Título: Reír en tu funeral
Autor: Darío Vilas
Editorial: Cazador
Año de edición: 2018
ISBN: 978-84-948741-1-6
Número de páginas: 155
Sinopsis:
“Cuando
nuestros demonios interiores suman tantos cuernos como reproches nos lanzamos
por minuto. Cuando el frío deja de ser estacional y abarca todo. Cuando
cualquier esfuerzo para volver a entrar en calor es infructuoso. Cuando la
pasión se torna escarcha. Cuando el sexo es para quemar calorías. Cuando nos
cerca el hielo y me acecha la sombra de un vecino. Es entonces cuando el único
consuelo que me queda es poder reír en tu funeral.
Mi opinión:
Me he
propuesto para este 2023 acabar en la medida de lo posible con esa lista de
lecturas aplazadas que todo lector veterano tiene en su haber. Y repasando los
libros me he dicho a mí mismo: Tienes una cuenta pendiente con la relectura de “Reír
en tu funeral” de Darío Vilas, así que me la he llevado al sillón y me la he
pulido en una tarde.
Esta es
la sexta obra que me leo del autor gallego. Y es que cuando un escritor me toca
la fibra, lo leo, lo vuelvo a leer, y lo releo pasado un tiempo. Y eso es justamente
lo que me ha pasado a mí con Darío.
“Reír en
su funeral” podría ser considerado como un relato largo o una novela corta,
según se mire, en la que Darío demuestra una vez más poseer la habilidad de
saber elegir cada frase y expresar con ella lo que quiere transmitirle al
lector. Y a través de una atmósfera asfixiante trasladarlo al escenario en el
que se están desarrollando los acontecimientos y convertirlo en testigo mudo
de ellos. De hecho, ha conseguido introducirme en esa casa y hacerme sentir la
misma angustia y la claustrofobia que sus personajes desde el minuto 0.
La
historia está contada en primera persona desde el punto de vista de Jano, el
esposo de Andrea, junto a la que conforma el escueto elenco de personajes de la
obra, un matrimonio en crisis asediado por sus problemas conyugales, aunque el
escenario es tan vívido que me atrevería a incluirlo como un personaje más Hablamos
de una casa inhóspita, situada en un pueblo aislado por una terrible helada que
impide a los personajes salir más allá del porche. Es ese mismo frío el que
parece instalarse en el corazón de los protagonistas a medida que avanza la
historia y que su autor sabe trasladar al lector de manera sublime a través de
ellos.
No me
atrevo a enmarcarla dentro de un género en concreto, ya que la obra trata temas
tan diversos como la congoja, el desarraigo, el hastío, aplicados tanto al
individuo como a la pareja protagonista, así como la falta de comunicación y de
empatía entre ellos mismos. Además de estar aderezada con ciertos elementos sobrenaturales
y terroríficos, un factor que la hace aún más atractiva e inquietante. En algunos tramos me ha recordado a ese modo de ver el cine y de plasmarlo que tiene Darren Aranofsky y ese estilo tan particular de contar sus historias.
En cuanto
a cuestiones más técnicas, la historia está dividida en dos partes de tres
capítulos, no demasiado extensos (cada una de las cuales está precedida por un
preámbulo que nos ayudan a situarnos en el contexto), y que el autor titula con
astucia de acuerdo con el tiempo transcurrido desde que ha dado comienzo la
obra, dándole una idea al lector de las semanas que llevan sus dos protagonistas (un
matrimonio en crisis) viviendo bajo el mismo techo.
Por lo tanto, nos encontramos ante un relato capaz de apoderarse del lector desde la primera página y no dejarlo escapar hasta pasar la última, y en el que Darío demuestra su buen hacer y realiza un extraordinario despliegue literario y dominio de una prosa y un vocabulario a la altura de pocos.
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