Título: El fugitivo
Autor: Stephen King (Richard Bachman)
Editorial: Plaza y Janés
Año de edición: 1998
ISBN: 84-01-49102-9
Número de páginas: 299
Sinopsis:
A mediados del XXI, un concurso televisivo cuyo principal atractivo es la muerte de los participantes bate récords de audiencia. Ben Richards, padre de una niña enferma y sumido en la más profunda miseria, decide concursar atraído por los extraordinarios premios, aun a sabiendas de que no sobrevivirá. Sometido a una implacable persecución, se plantea un único objetivo: resistir tantos días como sea posible para aumentar el premio y asegurar la subsistencia de su familia.
Mi opinión:
Esta obra fue publicada en 1982 (bajo el pseudónimo de Richard Bachman) . Los motivos por los que usó este alias nos los explica el propio Stephen King en una suerte de prólogo de un par de páginas que sirve como preámbulo de la obra.
A aquellos que como yo crecieron con en los 80, quizá no les suene tanto el título de “El fugitivo”, pero quizá les refresque la memoria si les hablo de “The Running Man”, un film protagonizado por Arnold Schwarzenneger y María Conchita Alonso a finales de los años 80.
En la película, una pareja de peligrosos convictos eran escogidos para participar en un cruel concurso televisivo en el que debían escapar de un grupo de cazadores que tenían el objetivo de darle caza para deleite de los televidentes. En el caso de la novela, la premisa, aunque parecida, tiene diferencias sustanciales que hacen que la trama sea más atractiva. Debido que en la sinopsis queda claro de qué va la historia, omitiré esos detalles para no destriparla.
La premisa en su día ya me resultó bastante atractiva y original, y más teniendo en cuenta que su autor planteaba una historia que se desarrolla casi cincuenta años después de su publicación, lo que la convertía en una interesante distopía. Ahora que la he releído me ha parecido una obra diferente, pero igual de disfrutable. Es curioso porque si bien no suelo recordar las novelas demasiado bien cuando pasa tanto tiempo, de esta tenía un recuerdo bastante nítido. Aunque he de reconocer que para mí es un libro bastante especial, ya que lo adquirí en un viaje que hice a Madrid en el año 1998 para visitar a un amigo y que me ventilé de una sentada en el viaje de autobús de vuelta.
Catalogaría la obra como ciencia ficción futurista con toques distópicos y grandes dosis de acción y suspense. Se divide en cien episodios breves, de unas tres páginas de media cada uno, en los que se nos recrea la vida de su protagonista, Ben Richards, y sus vivencias antes y después de entrar al concurso, cuyo premio le podría reportar el dinero suficiente para poder afrontar el tratamientos y el pago de las medicinas para su hija, que se encuentra aquejada de una grave enfermedad.
El lenguaje que utiliza el autor es sencillo y directo, lo que ayuda a que la historia sea aún más fácil de digerir, y el hecho de que los capítulos estén dispuestos como si se tratase de una cuenta atrás, de Menos 100 a 000, hace aún más atractiva su lectura. Tiene un ritmo frenético, si bien, King sabe templarlo cuando es necesario para introducir secuencias en las que su protagonista se haya oculto y tiene que sopesar qué decisiones tomar con respecto a su futuro inmediato.
King describe bastante bien los escenarios, tanto que te los puedes imaginar perfectamente en tu cabeza, lo que provoca un agobio parecido al que pueda sentir Ben Richards mientras es perseguido por los cazadores por las calles de las ciudades en las que se desarrolla la trama.
Otra de las virtudes de la novela es que consigue que empatices con el protagonista desde el comienzo de la historia a pesar de su hosco carácter, ya no solo por el motivo por el que lucha, también porque el villano está tan bien perfilado, sobre todo en el plano psicológico, y defiende unos intereses tan mezquinos, que cae mal desde su primera aparición.
Antes de despedirnos, mencionar que el desenlace cumple con las expectativas, y es rematado con un final que deja al lector sin palabras.
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