika no será su única guía en el camino de la vida, pues Pol también se cruzará con Sara, una tímida muchacha que le mostrará cómo capturar la belleza en el tiempo, y años después con Cristina, una extraordinaria y evasiva mujer que lo seducirá con su música.

Con una narrativa que entrelaza momentos de alegría y tristeza, 49 vueltas al sol es una reflexión profunda sobre el amor en sus múltiples formas. Nos invita a valorar esos lazos que, a pesar de las adversidades, permanecen firmes y nos transforman. 

Esta novela nos recuerda que el amor verdadero no solo perdura, sino que también evoluciona, enriqueciendo nuestras vidas de maneras inesperadas.