Autor: Patrick Süskind
Año de edición: 2001
Número de páginas: 255
Sinopsis: Desde la miseria en que nace, abandonado al cuidado de unos monjes, Jean-Baptiste Grenouille lucha contra su condición y escala posiciones sociales convirtiéndose en un afamado perfumista. Crea perfumes capaces de hacerle pasar inadvertido o inspirar simpatía, amor, compasión… Para obtener estas fórmulas magistrales debe asesinar a jóvenes muchachas vírgenes, obtener sus fluidos corporales y licuar sus olores íntimos. Su arte se convierte en una suprema e inquietante prestidigitación.
Mi opinión:
Se trata de la segunda
obra publicada de Patrick Süskind, tras “El contrabajo” (1981). “El perfume”
(1985) no tardó en convertirse un “best seller” y traducirse a decenas de
idiomas. En mi caso, he decidido releer este libro después de varios años por
las buenas sensaciones que me transmitió la primera vez que lo hice. Y no me he
equivocado, ha vuelto a embaucarme con los olores y fragancias de los perfumes
que es capaz de fabricar Jean-Baptiste Grenouille, su protagonista. No tanto
con las mismas sensaciones que el autor es capaz de trasladar al lector como
pueden ser el hedor de las calles de los barrios bajos de París y los olores
corporales de sus ciudadanos.
Es curioso como el
autor es capaz de recompensar la maldición que supone la falta de olor corporal
de Jean-Baptiste con ese “don” que tiene para percibir cualquier sustancia que
le rodea. A medida que la obra va avanzando.
Una de las cosas que
más me gustó del libro es cómo muestra la manera en la que el protagonista se
desenvuelve dentro de la sociedad y cómo utiliza esa ausencia de olor corporal en
su beneficio o crea diferentes perfumes para cada ocasión que debe afrontar
según sus necesidades. Eso le permite ir escalando en el estrato social hasta
convertirse en un aclamado perfumista. El problema es que para conseguir esa
esencia que tanto busca debe asesinar a las personas que los contienen, en este
caso mujeres, para poder arrebatársela.
Un libro cargado de
excelentes descripciones desde las primeras páginas. La manera en la que el
autor describe los escenarios y muchos de los pasajes del libro animan a seguir
leyendo en todo momento a pesar de contener pocos diálogos, algo que quizá se
eche de menos a lo largo de la obra.
Probablemente lo que
más me haya cautivado de esta obra sea la premisa de la que parte y el
escenario en el que el autor decidió desarrollar la historia, ya que es todo un
acierto. Por otro lado, lo que más me impactó fue su sorprendente final.
Existe una versión
cinematográfica de “El perfume”, que queda lejos de la novela, ya que a pesar
de las buenas interpretaciones de sus protagonistas, no es capaz de transmitir
las sensaciones del libro por razones obvias.
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