martes, noviembre 09, 2021

CONSEJOS DE ESCRITURA: Los verbos declarativos

Se conocen a los verbos dicendi como aquellos que se utilizan a la hora de realizar acciones comunicativas, como pueden ser: afirmar, amenazar, argüir, balbucir, confirmar, contestar, cuestionar, exclamar, intervenir, gruñir, manifestar, protestar, replicar, susurrar... Existen decenas de ellos entre los que elegir, pero lo realmente importante además de saber cuál usar, es conocer su significado para poder usarlos de la manera adecuada en nuestros textos.

El hecho de que inicien las acotaciones de los diálogos hace que puedan aparecer un buen número de veces en algunos de los pasajes de nuestros relatos, con lo que es importante alternarlos para romper con la monotonía. Aun así, hay autores que siguen apostando por el uso continuado del verbo “decir” en las manifestaciones de sus personajes para no fatigar a sus lectores utilizando sinónimos que lo saquen de la lectura.

Un ejemplo de su uso podemos encontrarlo en este extracto del capítulo siete de la obra “Proyecto Unicornia” en el que intervienen varios personajes de Refugio que conversan sobre aquello que descubrieron en su última salida del asentamiento:

—¿Alguna buena noticia? —preguntó Erin.

—Si la tormenta los cogió desprevenidos, ellos también deberían de haber perdido hombres como nosotros. Eso podría haberlos ralentizado —dijo Farvos.

—Y es posible que los que queden estén aún más débiles —añadió Kyra.

—Y hambrientos —matizó Quayan—. Sin embargo, no se atreverán a tocar el cargamento hasta llegar a destino.

—También están esas bestias que tiran de los carros —dijo el jefe de los exploradores.

—Se llaman taruk y son criaturas fieras y difíciles de domesticar. Sus colmillos son como nuestras cabezas de grandes —intervino Quayan.

—Querrás decir como la tuya, ¿no? —bromeó Farvos.

—Yo no me lo tomaría a broma —replicó Quayan—. Una vez presencié como uno de ellos le arrancaba de cuajo el brazo a uno de sus criadores.

—¿Y cómo son? —quiso saber Kyra.

—Imaginaos a un lagarto enorme, pero con la fuerza de veinte hombres —contestó el cazador.

Olvidaos de esos condenados bichos y centrémonos en lo realmente importante. ¿Dónde los asaltaremos? —les interrumpió Erin a sabiendas de que el miedo no haría más que perjudicar al grupo.

Como se puede apreciar, alternar de manera adecuada los verbos declarativos puede ser una buena manera de mejorar tus diálogos y hacer las conversaciones que aparecen en tus manuscritos más fluidas. Y recuerda: a veces es más efectivo cambiar el diálogo que buscar un sinónimo del verbo declarativo, y tu texto incluso podría ganar en estilo.

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