Luciérnagas en una noche fría,
la llama en un oscuro camino,
el foco que alumbra mi destino,
un faro en el que eres mi vigía.
El sol me carga con su energía,
La luna me fascina con su brillo,
fulgor que radia como un anillo,
cediéndome su fuerza y valentía.
La luz de la que emana una epopeya,
la ira en el más fiero de los duelos,
el tierno bálsamo que la herida sella.
Tu esencia es el polvo de las estrellas,
que esparcido por el augusto cielo,
dan lugar a la noche más bella.
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