Hoy tenemos en “Mi experiencia como escritor” a Pepa Morató, escritora.
Hola, Pepa. Bienvenida a nuestro espacio.
Hola, Leo. Encantada de que hayáis pensado en
mí para compartir este ratito con vosotros.
Vamos con la primera pregunta ¿Quién es Pepa Morató?
Pepa Morató es una persona sencilla que solo
necesita estar rodeada de libros para sentirse feliz. Soy una enamorada de la
lectura desde que tengo uso de razón y siempre he encontrado un motivo para
coger papel y lápiz, apartarme del mundo y juntar palabras.
Cuando leo y cuando escribo sigo siendo
aquella niña enamorada de los libros que no tuvo; por eso, ahora, valoro tanto
su posesión. Tengo una biblioteca con muchos ejemplares que he ido construyendo
a lo largo de los años. Para mí son la conexión con países que nunca visitaré,
con otras vidas que no viviré y con otros personajes que me enamorarán. ¡Mi
tesoro más preciado!
¿Qué es para ti la escritura?
En primer lugar, una liberación. La escritura
me permite ser el personaje que quiero, hablar como deseo y contar las
historias que bullen en mi cabeza. Es un lugar en el que perderme, dar rienda
suelta a la imaginación, compartir mis pensamientos y emociones con los demás
y, gracias a eso, conocerme mejor y encontrarme, porque escribir es un viaje de
descubrimiento constante. Como decía Ana maría Matute: “La palabra es lo que
nos salva”.
Si mis palabras pueden entretener y hacer
reflexionar, entonces considero que he cumplido mi propósito.
¿Qué libro recuerdas como el primero que
tuviste entre las manos?
En mi casa no había libros, salvo alguna novela rosa que mi madre devoraba y cambiaba en el quiosco del pueblo. A mí no me las dejaba leer porque decía que no estaba preparada, pero ella era consciente de mi afición por la lectura.
Un día llegué con las notas de fin de curso a casa. Tenía diez años. Acababa de terminar primero de Bachillerato y mi madre me llevó a una librería de Gandía. Me dijo que eligiera un libro. Me emocioné tanto, fue tan grande esa sensación de estar rodeada de tantos cuentos que tardé un buen rato antes de decidirme por uno. Escogí Los diez mejores cuentos españoles con dibujos de Emilio Freixas.
Nunca en mi vida me he vuelto a emocionar
tanto con un regalo.
Ese fue el primer libro que tuve. Todo mío.
Aún lo conservo como oro en paño.
Tienes varias obras publicadas antes de Lágrimas sobre la acera (2022), una de tus obras más recientes. Háblanos un poquito de ellas.
En 2011, la
editorial Alupa, me publicó una novela juvenil titulada El reino de Eidos, actualmente descatalogada; en 2019, se publicó
la novela No te fíes que escribí junto
a las escritoras Rosa Sanmartín y Paula Torres y en 2021 autopubliqué Almas de barro, una selección de historias
en la que alternaba relatos que habían sido galardonados con otros inéditos.
¿Alguna anécdota o detalle que quieras compartir con nosotros y que te haya pasado durante tu carrera como escritora?
Lágrimas
sobre la acera me ha proporcionada muchos momentos de
alegría. Desde el principio tuvo buena acogida y he tenido la suerte de recibir
muy buenas reseñas. Como anécdota recuerdo una mujer que me escribió: “Me ha
gustado mucho este libro, tendrían que hacer una serie por lo interesante que
resulta ese mundo desconocido para una gran mayoría”. ¿Se puede ser más
bonita?, pensé. Por supuesto me puse en contacto con ella para agradecerle sus
palabras.
¿De qué trata la historia?
Esta novela cuenta la historia de una chica de
15 años que, contra la voluntad de su padre, abandona su hogar y se va a
Valencia para cumplir su sueño: estudiar Magisterio. Sin apenas dinero. Sin
conocer a nadie. Sin haberse planteado cómo iba a subsistir, pronto su sueño se
viene abajo y acaba en una pensión del barrio chino de Valencia.
La acción transcurre durante el curso 1969-1970.
Tiene como telón de fondo los últimos años del franquismo. Las revueltas
estudiantiles y la lucha interna de Cata, la protagonista que se debate entre
dos mundos tan distintos, marcan la trama de la historia.
Esta novela es un alegato a la fortaleza de
aquellas mujeres que, a pesar de estar oprimidas, supieron mantenerse en el
empeño de cumplir sus sueños.
Tu última obra la publicaste a principios de
2024. Su título: El río mudo. ¿Qué nos deparan sus páginas?
Sí, El
río mudo es la obra que me acaban de publicar.
Esta novela es una obra coral. Se desarrolla
en un pueblo ficticio y cuenta la historia de una profesora muy involucrada en
su trabajo a la que le llega una denuncia por acoso sexual. A partir de ese
momento todo su mundo comienza a tambalearse: los amigos ya no lo son tanto,
los compañeros la evitan, los rumores se disparan y las actitudes cobardes
afloran.
En esta obra se pone de manifiesto el poder
de las redes sociales, la maledicencia de la gente y los prejuicios.
¿Algún proyecto literario que tengas entre
manos actualmente y del que puedas hablarnos?
Últimamente estoy algo dispersa, pero hay
tres ideas muy potentes que me reclaman con fuerza. Una de ellas ha comenzado a
tomar forma. Se trata de otra novela en la que quiero abordar el tema de la
amistad y el paso del tiempo. Aunque eso solo será posible si los personajes no
se empeñan en llevarme por otro camino.
Como lectora, ¿cuál es tu género favorito?
Leo novelas de cualquier género si están bien
contadas. Me fijo más en cómo se
cuenta una historia que en el argumento; por
eso mis preferidas son las psicológicas, dado que en ellas se trabajan mucho
los sentimientos de los personajes, y las filosóficas, porque plantean
reflexiones sobre diversos temas.
Leo también bastantes ensayos y mucha poesía.
Me maravilla la capacidad de los poetas para buscar esa concreción y belleza
que destila un buen poema.
¿Algún/a autor/a que te tenga ganada por sus historias y cómo las cuenta?
Mis referentes siempre han sido, en un
principio, los autores clásicos. Entre los contemporáneos destacaría a Luis
Landero, Julio Llamazares, Clara Obligado, Alice Munro, Lorrie Moore y Paul Auster.
Recientemente, he descubierto a Víctor del
Árbol y a Lorenzo Silva. Su manera de narrar me ha cautivado. Adquiriré más
obras de ellos.
¿Crees que la lectura te ha ayudado a ser
mejor escritora?
Sin ninguna duda. Para mí la lectura es el
colchón en el que se asientan las formas de narrar, estas te van calando y
dirigiendo cuando escribes.
No puedo estar sin leer. Un día sin hacerlo
es como un día perdido. Y me gusta leer con sosiego, fijándome en la estructura
de las obras, en la construcción de los párrafos, en el lenguaje utilizado…
Creo que todo buen escritor ha sido antes un
buen lector.
Y para despedirnos, ¿qué consejo/s les darías
a quienes están empezando en la escritura?
Que lean mucho, la lectura es una fuente
inagotable de inspiraciones y aprendizaje. Que lean libros de diferentes
géneros y estilos, que abandonen su zona de confort para leer otro tipo de
obras, con el fin de obtener ideas, analizar cómo los autores manejan las
tramas, los personajes y el lenguaje.
Que escriban todos los días, aunque sea un
periodo corto de tiempo. La práctica es fundamental para soltar mano y mejorar.
Que revisen los trabajos antes de llevarlos a
ninguna editorial y, si pueden, que la den a varios lectores de confianza para
que hagan una lectura previa.
Que no se desanimen ante los rechazos, que no
se obsesionen por publicar, porque este camino es tan largo como una carrera de
fondo.
Y, sobre todo, que disfruten durante el
proceso de creación, que escriban lo que les gusta a ellos y no lo que crean
que va a gustar a otros con la intención de triunfar. Siempre he creído que lo
importante es escribir desde el corazón y emocionar con las palabras.
Pepa, muchas gracias por habernos acompañado
hoy. Un placer haberte tenido entre nosotros
El placer ha sido mío. Hacéis una gran labor dándonos visibilidad a los autores y os agradezco de corazón que hayáis pensado en mí para compartir este ratito hablando sobre escritura.
¡Que inspiradora eres! Estoy deseando leer El río mudo. Si es tan buena como Lágrimas sobre la acera, la devoraré en dos días.
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