sábado, febrero 22, 2025

10 PREGUNTAS a Macarena Palacios

Hoy tenemos en “Mi experiencia como escritor” a Macarena Palacios, escritora, historiadora, musicóloga y docente.

Hola, Macarena. Bienvenida a nuestro espacio.

Gracias, con mucho gusto, y muy agradecida por vuestra invitación.

Vamos con la primera pregunta ¿Quién es Macarena Palacios?

Macarena Palacios nació en Granada en 1970. Estudió Violoncello y Ciencias de la Música en su ciudad natal y completó su doctorado en la Universidad Libre de Berlín. Además de ser profesora de piano, actualmente imparte clases de Música y Geografía e Historia en un Instituto Público de Educación Secundaria y Bachillerato. Compagina su labor docente con la práctica pianística y su pasión por la escritura.

¿Qué es para ti la escritura?

La escritura es un espacio donde puedo dar forma a mis pensamientos y recuerdos, también mis emociones. Es un puente que me muestra cómo me siento. También es una manera de crear en la que estoy cómoda, me ayuda a comprender y canalizar mis sentimientos y equilibrarlos. Recuperar mis recuerdos y transformarlos de manera positiva, o bien contemplar los comportamientos humanos y reflexionar sobre ellos, entre otras cosas.  Escribiendo me distraigo.

¿A qué edad empezaste a escribir?

Para mí, el acto de la escritura comenzó en el momento en que una profesora puso un lápiz en mi mano y me ayudó a trazar las vocales. A partir de ese momento, que aún recuerdo por emocionante, me sentí escritora. De pequeña tenía claro que quería estudiar Periodismo o Filología Clásica, pero en la adolescencia fui con mi hermana a un concierto en Granada en el que tuve la oportunidad de escuchar una de las Bachianas de Heitor Villa-lobos. La experiencia fue tan reveladora que me olvidé del periodismo y me matriculé en el conservatorio.

¿Qué recuerdos tienes de esos primeros textos?

Uno de mis primeros textos fue un “ensayo” de más o menos doscientas cincuenta palabras que mecanografié con once años, unas veinte veces, y distribuí de manera arbitraria entre los vecinos de mi calle. Versaba sobre las arañas y los innumerables beneficios que reportaban en el hogar para controlar plagas de insectos menores de manera ecológica (entonces eso no lo sabía… jajaja). El despliegue de argumentos, te puedes imaginar, era memorable… jajaja.

¿Alguna otra pasión a la altura de la escritura?

Disfruto de la buena compañía, la música, la poesía y la enseñanza. En estos momentos el tiempo se me pasa volando, y esto me hace verlo como verdaderas pasiones. He de decirte que, en comparación, la escritura ocupa el último lugar en importancia.

En 2020 publicaste tu primera obra: Encuéntrame. ¿Cómo fue tu experiencia?

En realidad, publiqué este libro en noviembre de 2015, pero la versión digital no vio la luz hasta cinco años más tarde, que fue el tiempo que me llevó terminar el segundo volumen.  

No suelo escribir durante el curso escolar ya que mi trabajo me exige mucha dedicación y no puedo permitirme distracciones. Por eso aprovecho las vacaciones para hacerlo. Escribir requiere una atención constante a lo largo del día, lo que implica, en cierto modo, relegar otros aspectos fundamentales de la vida, como la familia o las responsabilidades laborales. Por ese motivo escribo cuando me lo permite el tiempo.

En cuanto a mi experiencia, fue muy intensa porque significó enseñar una parte de mí que nadie conocía. Mi primer libro, Encuéntrame, representó un profundo viaje de autodescubrimiento, y también para mi comunidad. El título se refiere a esta experiencia.

¿Cómo se forjó la historia en tu cabeza?

La historia de los huesos comenzó sobre un cuento de adolescencia que tenía guardado entre mis papeles y también en mi memoria. A partir de este texto, que en verdad era un sueño, situé los personajes en un lugar y con un propósito. Ellos han hecho el resto. En ese sentido he sido un instrumento, como una escriba. Casi no he tenido control sobre ellos.

¿Te resultó más fácil escribir su segunda parte Encuéntrame II (2021) teniendo en cuenta que ya tenías una trama inicial y una serie de personajes ya creados?

La segunda parte me resultó más difícil porque fue una novela que tuvo muchos parones por razones familiares. Sin embargo, conocer los personajes en profundidad fue de gran ayuda para escribirla. A esto también contribuyó la seguridad de saber —por parte de los lectores— que valía la pena terminarla. Eso es lo que más me motivó.

¿Podemos dar esta historia por cerrada o habrá tercera parte?

No lo creo. Estos personajes han dado mucho de sí y quizás una tercera parte acabe siendo solo “más de lo mismo”. La segunda entrega cierra con un final muy simbólico y lleno de esperanza, por lo que siento que esta historia ya no me pertenece. Ahora, los verdaderos protagonistas son los lectores; ellos decidirán qué lugar ocupa en sus vidas. Espero que estos personajes me dejen en buen sitio.

Lo que ellos dicen: cuando los personajes te hablan (2024) es tu último relato publicado, ¿de qué trata?

Lo que ellos dicen es un relato meta ficcional en el que se explora la relación entre una escritora y sus personajes. La trama sigue a una autora que, después de presentar su novela a un concurso sin registrarla, se enfrenta a la inesperada aparición de sus personajes en la vida real. A medida que la escritora se ve obligada a confrontar sus propias proyecciones emocionales y la disonancia entre su rol como creadora y las expectativas de sus creaciones, se enfrenta a un dilema sobre el control, la libertad y la responsabilidad en el acto de escribir. La narrativa se mueve entre el diálogo con sus ficciones y las reflexiones internas de la escritora, utilizando un estilo directo, sarcástico y cargado de tensión emocional. Con un enfoque introspectivo y un ritmo dinámico, el relato invita a reflexionar sobre el poder que tienen los personajes sobre sus autores y cómo la línea entre ficción y realidad se desdibuja cuando la creación cobra vida propia.

Eres autora autopublicada, ¿recomiendas este modo de edición?

La autopublicación es un camino complicado si uno está dispuesto a ofrecer calidad. Pasa también por una auto supervisión constante del trabajo y, en todo caso, la asistencia de buenos profesionales que ayuden a definir el estilo y aporten luz donde un escritor no la encuentra. La recomiendo sin duda si se dispone de tiempo suficiente para dedicarse a ello.

Se dice que los libros autopublicados tienen menos calidad que aquellos publicados por editorial, ¿estás de acuerdo con tal afirmación?

He visto autopublicados de todo tipo.  Las editoriales se dedican a hacer libros, saben hacer su trabajo, por lo que pienso que estos tienen más calidad. Otra cosa diferente es lo que cuentan. Eso puede tener calidad, o no.

¿Algún proyecto literario que tengas entre manos actualmente y del que puedas hablarnos?

Tengo dos proyectos empezados que suponen un cambio de registro con respecto a Encuéntrame. Uno de ellos es una historia familiar y el segundo tiene un carácter más íntimo, es una introspección, en referencia al duelo mediático. También trabajo en algunos cuentos que nunca terminaré si sigo siendo tan exigente.

En tu perfil de Instagram @vivirescribirmorir subes fotos de muchos libros que vas leyendo. ¿Para ser buena escritora hay que ser mejor lectora?

Claro, la lectura es la herramienta más importante del escritor. S. King dice que, si un escritor no tiene tiempo para leer, tampoco lo tiene para escribir. De los buenos escritores se aprende, y de los malos también. Hay que leer mucho y de todo, si se quiere ser escritor.

Y para despedirnos, ¿qué consejo/s les darías a quienes están empezando en la escritura?

En verdad yo me siento también neófita en la escritura, no tengo un bagaje profesional más allá de estos libros de los que estamos hablando, de los cuales se me siento más que orgullosa. Creo que depende del compromiso y también de la edad, pero lo más importante es la formación académica, en el lenguaje como herramienta y en los libros como referente. Y escribir a diario, si puede ser a mano. La escritura manual activa zonas del cerebro que no se iluminan cuando utilizamos dispositivos digitales. A escribir también se aprende practicando. Nunca hay que desesperar, porque el trabajo permanece. Y mejora con el tiempo si se persevera.

Cuando terminé la primera entrega de Encuéntrame recuerdo que leí las Confesiones de un joven escritor de Umberto Eco en busca de respuestas a mi proceso creativo. Cuando escribió El nombre de la Rosa, Eco explica que ya era especialista en Edad Media (entre otras cosas), por lo que no tuvo más que abrir ese cajón para componer su ficción. Ese también sería mi consejo. Escribir de lo que se sabe, y leer a los clásicos. Nada de IA.

Macarena, muchas gracias por habernos acompañado hoy en el blog. Mis mejores deseos.

Me ha encantado esta experiencia. Ha sido todo un placer dedicar este tiempo. Gracias a vosotros.

lunes, febrero 10, 2025

ENTREVISTA a los organizadores de La Ciudad es Nuestra (Youtube y Podcast)

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LA CIUDAD ES NUESTRA

Antología solidaria de fantasía urbana a favor de AdELA. Páginas: 208 Edición: noviembre 2024. Coordinadores: Sheila Moreno Griñón y Zahara C. Ordóñez y David P. Yuste Autores: Mario Moreira Licerán, Cándido Pérez-Segurado, Jesús Relinque, Roberto García Martínez, Héctor A. Kaparos Serrano, Amparo Montejano, Amaya Michelena Alberdi, Alejandro G. Velasco, Rocío Stevenson Muñoz, Marta Inés Rodríguez, Juan Antonio Oliva Ostos, Andrea Ruiz Meléndez, Carmen Sánchez Baeza, Alys Marín, Héctor Vielva, Rebeca García, Cabañas Garrido, Cristian Blanco. Correciones: Tamara López. Portada: Héctor R. Asperilla. Maquetación: José Luis Pastor Diez. Más información sobre la antología en: https://suseyaediciones.com/producto/la-ciudad-es-nuestra/

sábado, febrero 08, 2025

10 PREGUNTAS a Mauricio Albeiro Montoya

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Hoy tenemos en “Mi experiencia como escritor”
a Mauricio Albeiro Montoya Vásquez, profesor universitario, investigador, escritor, ponente y conferenciante.

Hola Mauricio, encantado de que hayas aceptado mi invitación para estar hoy en el blog.

El agradecido y el encantado soy yo por estar aquí en tu blog. Quiero agradecer a Mari Carmen González habernos puesto en contacto.

Vamos entonces con la primera pregunta: ¿Quién es Mauricio Albeiro Montoya Vásquez?

Es un profesor e investigador universitario, que vive en Medellín (Colombia). Es también una persona inquieta e interesada en muchos temas como la historia, la filosofía, la literatura, que desde muy niño soñó poder viajar, poder interactuar con otras personas, en otros escenarios. Gracias a la vida se me ha cumplido ese sueño, así que gracias por otorgarme esa oportunidad. Creo que como decía un autor colombiano en una novela que se llama La Noche Antigua, que tenía una sentencia muy bonita que decía: Todos deberían colocar en su currículum los libros que han leído y los viajes que han hecho, así que creo que esa sería una de mis definiciones, un viajero incesante, que viaja con inquietud, el turismo a mí me interesa de otra manera, me interesa conversar con la gente, conocer cosas, buscar cosas extrañas, traerme inquietudes para explorar, además de poder decir, que soy un profesor que busca nutrirlas y que ellas mismas me invadan continuamente y me sigan invitando a pensar, a escribir, a indagar, a leer, sino que también ese tipo de cosas se puedan transmitir a los estudiantes, a la gente que me escucha. Espero que los ejercicios que haga, tanto en las conferencias, charlas, tertulias o ponencias, puedan generar esa misma inquietud, y genere la posibilidad del debate sano. Soy, por tanto, un buscador, que se dedica a encontrar y construir nuevas preguntas, porque en realidad, Mauricio cree, que son más importantes que las respuestas, una buena pregunta orientada siempre dará muchas más posibilidades de que las respuestas sean más claras, mientras que una pregunta confusa, nos llevará a perdernos en los caminos.

¿Qué es la escritura?

Escribir es tal vez una de las asignaturas más complejas que existen porque uno no escribe para uno, uno escribe para otros. Muchos dicen que los textos que uno escribe tienen que defenderse solos, y eso es cierto en ocasiones, y en otras no tanto, porque hay muchos escritores que han retado a los lectores. De ahí que muchas veces, los lectores hayamos abandonado obras a ciertas edades y luego las hemos vuelto a retomar y las hemos entendido mejor, y poco a poco, las hemos ido desentrañando.

Hay autores difíciles. No en vano, si me remito a la filosofía, tenemos a Heráclito, que lo llamaban El Oscuro, y cuyos aforismos siempre han sido muy complicados. Recuerdo, cuando lo estudiamos en la universidad, que siempre había centenares de interpretaciones.

La escritura requiere disciplina. Es un arte, así como existe el arte de la memoria o el arte del olvido, y como tal, necesita el control de las herramientas a nuestro alcance. Por eso considero que a escribir se aprende leyendo mucho porque escribir implica tener vocabulario, ser versátil, para de esa manera, poder cautivar a los lectores. A eso hay que sumarle la pulcritud, como defiende mi gran amigo, Fernando Montoya, gran estudioso de la ortografía, la sintaxis y la gramática en general.

¿El libro que guardas con más aprecio?

Son muchos los que te podría mencionar, pero tengo algunas ediciones de Tintín, una edición ilustrada de Las mil y una noches en cuatro tomos y algunas revistas y comics que guardo porque me traen muy buenos recuerdos. Ya de más mayorcito, regalos como el que me hizo Fernando Soto Aparicio, un escritor que fue un gran referente para mí en mi juventud porque fue uno de los autores colombianos por los que me interesé y que empecé a leer, incluso antes que a García Márquez.

¿Qué te inspiró a convertirte en escritor?

Es difícil contestarte esta pregunta porque nadie planea ser escritor, o al menos, yo jamás me lo planteé. Cuando entré en la facultad a estudiar Humanidades, Historia, Filosofía… Y la gente me preguntaba: “¿Eso para qué sirve? ¿En qué va a trabajar? ¿Se va a morir de hambre? Y yo les contestaba: No, yo voy a investigar, voy a leer, seré profesor, y ellos me miraba con recelo. Hoy, que todo el mundo escribe y todo el mundo publica, creo que más que convertirse en escritor, uno es siempre un escritor en potencia, ya que la escritura no deja de ser un ejercicio continuo de exploración y de intenciones, un experimento: rompes, rayas, cambias de temática, cincelas, corriges. Me considero un aprendiz de la escritura. Para mí, es todo un ejercicio de construcción, como en una escalera, cada peldaño que subes es un logro y te vas forjando y vas generando textos, uno tras otro.

¿Qué opinas de la literatura contemporánea en Colombia y de su proyección internacional?

Como cualquier país del mundo, su literatura, sus pensadores, sus escritores deben ser explorados, además de explotados, en el mejor sentido de la palabra, y eso es un reto, sobre todo, para los lectores. Hay autores que buscan vender mucho, y lo logran, gracias a la proyección internacional que le dan los sellos editoriales. Permiten que haya gente que viva de la literatura, y eso es maravilloso. Los que no vivimos de la escritura y tenemos que hacer otras cosas para sobrevivir disfrutamos mucho escribiendo. Claro que a mí me gusta participar en concursos, vender mis libros, si se puede, y ganar algo, nadie dice que no, pero estoy convencido de que ese no es mi camino, aunque siempre es bonito ser reconocido.

Con respecto a la literatura colombiana, ha venido explorando cosas muy interesantes, temas nuevos, hay autores muy jóvenes, hay gente queriendo contar muchas historias, entonces, insisto, en cualquier país, esas exploraciones literarias tratan de abrir horizontes, abrir puertas, llegar a otras partes del mundo, de contar esas historias y creo que la literatura colombiana, en la actualidad, tiene una riqueza, sobre todo, en la novela. Hay muchos autores de novela ahora muy buenos y hay espectros muy interesantes. Ten en cuenta que la literatura con el boom de los mass media empieza a convertirse en un ejercicio importantísimo para explorar autores, por ejemplo, estos días hablaba con varias personas y me decían: “Nunca pude leer Cien años de soledad… Y vi la serie de Netflix y ahora lo voy a leer”. Otros me decían: “Empecé a leer capítulo a capítulo y sigo adelante”. Otros que comenzarían a leerla para poder ver la serie. Entonces, eso también es una muestra de que hay una proyección internacional, una serie de Netflix va a llegar al mundo entero y va a permitir que se traduzca en otros idiomas, incluso ha llegado a ser traducido al japonés. Eso genera la oportunidad de internacionalización y que muchos autores colombianos y de otros países de América Latina puedan ser conocidos. La internet, si nos damos cuenta, es algo muy rico, porque hace treinta o cuarenta años, no teníamos las opciones de hoy en día de recibir tanto material y tanta información buena y que pueda ser explorada de la mejor manera.

Programa Brevísimo
¿Qué autores colombianos (pasados o presentes) consideras fundamentales para entender la cultura de tu país?

Es una respuesta muy difícil porque cada lector tiene una intención cuando se acerca a algo. Por ejemplo, si yo buscara autores de otro país, sería interesante explorar autores que hayan trabajado las brevedades literarias, las sentencias, la microficción, que se hayan dedicado al relato, la poesía, las greguerías… Esa búsqueda la hace cada lector según sus intereses. En el caso colombiano, tengo varios autores que me gustan mucho. Me referiré a cuatro solamente y diré algo de ellos, pero hay muchos más. Comienzo por Fernando Soto Aparicio, obras como Viva el ejército, Mientras llueve y muchas otras fueron un referente para mí muy interesantes. Sus cuentos también llamaron mucho mi atención porque Fernando Soto Aparicio fue de los primeros autores que empezó a mostrar la novela social y la crítica al sistema y a las situaciones. Hay una novela llamada La Rebelión de las ratas, que es en realidad, la historia de Rudecindo Cristancho, que trabaja en una mina y que es explotado, y que luego, frente a eso, hay una rebelión. Otro autor, que también para mí es muy representativo, es Evelio Rosero, que ha trabajado el cuento infantil y el cuento corto, pero sobre todo, su novela es muy interesante. Podría referenciar dos que me llamaron mucho la atención como son La carroza de Bolívar, que se desenvuelve en el Carnaval de Pasto, alrededor de una crítica a Bolívar, esa crítica que los pastusos siempre han hecho a Bolívar por la famosa masacre de la Navidad Negra. Y también Casa de furia, otra historia que recrea muy bien nuestra realidad colombiana, y me atrevería a decir, Los Ejércitos, que creo que es otra novela que todo colombiano debería leer. Y hay otros dos autores, Juan Diego Mejía, un escritor colombiano actual muy bueno, con una producción bastante amplia, muy prolífico también en cuento y novela y que tiene una novela, que me llamó mucho la atención, que es con la que él empezó a darse a conocer por aquí, titulada El cine era mejor que la vida. El título ya pone a volar la imaginación y la novela es maravillosa, es casi como una historia autobiográfica, y él que fue discípulo de un gran escritor colombiano como Manuel Mejía Vallejo, del que también hemos leído sus cuentos y sus novelas. Aquí tendríamos que mencionar muchos más como García Márquez, Tomás Carrasquilla, un escritor costumbrista, pero bueno, no alcanzaría para hablar tanto. Y finalmente, me gustaría hablar de otro autor muy joven, Daniel Ferreira, que hizo un trabajo llamado La pentalogía de la violencia, cinco novelas sobre la violencia, todas muy interesantes, pero yo me quedo con una de ellas, que además tiene un título que llama mucho la atención como es Viaje al interior de una gota de sangre. Es una masacre cometida por los paramilitares recreada de manera novelada, pero además con una belleza literaria, cuyo título lo deja a uno volando. Una novela corta, pero muy contundente. Pero insisto, cada cual, según sus intereses, buscará un tipo de literatura u otra, yo por ejemplo, he rastreado mucho en España autores, que me interesan por lo que hago, y voy a mencionar uno que me encanta, Juan José Millás, y sus Articuentos o Los objetos nos llaman. Además, sigo sus artículos en los periódicos, que me llaman también mucho la atención.

¿Qué aspectos de Colombia y de su historia buscas resaltar en tus escritos?

Lo que he escrito sobre el tema colombiano, gira alrededor de tres cuestiones. La primera es la historia del conflicto colombiano, sus causas y consecuencias. Ha habido una gran cantidad de guerras civiles a lo largo del siglo XIX y siglo XX en un país muy turbulento, con una violencia que ha conllevado a mucho dolor durante gran parte de la primera mitad del siglo XX. Un conflicto armado que ha desangrado este país, en el que hemos tenido actores de distinta índole, una serie de acciones criminales muy fuertes. La segunda es la memoria histórica, lograr que se sepa lo que sucedió, ante tanto negacionismo en el mundo y en nuestro país, hay que mostrar que ciertos hechos sí son ciertos, y sobre todo a las nuevas generaciones, que cada vez menos, lastimosamente, o que buscan otras formas de lectura, o que tienen otros intereses, pero sería muy interesante poder llegar a ellos para que conozcan lo que ha sucedido y comprendan lo que han vivido sus seres queridos y sus antepasados y lo que ellos están viviendo o pueden vivir. Y la tercera serían los elementos de mis cuentos que giran alrededor de anécdotas de la historia y el conflicto colombiano. Estos son los temas que deseo que queden en la memoria y que mis letras sirvan como trampolín a los lectores para que se acerquen a otras cuestiones para ellos importantes.

Me gustaría que nos hablases de tu experiencia como docente y conferenciante y cómo ha contribuido en tu faceta de escritor.

He sido docente desde muy joven, a los 20 años, incluso antes de terminar mi primera carrera de filosofía, ya fui profesor de bachillerato. Esa fue mi primera experiencia en la enseñanza, aunque siempre estuve relacionado con la cultura liderando algunos proyectos, que ayudasen a los jóvenes a desarrollar la empatía hacia la literatura. Más tarde pasé por varios colegios, hasta que tuve la oportunidad de ser asistente de un profesor en la universidad, cuando ya estaba acabando mis estudios superiores, y eso me catapultó a empezar como profesor catedrático en la Universidad Pontificia Bolivariana, que es una de mis almas mater, donde desarrollé la enseñanza de Historia, Filosofía y Humanidades durante muchos años. Dicté cursos como Religiones del mundo, Historia de América Latina, Historia de Colombia… Tuve también la oportunidad de trabajar en el Instituto Universitario Salazar y Herrera. Todas estas experiencias me sirvieron mucho para aprender a preparar una clase, presentar un curso, proponer lecturas a mis alumnos, la metodología a seguir o el discurso que debo desarrollar en cada momento.

Mi faceta de conferenciante ha surgido un poco por las veces que me han invitado algunos organismos para llevar a cabo algunas ponencias sobre temas que manejo. Eso me ha enseñado a hacer síntesis, ser más directo. Siempre que realizas conferencias, ponencias, charlas, puedes desarrollar ciertas inquietudes. Yo siempre ando con una agendita, que llevo siempre encima, y sea en el bus, sentado en un banco, caminando, o en la cama, me levanto y anoto como un loco lo que se me acaba de ocurrir, para que no se me olviden las ideas. Algo que me ayuda mucho en mi faceta de investigador, escritor y lector.

Canal de Youtube de Mauricio

Leyendo algunos de tus cuentos, uno se da cuenta de la calidad literaria que atesora tu pluma. ¿Qué ingredientes consideras que debe tener un buen relato para que cale en el lector?

Lo primero, agradezco las palabras que tienes hacia mí en cuanto a la calidad literaria de mis textos. Para escribir relatos o cuentos breves, sobre todo, hay que leer mucho. Si lo que quieres es escribir novela, pues obviamente, tienes que leer novela. Si quieres construir un ensayo, tendrás que leer muchos ensayos, para que veas las formas que existen. Cortázar decía algo muy interesante, que era que la novela ganaba por puntos y el cuento por knockout, y esa es la mejor definición para la brevedad y para la contundencia. Yo, y eso ha generado muchas críticas, ya sean positivas o negativas, siempre digo que los cuentos cortos tienen que acabar con algo contundente, algo que deje pensando al lector. Tiene que generar conciencia. Ese es para mí el fin del arte de la literatura. Diría no tanto que hay recetarios o decálogos, aunque haya gente que los tenga, y sean buenos, sino más bien, que el autor debe tener los ojos y los oídos bien abiertos, permanecer atento a todo lo que le rodea, porque cualquier cosa que uno vea o escuche, se puede convertir en un relato, como me ha pasado a mí más de una vez.

De hecho, una de tus últimas obras lleva el título de Cuentos cortos para lectores con tiempo, ¿tienen un nexo común dichos relatos?

Cuentos cortos para lectores con tiempo es una obra que se publicó en el mes de octubre del año 2023, publicada por la editorial Micrópolis de Lima (Perú), que dirige el maestro Alberto Benza. Se trata de una obra en la que llevaba trabajando muchos años, y en la que empecé a trabajar estando yo en España, allá por el año 2012, cuando por primera vez tuve un acercamiento a un autor mexicano, Juan José Arreola, y ahí fue cuando empecé a explorar la brevedad. Y ya para el año 2021, allá por la pandemia, conseguí aunar 83 relatos, cuentos cortos, que se publicaron. El título tiene un punto interesante, porque en principio, se iba a llamar Cuentos cortos para lectores sin tiempo, y fue un amigo, Salomón Castañeda, profesor de Literatura e Idiomas, quien me hizo hacerme la pregunta de por qué los cuentos cortos debían ser para gente sin tiempo. Y me argumentó que por ser corto, no quería decir que fuese trivial, que sea sencillo, o que lo entienda cualquier persona. Tienes cuentos en esta colección, que requieren ser leídos varias veces, no porque no se entiendan o estén mal escritos, sino porque tienen un nivel de profundidad que el lector necesita tiempo, entonces ese consejo me invitó y me incitó a escoger el título inicial, porque a veces la brevedad también requiere tiempo, necesita reflexión.

Y comentarte que no tienen un nexo en común, tratan diferentes temas: sociales, religiosos, humorísticos, fantásticos; es variopinto.

Hay algunos leídos por Edwin Solórzano en un canal de Youtube, que se llama Lecturas Amenas, con un capítulo dedicado a mi libro en el que lee varios de mis textos junto a una entrevista que me hizo, para quienes puedan estar interesados.

Ya mi segundo libro de brevedades literarias, que incluirá epigramas, aforismos, relatos y cuentos atómicos, llevará como título Brevedades literarias para lectores inquietos, entonces ahí sí que jugaré con eso.

Me interesa que nos hables sobre el proyecto 100 preguntas y respuestas para comprender el conflicto colombiano.

100 preguntas y respuestas para comprender el conflicto colombiano es un proyecto escrito y radial. En el año 2017 se publicó una primera edición, son dos libros, cada uno trae 50 preguntas sobre el conflicto colombiano, explora la historia de las guerrillas, de los movimientos sociales, de personas que atravesaron la historia de Colombia, presidentes, líderes sindicales, el mundo del narcotráfico, lo que han sido los procesos de paz, etcétera. La idea era crear un libro con características pedagógicas, que pudiera ser leído por cualquier persona, no solo por un erudito o un experto. Y sobre todo, lo pensamos para estudiantes, para el colegio, para el área de Ciencias Sociales de Historia de Colombia, para que de alguna manera, sirva como manual para estudiar ese fenómeno y que pudiese ser utilizado para la discusión. Y luego, se convirtió en un programa radial, que lleva el mismo nombre, y en el que ampliábamos el horizonte de lo que habíamos escrito con autores y con invitados.

También participas en el programa de radio Brevísimo, con la Universidad Nacional, ¿a qué está dedicado?

Brevísimo es un proyecto que nació por una idea mía. Yo ya venía explorando, como te decía antes, el tema de la brevedad, y ahí empecé a leer muchos autores, teóricos, sobre todo, escritores de brevedades literarias, microficción, fábulas, apólogos, poesía, refrenes, etcétera. Y en 2019, antes de empezar la pandemia, me reuní con dos amigos junto a los que participaba en un taller literario, Andrés Correa y Álvaro Tancarife, y les conté la idea que tenía de hacer un programa de radio sobre brevedades literarias. Aunque ya existieran algunos antes que el nuestro, como pueden ser El peso exacto de un colibrí, que es un programa, que se emite en México, y que se dedica a la microficción en los interludios de la emisora de la Universidad de la UNAM. Hay otro, que es Gente de pocas palabras, dedicado a difundir la minificción. Y hay un tercero, que se llama Suenan timbres, que el nombre está dedicado a una obra de un escritor colombiano, que se llama Luis Vidales, y que para muchos, es el precursor del relato breve en Colombia, creíamos que podríamos aportar nuestro conocimiento al tema. De hecho, nuestro programa está dedicado a la brevedad. Tiene como una especie de secuencia, se hacen episodios cartográficos, en los que viajamos por otras regiones y otros países para explorar las formas breves, se hacen entrevistas a escritores de brevedades, se hacen programas temáticos, por ejemplo, sobre Eduardo Galeano. También tenemos programas dedicados a concursos de formas breves, y un quinto al que llamamos Trazos Breves, en el que hablamos sobre la parábola, la sentencia, los aforismos o los grafitis. Ya son cuatro años y medio trabajando, más de 230 programas, que se emiten por la emisora de la Universidad Nacional de Medellín, la universidad más grande de Colombia, y quienes lo deseen, pueden encontrar todos los programas en la web, igual que en Facebook Brevísimo o en Youtube Brevísimo 2020, aunque estamos tratando de tener presencia en Ivoox y otras plataformas de podcast.

Durante nuestra charla, me ha surgido una consulta, y está relacionada con tus columnas de opinión.

La columna de opinión es un género que me gusta mucho. Aunque no sea periodista, lo he explorado, así como la radio, en la que he participado en varios programas: Brevísimo, 100 preguntas y respuestas para comprender el conflicto colombiano u otros programas sobre fútbol.

En cuanto a la columna, la he explorado, sobre todo, en un periódico digital que se llama Al Poniente, en el que durante varios años tuve una sección personal, particular, con mi nombre Mauricio Montoya, en la que se trataban temas de actualidad con distintas vertientes. Llegué a publicar alrededor de 40 columnas. Ya, desde el año pasado, en enero de 2024, comencé una columna junto a un escritor, al que aprecio mucho, Fernando Montoya, con el que a pesar de compartir apellido, no somos ni primos, ni hermanos, somos amigos, nos conocimos en la Universidad, él era estudiante de Literatura, y compartimos muchas inquietudes filosóficas, históricas, literarias, que ha sido un referente para mí, un gran lector y un gran estudioso, con el que tengo además una columna, que se llama Logoi, que es una palabra muy bella, proveniente del griego, y en la que cada 8 días, proponemos un término y hablamos sobre su origen etimológico, social, cultural e histórico. Cómo ha nacido, cómo se ha transformado, qué ha significado, y de la que a día de hoy, tenemos 49 columnas de opinión.

Como aficionado al fútbol, si te pidiera que como seleccionador me hicieras un equipo basado en tus gustos literarios, ¿cuál sería tu once ideal?

Desde chico he sido muy amante del fútbol. Jugué de pequeño, ya después nunca volví a hacerlo. Aunque no era muy bueno ni con la izquierda ni con la derecha (risas). Incluso fui portero entre mis épocas de jugador. Aunque me gusta mucho, soy muy aficionado, he tenido la oportunidad de viajar a dos mundiales a apoyar a la selección de Colombia, en Brasil 2014 y Rusia 2018.

Tuve la alegría siendo muy niño de ver a Nacional salir como Campeón de la Copa Libertadores, y ahora en el 2016, de verlos nuevamente levantar el mismo título, con gran alegría.

Me encanta el fútbol, y también escribir sobre fútbol, sobre geopolítica y fútbol, sobre las historias ocultas de este deporte, sobre los torneos, leer novelas y cuentos sobre el tema. Hay una novela en Colombia, de un escritor llamado Philip Potdevin, que se titula Y adentro, la caldera, que es una historia sobre el fútbol y el narcotráfico en Colombia, que vale la pena.

Escribí también algunos artículos de prensa sobre la historia de los mundiales, publicados desde el año 2010 hasta la actualidad. Y un programa de radio, que se llamó La Memoria que rueda, que desarrollé con el profesor Gonzalo Medina, también en la Universidad Nacional, sobre la historia de los mundiales de fútbol.

Y voy con mi once ideal a partir de literatos, que lo compondríamos con 1-5-3-2:

Portero: Albert Camus, que decía que todo lo que sabía de moral, se lo debía al fútbol.

Defensas (5): Horacio Quiroga por la banda derecha, Mario Benedetti, por la izquierda, con tres centrales: Juan Villoro, Eduardo Sacheri y Rysard Kapuściński.

Medios (3): Luis Tejada, Guillermo Zuluaga Ceballos y Gonzalo Medina.

Delanteros (2): Roberto Fontana Rosa y Eduardo Galeano.  

Y como director técnico sería Osvaldo Soriano, puesto más que merecido.

Y yo sería el Asistente Técnico: Mauricio Albeiro Montoya, sobre todo con la idea de aprender de todos ellos.

Maravillosa selección la que nos propones. Todos sabemos que tras un escritor siempre se esconde un gran lector. ¿Cuál es tu temática favorita como tal y qué libro/s nos recomendarías de ese mismo género?

Una pregunta realmente compleja, porque uno siempre está leyendo cosas distintas. Pero de mis formaciones, comentaré algunos libros que me gustan mucho y a los que siempre acudo.

En Filosofía, sobre todo los clásicos, y en los últimos años, he vuelto a algunos autores que siempre me han fascinado, y aquí destaco dos obras: Marco Aurelio y sus meditaciones y Séneca, con un texto que se llama De la brevedad de la vida, que me acompañó y me ayudó bastante en una pena familiar, la muerte de una tía a la que quise como si fuese mi madre, y que tras su pérdida, sufrí un golpe emocional muy fuerte.

En Historia hay mucho, pero yo recomendaría mucho la Novela Histórica, que me encanta. Y hay una que me gustó bastante, una novela sobre Giordano Bruno, de un teólogo alemán llamado Eugen Drewermann, Giordano Bruno y el Infinito Universo y sus mundos, que es el título de una de sus obras, y así se subtitula la novela sobre Giordano Bruno, este dominico, quemado por la Inquisición en 1600 en la Plaza de Fiore en Roma.

Y en cuento breve, pues habría muchos, pero quisiera reiterar mi respeto por Juan José Millás y sus Articuentos, que para mí es un referente. Aunque si me preguntas un recomendado sería Los cuentos sufís de Nasrudín.

Y para despedirnos, ¿qué consejo les darías a los jóvenes escritores que buscan hacerse un lugar en el mundo literario?

Yo diría, más que consejos, que mantengan viva la inquietud, llevar una agenda y un lapicero en la mano, ya que uno no sabe cuando llega la inspiración y la epifanía. Siempre tener el fuego ardiendo, siempre asombrarse y estar atento ante cualquier hecho, conversación o palabra.

Mauricio, muchas gracias por este ratito. Enhorabuena por tus éxitos literarios, que no son pocos.

Leonardo, nuevamente, te agradezco esta invitación. Para mí ha sido un gran placer y un honor poder participar de este espacio con vos, conversar, poder contar estas experiencias que se han dado a lo largo de la vida. Y aprovecho para desearte mucho éxito con este blog, con este apartado de entrevistas, que podamos así seguir conociendo muchos autores y que así podamos nutrirnos de todas estas enseñanzas. Un saludo a todos los lectores de este blog, y a vos, un abrazo, un agradecimiento y que sigas muchos años más con todo este proceso. 

miércoles, febrero 05, 2025

10 PREGUNTAS a Cristian Daniel, El Guardalibros

Hoy tenemos en el blog a Cristian Daniel, de profesión trabajador social y diplomado en Humanidades, aficionado lector que gestiona el IG El_guardalibros. Bienvenido a Mi experiencia como escritor.

Vamos con la primera pregunta: ¿Quién es Cristian Daniel?

Uno de tantos que habitamos el mundo. Pero en específico, pareja, hijo, hermano, amigo y ciudadano de 33 años, chileno y comprometido. Vivo en la comuna de Colina de la Región Metropolitana y me desempeño como trabajador social en un programa de prevención para el consumo de sustancias en establecimientos educacionales. Me gusta leer, el invierno y el té.

¿Qué es para ti la literatura?

Una fuente de placer y disfrute. Es una de las actividades que todos los días realizó ya por costumbre. Es parte de mi vida.

Cuéntanos, ¿cuándo y cómo nace tu amor por los libros?

Mi madre siempre fue una lectora asidua y por consecuencia, siempre valoró la lectura como una actividad importante en la vida, actividad que introdujo en mi vida llevándome a visitar y a comprar en librerías de barrio de la comuna de Santiago Centro, en dónde tuve mi primer acercamiento con libros como La isla del tesoro, Drácula, Cuentos de amor, locura y muerte, entre otros clásicos que me acompañaban en mis tardes y noches de mi infancia y adolescencia. También puedo darle crédito a mi profesora de lenguaje de la enseñanza básica, quién me fomentó la lectura de muchos libros que me dejan un grato recuerdo, pese a la obligatoriedad de leerlos. Eso no supuso aburrimiento, sino más bien la posibilidad de explorar textos que hasta el día de hoy valoro. Ejemplo de lo anterior es que aún Sub Terra de Baldomero Lillo es el primer libro que se me viene a la cabeza cuando pienso en la literatura de mi infancia.

Como prescriptor de libros, ¿crees que un escritor debería tener un espacio digital?

Si, por supuesto. Creo que actualmente hay que aprovechar las ventajas de la tecnología para promocionarse y por ende darse a conocer, sin descuidar los espacios analógicos que se pueden ocupar para la misma labor.

¿Cómo y cuándo nace El Guardalibros?

La cuenta de IG nace de otro proyecto llamado D´libros, que en conjunto con un buen amigo creamos a finales del 2020. Sin embargo, debido a la escasez de tiempo para ocuparnos ambos de forma eficaz del perfil, decidimos no continuar con el proyecto y después del verano del 2021, cree El guardalibros. El nombre siempre fue lo que menos me importó. Salió de una baraja de opciones que imaginé en una tarde un poco desocupada.

El interés de crear esta nueva cuenta tiene que ver específicamente con crearme para mí mismo, y quizás en consecuencia para otros y otras, espacios de conversación en torno al libro y a las experiencias diversas de lectura. Hablar de literatura, aprender y escuchar de los demás fue lo que me ha movido siempre en este espacio. No es una cuenta de fomento lector ni tampoco un perfil de críticas literarias. Respeto mucho a quienes tienen las credenciales para esa labor. Yo en estos momentos no puedo hacerlo y no sé si quisiese por lo pronto hacerlo. Me agrada la idea de que El guardalibros es una ventana para conocer y charlar un rato acerca mis libros y los de otros que llegan a este espacio virtual.

En tu cuenta de Goodreads has llevado a cabo casi 500 reseñas. ¿Qué es lo que tienes en cuenta a la hora de valorar una obra?

Más que valorar, prefiero llamar al ejercicio una suerte de resumen con observaciones personales. No hay intenciones de crítica literaria en mi perfil de Goodreads ni en Instagram.

Las anotaciones, en general, constituyen recordatorios digitales de los libros que he leído. Hasta hace muy poco me envalentoné nuevamente a poner estrellas en Goodreads, debido a que me siento, hoy por hoy, con más herramientas para defender las opiniones que tengo de las lecturas realizadas.

Y en relación a la pregunta, tengo en cuenta, al momento de leer un libro, el estilo de escritura de un texto y si este estilo es cuidadoso con las decisiones tomadas al respecto. Es decir, me trato de fijar, dentro de mis posibilidades, como el autor/a utiliza las herramientas de su oficio en la confección de la historia, y si estas herramientas dan como resultado un texto que cumpla con lo básico que se le pide o si es más bien un producto mal elaborado.

También me encanta que un libro pueda llegarme en términos temáticos. Si bien esto responde a la esfera subjetiva de mis lecturas, es un hecho que para mí es importante. Me agrada que un libro, aparte de estar bien escrito, me conecté con una historia que me importe conocer.

Las novelas suelen considerarse mejores que sus adaptaciones cinematográficas. ¿Qué películas considerarías mejores que sus homónimas literarias? 

En verdad es una pregunta difícil, en cuanto desde hace un tiempo no veo tanto cine como quisiera. Pero, respondiendo a la pregunta, en relación a las obras cinematográficas que me han gustado, en términos impresionistas, más que el libro en el que se basan, puedo señalar Drácula dirigida por Francis Ford Coppola, sin ser el libro mismo un mal texto, y Misery, dirigida por Rob Reyner, basada en el libro de Stephen King. Ambas películas me encantan.

¿Escribes? 

A veces. Escribo breves cuentos que surgen más bien de momentos inspirados más que de un proceso formal de escritura. Uno de ellos logró un segundo lugar en un concurso comunal realizado por el Centro Lector de Colina. Sin embargo, pese a lo anterior, no es una actividad que en verdad me preocupé en la actualidad desarrollar. Creo que primero debiese tener una gran cantidad de textos leídos para pensar seriamente en escribir. Antes no. Y claro, motivación para mantener el ejercicio en marcha y no abandonarlo.

Mi enhorabuena por ese segundo lugar en el concurso. Nómbrame tres lecturas de ficción que te hayan cautivado el pasado año 2024.

Stoner de Williams, Solenoide de Cartarescu y Kioto de Kawabata.

¿Y ensayos?

No es un ensayo, pero el libro “Últimas palabras de Yukio Mishima”, que contiene dos entrevistas del escritor japonés, es un libro bastante esclarecedor de su pensamiento en términos generales.

¿Qué libro consideras que todos deberíamos al menos una vez en la vida?

El libro del desasosiego. Pone por escrito temas, situaciones y reflexiones profundamente humanas. Expresa aquello que muchas veces no sabemos cómo decirlo. Es un libro hermoso y rarísimo. Hay quienes se pasan toda la vida leyéndolo y/o releyéndolo.

¿Dónde podemos encontrar a El Guardalibros en las redes sociales?

En Instagram y en Tik Tok, aunque interactuó muy poco por esta última app.

Y para despedirnos, ¿qué consejo/s les darías a quienes, como tú, quieran dedicarse a divulgar la literatura y la cultura por redes sociales para no claudicar en su intento?

Pensar bien cuáles son las reales motivaciones para generar contenido (el que sea) en redes sociales, ya que esto permitirá delinear las acciones posteriores en la plataforma seleccionada. Hay personas que me han pedido consejos para comenzar una cuenta de libros en redes sociales, y siempre comento lo mismo, que es necesario primero saber qué se quiere lograr con la cuenta. Es muy distinto querer conseguir notabilidad a querer construir espacios de fomento, o como en mi caso, simplemente encontrar espacios de conversación mediante los libros y las experiencias particulares de lectura que cada quién tiene al enfrentarse a estos. Hay que sincerarse acerca de los objetivos de las cuentas que uno pueda crear.

En relación a lo que yo hago con el El_guardalibros, simplemente aconsejaría estar abierto a conversar mediante DM, comentarios dejados en reels o en post, y mantener un trato respetuoso y asertivo con quiénes se comparte en el espacio digital. Y por supuesto, tratar de ser creativo cuándo se pueda.

Cristian, muchas gracias por habernos acompañado hoy en “Mi experiencia como escritor”.

Muchas gracias a ti. Agradecido del espacio y de la cordialidad.