Se conocen a los verbos dicendi como aquellos que se utilizan a la hora de realizar acciones comunicativas, como pueden ser: afirmar, amenazar, argüir, balbucir, confirmar, contestar, cuestionar, exclamar, intervenir, gruñir, manifestar, protestar, replicar, susurrar... Existen decenas de ellos entre los que elegir, pero lo realmente importante además de saber cuál usar, es conocer su significado para poder usarlos de la manera adecuada en nuestros textos.
El hecho de que inicien las
acotaciones de los diálogos hace que puedan aparecer un buen número de veces en
algunos de los pasajes de nuestros relatos, con lo que es importante
alternarlos para romper con la monotonía. Aun así, hay autores que siguen
apostando por el uso continuado del verbo “decir” en las manifestaciones de sus
personajes para no fatigar a sus lectores utilizando sinónimos que lo saquen de
la lectura.
Un ejemplo de su uso podemos
encontrarlo en este extracto del capítulo siete de la obra “Proyecto Unicornia”
en el que intervienen varios personajes de Refugio que conversan sobre aquello que
descubrieron en su última salida del asentamiento:
—¿Alguna buena noticia? —preguntó Erin.
—Si la tormenta los cogió desprevenidos, ellos también deberían de haber perdido hombres como nosotros. Eso podría haberlos ralentizado —dijo Farvos.
—Y es posible que los que queden estén aún
más débiles —añadió Kyra.
—Y hambrientos —matizó Quayan—. Sin embargo,
no se atreverán a tocar el cargamento hasta llegar a destino.
—También están esas bestias que tiran de los
carros —dijo el jefe de los exploradores.
—Se llaman
taruk y son criaturas fieras y difíciles de domesticar. Sus colmillos son
como nuestras cabezas de grandes —intervino Quayan.
—Querrás decir como la tuya, ¿no? —bromeó Farvos.
—Yo no me lo tomaría a broma —replicó Quayan—.
Una vez presencié como uno de ellos le arrancaba de cuajo el brazo a uno de sus
criadores.
—¿Y cómo son? —quiso saber Kyra.
—Imaginaos a un lagarto enorme, pero con la
fuerza de veinte hombres —contestó el cazador.
—Olvidaos de esos condenados bichos
y centrémonos en lo realmente importante. ¿Dónde los asaltaremos? —les
interrumpió Erin a sabiendas de que el miedo no haría más que perjudicar al
grupo.
Como se puede apreciar, alternar de manera adecuada los verbos declarativos puede ser una buena manera de mejorar tus diálogos y hacer las conversaciones que aparecen en tus manuscritos más fluidas. Y recuerda: a veces es más efectivo cambiar el diálogo que buscar un sinónimo del verbo declarativo, y tu texto incluso podría ganar en estilo.
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