Gracias por la
oportunidad de estar aquí y por tan bonita introducción.
¿Qué significó para ti publicar tu primera novela, Sucedió en Alsacia,
y verla llegar a lo más alto de Amazon?
Si juntas la
emoción de dejar ir tu primera historia publicada con la ilusión de que tenga
tan buena acogida, puedes imaginarte el torbellino que te recorre por dentro.
Después de tan duro trabajo y sentimientos llevados a las páginas sentí un
orgullo y una felicidad inmensa.
¿Por qué elegiste ambientar esa primera novela en Alsacia y en la época
navideña?
Soy un firme
amante de la Navidad por las emociones que se le atribuyen, por esa exaltación
de la alegría y la nostalgia y por la euforia con que los niños (y muchos
adultos también) la disfrutan. Viajé a Alsacia hace un par de años y quedé
prendado de esos mercadillos y esos pueblos de ensueño. No imagino un marco
mejor para ambientar una novela de este género.
Aunque se
mantiene el estilo, creo que la profundidad de la trama, la construcción de las
relaciones interpersonales, el calado de las palabras e incluso la riqueza en
el uso del lenguaje supone grandes diferencias. La masía de los secretos es una
novela de las que te permiten paladear la historia y reflexionar de un modo más
hondo.
¿Cómo encuentras el equilibrio entre el humor y el drama en tus comedias
románticas?
Creo que se
consigue con naturalidad si trabajas el lado humano de los personajes. La
historia puede llevar la balanza hacia uno u otro lado y está bien. Pero ambos
ingredientes son clave para que la verosimilitud de una historia no decaiga.
Además, adoro tanto el humor como el drama, no podría prescindir de ninguna de
ellas. Y las novelas no dejan de ser un reflejo del autor que las escribe.
La música siempre acompaña tus novelas con canciones originales. Ponle una
banda sonora a cada una de tus obras.
Cualquier playlist
navideña funcionaría para Sucedió en Alsacia. En concreto, la canción O Holy
Night tiene cierto peso en la historia y me encanta. Aunque el villancico
que escribí: I’m all in for Christmas es el broche perfecto para esta
novela.
En la masía de
los secretos podría encontrar una banda sonora más variada, con mucho
sentimiento, con cuerdas, baterías de las que hacen que te retumbe el corazón e
incluso un nostálgico saxofón. En este caso, compuse Cuando la luna titila,
puede que la canción más bonita que he tenido la suerte de escribir. Podría
cantarla el protagonista al final de la historia o yo mismo dedicársela a mi
abuela. De hecho, creo que hay un poco de ambas cosas.
El sexo, dentro de la romántica, puede ser un tema delicado. ¿Cómo lo
abordas en tus novelas?
Creo firmemente
en que si está justificado puede enriquecer la historia, la trama o la
construcción de los personajes. Son escenas potentes, que atraen mucho la
atención del lector y un arma clave para dar rasgos de personalidad y
comportamientos que nos hagan comprender a los implicados en la escena.
Eso sí, no me
entusiasma el exceso de escenas eróticas si no van a ayuda a avanzar la trama.
Has mencionado que la lectura y las canciones te salvaron en varias
ocasiones. ¿Qué significado tiene eso para ti como creador de historias?
Es una
motivación enorme. Saber que en mis manos puede estar la posibilidad de ayudar
a alguien a sortear un mal momento, a acompañarlo en su alegría o en su dolor,
a canalizar o simplemente a distraerse es una responsabilidad preciosa y un
honor. ¿Qué puede haber más bonito que eso?
Vienes de la música, la danza y el teatro musical. ¿Qué te aportan esas
disciplinas a la hora de escribir?
Todas las
vivencias y aprendizaje pasado construyen lo que soy hoy.
La música como
primera vía de expresión desarrolló mi sensibilidad.
La danza
contribuyo a que la disciplina que ya traía de serie se volviese más regia.
Y el teatro
musical, sin duda, fue clave para amplificar la empatía y abrir la mente.
Comprender y respetar a personajes que distan de tus convicciones es de las
tareas más difíciles y más gratificantes que he tenido la suerte de vivir.
¿Cómo es un día de escritura para ti? ¿Tienes rutinas o rituales creativos?
Mi lugar
favorito para escribir en la biblioteca donde mis sesiones son de entre 1.500 y
3.500 palabras.
Las cafeterías
con decoración chula y sofás cómodos me encantan para coger ideas y bocetas
nuevos proyectos.
Si tuvieras que definir tu voz literaria con una sola palabra, ¿cuál sería?
Honesta.
En tu faceta más humana, ¿qué te hace reír con más facilidad?
Las bromas y
los sustos.
Y al otro extremo, ¿qué cosas logran emocionarte hasta las lágrimas?
La ilusión en
los ojos de un niño o vomitar lo que siento al sentarme a componer.
¿Qué canciones te inspiran cuando escribes?
Las canciones
me inspiran mucho en general. Eso sí, para escribir, recurro siempre a la
música clásica o al silencio absoluto. Los silencios son parte imprescindible
de la música.
Si tu vida fuera una canción, ¿cómo se titularía y por qué?
Creo que todas
las canciones que he escrito desde los 12 años representan los diferentes
momentos que he transitado y el compendio de ellas definiría mi vida.
Sin embargo, y
sin haberla escuchado todavía, Taylor Swift saca un nuevo disco el 3 de octubre
y tiene una canción homónima al álbum, se llama The life of a showgirl.
Como concepto, creo que puede enmarcar a la perfección mis vivencias con la
exposición constante al público, desde lo que pasa detrás que nadie ve, a lo
que se siente de cara a tantas personas que reciben tu trabajo.
Muchas gracias, Alejandro, por esta conversación tan cercana y sincera,
donde hemos podido recorrer contigo la música, la literatura, el teatro, la
danza y esa búsqueda incesante de emociones que define tu obra. Te deseamos que
sigas creando historias que vibren como canciones y canciones que se lean como
novelas.
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