Hoy nos acompaña en Mi experiencia como escritor, Cristina Braza Noriega, escritora gaditana cuya obra refleja la profunda conexión que tiene con su ciudad, Cádiz, sus tradiciones, y especialmente con el Carnaval, fiesta que no solo vive, sino que también inspira su literatura. Su obra está vinculada en gran parte con la figura icónica de Juan Carlos Aragón, uno de los más influyentes autores del Carnaval gaditano.
¿Cuál fue el
momento o circunstancia clave en tu vida que te impulsó definitivamente a
convertirte en escritora?
Pues si te digo la verdad, no hay un momento clave como tal
ni una motivación previa. En mis planes no entraba dedicarme de forma
profesional a la escritura. En realidad, mi primer libro surge de una forma
totalmente fortuita. Comencé el libro de ensayo sobre la obra de Juan Carlos
sin la pretensión de publicarlo y finalmente Tras los versos del Capitán Veneno
fue el impulso para todo lo demás.
Gracias a ese primer libro, se abrió un gran abanico de posibilidades en
torno al mundo de la escritura, por ejemplo, la oportunidad de ejercer como
columnista en La Voz de Cádiz durante el COAC. Después de esa primera obra, sí
que me encuentro con una nueva faceta y con la motivación y la inspiración
idóneas para seguir escribiendo.
¿Existe
algún libro o autor que te haya marcado especialmente y te haya servido como
referente o inspiración en tu carrera literaria?
Libros y autores podría decir muchos que han sido para mí
referentes y verdaderas joyas durante toda mi vida y especialmente en mi etapa
universitaria, estudiando filología hispánica. Sin embargo, en mi carrera
literaria precisamente con el primer libro de ensayo sobre la obra carnavalesca
de Juan Carlos Aragón, no he tenido la sensación de tener ningún referente o
modelo en el que poder encontrar lo mismo que estaba haciendo yo. Con esto no
quiero decir que no los haya, por supuesto. Pero sí que podría afirmarte que
bajo mi punto de vista, la bibliografía especializada en temática no gaditana,
sino carnavalesca es bastante limitada. A mí me resultó muy llamativo que no
había apenas libros en los que el Carnaval de Cádiz se tratara desde una
perspectiva literaria. En este sentido, creo que ahí está precisamente el éxito
de mi primera obra. Creo que hasta el momento de publicarlo, había muy poco de
ese estilo de libros y fascinantemente el público es muy amplio. Pienso que
puede ser muy interesante y que hay mucha gente que realmente disfruta de leer
estos análisis y de nutrirse de las letras de Carnaval con una perspectiva
diferente.
En cuanto a la novela, El secreto del ángel, sí que podría
citarte diversos autores y autoras que me han marcado y a los que he seguido
durante su carrera literaria, sobre todo, aquellos que se dedican al thriller y
a la novela negra. Me gusta mucho el estilo y es una fuente de inspiración
Benito Olmo, Daniel Fopiani, May R Ayamonte o Blanca Cabañas, por ejemplo.
Cuando
escribes, ¿qué buscas generar principalmente en tus lectores: emoción,
reflexión, o quizás una conexión íntima con tus propias experiencias?
Una pregunta muy acertada. Pues imagino que como todo
escritor intento conectar con los lectores y entiendo que no a todos les puedo
proporcionar las mismas sensaciones. También depende obviamente del género del
que estemos hablando. En mis libros de ensayo, es verdad que uso un tono más
didáctico y mi intención es no solamente que disfruten de la lectura, sino
también que haya un aprendizaje. Sobre todo, en los libros de ensayo, mi
intención es usar la literatura como herramienta para difundir y promover la
cultura relacionada con el Carnaval de Cádiz, que a mi parecer, es muy escasa.
Sin embargo, con el thriller, con la novela, el prisma es mucho más amplio. Me
gusta que mis lectores se emocionen, pero también dejo lugar para la reflexión
y para la crítica social. Al fin y al cabo, soy de las que piensa que los
libros tienen que removernos por dentro de alguna manera. Un buen libro nunca
te deja indiferente.
Sabemos que eres una gran amante del Carnaval. ¿Qué es lo que te atrae tanto de esta fiesta?
Creo que en mi caso, el Carnaval es transversal a toda mi
vida. Desde pequeña, he tenido la inmensa suerte de haber crecido en un
ambiente totalmente cercano al Carnaval. Mi padre salía como guitarra hace años
y siempre me ha llevado a cuartos de ensayo. He estado en lugares auténticos y
míticos con mi familia como en la peña del Erizo, me he disfrazado todos los
años. Al final todas esas experiencias han ido construyendo mi amor por el
Carnaval. Aunque, desde que ya fui adolescente y tenía claro que quería
dedicarme a la literatura, siempre me han enamorado las letras del Carnaval. Yo
soy incapaz de escuchar una letra y no fijarme en cómo está escrita
filológicamente hablando. Y en ese sentido, creo que el Carnaval nos ofrece un
manantial enorme todos los años para poder analizar y disfrutar de los tipos,
de todos los tipos de figuras retóricas que podemos encontrar y recursos. En
fin, es una maravilla.
Juan Carlos
Aragón es una figura clave en el Carnaval gaditano. ¿Qué significó para ti su
obra, y cómo valoras su legado hoy día?
Para mí, hablar de Juan Carlos Aragón y de su forma de
escribir es hablar de Carnaval en mayúsculas. Su obra trasciende los límites
carnavalescos, va más allá. Siempre digo que Juan Carlos no se caracteriza por
ser solamente un autor del Carnaval de Cádiz. Aragón fue un poeta
contemporáneo, que usó sus agrupaciones, ya fuera chirigotas o comparsas para
volcar sus inquietudes filosóficas, políticas, sociales, etc. Te podría decir
que no hay un legado tan auténtico y completo como la obra de Juan Carlos. Sus pasodobles
sin música son piezas de literatura, poemas. Su forma de expresarse y de
transmitir me parecen totalmente únicas.
De hecho, tu
primera obra se tituló: Tras los versos del Capitán Veneno (2022), ¿cómo fue tu
experiencia?
Mi experiencia con Tras los versos del Capitán Veneno fue
una sorpresa, una fantasía, desde el principio. Primero porque el libro suscitó
muchísimo interés y eso fue algo que no esperaba. Yo no tenía ningún tipo de
experiencia escribiendo y tampoco había publicado, entonces imagínate la
sensación cuando tuve tantas respuestas de editoriales interesadas en el libro.
Y, en segundo lugar, todo el recorrido que tuvo el libro fue asombroso. Mi
presentación oficial fue en el Café Teatro Pay Pay, con Luis García Gil, una
figura destacada dentro de la literatura, y con el padre de Juan Carlos, Juan
Aragón, con el que pude además compartir muchísimos más eventos y firmas. He
estado en Jerez, Barbate, Zahara de los Atunes, Rota, Sevilla capital, en la
mesa redonda que se organizó sobre Juan Carlos en Alcalá de Guadaira que
presentó Manolo Casal, e incluso en Granada presentando el libro. Para mí, es
una experiencia inigualable. Disfruté como una niña pequeña.
El secreto
del ángel (2024) se convirtió en tu primera novela. Cuéntanos un poco sobre
ella. ¿De qué trata?
Sí, es mi primera obra de género narrativo. El secreto del
ángel es un thriller, una novela negra cuya protagonista es Ruth Lebón, una inspectora de
policía en horas bajas, que se incorpora al trabajo tras haber estado ausente
por problemas psicológicos. Pese a la oposición de sus superiores, la
inspectora elige sus propios métodos para emprender una investigación de forma
extraoficial. Su amante, que es también uno de los oficiales al cargo de la
investigación, intentará mantenerla al margen, pero finalmente es la inspectora
junto con otro personaje principal, una joven profesora, Almudena las resuelven
el caso.
Es una
novela que ha gustado mucho a los lectores
y que además fue elegida entre las tres novelas finalistas del año en el
Concurso VII Encuentro de Literatura Gaditana.
Artículos de
Carnaval y otros recuerdos (2025) se ha convertido en tu última obra, ¿qué
puntos toca y qué sentiste cuándo la viste acabada?
Sí, exactamente, es mi último libro y, en realidad, tiene
una estructura muy clara. En primer lugar, hay una parte que es la
intrahistoria de aquella experiencia de Tras los versos del Capitán Veneno.
Hago un recorrido muy emotivo por todo lo que supuso a nivel personal y cómo
surgió aquella amistad tan especial con Juan Aragón, también incluyo textos que
él me dedicó así como unas palabras inéditas que nunca llegaron a publicarse en
Tras los versos que yo le escribí a él cuando falleció. Y una segunda parte en
la que inserto todos mis artículos de opinión desde hace unos años hasta ahora
sobre muchas y diversas cuestiones relacionadas con el Carnaval.
Creo que este último libro tiene un estilo mucho más
espontáneo y fresco. Para aquellos que han leído el ensayo de Juan Carlos
pienso que es una obra que les va a entretener bastante, y también es una buena
opción para quienes están acostumbrados a leer artículos de opinión sobre
temática carnavalesca, sobre todo, de las agrupaciones de los últimos años.
De todas las agrupaciones de Aragón, ¿cuál es aquella que más te ha marcado más y por qué?
Es muy complicado elegir solo una. Hay muchas letras de
agrupaciones del Capitán Veneno que me han marcado y que según en qué etapa de
mi vida me he encontrado ha significado mucho o ha tenido cierto peso. Aunque
si tuviera que decir una agrupación me quedaría con Los ángeles caídos. Me
parece una de las comparsas más profundas y complejas de su trayectoria. El
asunto religioso es uno de los atributos más singulares de sus obras,
especialmente en esta. El popurrí por ejemplo es un tratado de ateísmo.
¿Crees que
Juan Carlos transformó el modo de hacer Carnaval en Cádiz?
Completamente. Este autor irrumpe en el Carnaval de Cádiz
con una madurez y una forma de escribir que ya traía de casa por así decirlo.
Cuando él llega al Carnaval, tiene un bagaje cultural inmenso y su creatividad
aporta una visión totalmente innovadora, ya desde las chirigotas. Además, en
cuanto a su forma de escribir, podemos afirmar que él fue quien inició esa
forma culta, quizá más lírica o poética en los pasodobles y en el repertorio en
general. El Capitán Veneno enriqueció la cultura carnavalesca y, por supuesto,
sentó unas bases sólidas para entender de otra forma diferente el Carnaval de
Cádiz.
¿Considerarías
a ciertos autores del Carnaval de Cádiz como poetas?
Los autores del Carnaval pueden ofrecer repertorios más
poéticos como hemos ido viendo estos últimos años en la modalidad de comparsa.
Sin embargo, escribir de cierta forma no te convierte en poeta. Considero que
hay una gran diferencia entre un letrista y un poeta. Todos los autores son
letristas, pero no todos son poetas. Juan Carlos en este caso marca la
diferencia, es poeta y, además, se dedica al Carnaval.
Tu obra
refleja un claro amor por tu ciudad. ¿Piensas que la literatura puede ser un
medio para preservar y difundir la identidad cultural de lugares como Cádiz?
Por supuesto que sí. La literatura es el medio idóneo para
preservar y reflejar la identidad cultural y social de cualquier ciudad. Cádiz, en realidad, es el motivo intrínseco de todo, es decir, no
concibo escribir una novela y no elegir su ambientación en esta ciudad. Creo
que en ese sentido la novela puede ser una forma bonita de descubrir los
rincones de la ciudad y de entender la filosofía de vida de los gaditanos, al
menos, en una dosis pequeña de ciento treinta páginas.
¿Qué
rinconcito de la ciudad elegirías para escribir al aire libre? ¿O ya lo has
elegido y vas allí a buscar inspiración?
Cualquier rincón de Cádiz puede inspirarme. Creo que es una
ciudad mágica, con encanto. Si tengo el mar enfrente, cualquier sitio es ideal.
Aunque si tuviera que elegir uno concretamente me quedaría con cualquier banco
de La Alameda.
Y como curiosidad, te confieso que los primeros capítulos de
la novela me acabo de acordar de que los escribí tomando un café en la plaza
San Francisco.
¿Podrías
hablarnos sobre algún personaje o historia en concreto de tus relatos que
consideres significativo en tu vida?
Me quedo con la protagonista de la novela, Ruth Lebón. Ha
cautivado al lector por ser tan particular y tener su propia forma de entender
la justicia. También me gustan mucho de la novela Lola o el abuelo de Almudena
que, a mi parecer, son personajes muy gaditanos que también han conquistado a
los lectores.
¿Sueles ser
una escritora muy autocrítica con tu obra?
Muchísimo. En general, soy una persona muy autocrítica con
todos los aspectos de mi vida y con mis libros también como no podía ser de
otra manera.
De hecho, la novela tuvo una primera versión que nunca se
publicó. La dejé guardada y al cabo del tiempo, la reescribí de nuevo y ya se
publicó con la inspectora como protagonista.
Cádiz es tu
inspiración evidente, pero ¿hay algún otro lugar, experiencia o temática que
aún no hayas explorado literariamente y que te gustaría abordar en un futuro
próximo?
Sí, hay muchos lugares que me resultan maravillosos y que
seguramente podrían ser también usados para una ambientación de próximos
proyectos. Lo que tengo claro es que me gustaría seguir realizando novelas en
las que además de ser negras o estar encuadradas dentro del thriller, se
inspiraran también en lugares de Andalucía. Me parece que es muy necesario.
Si pudieras
definir a Cádiz y a su Carnaval con una frase, ¿cuál sería?
El Carnaval es música y letra. En una palabra, arte, sin
más.
¿Una
recomendación para autores que comienzan en este arte de la escritura?
Sé que es muy típico, pero de verdad que es lo que pienso.
Lo mejor para comenzar es leer mucho y escribir mucho. Para mí, no hay otra
forma de aprender.
Muchas gracias, Cristina, por compartir con nosotros esta
mirada tan personal sobre Cádiz, su Carnaval, su gente, y sobre la influencia
imborrable de Juan Carlos Aragón en la cultura gaditana. Esperamos seguir
disfrutando de tu literatura en un futuro. Muchos éxitos.
Gracias a ti, Leo, por cederme este espacio. Ha sido un placer
charlar contigo este ratito.
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