Has vivido en
Barcelona la mayor parte de estos 44 años en España, pero dices que adoras
Granada y la has convertido en tu hogar. ¿Qué tiene Granada que ha conquistado
tu alma de una manera que Barcelona no pudo?
Su magia me inspira y me
libera. Me hace soñar y crecer como diseñadora y como escritora, algo que ahora
mismo no siento en una gran ciudad.
Sufriste acoso escolar por el color de tu piel. ¿Crees que esa herida, aunque superada, ha influido en tu manera de escribir, en los temas que eliges, en cómo miras al mundo?
Sin duda. Eso me hace mirar al
mundo con otros ojos, desde las emociones más profundas, y desde la fortaleza
de todo lo que he vivido. Quiero ayudar a otras personas con mis letras, ya sea
haciéndolas llorar, porque eso también libera, o sacando de ellas una sonrisa
que las haga olvidar el dolor.
Dices que
escribir y crear tus diseños te calman y te llenan el alma. ¿Es esa calma la
que buscas cuando escribes?
Sí, porque ambas me aportan
luz, calma, serenidad.
Sin duda. Un masaje no
solamente cura el cuerpo, sino que además ayuda a sanar las emociones, el alma.
Es una terapia que no trata únicamente lo físico, sino que también lo hace con
lo mental. Esas mismas manos con las que curo a otros me curan a mí, porque
escribir es una terapia que necesito para sanarme.
Cuando realizo los masajes, mi
mente se centra en ese momento, en sentir qué parte de esa persona quiero
curar. Es como ponerme en su lugar. Cuando escribo, me meto en la piel de mis
personajes.
En «El eco de
las palabras» incluiste seis códigos QR con relatos leídos por ti, pensando en
personas con problemas de visión. ¿Qué significa para ti que tu «familia
lectora» incluya a todos, sin importar cómo accedan a tus palabras?
Siento que estoy cumpliendo un
sueño que he tenido desde que empecé a escribir. Todos mis lectores se merecen
lo mejor de mí, y todo esfuerzo para conseguirlo merece la pena.
Porque las palabras me han
dañado, pero también me han levantado. Creo que tienen un gran poder, porque
hieren, sanan y transforman.
«Entre la piel
y el alma» es un título que ya es un territorio literario. ¿Qué habita en ese
espacio entre la piel y el alma? ¿Qué buscabas explorar en ese libro?
Esa parte de nosotros donde
llevamos todo lo que no ven los demás: sentimientos, emociones, fuerza, miedos.
Todo lo que nos hace suspirar.
Es ese reconocimiento a lo
bueno que llega con el paso de los años. Se tiene más sabiduría, capacidad para
realizar trabajos, saber estar. Todo lo que conlleva la experiencia de haber
pasado por situaciones que nos han hecho crecer como personas.
¿Cuál es tu
proceso de escritura? ¿Escribes con disciplina o esperas a que las palabras
lleguen?
Soy incapaz de obligarme a
estar sentada esperando a que lleguen las musas. Yo escribo según me nace. No
me gusta hacerlo por obligación, sino por inspiración. Soy una persona
«brújula», aunque una vez que sé sobre qué quiero escribir, todo cambia. Intento
centrarme en mis personajes, en sus emociones, y busco información sobre los
lugares donde van a transcurrir los hechos. Y, una vez que tengo todo eso,
escribo cuando creo que tengo algo que merece la pena contar. Eso puede suceder
en unas horas o en unos días. No me presiono.
Si tuvieras
que elegir un solo texto de todos los que has escrito, uno que sientas que te
representa completamente, ¿cuál sería y por qué?
Es muy difícil, porque todos mis textos tienen algo de Neera o de Mila.
Me quedaría con cualquiera que
trate sobre las enfermedades, especialmente las que se refieren a la salud
mental, porque se les está dando muy poca atención; sin embargo, pueden ser
letales, como estamos viendo por las estadísticas. Es un tema muy complejo, el
cual yo misma he sufrido. Lo cuento sin tapujos. Como te he contado, durante mi
infancia sufrí amenazas por el color de mi piel, así como insultos, y eso no es
nada fácil de superar, y más cuando te hacen sentir que no perteneces al lugar
en el que vives.
Si pudieras volver al momento en que llegaste a España hace 44 años y susurrarle algo
Que no tenga miedo. Que se
olvide de todo lo que le han dicho para detener su progreso.
¿Qué estás
escribiendo ahora?
Mi quinto libro, donde espero
poder incluir más grabaciones.
¿Un consejo
para quienes comienzan en la escritura?
No soy nadie para dar consejos.
Únicamente les diría que no se rindan, que trabajen para conseguir sus sueños,
sin importar la edad. Si son jóvenes van a ir aprendiendo, y si son «vintage»,
tienen mucho que aportar a este mundo.
Muchas gracias, Neera, por haber venido a este espacio a contarnos tu experiencia.
Gracias a ti, Leo.




Ha sido un honor ser entrevistada por Leo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias.
Te deseo muchos éxitos 🍀🍀🍀