Hoy tenemos en “Mi experiencia como escritor” a Borja Alonso
Borja Alonso (Remolinos, Zaragoza, 1989) se define como el auténtico fracaso renacentista. Químico, nutricionista, friki, cocinero y cartero. Escribe en Caja De Letras y RelatosyMentiras. Es el autor tanto de Cuatrodedos como Grumo y Mosquito, así como numerosos relatos. Además de esto, también es colaborador y organizador de los festivales de literatura de género Luminaria 2022 e HispaCon 2023.
Hola, Borja. Un placer tenerte en el blog.
El placer es mío. Encantado de poder estar en Mi experiencia como escritor.
Primera pregunta: ¿Quién es Borja Alonso?
Como ya sugiere el inicio, Borja Alonso es un polifriki al que un buen día se le ocurrió tomarse más enserio de lo debido el oficio de escritor.
¿Desde cuándo escribes?
Prácticamente desde que tengo memoria. O eso dicen mis padres, claro. Al principio, esto de ponerse a arrejuntar palabras era algo que hacía sin pretensión alguna. Era una forma de evadirme. Ahora bien, si la pregunta es “desde cuándo escribes en serio” la cosa cambia. Fue hace ocho años. Acababa de coger la baja por romperme un pie y andaba en el paro. ¿Qué mejor oportunidad? Si bien ya había intentado escribir una novela, con dramático resultado, esos meses de ostracismo y calor insoportable me ofrecieron la oportunidad de ponerme a ello en serio. Siendo honesto, el resultado fue un fracaso, pero me empujó a formarme, buscar libros de teoría narrativa, apuntarme a cursos y academias de escritura. También fue la época en la que me animé a participar en mis primeros concursos literarios. Foros, convocatorias de ayuntamientos, librerías... Le daba a todo.
¿Qué aporta la escritura a tu vida?
Como ya he dicho, al principio la escritura era una forma más de evadirme, algo que no quería compartir con nadie. Pero tras unos años como director de rol me di cuenta de la imperiosa necesidad que sentía de lanzar al mundo mis historias. O, dicho de otro modo: quería que fueran cómplices de las tremebundas chorradas que me pasaban por la cabeza. Hoy, la escritura se ha convertido tanto un desafiante reto como en una motivación personal.
Tienes un blog: “relatos y mentiras”, ¿cuándo y cómo nace?En realidad, el dueño y fundador del blog es Eduardo Enjuto, yo tan solo soy un mero colaborador. ¡Prácticamente un minion! Relatosymentiras es la consecuencia de lo que (casi) todos buscamos cuando nos zambullimos en el mundo de la escritura: encontrar a otras personas, otras almas afines, con las que compartir ese largo y sufrido camino. Si no me equivoco, el origen del blog se data en los últimos días de la extinta web Meristation.com; allí, en el subforo de literatura, se organizaban una serie de concursos de relatos trimestrales en los que a veces participaba. El nivel era sorprendentemente alto y el sistema de puntuación, inmisericorde. Aprendimos mucho y, en cierta manera, fue una manera de foguearse. Poco antes del cierre definitivo del foro, Eduardo montó el blog con la idea de que fuera un espacio abierto en el que poder subir relatos, reseñas y disertaciones literarias.
También escribes artículos en la web Caja de letras, ¿de qué tratan?
Los artículos que publico en Caja de Letras tienen un enfoque más teórico, o técnico. Son una especie de ensayos con un formato directo. Breve. En ellos condenso la teoría que hay detrás de aquellos temas en los que he clavado codos: cómo escribir comedia, herramientas para dar lugar a historias de horror cósmico, etc. También me gusta recopilar las pifias que he cometido como aprendiz de escritor y compartirlas con el mundo con la, ¿ingenua?, esperanza de que le sirva a alguien para que no cometa esos mismos errores.
“Grumo y Mosquito”, tu ópera prima, fue considerada como mejor novela nacional autopublicada en los Premios Avenida 2020. La englobaste dentro del género de la «chorrofantasía» para definirla, ¿podrías describirnos qué es exactamente?
La chorrofantasía era una broma que llegó para quedarse. Es un término que me inventé hace años para intentar acotar y definir mi estilo. En su día se me hacía muy difícil responder a la siguiente pregunta: ¿y tú que escribes? Con la ventaja de la posterioridad puedo decir que la chorrofantasía se caracteriza por presentar historias de baja fantasía, muy centradas en los personajes, algo patéticas, y aderezadas con un punto medio entre el humor absurdo y el grimdark. Vamos, que no me tiembla el pulso a la hora de hacer llorar al lector, y no solo por las carcajadas. Podríamos decir que la chorrofantasía es el esperpento aplicado a la literatura fantástica.
Tu primera novela se titula “Cuatrodedos” (Insólita Editorial), ¿puedes hablarnos un poquito sobre ella?
Cuatrodedos es muchas cosas a la vez. El debut. La historia que a mí me hubiera gustado leer, un libro que pedía a gritos ser escrito. También un maravilloso compendio de ideas que he ido fermentando a lo largo de los años: cocina, pintura, robos, vinotecas, estafadores… En cierta manera, es la consecuencia de mis novelas fracasadas. Cuatrodedos trata sobre la ambición, la gastronomía, el arte, la amistad; está influenciada por los juegos de rol, o más bien, por aquellas aventuras y novelas de las que he bebido. Es mi primera gran historia que de verdad funciona y creo que el motivo de esto es que lo que buscaba con ella era que los lectores se divirtieran, y emocionaran, leyéndola tanto como yo lo hice escribiéndola.
¿Cuánto tiempo te ha llevado escribirla?
El proceso de sentarse a “picar piedra” duró unos cuatro meses, más o menos. El pulido, corrección, edición… Buf. Fácil que se haya ido a un año, ¡y hemos estado haciendo ajustes hasta las galeradas! Ahora bien, la realidad es que no habría podido escribir Cuatrodedos si antes no hubiera tirado una decena de novelas a la basura, así que la estimación de tiempo que acabo de dar es muy engañosa. Además, también debo señalar que la escribí a la vez que Grumo y Mosquito, una novelette que no era más que un ejercicio de diseño de personajes que se me fue completamente de las manos.
¿Te consideras escritor de brújula, mapa o híbrido?
Brújula total, pero ojo, OJO: cada vez planifico más. Ahora mismo no solo necesito una cantidad determinada de “masa crítica” a la hora de crear una novela. También me obligo a tener bien definido, escrito en piedra, el principio y el final, así como las fichas de todos y cada uno de los figurantes. Es una regla que me he autoimpuesto para evitar que “ese relatillo” se acabe convirtiendo en una abominación impublicable de 300.000 palabras.
Ha pasado.
¿Eres un escritor metódico o escribes a rachas?
Metódico hasta el extremo. Escribo a diario desde hace años salvo casos de fuerza mayor. Ya llueva, truene o esté a punto de llegar el maldito apocalipsis. Son un firme defensor de que la inspiración te tiene que pillar trabajando, también de que es muy difícil parir cien malos relatos seguidos.
¿Algún proyecto literario del que puedas hablarnos?
¡Dos! Uno curioso y otro loco. El curioso será una antología de novelettes con dos cosas en común: estarán ambientadas en el mismo mundo que Grumo y Mosquito y Cuatrodedos, y cada una de ellas pertenecerá a un subgénero diferente: comedia, terror, policíaco... El proyecto loco es una novela tipo troncho con una ambientación completamente rompedora y con la peculiaridad de que ha sido escrita a ocho manos. Si, a ocho manos.
Como lector, ¿qué debe tener un libro para que te atrape de principio a fin?
Difícil… Hum. Que sea una historia con personajes interesantes, salpimentada de pequeños misterios y que no insulte mi inteligencia. La verdad es que soy un lector paciente y al que casi cualquier historia le cae de pie, pero se me atragantan los fallos en la lógica interna y las novelas panfletarias. También los finales porque patatas y la pornografía emocional.
Sueles escribir reseñas de los libros que lees, ¿qué factores tienes en cuenta a la hora de llevarlas a cabo?
Te voy a confesar algo tan cierto como triste: desde que me he metido en el mundillo literario ya no escribo reseñas. O negativas, más bien. En las dos últimas ocasiones en las que le di cera de la buena a una novela popular y aplaudida tuve que salir a defender mi opinión subjetiva hasta el punto de borrar dicha reseña. Ahora solo opino de libros que me han turboflipado.
Antes de despedirnos, me gustaría pedirte algún consejo para aquellos que empiezan en la escritura.
¡Tres! Que se esfuercen por crear una rutina de escritura. A diario, por las mañanas un ratillo, los findes… También les recomendaría que se apuntaran a academias de escritura: son una herramienta fantástica e hiper acelerada para aprender y pulir errores. Por último, les animaría a vencer el miedo escénico y que comiencen a participar en concursos de relatos.
Muchas gracias, Borja. Ha sido un placer tenerte hoy aquí. Espero que tengas mucho éxito en tus proyectos futuros.
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