domingo, septiembre 28, 2025

RESEÑA: «Yo, Monstruos» de Santiago Expósito Amaro

Título: Yo, monstruos

Autor: Santiago Expósito Amaro


Editorial: Olé Libros

 

Año de edición: 2025

 

Número de páginas: 78

 

Sinopsis:

 

El autor, a través de tres mitos, ha mirado a los monstruos de frente, ha preferido conversar con ellos en vez de mirar para otro lado. Y nos ha traído de vuelta una visión diferente, renovada, para contarnos lo que no pudieron decir o lo que no quisimos oír.

Paséate por estas tres narraciones en verso, ven a los infiernos y regresa luego arriba, a la luz, con lo que quieras llevarte de estas historias.

Los monstruos son reales, y los fantasmas también:
viven dentro de nosotros y, a veces, ellos ganan.

STEPHEN KING

El poemario Yo, monstruos es el título 241 de la Colección Ites de poesía de Olé Libros.

Mi opinión:

 

Yo, monstruos es una obra que se sitúa en los límites entre la poesía y la prosa, un libro que se lee con la cadencia de los versos y el pulso narrativo de la prosa poética. Santiago Expósito Amaro construye un universo donde los monstruos no son ajenos, sino reflejos íntimos, símbolos de lo humano y lo oscuro que late en el interior de cada uno de nosotros.


El libro se abre con un prólogo emotivo y revelador de A. Jessica Herrera, que señala con lucidez el hecho de que todos albergamos un monstruo en nuestro interior, uno que solo puede ser comprendido si lo miramos a los ojos de frente, si descendemos a los propios infiernos para regresar —si acaso se logra— con la certeza de que también lo oscuro forma parte de la condición humana. Un prólogo que marca el tono de la obra que leeremos a continuación y que supone, al mismo tiempo, un exorcismo y una confesión.


La obra se articula en tres relatos, cada uno con una voz y una carga simbólica propias:


En «Yo, Asterión», Expósito reinterpreta el mito del Minotauro, encerrado en su laberinto y condenado a alimentarse de jóvenes entregados en sacrificio. Con un lenguaje directo y punzante, como los acordes de Kirk Hammett (guitarrista de Metallica), uno de los grupos referentes de Santiago y que aparece mencionado en el libro como otras tantas bandas históricas. 


El autor nos arrastra a un recorrido metaliterario donde se entrelazan mitología, música y esa pasión vital que caracteriza su persona. 


El resultado es un relato poderoso, con un final demoledor, que permanece en la memoria como una herida abierta.


La segunda composición, «Yo, Marilyn», se adentra en el mito de Norma Jeane Mortenson, la actriz californiana cuya vida y muerte fueron tan deslumbrantes como trágicas. Expósito nos muestra a Marilyn no como icono superficial, sino como una mujer inteligente, frágil y víctima de abusos en silencio. 


La compara con Hathor-Sekhmet, diosa leona de doble rostro —amorosa y destructora—, y la hermana con Augea, la prostituta sagrada de Afrodita. Con estas imágenes mitológicas, el autor resucita a Marilyn para otorgarle la justicia que en vida le fue negada, enfrentando a sus verdugos desde la eternidad. El dolor, la desesperación y la muerte se convierten en ejes de la materia poética que Expósito moldea entre sus dedos, lanzando un canto de denuncia y venganza en forma de versos.

Por último nos presenta «Yo, ánima», donde eleva la escritura hacia lo existencial y metafísico en un relato íntimo y filosófico, en el que el monstruo ya no es un personaje mitológico ni histórico, sino la esencia misma del ser que deambula por un mundo-tumba, enfrentado a su soledad, su destino y su inevitable final. 

Santiago convoca en este relato la mitología egipcia usando un símbolo tan poderoso como es la balanza de Maat, donde pesa el corazón de la victima frente a la pluma, para recordarnos que el verdadero juicio no es externo, sino interno, donde el oculto secreto que nos martiriza, radica en aceptarse a uno mismo sin máscaras, sin artificios, ante la certeza de la muerte. 

Yo, monstruos es, en suma, un libro que recorre mitologías, personajes y símbolos para hablarnos de nosotros mismos, de nuestros temores, de esas emociones que ocultamos para no sentirnos vulnerables ante los demas.

Una obra intensa, inmensa y valiente, donde la razón y la emoción conviven en equilibrio, y en la que el autor despliega sus artes literarias a través de un lenguaje cargado de lirismo y fuerza. 

Santiago Expósito Amaro nos invita a través de sus páginas a enfrentarnos a nosotros mismos, a los monstruos que nos habitan, a reconocerlos y, si es posible, a reconciliarnos con ellos. Porque como nos recuerda Herrera en su prólogo: «Solo si se baja a los infiernos, se puede volver a la superficie».



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