jueves, junio 01, 2023

10 PREGUNTAS a Rosa Sanmartín

Hoy tenemos en “Mi experiencia como escritor” a Rosa Sanmartín, escritora e investigadora teatral.

Hola, Rosa. Bienvenida a nuestro espacio.

Hola. Gracias por darme la oportunidad de compartir un ratito con vosotros. Es un placer.

Primera pregunta ¿Quién es Rosa Sanmartín?

Pues a veces hasta ella se lo pregunta (ja ja ja). Soy una persona muy sencilla a la que le gusta escribir, pasear y disfrutar de los pequeños momentos que nos regala la vida.

¿Qué aporta la escritura a tu vida?

Suelo decir que la escritura me salva. Así que, de alguna manera, es el pilar en el que me sostengo, aunque no el único. Me gusta escribir porque me trae a la memoria recuerdos, me permite imaginar mundos y vivir una vida llena de personajes complejos.

¿Desde cuándo escribes?

Profesionalmente (si es que esta palabra puede definir la escritura, que no estoy segura) desde hace cinco años. Pero en el instituto ya escribía relatos. Tuve un profesor que me decía que tenía que presentarme a concursos, que debía formarme literariamente, porque él pensaba que tenía futuro en ese mundo. De hecho, hasta recuerdo que me pasaba las galeradas de sus novelas para que les echara un vistazo y ahí nos dedicábamos a hablar sobre escritura. Tardé bastante en hacerle caso, pero aquí estoy.

¿Qué recuerdos tienes de esos primeros textos?

Para mí fueron un aprendizaje. Me los tomaba como un pasatiempo, la verdad. Desde bien pequeña me recuerdo imaginando historias. Cogía una libreta y me ponía a escribir. No guardo nada de aquel tiempo, aunque todavía puedo verme sentada en mi habitación escribiendo. Eso sí, entre escribir y leer, siempre me quedaba con lo segundo, como ahora.

En el instituto fue cuando empecé de verdad a hilar relatos más creativos. Siempre narraciones cortas porque, al menos en aquel tiempo, me parecía más sencillo y me concentraba en buscar la esencia de lo que quería contar. Después, cuando terminé Filología Hispánica, me dediqué a escribir ensayo y ahí no teníamos límite para la escritura. Supongo que todo este camino me sirvió para aprender a investigar, pero también para buscar la esencia de las palabras. Una mezcla de ambos procesos.

En 2019 copublicas junto a las autoras Pepa Morató y Paula Torres la novela “No te fíes” bajo el pseudónimo de Sarah Miller. ¿Cómo es tu experiencia con esta primera novela escrita a seis manos?

Esta novela fue un verdadero aprendizaje. Compartir la escritura es una experiencia increíble. Empezamos como un juego y después se convirtió en una novela de casi quinientas páginas. Nos pasamos mucho tiempo creando la trama, los personajes y la estructura. Decidíamos qué teníamos que contar en cada capítulo en una reunión semanal, y después nos encerrábamos a escribir. Lo mejor de aquello era cómo nos alejábamos de la propuesta inicial y en nuestro siguiente encuentro defendíamos los motivos. De alguna manera, esa escritura conjunta te enseña que no siempre la primera idea es la mejor, que hay que arriesgar. Pero también, que hay que ser humilde y reconocer cuándo te has equivocado.

Para mí No te fíes será siempre una novela especial. Fue un tiempo compartido y maravilloso.

En 2020 publicas tu segunda obra: “Cuando la vida te alcance”. La primera en solitario. ¿Te costó mucho escribirla?

Me costó un par de años. Al principio era un relato corto, unas veinte páginas tenía. Estaba a punto de mandarlo a concurso, así que se lo pasé a un compañero para que me dijera qué le parecía. Me animó a seguir. Esto es una novela corta, no puedes dejarlo aquí. Al principio no estaba muy segura, pero pensé que no perdía nada por intentarlo. La historia familiar de los Sabater se convirtió en una novela de violencia de género, que me ha traído muchas alegrías. Fue finalista de los Premios de la Crítica Valenciana y ha sido lectura en muchos institutos, donde he podido compartir la experiencia de la escritura. Aunque lo que más agradezco es el diálogo que establecemos sobre la importancia de detectar un maltrato psicológico y cómo ayudar a quienes lo sufren.

Le tengo mucho amor a esta novela por todo lo que me ha regalado.

“Te parecerá raro” (2021) se convirtió en tu tercera obra, ¿cómo se gesta en tu cabeza?

Esta novela se me cruzó mientras preparaba otra muy distinta; una que saldrá muy pronto, por cierto. Me dedicaba a leer y tomar apuntes, pero un día empecé a pensar en esta historia. Cogí una libreta y apunté la idea para redactarla en el futuro. No hay que desperdiciar estos momentos de lucidez. Sin embargo, ya no pude sacármela de la cabeza. Me pasaba el día pensando en ella y en sus personajes. Acabé por sentarme a escribir los primeros capítulos, los dedicados a Claudia y Dani, sus protagonistas. Quise dejarlo ahí, pero fue imposible. Me embaucaron los personajes.

Ahora les agradezco muchísimo que quisieran entrar en mi vida, porque nos pilló en un momento muy complicado. Vivíamos una pandemia. Estábamos encerrados y las noticias no eran nada alentadoras. Escribir esta novela me sirvió para concentrarme en algo menos desgarrador, aunque me parece que me dejé influir por ese dolor mientras redactaba.

“Un brindis por el desamor” (2022) es la última obra que has sacado al mercado. Su título ya me parece bastante sugerente, ¿qué oculta ese brindis por el desamor tras sus páginas?

Exactamente eso, un desamor y un brindis. Mucha música también, porque esta novela, siempre digo, es para leer y bailar. Con la historia de Angélica salí de mi zona de confort, pero la he disfrutado muchísimo y estoy feliz de haberme enfrentado a este reto. Es una obra para sentarte y disfrutar, reír, llorar, bailar, cantar. Le tengo un cariño especial, pues ha sido un reto. Pero escribir también es esto y ha sido una experiencia increíble que, además, está teniendo una muy buena acogida.

¿Eres una autora metódica o escribes más por impulsos?

Escribo por impulsos y soy bastante caótica. Nunca me planteo qué va a pasar en la historia ni quiénes son sus personajes. A veces una imagen me sirve para empezar a escribir. O una frase pillada al vuelo. Una pequeña situación me arrastra a imaginar un mundo. Es muy divertido, pero tanto caos requiere un trabajo extra. Después hay que organizar y ver dónde encaja cada parte y qué es lo que falta para cerrar la trama.

Supongo que cada persona tiene una manera de enfrentarse a la escritura, pero para mí es impensable confeccionar una escaleta o guion. Me dejo guiar por los personajes. Como digo siempre, ellos sabrán lo que quieren contar. Yo me limito a transcribir lo que me dicen. Ellos saben mejor que nadie qué quieren hacer con su vida y su historia. No los juzgo y acepto lo que vienen a enseñarme.

Los personajes son uno de los pilares fundamentales de una obra, ¿cómo construyes los tuyos?

Vivo demasiado tiempo en su mundo (ja ja ja). Es una obsesión, no sé si insana. Suelo decir que empiezo el día desayunando con ellos y termino de madrugada, desvelándome, cuando se empeñan en venir a contarme alguna historia. Son momentos muy importantes porque es donde conozco de verdad cómo son. Para mí las novelas son personajes que cuentan una historia; no una historia que cuentan unos personajes. Creo que hay un matiz muy importante que te decanta como un tipo de escritora concreto y para mí es este. Pensar en los protagonistas y no en la historia.

¿Tienes algún proyecto literario entre manos en la actualidad?

Tengo varias ideas en mente que ya he empezado a trabajar. Veremos cuál de ellas termina por arrastrarme primero. De momento quiero concentrarme en la próxima novela que saldrá en junio, Negra y oscura, ambientada en la guerra civil. Una novela coral que tengo muchas ganas de compartir. Así que, durante un tiempo, ella va a ser la protagonista y le dedicaré toda mi energía.

Y para despedirnos, ¿qué consejo/s les darías a quienes están empezando?

Leer, leer y leer, desde los clásicos hasta lo más contemporáneo. Al menos yo no concibo la escritura sin un proceso lento de asimilar la literatura. Por supuesto también dedicarle tiempo a escribir para que fluyan ideas, que después, quizá, se conviertan en una historia.

Muchas gracias por habernos acompañado hoy, Rosa. Ha sido un honor poder tenerte en este humilde espacio.

Gracias a vosotros por contar conmigo. Siempre es un placer dialogar sobre escritura.


No hay comentarios:

Publicar un comentario