viernes, marzo 01, 2024

10 PREGUNTAS a J.C. Wieland

Hola, Juan Carlos. Encantado de tenerte hoy en nuestro espacio después de tanto tiempo hablando a través de las redes.

Hola Leo. Por mi parte, encantado de compartir esta entrevista contigo.

Vamos con la primera pregunta: ¿Quién es J.C. Wieland?

Yo me definiría como una persona nefelibata, siempre en mi mundo, lleno de ilusiones y proyectos a los que hacer frente intentando no perder el ánimo tal y como estan las cosas en el mundo de las letras. Me tengo por un luchador. Un Goonie en el mundo de los libros.

¿Qué es para ti la escritura?

La escritura es algo fabuloso que se me ha regalado y de lo que estoy encantado y disfruto a cada instante. Cuando escribo, activo esa burbuja que me aleja del mundo real y me permite adentrarme en mis pensamientos dando rienda suelta a todas esas historias y cosas que quiero “necesito” contar y compartir con el resto de la humanidad. Escribir forma una parte muy importante de mi vida y es algo que aprecio y disfruto mucho. Hoy por hoy, no podría concebir mi vida sin escribir (y leer).

¿A qué edad empezaste a escribir?

Vamos con el topicazo que se suele emplear diciendo que desde que era pequeño (risas). Empecé como muchos otros escribiendo cuentos. Si no recuerdo mal, tendría unos diez u once años cuando mi imaginación se unió a las ganas de plasmar todo sobre un papel y llegué a tener una pequeña colección de cuentos infantiles que solo yo y algún amigo llegó a conocer. De hecho, los conservé hasta que mis hijas descubrieron la carpeta donde los guardaba haciendo algo parecido al confeti con ellos. Después pasaron muchos años hasta que finalmente decidí intentar escribir mi primera novela, lo hice, pero nunca vio la luz. Otro tanto de años más tarde al fin logré hacer mi sueño realidad con mi primera novela oficial publicada; La prueba de Asgard.

¿Qué recuerdos tienes de esos primeros escritos?

Escribía por puro placer personal, como debe ser. Me encantaba y lo disfrutaba. Por mi cabeza alguna vez pasó el pensamiento de ver mis escritos en un libro, aunque en los años ochenta me parecía algo imposible y además yo era un niño y pronto dediqué mi tiempo más a los amigos, jugar y lo típico de los niños de esa edad, dejando aparcado el tema de las letras. Pero lo recuerdo como algo muy bonito de mis prematuros comienzos.¡Cuanto daría por tener mis primeros escritos en mi poder hoy en día!

¿Qué aporta la escritura a tu vida?

A día de hoy es una parte esencial para mí. Es tener libertad absoluta sin que nadie interceda entre la página en blanco y yo. Como he dicho antes, es un regalo que se me ha otorgado y que me llena plenamente. Sobre todo, en mi caso, porque dejo que la historia que manejo, me hable y a veces, me descubre nuevos rumbos que no había previsto así como personajes que llegan para ser parte importante de ella. La respuesta simplificada sería la de satisfacción plena.

¿Qué virtudes debe tener un buen escritor para cautivar al lector?

Lo he dicho en varias ocasiones tanto hablando con otros escritores como en presentaciones de cara al público. Mi lema es que hay que escribir lo que te dicte el corazón porque así lo haces con tu verdad absoluta creyendo plenamente en lo que escribes y hacerlo de manera egoísta, lo más egoísta posible, porque escribes pensando en tí, porque escribes lo que a tí te gustaría leer y lo haces desde la más pura sinceridad. Este es en mi caso personal, cada escritor tendrá sus métodos y sus cosas, pero creo que no es un mal consejo para el que quiera hacerse eco de ello.

En enero de 2019 publicaste tu primera obra: “La prueba de Asgard”. ¿Cómo fue tu experiencia?

Bueno, la experiencia maravillosa y con mucho miedo por adentrarme en este mundillo. Cuando te dicen que el tribunal de lectura de la editorial ha dado por bueno tu libro, alucinas en colores y tus pies se levantan sobre una nube de ilusiones. Luego viene la otra parte del trabajo que no es solo escribir y repasar cien mil veces el manuscrito antes de moverlo, que es la corrección ortotipográfica que es un poco peñazo, hacerse con una buena portada para el libro (por cierto, la portada de los libros La prueba de Asgard, son de mi hija Christin Sánchez) etc. Y cuando por fin pasas todo eso, llega la recompensa que es tener tu propio libro, tu libro de verdad en tus manos. Genial y con ganas de comerse el mundo. Después llega lo difícil de verdad... Que es, que el mundo sepa que existes.

“La prueba de Asgard: Los moradores de las cavernas” (2021) es la secuela de tu primera obra. ¿Te fue más fácil escribir esta continuación teniendo en cuenta que ya tenías creado el mundo y los personajes?

Digamos que sí. Habiendo puesto la primera piedra todo fue más fluido y tenía una buena historia que ofrecer con nuevos personajes, llevándoles hacia una nueva aventura más oscura e intensa, haciendo que sea una novela juvenil con más “chicha”. En el primer libro: La prueba de Asgard, conseguí sorprender al lector con un giro inesperado en el argumento y que me consta gustó mucho y en este segundo libro, me he centrado más en hacer una trama más seria por decirlo de alguna manera sin que cada personaje pierda ni un ápice de su personalidad aún en una situación complicada. La idea es hacer una saga o como mínimo una trilogía. El tiempo dirá.

Con “Las aventuras de Madodo” (2023) decides cambiar de tercios. Cuéntanos un poquito qué te hizo dar ese giro en tu carrera como escritor.

Con Las aventuras de Madodo me adentré de nuevo en el mundo infantil quizá por el sentimiento de nostalgia que me había quedado de aquellos años de niño y mis primeros cuentos. Me apetecía mucho hacerlo y decidí crear una serie independiente de mis novelas. Ahora tengo un par de aventuras publicadas, pero habrá muchas más que aparecerán cada cierto tiempo. Me encanta escribir también para ese público de pequeños lectores. Por cierto, con Madodo, también he hecho las portadas y las ilustraciones, tan infantiles como a los “peques” a las que van destinadas.

“La danza de los espíritus” (2023) es tú ultima novela, ¿de qué trata?

Como habrás observado, no soy un escritor de un solo género, ni de un solo público, lo cual puede ser bueno o malo según se mire, pero recuerda que me debo a escribir lo que a mí me gustaría leer. Con La danza de los espíritus, me adentro en las décadas de los años cuarenta hasta los ochenta con una historia oscura de novela negra que se va transformando en un thriller sobrenatural conforme avanza. Unos crímenes azotan la ciudad de Almería haciendo que sus habitantes sean temerosos de salir a la calle y se sientan inseguros, aquí encontramos personajes ruínes, peligrosos y de mala vida. En otra instancia, nos encontramos en los ochenta con el nacimiento de una amistad sincera al amparo de un cine mítico de la ciudad. El drama está presente durante toda la historia que finalmente desemboca en algo inimaginable que afectará a todos y hasta aquí puedo contar de manera muy resumida.

Es entrañable, quizá algo triste y dura a su vez, pero sobre todo asombrosa...

¿Qué tal te ha ido con la autopublicación? ¿La recomendarías?

Creo que es un buen medio para acceder al mundo de los libros como autor, una posibilidad que facilita todo, pero que como todo tiene sus cosas buenas y malas. Cuando aterrizas por primera vez con tu libro bajo el brazo y consigues que se obtenga luz verde, piensas que tu carrera como escritor tiene futuro tras este primer pequeño pero gran paso para la humanidad (risas) y que en dos días te estarás codeando con Stephen King y las ventas de Carlos Ruíz Zafón, hasta que te llevas un zasca en toda la boca y aterrizas de nuevo a la cruda realidad. Las editoriales de auto-edición mayormente buscan ganar dinero sin más y te das cuenta de que casi siempre todo vale pagando, lo cual me apena y me enfada bastante. Al final la pela es la pela y es aquí donde todo se devalúa y por supuesto te tienes que buscar la vida pues una vez esté tu libro en la calle, ellos en poco te ayudarán. Esto es así de crudo y hay que decirlo, al igual que hay que tener mucho cuidado con según qué “editoriales”. Ya ves, un mundo complicado donde se juega con la ilusión de los autores, sobre todo cuando son noveles.

Todo escritor debería ser un buen lector. ¿Podrías recomendarnos alguno de los títulos que más te han cautivado a lo largo de tu vida?

Desde luego. Leer es muy importante si quieres escribir, una cosa no puede ir sin la otra. Siempre es muy positivo el poder ver y analizar el trabajo de otros escritores y aprender de ello y sobre todo disfrutar de un buen libro, claro. Empezaré por los clásicos como Viaje al centro de la tierra o El castillo de los Cárpatos de Julio Verne, Cuento de navidad y Oliver Twist de Charles Dickens, también por ejemplo me gusta mucho Joyland o Billy Summers de Stephen King, la saga; Los crímenes de Fjällbacka, de Camilla Läckberg y otros muchos como los libros de Carlos Ruíz Zafón, Arturo Pérez Reverte por nombrar alguno.¡Ah! ¡Cómo no! Se me olvidaba mencionar la genial saga juvenil de Harry Potter de J. K. Rowling.

Y para despedirnos, ¿qué consejo/s les darías a quienes empiezan en el noble arte de la escritura?

Que escriban sobre todo por placer, eso es lo más importante. Que pongan toda su alma en ello y que nunca pierdan la ilusión. Esto es lo esencial, lo demás es secundario, bajo mi punto de vista.

Muchas gracias, Juan Carlos. Ha sido un placer poder conversar un ratito contigo sobre esta pasión nuestra que es la escritura.

El placer es mío. Hablar de lo que nos gusta siempre sienta muy bien y he disfrutado mucho esta entrevista. Espero que los lectores se animen y le den la oportunidad a J. C. Wieland, que parece buen tío (risas): Cuando quieras, estoy a tu disposición.

2 comentarios:

  1. Un placer leer la entrevista de mi colega Juan Carlos. Me alegra mucho su optimismo y arrojo para seguir luchando por nuestros escritos, y no puedo sino estar de acuerdo con la crítica a las editoriales que se aprovechan de la ilusión de los autores, que no son precisamente pocas.

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    1. Gracias por tus palabras. Nunca hay que perder la ilusión a pesar de que a veces cuesta un poco. A las editoriales hay que echarles de comer aparte. Saludos.

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