jueves, septiembre 18, 2025

ENTREVISTA a Alejandro Ramos - Versión escrita

Hoy nos acompaña Alejandro Ramos, un autor y artista polifacético que ha sabido unir en su trayectoria dos mundos inseparables: la literatura y la música. Desde su primera novela, Sucedió en Alsacia, hasta su más reciente éxito La masía de los secretos, ha demostrado que el amor, el humor y la vida, cuando se narran con sensibilidad y ritmo, pueden convertirse en auténticas canciones literarias. En esta entrevista recorreremos su faceta como escritor de romántica, su voz creativa y humana, y la manera en que la música se cuela entre sus páginas, sus personajes y sus historias.

Gracias por la oportunidad de estar aquí y por tan bonita introducción.

¿Qué significó para ti publicar tu primera novela, Sucedió en Alsacia, y verla llegar a lo más alto de Amazon?

Si juntas la emoción de dejar ir tu primera historia publicada con la ilusión de que tenga tan buena acogida, puedes imaginarte el torbellino que te recorre por dentro. Después de tan duro trabajo y sentimientos llevados a las páginas sentí un orgullo y una felicidad inmensa.

¿Por qué elegiste ambientar esa primera novela en Alsacia y en la época navideña?

Soy un firme amante de la Navidad por las emociones que se le atribuyen, por esa exaltación de la alegría y la nostalgia y por la euforia con que los niños (y muchos adultos también) la disfrutan. Viajé a Alsacia hace un par de años y quedé prendado de esos mercadillos y esos pueblos de ensueño. No imagino un marco mejor para ambientar una novela de este género.

En La masía de los secretos das un salto hacia una historia más adulta. ¿Qué diferencias destacarías entre esta novela y tu debut?

Aunque se mantiene el estilo, creo que la profundidad de la trama, la construcción de las relaciones interpersonales, el calado de las palabras e incluso la riqueza en el uso del lenguaje supone grandes diferencias. La masía de los secretos es una novela de las que te permiten paladear la historia y reflexionar de un modo más hondo.

¿Cómo encuentras el equilibrio entre el humor y el drama en tus comedias románticas?

Creo que se consigue con naturalidad si trabajas el lado humano de los personajes. La historia puede llevar la balanza hacia uno u otro lado y está bien. Pero ambos ingredientes son clave para que la verosimilitud de una historia no decaiga. Además, adoro tanto el humor como el drama, no podría prescindir de ninguna de ellas. Y las novelas no dejan de ser un reflejo del autor que las escribe.

La música siempre acompaña tus novelas con canciones originales. Ponle una banda sonora a cada una de tus obras.

Cualquier playlist navideña funcionaría para Sucedió en Alsacia. En concreto, la canción O Holy Night tiene cierto peso en la historia y me encanta. Aunque el villancico que escribí: I’m all in for Christmas es el broche perfecto para esta novela.

En la masía de los secretos podría encontrar una banda sonora más variada, con mucho sentimiento, con cuerdas, baterías de las que hacen que te retumbe el corazón e incluso un nostálgico saxofón. En este caso, compuse Cuando la luna titila, puede que la canción más bonita que he tenido la suerte de escribir. Podría cantarla el protagonista al final de la historia o yo mismo dedicársela a mi abuela. De hecho, creo que hay un poco de ambas cosas.

El sexo, dentro de la romántica, puede ser un tema delicado. ¿Cómo lo abordas en tus novelas?

Creo firmemente en que si está justificado puede enriquecer la historia, la trama o la construcción de los personajes. Son escenas potentes, que atraen mucho la atención del lector y un arma clave para dar rasgos de personalidad y comportamientos que nos hagan comprender a los implicados en la escena.

Eso sí, no me entusiasma el exceso de escenas eróticas si no van a ayuda a avanzar la trama.

Has mencionado que la lectura y las canciones te salvaron en varias ocasiones. ¿Qué significado tiene eso para ti como creador de historias?

Es una motivación enorme. Saber que en mis manos puede estar la posibilidad de ayudar a alguien a sortear un mal momento, a acompañarlo en su alegría o en su dolor, a canalizar o simplemente a distraerse es una responsabilidad preciosa y un honor. ¿Qué puede haber más bonito que eso?

Vienes de la música, la danza y el teatro musical. ¿Qué te aportan esas disciplinas a la hora de escribir?

Todas las vivencias y aprendizaje pasado construyen lo que soy hoy.

La música como primera vía de expresión desarrolló mi sensibilidad.

La danza contribuyo a que la disciplina que ya traía de serie se volviese más regia.

Y el teatro musical, sin duda, fue clave para amplificar la empatía y abrir la mente. Comprender y respetar a personajes que distan de tus convicciones es de las tareas más difíciles y más gratificantes que he tenido la suerte de vivir.

¿Cómo es un día de escritura para ti? ¿Tienes rutinas o rituales creativos?

No tengo demasiados rituales. En invierno me gusta prepararme alguna infusión calentita y en verano agua fría. Intento, aunque no siempre es posible, dedicar tiempo a la escritura a diario.

Mi lugar favorito para escribir en la biblioteca donde mis sesiones son de entre 1.500 y 3.500 palabras.

Las cafeterías con decoración chula y sofás cómodos me encantan para coger ideas y bocetas nuevos proyectos.

Si tuvieras que definir tu voz literaria con una sola palabra, ¿cuál sería?

Honesta.

En tu faceta más humana, ¿qué te hace reír con más facilidad?

Las bromas y los sustos.

Y al otro extremo, ¿qué cosas logran emocionarte hasta las lágrimas?

La ilusión en los ojos de un niño o vomitar lo que siento al sentarme a componer.

¿Qué canciones te inspiran cuando escribes?

Las canciones me inspiran mucho en general. Eso sí, para escribir, recurro siempre a la música clásica o al silencio absoluto. Los silencios son parte imprescindible de la música.

Si tu vida fuera una canción, ¿cómo se titularía y por qué?

Creo que todas las canciones que he escrito desde los 12 años representan los diferentes momentos que he transitado y el compendio de ellas definiría mi vida.

Sin embargo, y sin haberla escuchado todavía, Taylor Swift saca un nuevo disco el 3 de octubre y tiene una canción homónima al álbum, se llama The life of a showgirl. Como concepto, creo que puede enmarcar a la perfección mis vivencias con la exposición constante al público, desde lo que pasa detrás que nadie ve, a lo que se siente de cara a tantas personas que reciben tu trabajo.

Muchas gracias, Alejandro, por esta conversación tan cercana y sincera, donde hemos podido recorrer contigo la música, la literatura, el teatro, la danza y esa búsqueda incesante de emociones que define tu obra. Te deseamos que sigas creando historias que vibren como canciones y canciones que se lean como novelas.

 

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