Hoy vengo con la intención de responderme a una cuestión que suelo hacerme desde que comencé mi periplo como escritor, y que quizás muchos de vosotros y vosotras también os habréis hecho alguna vez, ¿sobre qué escribo?
Se trata de una de las preguntas más frecuentes que nos hacemos quienes
escribimos, una cuestión que realmente tiene fácil respuesta, pero que a veces,
nos cuesta apreciar. Al menos en mi caso que escribir sobre lo que me apetece
es la forma de canalizar aquello que llevo dentro para así poder transmitirlo
sobre el papel y que cale en los lectores. Porque, al fin y al cabo, quienes te
leen es porque conectan con tus escritos. Comparten contigo ese modo particular
en el que percibes el mundo que te rodea, y, sobre todo, la manera en la que
transmites esas sensaciones cuando empezaba en esto de la escritura, me
preocupaba bastante No sabéis cuánto. Aquello sobre lo que debía escribir me
aterraba, al igual que sobre lo que no debía escribir. Temía que mis
sentimientos expresarlos mis textos la manera en la que pensaban mis personajes
o la que se comportaban pudieran ser confundidas con la misma en la que yo era
y que dijesen pues si este protagonista o este personaje piensa así es que el
escritor también piensa de ese modo sin darme cuenta de que realmente debía
trasladar al papel, plasmar, presentar la personalidad y la manera de esos
personajes que se comportan así en el mundo, que son el reflejo de parte de
nuestra sociedad, sin que tuvieran nada que ver conmigo. Porque al fin y al
cabo, esa es la manera natural de presentar a los personajes; una manera en la
que se comporta mucha gente que nos rodea, de ahí que no queramos parecernos a
los villanos de las obras que leemos Y sí que nos gusten los héroes.
Pronto me di cuenta de que lo que realmente buscaba era la aceptación de los demás Menos mal que finalmente, conseguí sortear, con la madurez como escritor, sortear todo ese miedo, y por qué no decirlo también madurez como persona porque son muchos años los que llevo escribiendo desde bien jovencito y todo esto de la escritura también me ha ayudado a madurar como persona y a conocer a gente espléndida que también me ha acompañado en la vida mientras escribía me saltaban preguntas como: ¿qué pueden aportar mis escritos al mundo? Tiene una fácil respuesta. Tus escritos van a aportar al mundo tu manera de ver la vida. Y me dirás: Pero seguro que hay otros muchos que la lo contarían mejor… Es posible, o al menos, de otro modo, quizá más cautivador, o no, ¿quién sabe? Pero seguro que no lo harían como tú, porque tú eres único, al igual que lo son las experiencias que has vivido. Lo que realmente importa es que quieras contar esas historias al mundo desde tu propia perspectiva, desde tu mirada.
También había veces que me quedaba absorto frente a la hoja en blanco. Los temas que querían tratar estaban ahí. Ardían en mi interior. Lo que ocurría es que era incapaz de percibirlos ¿Por qué? Pues probablemente porque buscaba una luz en la distancia que me guiase en el camino y que me llevase a la meta que estaba buscando, sin ni siquiera darme cuenta de que yo era el portador de esa luz de que esa luz estaba en mi interior, y de lo único que debía hacer era ofrecérsela a aquellos que leían mis manuscritos para que ellos sintieran ese calor que yo llevaba dentro y que intentaba transmitir también a los demás. Ahora bien, lo que no debemos obviar, tal como os decía antes, es que la mayoría de las historias ya han sido contadas de un modo u otro, pero hay algunas que aún no, y esas son justamente las que más nos atrapan, las historias que nunca hemos leído, o las que nos cuentan de esa manera que nosotros no hemos percibido o nos las cuentan de otra manera, una manera mágica, una manera diferente. Esas historias son las que cautivan nuestros corazones cuando nos las narran y sobre todo importa el cómo nos las cuentan el narrador porque ahí es donde entra en juego tuyo escritor tu visión de la vida tus experiencias tu técnica tu estilo jamás nadie podrá sentir lo mismo que tú todos tenemos una visión de los acontecimientos todos vivimos quizás las mismas experiencias el mismo momento, pero lo contaremos de una forma diferente. Incluso dos hermanos gemelos. De igual manera, en un taller de escritura pueden daros el mismo tema sobre el que escribir a 100 autores diferentes, a 1000, a 10.000 o incluso a 100000. El amor, el vacío, la separación, la muerte, el duelo y estoy seguro de que nos encontraremos ante tantas historias diferentes como autores se la hayan ofrecido.
Otra buena manera de foguearnos a la hora de tratar ciertos temas es presentarnos a certámenes literarios y ofrecer nuestros relatos a revistas y antologías ya que justamente en este tipo de concursos dan muchas pautas para escribir una historia centrada en algún un tema en concreto ya puedan ser imágenes ya puedan ser temas ya puedan ser los conceptos que nos comenta en las bases de los concursos a los que debemos atener y a los que debemos en los que debemos centrar nuestro relato. Y eso también puede llevarnos de alguna manera a motivarnos he de reconocer que alguna de mis mejores historias han visto la luz gracias a eso a ese tipo de concursos y certámenes que además de requerir un puntito más de concentración también me ofrecieron ciertas claves de cómo escribir una buena historia condensada en un número de palabras y a concentrarme también en cómo debía presentar un texto justificado, con una fuente concreta, con un tamaño, porque si no, lo echarían para atrás y te descalificarían por muy buena que fuera tu historia. Porque si te piden que lo escribas en un tipo de letra o en un tipo de formato y lo reciben de otro lo más probable es que no se molesten ni en leerla, pero hay que estar preparados para este asunto. Conocer bien las bases armarte de paciencia para esperar el fallo entrenarte en el arte de la escritura y prepararte también para las decepciones porque podrían ser muchas al igual que también las alegrías. Por qué no decirlo, yo he participado en algunas de esas convocatorias, en unas me fue mejor, y en otras no tanto, pero no quiero ahondar en ese asunto porque me gustaría tratarlo en otro episodio más adelante. Aunque a fin de cuentas, un concurso no es más que una competición en la cual se elige un ganador entre un puñado de autores y en el que el jurado no deja de tener sus propios gustos, con lo que no pasa nada porque no ganes o no quede finalista.
Escribe sobre el tema que más te atraiga. Ese tema te llamará, te arderá dentro, la idea te asaltará mientras vayas de camino al trabajo. Estará esperándote. Podremos encontrarlo leyendo una revista, en un periódico. Entonces, lo que deberemos hacer es retorcerlo, hacerlo creíble, realista, introducir un conflicto, un drama, aprovechar alguna situación que hayamos vivido y que nos haya tocado. El amor, la naturaleza, la tristeza, una fotografía, una imagen de tantas que circulan por internet, cualquiera de esos temas valdría para dar el pistoletazo de salida a nuestra historia. Eso sí sois vosotros y vosotras quienes debéis alimentar esa idea seminal.
He consumido numerosos podcasts, documentales, películas, webs o libros para informarme sobre ciertas materias documentándome antes de sentarme a escribir esos textos, eso sí, tratando siempre de no procrastinar, por supuesto. No emplees ese tiempo en buscar información mientras escribes. Hazlo más tarde. El proceso de investigación es uno de los que más disfruto, porque además de tratarse de temas que me inquietan, me ayudan a crecer culturalmente. De ahí que siempre trate de escribir sobre cuestiones que verdaderamente.
Mi primera novela, Proyecto Unicornia, trata temas que nos incumben a todos. Al igual que la segunda Somos Nosotros. Quienes las hayáis leído o quienes las leáis en el futuro os daréis cuenta de que tratan temas que están a la boga que están hoy en día en el mundo actual. De igual modo, en mi tercera novela El santuario de la mariposa trato temas como el acoso, el poder, el egoísmo, la codicia tratando de mostrarlos a través de mis personajes. Al igual que los relatos de La caja oculta.
Cuando escribimos también nos dejamos llevar y proyectamos nuestro yo en esos mismos textos. Charles Bukowski, a quien estoy seguro que conoceréis y si no os invito a leer sus textos comentaba y comenzaba uno de sus poemas más célebres titulado “Así que quiere ser escritor” de la siguiente manera: “Si no te sale de dentro, a pesar de todo, no lo hagas”. Y no puedo darle más la razón, por eso siempre intento es escribir sobre aquello que me preocupa, que remueve algo en mi interior, que me araña las tripas. Porque eso me demuestra que estoy vivo, y que soy capaz de ahondar en esos miedos todo aquello que bulle en mi mente, y haciéndolo consigo conocerme mejor a mí mismo incluso cuando acabo uno de mis textos es un proceso de catarsis ya que cada novela o relato que escribo me transforma de algún modo genera una metamorfosis al igual que pasa con mis personajes crezco con cada una de mis obras si me apetece escribir un poema tratar un tema en cuestión es lo que hago de normal aparco más tarde o más pronto el proyecto en el que estoy embarcado y me pongo con ellos. ¿Por qué? Porque en ese momento me apetece me sirve de refresco, me oxigena. Lo mismo hago con un pensamiento con una frase un microrrelato o un relato, me freno, me tomo mi tiempo y lo escribo ya sea en el móvil, en un papel o en una libreta, pero lo hago para que no se me olvide porque si no todas esas ideas al final acabarían por llevárselas el viento. Si estoy demasiado enfrascado con el capítulo novela, simplemente lo anoto y dejo macerar la idea, porque sé que, en algún momento, voy a atacarla.
Ha llegado el momento de despedirme de vosotros. Espero que os haya servido este artículo para que vosotros también os hagáis la pregunta de por qué escribís. Y que este episodio os haya dado algunas claves para poder responderlas.
Para acabar, comentaros que podéis poneros en contacto conmigo a través de mi correo: jimenezleo1976@gmail.com .
Muchas gracias por escucharme. Os dejo con la música de cierre: Painting clouds, extraída de la plataforma FiftySounds, y de la que podréis encontrar más información en la descripción de este episodio.
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