domingo, diciembre 21, 2025

Hoy charlamos con Sofía Sancho - Versión escrita

Sofía Sancho (Segovia, 1993) se graduó en Magisterio de Educación Infantil tras mudarse a Madrid en 2010. Desde pequeña tuvo en mente escribir relatos que pudieran ayudar a los demás a ver solución a sus problemas y que le sirvieran como desahogo personal. En 2019 publicó "Todo esto sin conocernos", su primera obra de relatos autobiográficos sin ficción. Desde entonces ha publicado "No fue tan fácil" (2024, coescrito con Andrea Casero) sobre violencia de género, "Yo también he pecado" sobre los siete pecados capitales, y su novela más reciente, "10 motivos" (diciembre 2024). Paralelamente, comparte poesía, relatos y microrrelatos en sus redes sociales, donde empezó buscando críticas constructivas que la lanzaron al mundo literario.

¿Por qué escribes?

La escritura siempre fue la salida, aquella que siempre buscamos cuando la vida nos sacude con fuerza; fue la manera de transformar cada sentimiento o emoción en fortaleza; fue el hogar que todos necesitamos abrazar cuando nos sentimos solos o desorientados; fue el salvavidas que me enseñó que todos pasamos por momentos delicados, pero que, a través de las palabras, podemos viajar a otros escenarios o simplemente reflejar todo lo que hemos superado.

Escribo para encontrarme cuando el dolor regresa a mi vida, para que otros se sientan identificados y crean en sí mismos, para que, en un futuro, mi nombre persista dejando estas huellas en papel.

En "Todo esto sin conocernos" dices explícitamente "en este libro no existe ficción". ¿Por qué era importante para ti marcar esa línea desde el principio?

«Todo esto sin conocernos» fue mi primera obra, donde cada relato está escrito con el corazón en un puño, sin ficción. Cada uno de ellos es personal, un sentimiento que recorrió mi cuerpo antes de plasmarse en el papel. Por ello, quise dejar claro en su sinopsis que no hay invención en las palabras que el lector va a leer, que ocurrieron de verdad y que, si por un casual se sintió igual, jamás estuvo solo.

Tu primera obra nació como autopublicación en 2019. ¿Qué te llevó a dar el paso de pasar de compartir relatos en Instagram a publicar un libro completo?

Antes de publicar, llevaba años escribiendo estos relatos sin intención de mostrarlos en público, como si se tratase de un diario privado, pero recuerdo un día en el que un compañero del trabajo me mostró un ejemplar de unas cartas que había escrito a su pareja durante unos años y que decidió transformarlas en un libro una vez dada por terminada la relación. En ese momento pensé: «¿Y yo por qué no?». Fue cuando recopilé los relatos y comencé con la aventura literaria, mi mejor decisión.

En cuanto a Instagram, fue hace aproximadamente dos años cuando me comprometí conmigo misma a subir contenido todas las semanas, porque, a día de hoy, es la herramienta que más visualización nos puede proporcionar de cara a conectar con más escritores y lectores. Sentir que personas completamente desconocidas valoran cada escrito es una sensación reconfortante y te anima a seguir creciendo, a seguir escribiendo.


Defines la vida como "una prueba de superación continua". ¿Esa filosofía ya estaba en ti o la encontraste mientras escribías?

Soy consciente de que, para muchas personas que no me conocen, pueda llegar a parecer que una joven de 32 años haya estado expuesta a tanto como para definir la vida de ese modo, pero, por desgracia, fue así. Desde muy pequeña entendí que cada situación complicada que había vivido me proporcionaba una fortaleza indescriptible y que la suma de todas ellas definía por completo la palabra superación. Con este mensaje espero que otros lleguen a entender que la resiliencia está en su interior, en sus ganas de seguir luchando.

De "Todo esto sin conocernos" a "10 motivos" hay un cambio: pasas del relato autobiográfico a la ficción con Amelia como protagonista. ¿Qué necesitabas explorar a través de un personaje que no eras tú?

La novela «10 motivos» tampoco llega a ser ficción como tal; sí hay escenas o momentos completamente inventados o exagerados para que el lector sienta la tensión que requiere cada instante, pero está basada en hechos reales.

Desde que empecé a escribir siempre tuve en mente realizar este proyecto: describir aquellas situaciones por las que personalmente había pasado a lo largo de mi vida y que habían creado a la Sofía Sancho que podemos conocer ahora, pero no con relatos cortos como en «Todo esto sin conocernos», sino con una historia y una trama que atravesaran el corazón de quienes me lean, con el mensaje de superación latente en cada capítulo.

En "Yo también he pecado" abordas los siete pecados capitales desde experiencias reales. ¿Cómo fue el proceso de decidir qué contar y qué callar sobre tu propia vida?

Nunca le he tenido miedo a exponerme tal y como soy, por lo que no me supuso mucha dificultad confesar los pecados que he cometido o he visto en personas cercanas a través de mis relatos, porque al describir dichos momentos no busco juzgar, sino que todos entendamos que somos humanos y podemos equivocarnos, que debemos estar orgullosos de nuestro camino y que, si en algún momento nos avergonzamos, será porque hemos aprendido de aquel error y debemos perdonarnos por ello, buscando siempre mejorar como personas.

¿Qué parte de este libro te costó más escribir y por qué?

Diría que me gusta mucho la sincronía y, para «Yo también he pecado», quería que cada uno de los pecados capitales contase con quince relatos, lo cual me supuso un reto en algunos casos, puesto que no encontraba qué más escribir y llegué incluso a bloquearme.

"No fue tan fácil" es una obra coescrita con Andrea Casero sobre violencia de género. ¿Cómo fue escribir a cuatro manos sobre un tema tan delicado?

Fue una experiencia única. La violencia de género era un tema que ambas quisimos abordar desde el principio, ya que conocíamos casos en nuestro círculo, por lo que nos fue fácil plasmar el mensaje que queríamos trasladar al lector. Andrea siempre fue mi musa en este proyecto; recuerdo que nos mandábamos audios a mitad de la madrugada con ideas que plantear en la historia y nos complementábamos muy bien. Como bien dices, cuatro manos y dos mentes unidas para formar esta novela mágica.

El título "No fue tan fácil" resuena con el 016, el teléfono de atención a víctimas. ¿Qué querías transmitir con ese juego de palabras?

Cuando una persona sufre este tipo de violencia, no es consciente de ello. Por lo general, piensa que es «lo normal», que en todas las parejas puede haber conflictos; confía en que quien le daña cambiará porque «le quiere»… No es fácil quitarse esa venda y asumir que esa relación no es sana, sentirse vulnerable por haber consentido aquello que se llegó a jurar que jamás permitiría, pero mucho más difícil es marcar ese número y pedir ayuda. De ahí ese título, reforzando que, aunque suponga una decisión complicada, debemos afrontarla y ser valientes.

En "10 motivos" presentas a Amelia enfrentándose a "la visión idealizada que tenía de su vida". ¿Hubo algún momento en el que tú también tuviste que soltar esa visión idealizada?

Sí, según escribía cada capítulo de «10 motivos», me daba cuenta de lo idealizada que llegué a tener a muchas personas que han pasado por mi vida, y de la cantidad de veces que he justificado actos que no lo merecían.

Creo que todos lo hemos hecho: hemos buscado cualquier motivo para seguir confiando, pese a que sus actos o palabras no fueran los correctos, como si la esperanza fuera lo único certero y la única excusa para mantenerlos en aquel lugar.

En "10 motivos" Amelia se enfrenta a sus mayores pesadillas para encontrarse a sí misma. ¿Tú ya te encontraste o todavía estás en ese proceso?

Yo me encontré hace seis años. Hay un dicho popular que dice: «Lo primero que hay que hacer para salir del pozo es dejar de cavar». Yo llegué a encontrarme ahí, entendiendo que yo era mi peor enemiga, quien evitaba que las heridas cicatrizasen porque las hacía sangrar para no olvidarme de ese dolor. Y créeme que, al escribir esto, aún siento cómo la culpa me golpea, pero desde aquella oscuridad aprendí a buscar la luz y a quererme más, a no ponerme la zancadilla cuando las cosas no salen como espero.

Dices que escribes "relatos que pudieran ayudar a los demás a ver solución a sus problemas". ¿Alguna vez te ha escrito alguien diciéndote que has conseguido tu objetivo?

Sí, pensar que alguien, al leerme, se ha sentido abrazado en la distancia produce una satisfacción que las palabras no alcanzan a describir. Muchas veces sucede que necesitamos leer algo que refleje exactamente lo que sentimos, y justo aparece ese relato o frase que lo expresa a la perfección. Saber que ese texto fue escrito por mí y que ha tocado el alma de alguien es, simplemente, mágico.

Compartes tu escritura en redes sociales antes de llevarla al formato libro. ¿Cambia mucho un texto cuando pasa de la inmediatez de Instagram a la permanencia del papel?

Sí, al final, cuando publico cualquier relato o poesía a través de redes, suele estar escrito unos días antes de subirlo. En cambio, para publicar en papel primero debo seleccionar qué contenido quiero incluir, y al releer cada escrito, la exigencia y perfeccionismo se apoderan de mí, modificando tanto ortotipografía como estilo, porque ser escritor es una evolución continua.

Tu obra más reciente, "10 motivos", se publicó en diciembre de 2024. ¿Cómo ha cambiado tu escritura desde tu primera publicación en 2019?

Desde mi punto de vista, es un antes y un después.

Cabe destacar que son géneros literarios muy diferentes, pero con «10 motivos» aprendí cómo escribir una conversación con los signos correctos, cómo desarrollar una trama compleja con numerosos detalles que deben aparecer continuamente para mantener la esencia de la novela, y cómo crear descripciones que sitúen al lector, haciéndole imaginar qué está ocurriendo en cada escena… Todo aquello lo desconocía al enfocarme únicamente en relatos y frases cortas, que seguiré publicando porque me parecen mensajes directos al alma, pero que posiblemente se queden para redes sociales mientras me centre más en novelas de cara a un futuro próximo.

Si tuvieras que elegir un solo relato o frase de toda tu obra que resuma quién eres como escritora, ¿cuál sería y por qué?

«Que una puerta nunca te impida avanzar», de mi novela «10 motivos». Elijo esta frase porque es la esencia de Sofía Sancho: un mensaje de resiliencia en el que todos debemos centrarnos cuando el mundo que está a nuestros pies se desmorona. Siempre hay opciones, siempre hay motivos para seguir luchando.

¿Nos dejarías una recomendación para esas personas que comienzan en la escritura y que a ti te haya servido?

Mi mejor consejo para aquellas personas que están empezando es, en primer lugar, creerse lo que valen y entender que sus escritos merecen la pena ser leídos.

Una vez esto esté claro, que se lancen por completo a las redes, que son el lugar donde pueden promocionar sus obras, además de conocer a muchos escritores y escritoras de los que aprender y con los que realizar colaboraciones.

Por último, que no dejen de soñar en grande, porque todos los sueños se pueden hacer realidad.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario