Hoy tenemos en “Mi experiencia como escritor” a Rocío M. Álvarez, alcarreña, de 30 años, también filóloga, acaba de publicar su primer poemario “Poemas de la Hora Azul”.
Hola, Rocío. Bienvenida a nuestro espacio.
Muy buenas, Leo. Muchas gracias por invitarme a hacer esta entrevista.
Vamos allá, primera pregunta: ¿Quién es Rocío M. Álvarez?
Rocío es una chica muy sensible que escribe desde pequeña. Bastante fantasiosa y soñadora. Busca la conexión con algo más grande y sobre todo captar en palabras la belleza de lo cotidiano y de lo efímero.
Me encanta crear en general. La música, la fotografía y la poesía son los medios principales que utilizo para canalizar mi arte.
¿Qué libro recuerdas como el primero que tuviste entre las manos?
‘La historia interminable’ de Michael Ende. Lo leí muchas veces y se convirtió en mi libro favorito, sin duda fue para mí un refugio al que siempre podía regresar.
¿Qué es para ti la poesía?
La poesía para mí puede ser cualquier cosa. Diría que es un torrente de emociones que no avisa pero que uno siente la necesidad de plasmar según llega. La poesía puede reflejar todas las emociones que existen, desde la fragilidad al amor pasando por la crudeza de la tristeza o el desamparo. Todas las cosas y emociones del mundo son poesía en potencia.
¿A qué edad empezaste a escribir?
Concretamente a los 8 años, con un diario que me regalaron un verano. Tomé la escritura como un hábito que prometía ser para mí un desahogo del mundo. Ya a esa edad era una niña muy sensible y me ayudaba canalizar mis vivencias mediante la escritura.
¿Qué recuerdos tienes de esos primeros textos?
Eran muy puros e inocentes. De vez en cuando los releo y es como volver a mi infancia desde mis propios ojos. Hablaba de momentos que me marcaron como por ejemplo la primera vez que adoptamos un perro, de mis experiencias en el colegio, luego en el instituto, de los primeros amores, de las primeras desilusiones. No tenían ninguna pretensión ni calidad literaria, pero fueron el comienzo de todo. Más adelante, sobre los 20, empecé a escribir poemas cortos y vi que no se me daba mal.
Qué bonito y qué tierno cómo lo expresas. Recientemente, publicaste tu primera obra: Poemas de la Hora Azul con la editorial Talón de Aquiles. ¿Cómo fue tu experiencia?
La verdad es que, en cierto modo ha sido un poco decepcionante. Las editoriales hoy en día dejan bastante que desear, se trabaja muy rápido y se engrosa un catálogo de autores a los que no se cuida. No siento que mi libro se haya corregido ni maquetado con mimo ni paciencia, a decir verdad. Es todo un negocio en realidad. Me da un poco de rabia, pero en este mundillo al final todo son aprendizajes.
Me parece un título muy llamativo, a la par que interesante, ¿de dónde surge?
El título surge a raíz de una película de un cineasta francés (Quatre Aventures de Reinette et Mirabelle de Éric Rohmer). En ella se ilustra el momento de la hora azul, un momento en el que las aves nocturnas ya se han dormido y las diurnas aún no han despertado. La hora azul es un momento lleno de silencio, quietud y magia.
¿Nos hablas un poquito de la obra?
Claro. Una curiosidad sobre el libro es que yo no esperaba que fuese a serlo. Son muchos fragmentos escritos a lo largo de diferentes momentos de mi vida. Sueños, hojas sueltas de libretas, diarios, notas del móvil… siempre he sido muy desastre y perdía muchas de estas cosas. Decidí recomponerlas en un mismo documento y me di cuenta de que si las ordenaba, todo podía seguir una continuidad bastante coherente. El poemario se compone de dos partes principales. La primera, ‘Nostalgias’: semillas, raíces, brotes, floración y marchitez, más centrada en mis raíces y mi familia. La segunda ‘Forcejeos’: Ocaso, noche, la hora azul, aurora y cénit, que pretende visibilizar la salud mental y los desafíos que trastornos como la ansiedad y la depresión pueden suponer en la vida de aquellos que los sufren. La hora azul es un viaje a la esencia de cualquier persona. Habla mucho de las cosas que sucedieron antes de que yo naciera, habla de mis ancestros, de mis raíces, de la posguerra. También es un poemario muy emocional que pretende conectar con cualquier ser humano y la experiencia vital con sus luces y sus sombras.
Tienes una cuenta de Instagram @versosenespiral, en la que compartes contenido propio. ¿Hay alguno de esos versos que te apetezca compartir con nuestros lectores?
Por ejemplo, estos, que escribí recordando a mi abuelo, a quien extraño enormemente:
“Hoy el sol me tocó la frente
y yo
yo recordé
las manos de mi abuelo”
Me parece un homenaje precioso. Cuéntame, ¿algún proyecto literario que tengas entre manos actualmente y del que puedas hablarnos?
Sí, estoy escribiendo un segundo poemario titulado: “Y me hablaron las hojas”. Este proyecto sí que está siendo algo más planeado y tengo proyectado gran parte del mismo. Habla de lo rural, el cambio estacional y la naturaleza.
¿Crees que para ser mejor escritora hay que ser ante todo una buena lectora?
Pienso que sí. Aunque he de confesar que yo no leo ni de lejos tanto como otros compañeros de letras. Tengo una mente muy inquieta, por lo general me cuesta mucho engancharme a los libros, me desconcentro con facilidad y a veces tardo en acabar de leerlos. No me presiono porque creo que, aunque es importante y una gran fuente de aprendizaje e inspiración, leer debe ser ante todo un placer y algo disfrutable, no una obligación. Pienso que no es del todo crucial leer muchísimo para ser capaces de crear y escribir. Algunos de mis autores favoritos son Miguel Hernández, Almudena Grandes, Sylvia Plath, Emily Dickinson, Edgar Allan Poe y Rainer Maria Rilke entre muchos otros.
Y para despedirnos, ¿qué consejo/s les darías a quienes están empezando en la escritura?
Que no se presionen en su proceso creativo. Las redes sociales y sus algoritmos a día de hoy nos castigan mucho y nos meten una presión innecesaria. Hay que escribir para uno, principalmente, sin censura y luego para los demás. Que se informen bien también acerca del mundo editorial antes de aventurarse en él y que la auto publicación también es una opción muy válida.
Una recomendación muy sana hoy en día. Rocío, muchas gracias por habernos acompañado hoy en el blog. Mi enhorabuena y mis mejores deseos.
Ha sido un placer. Muchísimas gracias a ti, Leo, por la invitación.
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