Título: Dientes Rojos
Autor: Jesús Cañadas
Editorial: Obscura
Año de edición: 2021
ISBN: 978-84-123827-0-9
Número de páginas: 367
Sinopsis:
Rebecca
Lilienthal, una adolescente berlinesa, ha desaparecido del internado en el que
reside. Lo único que ha dejado tras de sí es un charco de sangre sobre el que
flota un diente arrancado. Lukas Kocaj, un agente recién salido de la academia,
será el encargado del caso. Acompañado del inspector Otto Ritter, un policía
brutal, racista y desfasado. Kocaj descubrirá cada vez más fragmentos de la
vida oculta de Rebecca, de las siniestras fuerzas con las que bailaba y del
peligroso juego en el que se había aventurado. Un juego que ampara los macabros
asesinatos de decenas, quizás cientos, de niñas y mujeres.
Mi opinión:
Es la
cuarta novela que leo de Jesús tras “El baile de los secretos”, “Las tres
muertes de Fermín Salvochea” y “Pronto será de noche”. La primera la leí hace
años, allá por el 2011, la segunda en 2017 y la tercera el año pasado. Podéis
leer su reseña aquí.
Si bien entre las obras mencionadas, publicó otra novela: “Los nombres muertos”
(2013), que no he tenido aún el placer de leer, pero que visto lo visto, no
tardará en caer.
La historia
de “Dientes Rojos” viene precedida por un estupendo prólogo de Elisa McCausland
que nos ayuda a conocer un poquito más a fondo a su autor y a ubicarnos en el
escenario en el que se desarrolla la obra, el crudo invierno del Berlín actual.
Como su
sinopsis indica, la trama comienza con la desaparición de una chica de un
internado. El caso es encomendado a una pareja de agentes. Por un lado, tenemos
a Kocaj; un joven policía recién salido del cuerpo, y por el otro, a Otto Ritter,
más conocido como Tenaza, un inspector trasnochado, machista y racista, pero con un tremendo olfato.
La novela
se desarrolla durante el invierno del Berlín actual. El frío que nos describe
Cañadas cala los huesos. El lector no solo puede sentirlo en la piel, también
olfatearlo, al igual que las decenas de olores que flotan en sus calles, o que
dominan lugares como “el hoyo” o “la zona de fumadores”; escenarios dignos de
las peores pesadillas.
La
historia está dividida en dos partes claramente diferenciadas y con dos
protagonistas distintos. El por qué no puedo desvelarlo, ya que estaría dando
algunas pistas sobre la trama y prefiero no hacerlo, ya que además de no
gustarme los spoilers, soy de esos
lectores que me adentro en la lectura y voy descubriendo los capítulos a medida
que los afronto.
Otro
acierto es el hecho de que esté escrita en primera persona, ya que nos ayuda a
que podamos vivirla de manera aún más intensa. La prosa que utiliza Jesús para
ello es de primer nivel, con metáforas frescas y descripciones que abarcan los
cinco sentidos y que ayudan a sumergirse aún más si cabe en la historia que nos
narra.
La
tensión es otro de los elementos predominantes a lo largo de toda la obra, pero
sobre todo en la segunda parte del libro cuando todo salta por los aires y
conocemos los secretos que oculta la ciudad bajo sus cimientos.
“Dientes
rojos” podría catalogarse como una novela negra policiaca en la que se combinan
el suspense y el terror (tanto humano como sobrenatural). Una obra cruda y
terrorífica sobre la violencia machista y en la que Cañadas representa entre
otros miedos, el que sienten las mujeres cuando viajan en el autobús o caminan
solas por las calles de cualquier ciudad; una historia de monstruos,
imaginarios y reales, que son los que justamente causan más pavor. Eso sí, no es
apta para estómagos sensibles ya que contiene algunas escenas bastante
violentas.
No me gustaría acabar esta reseña sin hacer mención a la magnífica
ilustración de portada llevada a cabo por David Rendo, y que nos transmite tan
bien las emociones que sentiremos cuando pasemos la primera página del libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario