Naciste en Madrid pero te criaste
en Cádiz. ¿En qué momento sentiste que Cádiz dejó de ser solo tu hogar de
adopción para convertirse en parte de tu identidad como escritora?
La verdad es que siempre he considerado Cádiz como
mi hogar, vine muy pequeña y tengo pocos recuerdos de Madrid como mi casa, por
supuesto que sigo teniendo vínculos muy fuertes con la capital, pero no como
hogar sino como algo más de mi identidad y mis relaciones familiares. En cuanto
a mi identidad como escritora empezó bastante tarde ya como adulta, antes era
más mercenaria solo escribía para concursos del cole y poco más, era más
devoralibros.
Eres Licenciada en Filología
Inglesa. ¿Cómo ha influido tu formación académica en la construcción de tus
universos narrativos, especialmente en una bilogía con tanta carga histórica
como la de Sybill?
Obviamente mi formación ha sentado las bases de
mis tramas principales, todas está ambientadas en el mundo anglosajón en
diferentes épocas y hechos que marcaron la historia de EEUU principalmente,
pero con pinceladas en Inglaterra e Irlanda. También me ha influenciado mucho
el cine.
Porque así lo pedía la trama, muchas buenas
historias surgen de movimientos migratorios, algunos solo de ida, para empezar
una nueva vida dejando atrás las penurias y otros de ida y vuelta en las que se
necesita volver a las raíces para cerrar un ciclo. En el caso de Sybill yo
quería un final feliz y cerrado y por ello necesitaba explicar cómo y de dónde
surgió todo, para poder justificar las acciones de Sybill que a priori podrían
parecer un poco desacertadas (He intentado no hacer spoiler9
En "El legado de
Sybill", Sybill Preacher es una bruja cuya magia protege a la familia
Longfellow. ¿Por qué decidiste subvertir el arquetipo de la bruja malvada y
darle ese matiz protector?
Pues precisamente por eso, por darle la vuelta a
un arquetipo ya manido y conocido y dar a la literatura otra bruja buena, «que
haberlas háilas» como dicen los gallegos, pero menos conocidas. Aunque si nos
paramos a pensar las hadas madrinas son brujas buenas, al fin y al cabo, son
mujeres que también hacen magia. Además, quería darle un matiz más humano al
personaje de Sybill, porque sí era una bruja, pero también una muchacha con sus
sueños e ilusiones, con sus propias penas y decepciones.
Realmente no, porque lo interesante era averiguar
qué hechos habían llevado a tal desenlace y podían ser un millón de
posibilidades. Además, que el lector previo no sabía excesivos detalles de la
historia de esta pareja. Tan solo que ella se había enamorado de él y que él se
había casado con otra, ¿tú sabes el salseo que se podía sacar de ahí?
Tus novelas mezclan romance
histórico, fantasía y elementos de diferentes culturas (Massachusetts colonial,
Japón, Irlanda). ¿Qué te atrae de escribir sobre mundos tan distintos?
No sabría decirte, supongo que el contraste para
hacer la trama más atractiva y la vez el reto de vincular, nunca mejor dicho,
unas culturas con otras de forma que suene coherente.
Como cuento siempre, fue por mi sobrina Lucía que
me dijo que solo escribía «para mayores» y que no iba a poder leerme en un
tiempo. Fue mi proyecto más personal
Nuuk es una protagonista valiente
y avispada, pero con un punto de mal genio que debe aprender a controlar. ¿Qué
mensaje querías transmitir a los niños con este personaje?
Que nada es lo que parece y que hay que escuchar a
todos. Detrás de un mal genio puede haber un sentimiento de rechazo, detrás de
un aspecto soberbio tal vez se esconda una persona extremadamente tímida… Que
los sentimientos son muy personales y hay que saber gestionarlos.
La verdad fue que Mona y Árzur vino en un perfecto
«timing», me ofrecieron publicar una novela de temática libre con una
editorial, a la vez que me surgía un evento literario erótico, tenía un
borrador decente en el cajón y sumé dos más dos. Me dije: «¿Por qué no?» Fue un
poco «sujétame el cubata» y me salió bien. Además me quería alejar un poco de
mi temática habitual mientras me planteaba la tercera novela larga.
Colaboras escribiendo artículos
en La Voz Digital. ¿Te ha servido tu faceta como columnista y tu trabajo como
novelista?
Claro, la escritura se nutre de cualquier formato
o plataforma. Teniendo claras las estructuras las palabras se montan en
cualquier parte.
Eres voluntaria en el proyecto
Leer+, una iniciativa que fomenta la comprensión lectora en niños de Primaria.
Cuéntanos sobre esa experiencia y qué te ha aportado como escritora.
La experiencia es maravillosa, trabajar con los
niños del proyecto siempre es gratificante, toman con ilusión cualquier
actividad que plantees con la lectura, ya que nos esforzamos para que sea
atractiva y cada niño tenga su propio ritmo dentro de los recursos que nos dan.
Como escritora ha sido una pasada, porque cuando se enteran de que he escrito
un cuento les parece super interesante y te hacen miles de preguntas super
divertidas. He vivido muchos momentos emotivos cuando se han hecho «mis fans»,
que me dibujen como una autora más el día de las autoras no tiene precio. El
reconocimiento de un niño es lo más.
Que al lector hay que cuidarlo, darle su sitio,
contestar sus preguntas y entablar conversaciones para que fluya la cultura.
Ser amable y cercano, no solo por respeto al «consumidor» de tu obra, sino
porque nunca sabes donde te vas a encontrar un amigo y eso es muy valioso.
Como autora que asiste a eventos
literarios, ¿qué importancia crees que tienen este tipo de espacios como
ferias, presentaciones o festivales literarios para los escritores, más allá de
la venta de libros?
Tiene toda la importancia del mundo, sobre todo
para darte visibilidad, para que se acerquen a conocerte, puede que ese día no
vendas, pero alguien nuevo se ha quedado con tu cara y luego puede buscarte.
Además, haces conexiones con gente de este mundillo, conoces otros autores que
te pueden dar información o trucos que no sabías…, editores, librerías, etc. La
venta directa no debe ser tu objetivo principal, sino uno más. De hecho, si te
centras en las ventas solo cuando no vendes te puedes sentir muy frustrado y es
contraproducente a la hora de seguir creando. Ojo no estoy diciendo que no
quiera vender, todos queremos hacerlo por supuesto, pero no es tan fácil.
Trabajabas en el ejército. ¿Cómo
concilias esa disciplina más militar con el mundo de la creatividad literaria?
Realmente no, eran dos mundos distintos. La
disciplina la dejaba para el trabajo, la creatividad cuando surgiera ji,ji,ji.
Aunque bien es cierto que en cuanto cojo carrerilla con un texto me gusta
sentarme hasta terminarlo, para ellos uso las tardes que es cuando mejor me va,
tanto de horario como de momento creativo.
Mencionas que tienes en mente una
nueva aventura de Nuuk. ¿Qué nuevos desafíos le esperan a nuestra pequeña
heroína?
En realidad, la tengo un poco apartada a la pobre,
se llamará «Nuuk y el invierno robado». Ya lo he robado, pero no tengo muy
claro como lo voy a recuperar ja,ja,ja. Así que de momento me estoy centrando
en la novela nueva.
¿Qué consejo le darías a otros
escritores que están buscando su camino editorial?
Primero que escriban su obra, que le escriban con
coherencia, que principalmente les guste a ellos y que la registren. Y a partir
de ahí hay cientos de herramientas de publicación que se pueden adaptar a sus
necesidades. Que no se paren a pensar en cómo lo van a publicar, porque de qué
sirve pensarlo si no tienes la obra completa.





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