Raúl Reyes ya me había sorprendido con su prosa en El feriante (novela escrita a cuatro manos junto a José Requena), y también con algunos relatos, como el que aparece en la antología benéfica Estáis equivocadxs. Y ahora vuelve a hacerlo, pero desde otra trinchera: la poesía. Y lo hace con Versos heréticos y paganos, un volumen que esperaba devorar con ganas, ósea, tal y como lo he hecho.
En estas páginas, Reyes despliega un lenguaje rico y cuidado, y nos sumerge en una lírica fantástica, en todos los sentidos del término. La fantasía no es solo temática (con demonios, vampiros, licántropos y monstruos como protagonistas), sino que también crea una atmósfera lúgubre que envuelve cada verso con un halo gótico, oscuro y profundamente simbólico.
Temas como la lucha entre el bien y el mal, la tensión entre la vida y la muerte, y ese otro mundo tan próximo como desconocido (sí, ese abismo que nos recuerda cuán frágiles somos como mortales y al que no nos atrevemos a asomarnos), están presentes en cada verso, como una sombra que se desliza entre las palabras.
De los textos que nos presenta el autor, destacaría tres, que me han calado en especial: Lilith, donde belleza y misterio se funden de forma hipnótica; Después del cataclismo, por ese tono distópico que tan bien domina el autor barcelonés; y Muerte, por la fuerza y contundencia de su mensaje.
En definitiva, merece la pena acercarse a la poesía de Raúl Reyes. No solo por lo que dice, sino por lo que sugiere, y sobre todo, por lo que deja entrever entre la penumbra.
Leerlo es, en cierto modo, atreverse a mirar de frente a ese abismo, del que os hablaba antes, y al que solemos evitar asomarnos hasta el final de nuestros días.
¡Muchas gracias por tu maravillosa reseña de mi poemario!
ResponderEliminarGracias a ti por el ratito compartido. Alguien como yo, a quién le encanta este tipo de literatura, lo he disfrutado mucho.
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