Hola Juan Miguel. Un placer que nos acompañes hoy en el blog.
Igualmente. Es para mí un placer el poder estar con vosotros
Vamos con la primera pregunta: ¿Quién es Juan Miguel Peña Vázquez?
Un chico que escucha demasiado a su corazón y que necesita vaciarse mediante la escritura. El día que ya no escriba, probablemente o me haya vuelto loco, o ya no esté aquí…
¿Cuándo comienzas a escribir y qué te lleva a hacerlo?
Siempre me han gustado todas las vertientes usadas para expresar arte. Desde la pintura, la música, las esculturas, la escritura… Creo que llevo toda una vida escribiendo, sólo que profesionalmente desde hace cinco o seis años. La vida fue la que me llevó por este camino, no sé si existió algún motivo especial que me empujó a hacerlo, pero supongo que necesitaba expresarme y escupir toda esa masa de ideas que llevaba dentro…
¿Qué es para ti la poesía?
Tienes varios libros publicados, el primero de ellos es “Un trece de abril”. ¿Qué recuerdos tienes de esa publicación?
Muy buenos recuerdos, lo comencé a escribir en Valladolid el tiempo que viví allí. Luego en Pamplona, lugar donde también estuve viviendo, y lo rematé y publiqué en mi tierra, Sevilla. Es el libro más especial de todos, con él podría decirse que empezó todo. Todo camino tiene un principio, y el mío se llama Un trece de abril, día y mes en el que nací y que dio título a mi primer libro. Mi origen.
Otros poemarios tuyos son “Girasol rebelde” y “Chupito de elixir”, ¿qué temas tratas en ellos?Mi segundo libro, Chupito de Elixir, es un libro demasiado profundo, con muchos sentimientos de por medio. Es un pozo repleto de agua que rebosa aguas hacia el exterior. Girasol Rebelde, mi tercero, es mucho más pícaro y rebelde, aunque también es bastante profundo. En ellos hay temas muy variados, desde el amor más profundo hasta el odio más asqueroso en la faz de la Tierra. Tienen absolutamente de todo, como la vida misma.
Yo suelo escribir por las mañanas porque me siento más cómodo, con la mente más fresca diría yo. ¿Tienes una especial predilección por un momento del día a la hora de escribir?
Bueno, suelo escribir a todas horas, no sé si tendría predilección a una hora en especial, ja, ja, ja. Por las noches, junto a la luna, suena bastante romántico pero, a la tarde, después del té, también mola. Las mañanas son algo más difíciles para mí, aunque admito que también suelo escribir en este tramo de tiempo. Lo importante es escuchar a tu corazón, pues él no entiende de horas ni de horarios para expresarse, nuestras cabezas por desgracia sí.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?
La vida en sí misma. Me inspira cualquier detalle “absurdo” que pueda pasar desapercibido por cualquier otra persona. Todo provoca inspiración, pues ya la vida en sí misma es impresionante y maravillosa.
No hace mucho publicaste tu primera novela: “Celiaca de amor”. ¿Qué nos puedes contar de ella?
Es una novela al más puro estilo del autor. La considero una auténtica locura, una historia que no dejará a nadie indiferente. La historia transcurre desde los setenta hasta los noventa, de la mano de la fantasía de una ninfa. La protagonista escribe en su diario todas sus vivencias, que no son pocas. Historias de amor, desamor, del día a día… Es bastante divertida, y según me cuentan los lectores del libro, el final les ha sorprendido mucho.
Me gusta mucho leer a Charles Bukowski, por ejemplo. Aunque suelo leer de todo, en la variedad está la calidad, o eso opino. Cuántos más tipos de libros leas, con más soltura podrás desenvolverte en la vida.
Y para finalizar, ¿algún consejo que puedas darle a aquellos que nos están leyendo y que empiezan en la escritura?
Lo primero que les diría sería que fueran siempre ellos mismos, que nunca se dejen manipular por opiniones ajenas. Que le pongan mucho corazón a lo que escriban, y que por supuesto, nunca dejen de creer ni de intentarlo, el camino es duro, pero no imposible.
Gracias, Juan Miguel. Encantado de haberte tenido en el blog y espero que sigas cosechando muchos éxitos en el futuro.
Muchísimas gracias, ha sido un verdadero placer. Un fuerte abrazo. Forza e onore.
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