Hoy tenemos en “Mi experiencia como escritor” a Alberto Meneses, escritor autopublicado y podcaster del programa Charlas de autopublicación, junto a Miguel Ángel Alonso Pulido y Jaime Blanch.
Hola Alberto, Me alegra tenerte hoy en el blog para responder a nuestras 10 preguntas.
Un placer estar hoy contigo para hablar de lo que más me apasiona: la escritura y la autopublicación.
Adelante con la primera pregunta: ¿Quién es Alberto Meneses?
Alguien muy normal, una persona que encontró en la escritura un lugar donde refugiarse y volcar su imaginación, y que descubrió que mucha gente disfrutaba con sus historias.
Corría el año 2010 cuando decidiste autopublicar tu primera novela “Mundo sin futuro”, ¿qué es lo que te lleva a tomar esa decisión?
El deseo de compartirla con más gente. Hasta entonces apenas la habían leído media docena de personas, pero sus buenos comentarios me hicieron pensar que quizás pudiese interesar a más lectores. Decidí recurrir a una imprenta digital y comencé a vender ejemplares en papel entre la gente más cercana: familia y amigos. Fue una decisión muy acertada, ya que eso me animó a seguir escribiendo. Luego llegó Amazon y mi visión de la escritura cambió. Descubrí que gracias a la plataforma podía llegar a muchos más lectores y se convirtió en mi único campo de publicación.
Después de diez años, son ya dieciséis las novelas que llevas publicadas, ¿cómo valorarías tu experiencia como autor?
Increíble, nunca pensé que llegaría a donde estoy ahora. Jamás se me pasó por la cabeza que lograría publicar dieciséis libros. Lo mejor de todo ha sido la relación con los lectores. Que te digan que tu libro les ha robado horas de sueño, que no podían soltarlo o que están deseando que saques el siguiente es increíble. Solo por eso merece la pena escribir.
Ese ritmo de publicación te convierte en un autor bastante prolífico. ¿Sigues algún método que te ayude a ser más productivo?
He cambiado mucho a lo largo de los años. Al principio vivía de la inspiración (o así lo creía) y escribía de forma muy irregular, por impulsos. Podía estar tres días seguidos escribiendo cinco horas al día y luego no tocar el manuscrito en una semana. Con el tiempo y gracias a las charlas con mis compañeros de podcast fui limando mi método, aunque mi forma de escribir cambió de forma radical cuando aprendí a usar las matemáticas.
Descubrí que escribir todos los días, aunque
fuesen solo doscientas palabras, era más productivo que hacerlo durante muchas
horas pero solo de vez en cuando. Escribiendo a diario siempre tenía la cabeza
metida en la historia y la inspiración nunca me abandonaba.
También descubrí que para escribir una novela de
90.000 palabras en tres meses solo tenía que escribir 1.000 palabras al día,
una marca bastante asequible, y que eso podía permitirme sacar más de una
novela al año.
Ahora lo que hago es marcarme un número de
palabras diarias (en base al tiempo en que quiero terminar la novela) y procuro
no fallar más de dos o tres días seguidos. También tomo notas de futuras
escenas durante la escritura y procuro planificar algunas partes antes de
comenzar la novela. Antes no planificaba nada, comenzaba con una idea inicial.
Ahora estructuro más, aunque sigo dejándome llevar por la inspiración en muchos
momentos.
¿Has sufrido algún bloqueo como autor que te haya hecho replantearte tu carrera?
Jamás. Siempre me he tomado la escritura como algo que me entretiene y con lo que me divierto. Si no puedo terminar la novela en el plazo previsto porque estoy bloqueado no me agobio. Hay formas de salvar los bloqueos (en el podcast lo explicamos), así que espero a que eso ocurra.
Otra cosa es lo que le sucede a muchos escritores, que abandonan porque
no ven cumplidas sus expectativas. Creen que con su primera novela ya van a
triunfar o a ganar un premio importante, y cuando eso no pasa se frustran. Considero
que esto es una carrera de fondo en la que ni siquiera escribir bien te
garantiza el éxito. Es más, encontrarás escritores que escriben peor que tú y
que venden más. Eso es así y no debe hacer que abandones. Sigue escribiendo y
publicando y que sean los lectores los que juzguen tu trabajo.
De momento, te mueves entre dos géneros: la ciencia ficción y el thriller policiaco. ¿Te sientes igual de cómodo en cualquier de ellos o tienes tu preferido?
Me gustan de igual modo, aunque he tenido que rendirme a una evidencia: el thriller vende mucho más. Me metí en él por mi deseo de experimentar, de escribir algo diferente, y porque deseaba “regresar a la Tierra” para contar algunas anécdotas de mi adolescencia. Reconozco que me encontré cómodo enseguida en el género y que lo disfruto tanto o más que la ciencia ficción. Me encanta meterme en el lado oscuro del ser humano y elaborar tramas complejas, dejar pistas y unir todos los puntos para la resolución del caso. En realidad no deja de ser muy parecido a lo que hacía con la ciencia ficción y de hecho escribir primero en ese género me enseñó muchas cosas, pero la mayor parte del público quiere más historias de Roberto Fuentes y yo me lo paso muy bien escribiéndolas, así que en ello sigo de momento.
No obstante, tengo una trilogía de ciencia
ficción cuyo último libro está inacabado y que he dejado pospuesto ya dos
veces. Este invierno me apetece darle un final, así que después de publicar mi
última novela policiaca pienso ponerme con ella. A ver si lo consigo.
Seguro que sí. Bueno, vamos con la séptima pregunta. En tu página web, además de un blog personal, también tienes una sección en la que ofreces recomendaciones a aquellos autores que las necesiten. Basándote en tu experiencia durante estos años, ¿cuál consideras que es el mejor consejo que podrías darle a alguien que comienza en la escritura?
Qué disfrute escribiendo. Escribir tiene que ser algo satisfactorio, que nos entretenga y nos haga disfrutar. Si nosotros no disfrutamos el lector tampoco lo hará. Uno no puede sentarse delante del teclado para sufrir. Tiene que hacerlo porque siente un deseo irrefrenable de plasmar en el papel todo eso que bulle dentro de su cabeza.
¿Y aquello que nunca debería hacer un autor novel?
Dejar de escribir. Si realmente te gusta la escritura, no la abandones. Conozco casos de escritores que escribieron su primera novela y luego desaparecieron del mapa. Si realmente disfrutas escribiendo, no dejes de hacerlo.
Y tampoco abandones porque las críticas no sean tan positivas como
esperabas. Uno no escribe una obra maestra con su primer libro. Lo normal es
que mejores y que tu forma de escribir crezca con cada nuevo libro. Sigue
escribiendo y mejorando, poniéndote retos con cada nuevo libro, sin acomodarte.
Juega con más personajes, con tramas más elaboradas, cambia el sexo de tu protagonista,
escribe tanto en primera persona como en tercera, incluso juega con los tiempos
verbales. Pero, sobre todo, intenta que cada novela sea mejor que la anterior.
Los lectores te lo sabrán agradecer.
¿Cuál crees que es la mejor herramienta para promocionar tus obras?
En esto también he evolucionado. Empecé, como todos, con las redes sociales, publicitando mis novelas a través mi cuenta personal y en grupos de Facebook. También creé un blog con contenidos que pudiesen interesar a futuros lectores, hasta que constaté que nada de eso funciona, al menos no como creemos.
Las ventas vienen en su mayor parte por la visibilidad de nuestros
libros en la plataforma en la que vendemos y bombardear en las redes sociales sin
descanso no sirve para ganar ciento de lectores. Lo que sí funciona es algo que
ya me habían comentado mis compañeros de podcast y a lo que nunca dediqué mucho
tiempo: la lista de correo.
Durante años gané lectores gracias a publicar un libro tras otro y
procurar que cada libro fuese mejor que el anterior, pero nunca trabajé la
lista de correo. No fue hasta este verano, después de entrevistar a un escritor
como Pablo Poveda, que vive de la escritura, que algo hizo clic en mi cabeza.
Decidí ponerme en sus manos, hice un curso con él, seguí su estrategia para
crear una campaña de suscriptores efectiva y mis ganancias se dispararon. Eso
sí, disponía de las herramientas necesarias para que eso fuese posible. Tenía
una saga con cuatro libros y ofrecí el primero gratis. El efecto fue mayor de
lo que esperaba. Se dispararon las ventas y las reseñas, y la saga ocupó los
primeros puestos en su categoría.
¿Habría funcionado de igual modo si lo hubiese hecho varios años antes?
Seguramente, no. Creo que todo sucedió en el momento justo, aunque ahora la
exigencia es mayor. Tengo que seguir publicando para no perder a los
suscriptores que he conseguido y añadir nuevo lectores a la lista de correo,
por eso el mes que viene sacaré el quinto libro de la saga.
¿Eso significa que vives de la escritura o tienes tu trabajo y la escritura es otra fuente de ingresos?
Tengo trabajo y la escritura es una segunda fuente de ingresos. De todas formas, ahora mismo estaría en disposición de plantearme vivir solo de la escritura en cuanto a ingresos. Eso sí, hago esta afirmación en base a las ganancias de este verano, desde que en junio lancé mi campaña de suscriptores y tras publicar en mayo el cuarto libro de la saga Roberto Fuentes.
Ha sido un verano muy bueno en cuanto a ganancias y, sobre todo, para
darme a conocer a un mayor volumen de público, pero vivir de la escritura es
más que tener tres meses buenos. Implica una dedicación, una buena estrategia
de publicaciones y publicidad, y gestionar los ingresos a lo largo del año.
Habrá que ver cómo van las cosas de aquí al mes de junio del año que viene para
constatar si podría vivir solo de la escritura.
Muchas gracias, Alberto. Ha sido un verdadero placer tenerte hoy aquí y espero que el futuro te depare muchos éxitos.
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