Hoy conversamos con Jorge Giraldo, escritor colombiano radicado en Estados Unidos desde hace más de dos décadas. Médico, biólogo, químico, docente y fotógrafo, Jorge ha publicado dos obras muy distintas, pero complementarias: Semiología Médica Práctica, un manual pensado para estudiantes y profesionales de la salud, y Entre Médicos y Pacientes, una novela que nos sumerge en los dilemas, vínculos y emociones que atraviesan el ejercicio clínico. En esta entrevista conoceremos más sobre su mirada médica y literaria y como profesional de la salud dialoga con la palabra escrita.
Vamos con la primera pregunta:
¿Cómo surgió Semiología Médica Práctica?
De mis notas del preparador de clases siendo profesor de esa asignatura en
una facultad de medicina. Fui formado como pedagogo y como tal es
imprescindible elaborar tu diario de clases. Este contenido se enriquecía con el
paso de cada semestre hasta constituir todo un material pedagógico del que mis
estudiantes de medicina se beneficiaban. Se hizo una primera publicación.
Me mudé para Estados Unidos y hubo una pausa. 20 años después hice una
revisión con actualización y lo volví a publicar que es el que tenemos ahora en
español e inglés.
¿Qué te llevó a escribir un manual médico?
Esas notas eran útiles para mis estudiantes como guía de nuestras clases de
práctica, su objetividad nos hacía fácil la vida de estudiante y profesor entonces
decidí organizarlo, en primera instancia solo como un texto guía.
¿Qué acogida tuvo entre tus estudiantes y el público en general?
Gustó tanto y alguien me propuso publicarlo. Lo hicimos y desapareció entre
las manos de mis alumnos y otras facultades de medicina de la ciudad.
¿Qué diferencia fundamental crees que aporta tu libro frente a otros textos
de semiología?
Es conciso, va al grano y está didácticamente explicado, sacado de la
experiencia diaria, realmente práctico.
¿Tenías claro desde el principio el contenido del libro y la estructura que
tendría?
Si, es un libro de contenido técnico lo que lo hace secuencial.
¿Te sirvió tu experiencia como docente para desarrollar los contenidos del
manual?
Por supuesto, de hecho, es el cúmulo de semestres de experiencia.
¿Cómo pasaste del tono más académico del manual a la narrativa más
emocional y literaria de Entre Médicos y Pacientes?
No fue un pasar, la docencia está en la piel y seguirá ahí, mi trabajo
actual tiene que ver con ello. La narrativa emocional, es algo inherente del
ser humano, siempre estamos contando nuestras vivencias, las de los demás,
pocos las escriben, en mi caso, empezó a materializarse, tal vez por cansancio
o por aburrimiento, en las horas de la madrugada mientras estaba de turno en
alguna emergencia de un hospital se me ocurrió escribir la parte emotiva,
humana del algún paciente que tuviéramos en observación o en la sala de
hospitalización, hasta que fueron apareciendo historias con más fuerza merecedoras
de ser compartidas.
Estas historias abordan un contexto lleno de desafíos
sociales y médicos, con relatos intensos y profundamente humano, mostrando un
conflicto emocional cargado de celos, inseguridades y amor, resalta la realidad
de las comunidades rurales y la falta de acceso a servicios médicos adecuados,
así como el papel vital de las comadronas en estas áreas. Como temas
principales abordados tenemos la relación médico paciente, los dilemas éticos y
profesionales, aspectos sociales y culturales, humanidad en la medicina.
La empatía. Por muy profesional y capacitado para enfrentar las situaciones
de enfermedad de los pacientes, no puedes deslindarte del sentir humano, hay
que ser empáticos y en ese punto el médico no es tan médico ni el paciente es
tan paciente, ese contexto me pareció de valor compartirlo para que nos
viéramos como realmente somos, iguales unos a otros y desde ese nivel sea más
fácil ayudarnos mutuamente.
¿Qué te interesaba mostrar de la relación entre médicos y pacientes que no
cabe en un libro de medicina?
La parte humana, ver cómo la empatía con nuestros pacientes nos hace más
fácil la vida, como si pudiéramos caminar agarrados de la mano.
¿Los personajes de la novela están basados en personas reales o son
completamente ficticios?
Son reales, las situaciones son reales matizadas con toque de ficción.
¿Qué mensaje quieres dejar en los lectores de este libro?
Para los pacientes, que los médicos también tenemos sentimientos y sí nos
importa sobremanera la mejoría de la salud de ellos.
A los médicos, que es más fácil obtener resultados positivos asumiendo el
dolor ajeno como propio, no está en los manuales de medicina.
Cuando escribiste la novela, ¿te interesaba hablar de lo que no se enseña
en las facultades?
En gran parte si, como estudiantes de medicina tenemos muchos ideales
nobles que se nos desbaratan al enfrentarnos a la realidad social, al descubrir
que la situación emocional de los pacientes es lo más difícil de manejar porque
ningún enfermo está feliz, las exigencias económicas a que se enfrentan al
estar endeudado por préstamo de los estudios, luego el deseo de un carro nuevo,
etc. Nadie nos habla claramente de eso.
¿Cómo equilibraste la fidelidad médica con la libertad narrativa en la
ficción?
Comenzando por que no hay nombres en la novela, ni de personajes ni de
lugares. No entro en detalles técnicos para no escandalizar, lo que se narra,
aunque real, le he hecho algunas desvirtualizaciones para que no sea totalmente
identificable aun por los involucrados o sus allegados.
¿Te costó más escribir la novela o el manual?
La novela.
¿Con cuál de las dos obras disfrutaste más?
Cada una tiene su propio sabor.
¿Sientes que ambas obras se complementan?
No exactamente, pero la novela dependió un bastante del texto médico.
¿Recomendarías leer una antes que la otra?
No necesariamente, son autónomas e independientes.
¿Qué tipo de proyectos futuros tienes entre manos de los que puedas hablar?
Cuando pensé en la novela hice un listado de 47 posibles historias a narrar,
en este publiqué 12 temas, de los 35 restante, tal vez unos 20 tengan la misma
fuerza, pero también algunos lectores me han preguntado qué pasó más allá de
contado en algunos capítulos por lo que he empezado a prolongar algunas de esas
historias.
¿Algún consejo a los profesionales de la medicina que estén pensando en
escribir un ensayo o novela, pero que aún no se han atrevido a hacerlo?
Que le den rienda suelta, todos los médicos tenemos mucho que contar, y segurísimo
que hasta con otro enfoque que les dará su propio sabor. Algunas de las
publicadas en mi libro fueron contadas por algún colega
Gracias, Jorge, por mostrarnos que la medicina también puede contarse desde
la experiencia, la emoción y la palabra. Tus dos libros reflejan dos maneras de
mirar el cuerpo, la enfermedad y la humanidad que habita en cada consulta. Un
placer haberte tenido en Mi experiencia como escritor.
Gracias a ti Leo por traer a la luz lo que se quedó detrás de las letras,
lo has dicho bien, el paciente no es una enfermedad, es una persona que viene a
buscar para que lo ayudes. Agradezco a mis profesores que, entre muchas cosas
buenas, me enseñaron que un paciente no es el número de una cama, ni el nombre
de una enfermedad, tiene nombre y apellido propio.
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