Vamos a por la primera pregunta: ¿Quién es Antonio Candela?
No es más que otro producto de los 80, con los mismos tics, influencias y traumas culturales que cualquier otro compañero de generación. Los 80 fueron un tiempo de libertad en la creación del producto cultural, pero también en su consumo; no había prácticamente control, lo que hizo que toda una generación se criara viendo contenidos que, hoy en día, serían impensables. Yo soy parte del resultado de aquella época.
Has escrito un ensayo titulado Universo Stallone: Resistir hasta el final (Applehead, 2018), de la cual hice una reseña para este blog. ¿De qué trata?
Es un análisis exhaustivo de la primera etapa de la carrera de Sylvester Stallone, desde su nacimiento en 1946 hasta 1992, año del estreno de ¡Alto! O mi madre dispara (Stop! Or My Mom Will Shoot, Roger Spottiswoode), uno de sus fracasos más sonados, que marcaría el primer punto de inflexión en su carrera.
¿En qué momento decidiste meterte una tarea tan ardua y compleja como es escribir un ensayo de tal envergadura?
Hace muchos años, en la época del blogging, decidí abrir uno para comentar películas de los 80. Tras escribir cuatro artículos, me di cuenta, en primer lugar, de que tres de ellos eran de películas de Stallone, lo que ya establecía cierta inclinación. En segundo lugar, observé que era una lectura incómoda en formato blog, porque a pesar de que traté de economizar en datos aportados, los artículos me quedaban muy extensos. Fue entonces cuando me di cuenta de que lo más apropiado era escribir un libro.
Has sido realizador y guionista de publicidad y autopromos de televisión, además de haber realizado colaboraciones con importantes canales y plataformas de televisión, ¿te sirvió esa formación a la hora de escribir este ensayo?
En realidad, la base de mi formación para afrontar este libro viene de mucho antes. Leer habitualmente Fotogramas, Cinemanía o Imágenes de Actualidad siendo muy joven, me dejó un poso de inquietud por el ensayo de cine. A los 15 años me encargaba de la crítica cinematográfica del periódico del instituto, sin saber muy bien qué hacía.
¿Cuánto tiempo tardaste en documentarte para la obra?
La fase de documentación fue muy gradual, se desarrolló junto a la escritura. El libro se escribió en orden cronológico, y a medida que me iba enfrentando a cada capítulo, buscaba la información que necesitaba.
¿Y en escribirla?
Contando con varios parones en el proceso, alrededor de dos años.
La estructura del libro me pareció un acierto tremendo. Explícanos cómo está secuenciada la obra y si tenías pensada dividirla así desde el principio.
Agradezco tu valoración. El libro se divide en siete bloques, que pretenden definir las diferentes etapas de esa primera parte de la carrera de Stallone, en orden cronológico. Dentro de cada bloque, nos encontramos con unas cuantas películas, que funcionan a modo de capítulos, donde repasamos la producción del film en cuestión, y en paralelo, la vida de Sly. Te mentiría si te dijera que esa estructura fue algo estudiado; simplemente, salió así.
¿Qué te atrajo tanto de la figura de Sylvester Stallone como para escribir un libro sobre él?Rocky (John G. Avildsen, 1976) fue un suceso en mi vida, como lo fue en la de muchos niños de mi época, y Stallone siempre fue uno de mis actores favoritos. Pero mi principal motivación para sentarme a escribir fue la reivindicación de su figura. En 2018, año de la primera edición del libro, Sly seguía siendo poco respetado en España -no así en el resto de Europa-. A pesar del salto generacional con respecto a la crítica de los 80 y 90 que masacraban sistemáticamente sus trabajos, aún se le seguía contemplando con cierto desdén. El libro nació para poner en valor a una personalidad clave en la historia del cine y, de paso, dar a conocer una historia increíble de superación personal.
¿Por qué crees que es un actor tan infravalorado por algunos?
Por un lado, Stallone tuvo la desgracia de compartir generación con monstruos como Pacino, De Niro, Dustin Hoffman o Gene Hackman. Además, ciertas actitudes tras el éxito de Rocky hicieron que la prensa le tildara de arrogante, ganándose su enemistad. Para terminar de arreglar su relación con los medios, estrenó Rambo (First Blood Part II, George Pan Cosmatos, 1985) y Rocky IV (Sylvester Stallone, 1985) el mismo año, que hizo sangrar por los ojos al sector más progresista de la crítica. A partir de entonces, el calificativo de arrogante dejó paso al de fascista, y como muy bien señaló Nieves Bajo en su libro Sylvester Stallone, esta parte de la prensa automáticamente le convirtió en el «peor actor de la historia del cine».
¿Película favorita suya?
Va por épocas. Rocky siempre estará en el podio, pero tengo debilidad por Yo, el halcón (Over The Top, Menahem Golan, 1987). Encerrado (Lock Up, John Flynn, 1989) y Rocky Balboa (Sylvester Stallone, 2006) también están ahí.
¿Y guion?
Rocky Balboa.
¿Crees que debería estudiarse su labor como guionista y sus obras en las academias de cine?
Sin duda. No ha habido otro actor que haya protagonizado tres franquicias de éxito espaciadas en más de cincuenta años y haya tenido números 1 de taquilla durante seis décadas distintas. Solamente ese dato, ya es digno de estudio.
Hiciste una maravillosa entrevista al gran Ricardo Solans, actor de doblaje cuya voz daba vida a Sly en la gran pantalla, y que sirve de colofón al ensayo. ¿Cómo se forjó vuestro encuentro?
Fue a través de un contacto que tengo en el mundo del doblaje. No fue complicado. Ricardo Solans es una persona fantástica, que lo hizo todo aún más fácil.
¿Tienes algún proyecto entre manos en la actualidad?
Varios, pero me siento un poco incómodo hablando de proyectos futuros (una manía de la edad).
Y para finalizar, ¿qué consejos le darías a alguien que esté decidido a escribir un ensayo?
Sobre todo, que le interese de forma sincera el tema a tratar. Se nota mucho cuando un trabajo es fruto de un encargo o una moda y está escrito sin alma, de forma mecánica.
Muchas gracias, Antonio. Un privilegio haber podido contar contigo entre nosotros. Y felicidades por tu ensayo. Lo disfruté de principio a fin.
El privilegio ha sido mío. Te doy las gracias una vez más por tu valoración del libro y sobre todo por la labor tan maravillosa que haces con tu blog.
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