jueves, abril 24, 2025

10 PREGUNTAS a Cristina Braza Noriega - Versión escrita

Hoy nos acompaña en Mi experiencia como escritor, Cristina Braza Noriega, escritora gaditana cuya obra refleja la profunda conexión que tiene con su ciudad, Cádiz, sus tradiciones, y especialmente con el Carnaval, fiesta que no solo vive, sino que también inspira su literatura. Su obra está vinculada en gran parte con la figura icónica de Juan Carlos Aragón, uno de los más influyentes autores del Carnaval gaditano.

¿Cuál fue el momento o circunstancia clave en tu vida que te impulsó definitivamente a convertirte en escritora?

Pues si te digo la verdad, no hay un momento clave como tal ni una motivación previa. En mis planes no entraba dedicarme de forma profesional a la escritura. En realidad, mi primer libro surge de una forma totalmente fortuita. Comencé el libro de ensayo sobre la obra de Juan Carlos sin la pretensión de publicarlo y finalmente Tras los versos del Capitán Veneno fue el impulso para todo lo demás.  Gracias a ese primer libro, se abrió un gran abanico de posibilidades en torno al mundo de la escritura, por ejemplo, la oportunidad de ejercer como columnista en La Voz de Cádiz durante el COAC. Después de esa primera obra, sí que me encuentro con una nueva faceta y con la motivación y la inspiración idóneas para seguir escribiendo.

¿Existe algún libro o autor que te haya marcado especialmente y te haya servido como referente o inspiración en tu carrera literaria?

Libros y autores podría decir muchos que han sido para mí referentes y verdaderas joyas durante toda mi vida y especialmente en mi etapa universitaria, estudiando filología hispánica. Sin embargo, en mi carrera literaria precisamente con el primer libro de ensayo sobre la obra carnavalesca de Juan Carlos Aragón, no he tenido la sensación de tener ningún referente o modelo en el que poder encontrar lo mismo que estaba haciendo yo. Con esto no quiero decir que no los haya, por supuesto. Pero sí que podría afirmarte que bajo mi punto de vista, la bibliografía especializada en temática no gaditana, sino carnavalesca es bastante limitada. A mí me resultó muy llamativo que no había apenas libros en los que el Carnaval de Cádiz se tratara desde una perspectiva literaria. En este sentido, creo que ahí está precisamente el éxito de mi primera obra. Creo que hasta el momento de publicarlo, había muy poco de ese estilo de libros y fascinantemente el público es muy amplio. Pienso que puede ser muy interesante y que hay mucha gente que realmente disfruta de leer estos análisis y de nutrirse de las letras de Carnaval con una perspectiva diferente.

En cuanto a la novela, El secreto del ángel, sí que podría citarte diversos autores y autoras que me han marcado y a los que he seguido durante su carrera literaria, sobre todo, aquellos que se dedican al thriller y a la novela negra. Me gusta mucho el estilo y es una fuente de inspiración Benito Olmo, Daniel Fopiani, May R Ayamonte o Blanca Cabañas, por ejemplo.

Cuando escribes, ¿qué buscas generar principalmente en tus lectores: emoción, reflexión, o quizás una conexión íntima con tus propias experiencias?

Una pregunta muy acertada. Pues imagino que como todo escritor intento conectar con los lectores y entiendo que no a todos les puedo proporcionar las mismas sensaciones. También depende obviamente del género del que estemos hablando. En mis libros de ensayo, es verdad que uso un tono más didáctico y mi intención es no solamente que disfruten de la lectura, sino también que haya un aprendizaje. Sobre todo, en los libros de ensayo, mi intención es usar la literatura como herramienta para difundir y promover la cultura relacionada con el Carnaval de Cádiz, que a mi parecer, es muy escasa. Sin embargo, con el thriller, con la novela, el prisma es mucho más amplio. Me gusta que mis lectores se emocionen, pero también dejo lugar para la reflexión y para la crítica social. Al fin y al cabo, soy de las que piensa que los libros tienen que removernos por dentro de alguna manera. Un buen libro nunca te deja indiferente.

Sabemos que eres una gran amante del Carnaval. ¿Qué es lo que te atrae tanto de esta fiesta?

Creo que en mi caso, el Carnaval es transversal a toda mi vida. Desde pequeña, he tenido la inmensa suerte de haber crecido en un ambiente totalmente cercano al Carnaval. Mi padre salía como guitarra hace años y siempre me ha llevado a cuartos de ensayo. He estado en lugares auténticos y míticos con mi familia como en la peña del Erizo, me he disfrazado todos los años. Al final todas esas experiencias han ido construyendo mi amor por el Carnaval. Aunque, desde que ya fui adolescente y tenía claro que quería dedicarme a la literatura, siempre me han enamorado las letras del Carnaval. Yo soy incapaz de escuchar una letra y no fijarme en cómo está escrita filológicamente hablando. Y en ese sentido, creo que el Carnaval nos ofrece un manantial enorme todos los años para poder analizar y disfrutar de los tipos, de todos los tipos de figuras retóricas que podemos encontrar y recursos. En fin, es una maravilla.

Juan Carlos Aragón es una figura clave en el Carnaval gaditano. ¿Qué significó para ti su obra, y cómo valoras su legado hoy día?

Para mí, hablar de Juan Carlos Aragón y de su forma de escribir es hablar de Carnaval en mayúsculas. Su obra trasciende los límites carnavalescos, va más allá. Siempre digo que Juan Carlos no se caracteriza por ser solamente un autor del Carnaval de Cádiz. Aragón fue un poeta contemporáneo, que usó sus agrupaciones, ya fuera chirigotas o comparsas para volcar sus inquietudes filosóficas, políticas, sociales, etc. Te podría decir que no hay un legado tan auténtico y completo como la obra de Juan Carlos. Sus pasodobles sin música son piezas de literatura, poemas. Su forma de expresarse y de transmitir me parecen totalmente únicas.

De hecho, tu primera obra se tituló: Tras los versos del Capitán Veneno (2022), ¿cómo fue tu experiencia?

Mi experiencia con Tras los versos del Capitán Veneno fue una sorpresa, una fantasía, desde el principio. Primero porque el libro suscitó muchísimo interés y eso fue algo que no esperaba. Yo no tenía ningún tipo de experiencia escribiendo y tampoco había publicado, entonces imagínate la sensación cuando tuve tantas respuestas de editoriales interesadas en el libro. Y, en segundo lugar, todo el recorrido que tuvo el libro fue asombroso. Mi presentación oficial fue en el Café Teatro Pay Pay, con Luis García Gil, una figura destacada dentro de la literatura, y con el padre de Juan Carlos, Juan Aragón, con el que pude además compartir muchísimos más eventos y firmas. He estado en Jerez, Barbate, Zahara de los Atunes, Rota, Sevilla capital, en la mesa redonda que se organizó sobre Juan Carlos en Alcalá de Guadaira que presentó Manolo Casal, e incluso en Granada presentando el libro. Para mí, es una experiencia inigualable. Disfruté como una niña pequeña.



El secreto del ángel (2024) se convirtió en tu primera novela. Cuéntanos un poco sobre ella. ¿De qué trata?

Sí, es mi primera obra de género narrativo. El secreto del ángel es un thriller, una novela negra cuya protagonista es Ruth Lebón, una inspectora de policía en horas bajas, que se incorpora al trabajo tras haber estado ausente por problemas psicológicos. Pese a la oposición de sus superiores, la inspectora elige sus propios métodos para emprender una investigación de forma extraoficial. Su amante, que es también uno de los oficiales al cargo de la investigación, intentará mantenerla al margen, pero finalmente es la inspectora junto con otro personaje principal, una joven profesora, Almudena las resuelven el caso.

Es una novela que ha gustado mucho a los lectores  y que además fue elegida entre las tres novelas finalistas del año en el Concurso VII Encuentro de Literatura Gaditana.

Artículos de Carnaval y otros recuerdos (2025) se ha convertido en tu última obra, ¿qué puntos toca y qué sentiste cuándo la viste acabada?

Sí, exactamente, es mi último libro y, en realidad, tiene una estructura muy clara. En primer lugar, hay una parte que es la intrahistoria de aquella experiencia de Tras los versos del Capitán Veneno. Hago un recorrido muy emotivo por todo lo que supuso a nivel personal y cómo surgió aquella amistad tan especial con Juan Aragón, también incluyo textos que él me dedicó así como unas palabras inéditas que nunca llegaron a publicarse en Tras los versos que yo le escribí a él cuando falleció. Y una segunda parte en la que inserto todos mis artículos de opinión desde hace unos años hasta ahora sobre muchas y diversas cuestiones relacionadas con el Carnaval.

Creo que este último libro tiene un estilo mucho más espontáneo y fresco. Para aquellos que han leído el ensayo de Juan Carlos pienso que es una obra que les va a entretener bastante, y también es una buena opción para quienes están acostumbrados a leer artículos de opinión sobre temática carnavalesca, sobre todo, de las agrupaciones de los últimos años.

De todas las agrupaciones de Aragón, ¿cuál es aquella que más te ha marcado más y por qué?

Es muy complicado elegir solo una. Hay muchas letras de agrupaciones del Capitán Veneno que me han marcado y que según en qué etapa de mi vida me he encontrado ha significado mucho o ha tenido cierto peso. Aunque si tuviera que decir una agrupación me quedaría con Los ángeles caídos. Me parece una de las comparsas más profundas y complejas de su trayectoria. El asunto religioso es uno de los atributos más singulares de sus obras, especialmente en esta. El popurrí por ejemplo es un tratado de ateísmo.

¿Crees que Juan Carlos transformó el modo de hacer Carnaval en Cádiz?

Completamente. Este autor irrumpe en el Carnaval de Cádiz con una madurez y una forma de escribir que ya traía de casa por así decirlo. Cuando él llega al Carnaval, tiene un bagaje cultural inmenso y su creatividad aporta una visión totalmente innovadora, ya desde las chirigotas. Además, en cuanto a su forma de escribir, podemos afirmar que él fue quien inició esa forma culta, quizá más lírica o poética en los pasodobles y en el repertorio en general. El Capitán Veneno enriqueció la cultura carnavalesca y, por supuesto, sentó unas bases sólidas para entender de otra forma diferente el Carnaval de Cádiz.

¿Considerarías a ciertos autores del Carnaval de Cádiz como poetas?

Los autores del Carnaval pueden ofrecer repertorios más poéticos como hemos ido viendo estos últimos años en la modalidad de comparsa. Sin embargo, escribir de cierta forma no te convierte en poeta. Considero que hay una gran diferencia entre un letrista y un poeta. Todos los autores son letristas, pero no todos son poetas. Juan Carlos en este caso marca la diferencia, es poeta y, además, se dedica al Carnaval.

Tu obra refleja un claro amor por tu ciudad. ¿Piensas que la literatura puede ser un medio para preservar y difundir la identidad cultural de lugares como Cádiz?

Por supuesto que sí. La literatura es el medio idóneo para preservar y reflejar la identidad cultural y social de cualquier ciudad.  Cádiz, en realidad, es el motivo intrínseco de todo, es decir, no concibo escribir una novela y no elegir su ambientación en esta ciudad. Creo que en ese sentido la novela puede ser una forma bonita de descubrir los rincones de la ciudad y de entender la filosofía de vida de los gaditanos, al menos, en una dosis pequeña de ciento treinta páginas.

¿Qué rinconcito de la ciudad elegirías para escribir al aire libre? ¿O ya lo has elegido y vas allí a buscar inspiración?

Cualquier rincón de Cádiz puede inspirarme. Creo que es una ciudad mágica, con encanto. Si tengo el mar enfrente, cualquier sitio es ideal. Aunque si tuviera que elegir uno concretamente me quedaría con cualquier banco de La Alameda.

Y como curiosidad, te confieso que los primeros capítulos de la novela me acabo de acordar de que los escribí tomando un café en la plaza San Francisco.

¿Podrías hablarnos sobre algún personaje o historia en concreto de tus relatos que consideres significativo en tu vida?

Me quedo con la protagonista de la novela, Ruth Lebón. Ha cautivado al lector por ser tan particular y tener su propia forma de entender la justicia. También me gustan mucho de la novela Lola o el abuelo de Almudena que, a mi parecer, son personajes muy gaditanos que también han conquistado a los lectores.

¿Sueles ser una escritora muy autocrítica con tu obra?

Muchísimo. En general, soy una persona muy autocrítica con todos los aspectos de mi vida y con mis libros también como no podía ser de otra manera.

De hecho, la novela tuvo una primera versión que nunca se publicó. La dejé guardada y al cabo del tiempo, la reescribí de nuevo y ya se publicó con la inspectora como protagonista.

Cádiz es tu inspiración evidente, pero ¿hay algún otro lugar, experiencia o temática que aún no hayas explorado literariamente y que te gustaría abordar en un futuro próximo?

Sí, hay muchos lugares que me resultan maravillosos y que seguramente podrían ser también usados para una ambientación de próximos proyectos. Lo que tengo claro es que me gustaría seguir realizando novelas en las que además de ser negras o estar encuadradas dentro del thriller, se inspiraran también en lugares de Andalucía. Me parece que es muy necesario.

Si pudieras definir a Cádiz y a su Carnaval con una frase, ¿cuál sería?

El Carnaval es música y letra. En una palabra, arte, sin más.

¿Una recomendación para autores que comienzan en este arte de la escritura?

Sé que es muy típico, pero de verdad que es lo que pienso. Lo mejor para comenzar es leer mucho y escribir mucho. Para mí, no hay otra forma de aprender.

Muchas gracias, Cristina, por compartir con nosotros esta mirada tan personal sobre Cádiz, su Carnaval, su gente, y sobre la influencia imborrable de Juan Carlos Aragón en la cultura gaditana. Esperamos seguir disfrutando de tu literatura en un futuro. Muchos éxitos.

Gracias a ti, Leo, por cederme este espacio. Ha sido un placer charlar contigo este ratito.

 

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