miércoles, septiembre 27, 2023

PODCAST: Episodio 2 - ¿Por qué escribo?

Buenos días, buenas tardes, buenas noches, dependiendo de la hora a la que estéis escuchando este programa. Soy Leonardo Jiménez, creador del blog Mi experiencia como escritor, y estoy aquí después de aproximadamente de diez días de haber grabado el primer episodio, en el que os hacía una pequeña introducción de lo que vendría a ser este programa y os hablaba un poquito de mí y de lo que me gustaba hacer. Estoy grabando este episodio un miércoles 27 de septiembre, a las 6:45 desde Valencia, España.

Reproduce este episodio en Ivoox , Spotify o iTunes

Tras habérmelo pensado durante bastante tiempo, he decidido embarcarme en toda esta tarea que supone llevar adelante un podcast. He decidido que lo haré por contenidos. La primera temporada la dedicaré a los artículos que podéis encontrar en el blog en la dirección www.miexperienciacomoescritor.com. Mas tarde, en la segunda temporada trataré de dar algunos consejos y recomendaciones de escritura creativa. De ese modo, poco a poco iré subiendo cada vez más contenido, organizado por temporadas, para que quienes quieran acceder a ellos puedan hacerlo de una manera cómoda.  De ese modo, las personas interesadas en conocer mi experiencia puedan hacerlo.

Esta semana os hablaré de Por qué escribo. Creo que es un buen comienzo y una buena manera de adentrarme en todo en todo este tema de la escritura ya que la mayoría de nosotros nos hemos hecho esa pregunta alguna vez cuando empezamos en el arte de la escritura. Todos sabemos que hay muchos motivos por los que escribir pero de seguro en el que todos y todas coincidiremos será en porque nos gusta principalmente, porque jamás debemos olvidarnos de que la escritura debe ser siempre un placer, para que así siga manteniendo su esencia, esa llama que arde en nuestro interior y que nos proporciona la luz que hace que nuestros textos brillen y que gusten a quienes los leen, y sobre todo, a nosotros mismos. Así siempre conseguiremos sentirnos realizados por haber creado algo que antes de que nos sentásemos a escribir no existía. De ese modo, nos damos cuenta de que la imaginación es una de las facultades más ligadas a la escritura.

¿Quién no ha creado historias cuando era pequeño? ¿Quién no ha jugado a ser protagonista de un cómic de una o una película inventados por otros? ¿O incluso inventada por nosotros mismos? Hemos creado nuestras propias identidades para disfrutar teatralizado o jugando al rol convirtiéndonos en otra persona o incluso en otra criatura. Y por ese mismo motivo, me pregunto: ¿Qué pasaría si no creciésemos? Pues posiblemente que seríamos siempre narradores de historias, y que estas serían tan fascinantes como las que imaginábamos cuando éramos pequeños haciendo uso de muñecos muñecas o nuestros propios dedos incluso.

Dejando a un lado mis divagaciones personales, y centrándome en el tema que he venido a tratar hoy, escribo porque es la manera que tengo de transmitir todos esos pensamientos y emociones que me bullen en la cabeza. Sobre todo a quienes me rodean, a esas personas que se han interesado alguna vez en mis textos y a las que tan agradecido estoy. Porque al fin y al cabo son muchas veces una fuente de motivación que hacen que me siente con una sonrisa no solo con la expectación de que vaya a gustar sino también de disfrutar hasta el final del camino, ya que creo eso es justamente en el que en lo que consiste la escritura, en que nosotros mismos disfrutemos del camino hasta llegar justamente a la meta y en esa meta pues ya obviamente pues siempre es más bonito que aunque escribamos para nosotros guste todo aquello que hacemos porque fin y al cabo no nos olvidemos que escribimos para que nos lean. No tendría mucho sentido escribir para que nadie lo hiciera. Nos gusta transmitir conocimiento, nos gusta escribir, nos gusta leernos, así como nos gusta escucharnos. 

Es curioso, sin embargo, que cuando comencé a escribir solo le mostrase mis escritos a las personas más allegadas por eso decía lo de lo importante que es que tengamos personas cerca a las que le guste escribir y a las que le guste sobre todo leer. Quizás por eso de que me conocieran un poquito mejor esas mismas personas que tenía cerca, aunque después perdí la vergüenza y comencé a prestárselo también a otro círculo un poco más lejano. Y ahora aquí estoy, con cuatro obras publicadas tres novelas y un volumen de relatos con presencia en varias redes sociales. Y trabajándome a diario este blog en el que os expreso mis inquietudes y os cuento esta experiencia que decidí comunicaros hace casi tres años cuando comencé la andadura con este blog.

Y todo, gracias a que perdí esa vergüenza inicial ese miedo atroz que me paralizaba ese síndrome del impostor que me atenazaba continuamente y amenazaba con que dejara de lado la escritura y que al fin y al cabo ese miedo no me dejaba expresarme como quería contar aquellas ideas aquellas historias que me hervían en la mente.

Si analizamos la escritura desde un punto de vista más histórico, más antropológico, es sinónimo de evolución. Gracias a ella la humanidad ha podido transmitir los conocimientos durante generaciones de manera que estos pudiesen perdurar en el tiempo y ya no solo hablo de cuestiones técnicas, porque escribir también significa pasión plasmar sobre el papel todo aquello que necesitamos proyectar.

Muchos anónimos y anónimas han escrito porque necesitaban expresar su amor hacia la persona a la persona que querían, otros han plasmado sus miedos, sus anhelos, sus deseos… Todo aquello que no podían expresar con palabras. Porque al fin y al cabo la escritura no deja de ser eso un modo de expresión y comunicación. ¿Quién no se ha sentido a gusto escribiendo una carta o una postal porque no era capaz de expresar eso con palabras? ¿O porque no podía dársela en la mano a la persona o hablar con ella y lo hizo a través de la escritura? ¿O quien no se ha preguntado mientras lacraba un sobre que contenía una declaración de amor o de amistad, por qué motivo había escrito todo aquello? O más bien, ¿cómo había podido haber salido de su interior todo aquello que le era imposible transmitir con palabras.

Escribir nos permite no solo conocernos, también revelar ciertas cosas de nosotros mismos que no nos atreveríamos a decirle a alguien a la cara, ya sea por vergüenza pudor, o por cualquier otro motivo tan difícil de vencer. Y es que algo tan necesario como abrir el corazón a una persona desnudarse ante ella o pedirle perdón cuando nos hemos equivocado y que necesitamos hacer a través de la escritura para sentirnos menos vulnerables.

Considero que todos llevamos un libro dentro. ¿Cuántas historias se habrán perdido porque nadie las ha contado? Unas más trágicas, otras más hermosas, más románticas menos alegres o más divertidas. Dependerá de quien te las cuente porque el narrador También es importante pero lo que hay que tener en cuenta que todas esas historias son igual de interesantes de la persona que las oye. Y por ese mismo motivo, ninguna de ellas debería perderse.

Al igual que considero que no debería perderse tampoco la experiencia de quienes escriben. Ese fue justamente el germen para que yo crease este blog.

Otro de los motivos por los que escribo es porque me libera me ayuda a deshacerme de esa carga que todos llevamos dentro. me ayuda a mantener una conversación conmigo mismo sin que me importe el tiempo, aprovechando esa tranquilidad y ese sosiego, esa pausa, para conocerme a mí mismo. En el mundo actual en el que vivimos, tan rápido, que a veces, incluso nos da vértigo.

Escribir me permite pulsar el botón de Pause durante un par de horas y poder disfrutar de un momento en el que solo importamos yo y mis personajes. Esos mismos personajes que forma parte de mi ser y que utilizo como catalizador para reflejar las experiencias que he presenciado vivido y que me han marcado en mi día a día.

La escritura también me permite disfrutar de esa soledad, de esa ausencia de compañía a veces tan necesario que me ayuda a ordenar los pensamientos y digo esto porque soy de esas personas a las que no les gustaba estar sola pero que a medida que fui creciendo aprendí a sacarle provecho a que la soledad a veces no es tan mala como como se nos pinta a veces te ayuda a pensar a darte cuenta de muchas cosas porque también te ayuda a alejarte de los problemas y alejarte de las situaciones incómodas y verlas desde un prisma diferente desde la distancia. Otras veces, gracias a la lectura, y algunas a la escritura. O simplemente disfrutando de una caminata mientras reflexiono sobre sobre mi presente porque de algún modo todos necesitamos de esa soledad sana en nuestras vidas para mirar atrás y evaluar quiénes somos y de qué nos ha servido el camino recorrido para aprender de nuestros errores y para crecer como personas gracias a nuestros aciertos. Supongo que os preguntaréis de qué nos vale todo eso a lo a los que escribimos. Pues nos sirve para poder proyectar sobre un papel en blanco y darle voz a los personajes que componen esa historia ficticia que queremos contar porque probablemente sin esa experiencia tu experiencia.

No te olvides tampoco tendría nada interesante que narrar y volviendo un poco al tema que tratamos hoy escribirme sirve para dejar a un lado mis preocupaciones al menos durante un rato para transformarme en aquellas personas que jamás pude ser para contemplar la vida desde otra perspectiva para sentir empatía hacia los demás para conectar con otras personas y formar parte de otros mundos de hecho quizás sea eso lo que más me satisfaga que mis historias calen hondo y lleguen al corazón de quienes las leen y remuevan algo en el interior de sus conciencias. Compartir con ellos mis pensamientos y emociones porque ¿qué es narrar si no eso compartir un instante con alguien? Una situación, una imagen, un olor o un sentimiento, durante el tiempo que se tarda en leer una frase, un párrafo, una página o un libro. Al menos transmitirla como nosotros lo sentimos. Aunque el lector después pueda sentirlo de otra manera.

Generar esa empatía es lo importante de la escritura y la lectura. Porque, a fin de cuentas, ambas actividades son hermanas gemelas. Van unidas de la mano la primera no podría existir sin la segunda ambas son mágicas porque gracias a la escritura podemos crear mundos y transportar a los lectores a lugares lejanos y desconocidos para que se conviertan en príncipes gladiadores valientes guerreras y enfrentarse al peor de los villanos y lo más importante es que no necesitarán salir de casa, ni correr ningún riesgo real, tan solo deberán valerse de tu imaginación, de su imaginación, y dejarse llevar sumergirse en las páginas del libro, como tú lo has hecho en tus escritos mientras tejías esa historia.

Otra de las virtudes de la escritura es que te permite proyectar la historia que tienes en la cabeza para que sean otros quienes las vivan.

Para ir cerrando este capítulo, como os comentaba al principio de la entrada cada uno tiene sus motivos para escribir todos ellos son igual de válidos pero lo que está claro es que quienes escribimos lo hacemos por placer y en mi caso me atrevería incluso a afirmar que también por necesidad y seguramente por eso me resulte tan difícil dejarlo ahora que forma parte de mí. De ahí que os lance esa misma pregunta a vosotros y a vosotras: ¿Por qué escribís?

Y con esta pregunta me despido de vosotros hasta la próxima quincena. Comentaros que quienes estéis interesados en seguir leyendo las cositas que voy subiendo a la red podéis hacerlo en www.miexperienciacomoescritor.com, que tengo varias obras escritas y que os animéis a escribir. Y quienes ya lo hacéis, no lo dejéis, porque es un ejercicio que alimenta la mente y el corazón.

Comentaros que podéis poneros en contacto conmigo a través de mi correo: jimenezleo1976@gmail.com. Y recordaros que podéis encontrar mi página de autor y mis obras en Amazon.

Muchas gracias por escucharme. Os dejo con la música de cierre Painting Clouds, extraída de la plataforma Fifty Sounds.

Hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Interesante reflexión sobre la motivación y el propósito de escribir. Concuerdo contigo en algunas cosas de antemano, y también en otras que comentas y que no me había planteado: expresar y transmitir aquello que llevamos dentro, vivir otros mundos y personajes totalmente ajenos a nosotros... Aunque te he de decir que yo soy muy vago y poco disciplinado como escritor porque el acto de escribir para mí no suele ser un placer, sino casi lo contrario. Es como una especie de parto largo y doloroso. El placer lo obtengo cuando el bebé ya está en mis manos, al acabar un cuento que me deja satisfecho, pero el proceso de escribir para mí es a veces agónico. No es de extrañar que pase largos períodos sin coger la pluma, porque me resulta difícil motivarme.

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    1. Hola, Lord Ruthwen. En la novela, que el resultado es más a largo plazo, a menos que te lo tomes como recompensas menores por capítulos, sí que es cierto que lo asemejo a un maratón, en el que tengo que verlo como 4 entrenamientos de 10km y un empujoncito final, que ya te lleva la gente. Trato por eso de verlo como pequeñas metas y darme pequeñas recompensas con cada una de ellas para mantener la motivación más alta. Gracias por comentar y por tus palabras :-)

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