Hoy tenemos en “Mi experiencia como escritor” a Ramón Alcaraz García, escritor, guionista, corrector y profesor de escritura creativa.
Hola, Ramón. Bienvenido a este
humilde rincón en la red.
Hola, muchas gracias por la
invitación a participar.
Vamos con la primera pregunta:
¿Quién es Ramón Alcaraz García?
Soy un apasionado de las letras, en
todos los sentidos. Esto es lo que mejor me define.
¿Qué le aporta la escritura a tu
vida?
Ahora mismo lo es todo, y también
desde hace ya 25 años en los que me dedico en exclusiva a formar escritores, a
escribir y a corregir. Para empezar, es mi forma de vida, y unir lo que te da
para vivir con tu afición es algo a lo que cualquier persona aspira. Me siento
afortunado por ello.
¿Cuál es el proceso que sigues a la
hora de escribir?
Primero, seleccionar la idea. No
todas las ideas nos sirven. Después madurarla bien, mucho. Y cuando la idea
queda clara, estructurarla muy bien antes que darle forma. Es decir, cuando ya
la pasamos al papel o al ordenador.
Además de escribir, diriges un
taller literario desde hace más de veinte años. ¿Háblanos un poquito de los
orígenes de “El desván de la memoria”?
Esa fue una apuesta arriesgada, En
el año 2000 no todo el mundo tenía ordenador, Internet estaba empezando a
introducirse en las casas y no había redes sociales, blogs, chats… Los
escritores solo podían acceder a talleres de escritura en las grandes ciudades:
Madrid y Barcelona. Se me ocurrió que Internet podía llegar a cualquier rincón.
Por lo que sé, el mío fue el primer taller de escritura por internet.
Publicitaba en los tablones de anuncios de bibliotecas, centros culturales,
ferias del libro… Se apunto una chica, después otra persona, otra…; el trato
personalizado funcionaba bien y eso se iba expandiendo, hasta llegar hasta
ahora. Fue una incertidumbre en su momento, un riesgo, pero funcionó. Y así,
hasta la actualidad.
Lo primero: estudiar, aprender,
realizar ejercicios, escribir y corregir. Además, preparar certámenes. Y
participar en congresos, jornadas, encuentros literarios, tertulias. Sin ir más
lejos, acabamos de estar en las I jornadas de Novela Histórica de Portugalete,
una forma de conocer y relacionarse con otros escritores y escritoras. Y
también organizar presentaciones de libros, lecturas e ir a ferias.
Hay gente que defiende los talleres
literarios porque le ayudaron a mejorar en su escritura. Yo soy una de esas
personas, pero me gustaría que fueses tú quien nos hablase de cuáles son las
ventajas que ves en ellos.
Antes la única forma de mejorar en
la escritura era leer. Leer y practicar. Un taller, un profesor de escritura
creativa, te permite acelerar el proceso. Lo que tardarías meses en aprender, o
incluso años, se reduce de manera considerable. Aprender la teoría nos permite
controlar mejor el proceso y rentabilizar mejor nuestras habilidades. Si a ello
le unimos el seguimiento de las prácticas y las correcciones comentadas, los
alumnos no solo evitan los errores que tenían, sino que con ello mejoran su
estilo literario, y manejan mejor las ideas, cómo enfocarlas y optimizarlas
para un resultado final de mayor calidad. Todo progresivo, claro, y funciona. Y
de un modo natural, sin memorizar nada ni tener que ser conscientes de ello.
¿Consideras que alguien que
comienza a escribir debería antes empezar formándose en algún taller?
Es bueno porque, como acabo de
decir, acelera el proceso. Como pasa con todo, aprendemos por ensayo y error.
Así que un taller hace patentes los errores. Y cada autor tiene los suyos.
Conocer la teoría es incluso interesante. Uno no siente la “soledad” de la
escritura y, lo más importante, se siente motivado y con la seguridad de
progresar bien.
Como tutor de escritura, ¿te has
vuelto más exigente con tus propios textos a medida que te has ido creciendo
como docente?
Es una buena pregunta. La verdad es
que soy menos exigente conmigo mismo que con mis alumnos. A veces yo sigo
intentando que ellos mejoren y cuando van ganando premios me pregunto si no les
exijo demasiado. Conmigo no lo soy tanto porque la base, como les digo a ellos,
es pasarlo bien con lo que escribimos. Al menos en la fase de borrador, debemos
ser más permisivos. Y es en la fase de revisión cuando afinamos más. A fin de
cuentas, tener oficio de escribir es rentabilizar nuestras ideas y nuestro
tiempo.
Tu primer libro se titula 100 consejos indispensables para escribir bien con la editorial Rubric. Háblanos de tu experiencia.
Esa fue una experiencia muy bonita.
Fue en abril de 2020, llevábamos poco más de un mes de confinamiento por Covid
y se me ocurrió subir cada día a las redes sociales (ramonalcarazescrituracreativa)
un consejo, un vídeo, un texto sobre escritura; tanto para que ocupáramos ese
tiempo encerrados por pandemia como para que sirviera de motivación, Estuve dos
años publicando cada día, sin faltar uno, y de todo ese material nació 100
consejos indispensables para escribir bien, un manual que ha tenido y sigue
teniendo mucho éxito.
Ahora acabo de publicar otro manual
de escritura que se titula El poder de las figuras literarias. Un manual-diccionario
con ejemplos de todas las figuras literarias que tenemos en castellano. Quien
lo quiera, igual que el anterior, me los puede pedir y se lo enviaré dedicado.
Mi correo es tallerliterario@hotmail.com
Además de tus dos manuales de escritura, has publicado también una novela, ¿verdad?
Sí, El fabuloso zoológico ambulante, de Velasco Ediciones. Una novela que ha recibido muy buenas críticas y que la enmarcan dentro del Realismo Mágico. Aunque a mí me gusta más destacar nuestra narrativa de Galicia, por mi ascendencia gallega, de la que también bebió García Márquez, porque su abuela era de origen gallego y es la que le contaba fabulosas historias desde niño. Esta novela se puede pedir en librerías o también escribirme a mi correo y la enviaré dedicada.
¿A qué tipo de público va dirigido?
100 consejos indispensables para
escribir bien va
dirigido a todo tipo de autores; desde los que empiezan, o quieren empezar,
hasta los que llevan tiempo con la escritura. Es un manual progresivo con
muchos apartados variados y diferentes entre sí. Desde consejos para mejorar el
estilo literario a recomendaciones para ganar certámenes, pasando por
ejercicios de autoevaluación, teoría sobre verbos, “recetas” y trucos para
generar ideas o mejorar en general nuestra escritura.
Aprovecho que eres tutor de
escritura para hacerte esta pregunta: ¿cuántas revisiones por parte del autor
son necesarias hasta dar por finalizada una corrección?
Es una buena pregunta. Quien de verdad es escritor estaría corrigiendo siempre, y eso se acaba convirtiendo en problema. Por eso también es bueno contar con un profesor o un corrector, que te da seguridad o incluso te va a ayudar a poner la palabra “fin” y no tocar más lo escrito. Si se ha trabajado bien el borrador, lo aconsejable son una o dos revisiones. Una para centrarnos más en el contenido de las historias, la estructura, los personajes… Y la segunda y final para ocuparnos con más detalle en la forma, que no haya quedado ningún despiste. Si ese trabajo de borrador y una o dos revisiones se ha hecho bien, hacer más revisiones es innecesario porque podemos caer en una obsesión por inseguridad. Y eso nos bloquea. Por ejemplo, Borges era un obsesivo de revisar y revisar. Él decía que su único interés por publicar era porque así dejaba de corregir de una vez por todas.
Como corrector de textos, ¿debería
pasar siempre un manuscrito de cierta extensión por las manos de un corrector
profesional?
Es lo aconsejable si queremos un
texto de calidad. O, al menos también, para evitar que se nos haya escapado
algo o cometamos errores que nos hayan pasado desapercibidos. Como pasa con
todo, desde fuera se ven las cosas de otra forma, y un libro queda para
siempre, por eso es bueno cuidarlo.
¿Qué libros recomendarías a aquellas
personas que quieran mejorar su técnica de escritura?
Mis manuales, claro, aunque ahora
solo llevo dos de una biblioteca que espero pueda completar hasta 10. Aparte de
esto, hay que leer, y sobre todo los clásicos, que son de los que más se
aprende. También hay buenos manuales que han sido referentes desde hace años.
Por ejemplo, Escribir: manual de técnicas narrativas, de Enrique Páez. O Cocina de la escritura, de Daniel Cassany, o cualquier otro de
este autor. Estos dos son buenos autores. También hay libros de texto muy
valiosos, sobre comentario de textos, que se usan en institutos y
universidades.
¿Algún consejo para quienes
comienzan en el arte de la escritura?
Que disfruten, que jamás pierdan la
ilusión. Que nunca tengan miedo ni se desanimen. Que aprecien la parte lúdica
de la escritura, el “juego” de inventar y crear. Que acepten las críticas
cuando sean constructivas, pero que jamás se desanimen por las negativas. Y que
nunca, nunca, dejen de aprender.
Muchas gracias por habernos
acompañado hoy, Ramón.
Muchas gracias a ti, Leo, lo he pasado bien
respondiendo a estas preguntas. Si con este cuestionario ayudamos a motivar, y
transmitir que todo es posible, tendrá más valor para mí.
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