viernes, diciembre 10, 2021

10 PREGUNTAS a Jordi Sierra i Fabra

Hoy tenemos en “Mi experiencia como escritor” a Jordi Sierra i Fabra, escritor con una trayectoria de cincuenta años (se cumplen en 2022) en la que ha cosechado multitud de importantes premios literarios. Además de haber sido fundador y director de algunas de las revistas musicales más renombradas del país, también creó la Fundación Jordi Sierra i Fabra en Barcelona y la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra en Medellín (Colombia) en 2004, que entre otras múltiples actividades otorga anualmente el premio que lleva su nombre a un joven escritor/a de menos de 18 años.


Hola Jordi, un placer tenerte en el blog para responder a nuestras 10 preguntas.

Es estupendo atender a cualquiera que se interese por mí o mi trabajo. Además, los blogs permiten que uno se enrolle más, no hay limitación de espacio y eso es genial.

Si te parece, vamos con la primera pregunta: ¿Quién es Jordi Sierra i Fabra?

¡Uf! Pues un tío que soñaba con ser escritor y lo fue, un contador de historias, un obsesionado de los libros (leerlos y escribirlos), un tsunami creativo... Hay muchas formas de describirme. He centrado mi vida en escribir apoyado en un código ético que me fabriqué siendo joven y que se resume en las 5 palabras que son los pilares de mi vida y mi obra: paz, amor, respeto, honradez y esperanza.

Tú tenías claro que querías ser escritor desde muy pequeño. ¿Qué es lo que te hizo darte cuenta a una edad tan temprana de tu vocación?

Ya de niño devoraba cómics primero (tebeos los llamábamos entonces), como El Capitán Trueno, Rip Kirby y Flash Gordon (estos dos últimos dibujados por Alex Raymond). Mi amor por las novelas policiacas nació con Rip y por la ciencia ficción con Flash. Después ya pasé a los libros, que alquilaba vendiendo pan seco y diarios viejos, porque ni en mi colegio ni en mi barrio había biblioteca. De leer a escribirlos yo, medió un paso. A los 8 años hice mi primera "obra" (tres páginas), luego llegaron libros de 100 páginas entre los 9 y los 12 y mi primer reto de 500 páginas de los 12 a los 14. Nací para escribir y no he hecho otra cosa en la vida, a pesar de la oposición de mi padre y de lo mal que me trataron en la escuela.

Hay una frase que se me quedó grabada cuando te la oí decir en una de tus entrevistas: “Leer me salvó la vida. Escribir le dio sentido.” ¿Podrías explicarnos el porqué de esa afirmación?

Es exactamente eso. Yo no era un buen estudiante, era malo en matemáticas, encima, tartamudo (superé la tartamudez a partir de lo 17-18 años, cuando dejó de importarme y me reí de mí mismo, porque reírse de uno mismo es sanísimo). Así descubrí que todo, absolutamente todo, estaba en los libros, en las novelas que me llevaban a mundos extraordinarios, que me hacían pensar, verme en un espejo. Todo lo saqué de mis lecturas, esa fue la clave. Después de salvar mi vida con eso, de nuevo el siguiente paso, era aplicarlo en mí mismo. Por eso digo que escribir le dio un sentido a mi vida. ¿Qué podía hacer si no?

Tus inicios profesionales están muy relacionados con la música. En el año
1968 empiezas a colaborar con “El Gran Musical” de la Cadena Ser. Me pregunto cómo llega un joven estudiante de aparejador a colaborar en uno de los programas de radio más punteros del panorama nacional.

Yo ya era un melómano gracias a Igor Stravinsky, pero con la llegada de Los Beatles me convierto en el rockero que aún soy. Sin embargo, los discos no se podían alquilar, como los libros. Tenía que comprarlos. En 1964 empecé a trabajar y me iba cada día a pie al trabajo y a la escuela de noche para ahorrarme el bus y el metro. Eso me daba para un LP a la semana. Salían diez y solo tenía para uno, así que me los oía todos el sábado por la tarde para escoger el mejor. Oír todos esos discos me dio la cultura musical necesaria para hacerme un nombre en el mundo de la música. Primero envié cartas cada semana (de 20 folios) a Radio Madrid, a El Gran Musical, el programa estrella de la radio. Me descubrieron y me hicieron delegado en Barcelona de El Gran Musical, luego nació el semanario El Musical y fui el corresponsal en Barcelona. Trabajaba, estudiaba, hacía artículos... Fui a Radio Barcelona y fundé una especie de Club de Fans para asistir a los programas en vivo y hacer preguntas a los músicos. Un año después de empezar a escribir en El Musical, vino Disco Express y me hicieron director en Barcelona. Ese fue el momento de mi vida. Con 22 años dejé por fin el trabajo esclavo y los odiosos estudios de aparejador impuestos por mi padre, y me liberé. Desde ese momento el mundo fue mío, viajaba con las estrellas del rock, los entrevistaba, era uno más. Después fundé Popular 1 en 1973 y otras revistas como Top Magazine (profesional) y Extra, ambas de corta vida. La última en la colaboré como miembro fundador fue Super Pop, en 1977, cuando ya estaba dejando la música para dedicarme solo a hacer novelas y recorrer el "otro" mundo, África, Asia, América Latina...

Premio de Novela Ciudad de Torrevieja 2011
Con tan solo veinticinco años, siendo ya director del semanario “Disco Express”, publicas tu primer libro “1962-72 Historia de la Música Pop” (1972), convirtiéndote en un éxito de ventas. ¿Sientes en ese momento cumplido tu sueño de ser escritor?

Mi primer libro se publicó el 17 de noviembre de 1972. Tenía 25 años. En 2022 se cumplen los 50 años de la efeméride. Fue un bombazo, el primer libro de este tipo publicado en español en todo el mundo. Se convirtió en la Biblia de locutores y disc jockeys. Tardé todavía dos años en publicar mi primera novela y tres en ganar mi primer premio literario, el Villa de Bilbao de Novela de 1975, precisamente con una historia rockera. Pero fue al ganar el Ateneo de Sevilla en 1979 cuando empecé a ver cumplidos mis sueños.

A principios de los 80 comienzas a dar charlas por colegios e institutos. ¿Qué lectura sacas de esos encuentros tras el paso de los años?

Cuando empecé a ser lectura recomendada primero y casi obligada después en las escuelas, yo mismo pedí a mi editorial ir a colegios a dar charlas. Eso fue en 1983, cuando eso no se hacía. Ni siquiera cobraba. Hacía "giras" de una semana y era fantástico. Luego la cosa fue a más y acabó siendo "un trabajo" para algunos autores porque las editoriales se apuntaron y pagaron las charlas. Durante años yo pasé una semana de cada mes, de octubre a mayo, en alguna comunidad dando cinco charlas diarias cinco días seguidos. Además, exigía un mínimo de 100 alumnos, así que daba las charlas en teatros a veces con 300, 500 y 1000 chicos y chicas. Para mí era pura adrenalina. Lo mismo hacía en Latinoamérica. Con el tiempo, la cosa fue desvirtuándose. No todos pueden enfrentarse a los adolescentes. Puedes ser un buen escritor, pero un mal comunicador. La cosa se complicó cuando alguna editorial (o sus vendedores) exigían a las escuelas comprar libros para que el autor fuera a dar la charla. Eso nos convertía en mercenarios, moneda de cambio, y no era mi espíritu. Por eso cuando en 2004 cree la Fundació Sierra i Fabra decidí dejar de ir a escuelas. Ya no era lo mismo. Había autores y autores, no se podía meter a todos en el mismo saco. El prestigio es algo que se gana con los años y haciendo buenos libros. Lo eché de menos, claro. Ese contacto era enriquecedor para mí y para mis lectores. Ahora doy charlas en el Centro Cultural de mi Fundación o voy solo a eventos especiales, con maestros, en universidades, etc.

Durante la década de los 90 pasas a ser un autor consagrado de nuestro país, y en el año 2000 te conviertes en el primer autor español en subir un libro en la red. Su título: “El misterio de Goya” (2000), ¿qué es lo que te lleva a tener esa iniciativa?

Bueno, me di cuenta rápidamente del poder de la tecnología. No quería ser el primero en tal o cual, pero lo fui. Con una editorial colgamos un libro policiaco al que le faltaba el último capítulo. Los dibujos eran interactivos, o sea que si se clicaba sobre ellos, se movían. Un millón y medio de personas de todo el mundo (países para mí rarísimos por su lengua) vieron la web y se descargaron el libro, y miles de chicos y chicas participaron en el concurso. Publicamos el libro con el ganador junto con los 10 relatos finalistas. Fue un bombazo. ¿Y qué pasó después? Pues que a los seis meses Pérez Reverte también subió un libro y se llevó "el mérito" de haber sido el primero. A mí me daba igual, pero odio estás memeces del famoseo y las mentiras de los medios. Si un famoso hace algo es siempre el primero por encima del que no lo es o lo es menos. Por eso reivindico a veces algunas cosas, solo por justicia.

Cuando comenzaste a hablar de cifras en una de tus entrevistas, llegó un momento en el que me entró vértigo. ¿Podrías contarnos cuántas obras has escrito y el número de ejemplares que has publicado y vendido a lo largo de tus cincuenta años de carrera literaria y si existe algún secreto para conseguir tal productividad?

Secreto, ninguno: trabajo, trabajo y trabajo. Ocho horas al día, todos los días de la semana, sobre todo cuando escribo una novela. Un empleado puede salir del curro, fichar y desconectar. Yo no puedo: llevo siempre el cerebro encendido, no hay botón de apagado. Las ideas salen a cada paso, surgen a borbotones. En mi caso es irremediable. Sobre cifras... a veces (siempre) son engañosas. Si ves un bosque ves cientos de árboles, pero cada uno es diferente a los demás. No quiero que el bosque de mis libros empañe que cada novela es distinta, tiene entidad propia, y que es igual un cuento infantil de pocas páginas que un novelón de 400. Puedo ser rápido escribiendo, pero lento pensando, y los libros hay que pensarlos mucho y trabajarlos antes, primero en la cabeza, luego en un papel haciendo el guion previo. Escribirlos es el último paso. Pero bueno, cifras, ahí van: casi 600 libros escritos, 529 publicados a diciembre de 2021, 14 millones de ejemplares vendidos, mis 25 primeros libros más vendidos superan las mil ediciones, y los cien primeros las dos mil quinientas (ver en mi web en el siguiente enlace).

En el año 2004 se crea la Fundación Jordi Sierra i Fabra, ¿cuáles son los objetivos de dicha fundación?

Yo crecí en la posguerra española, era tartamudo, familia humilde, y cuando dije que quería ser escritor nadie creyó en mí. Mi padre me lo prohibió y en la escuela trataron de matarme todos los sueños. No pudieron conmigo. No quería ser famoso o rico, solo escribir, era toda mi vida. Cuando empecé a ir a escuelas, ya más o menos consagrado, me encontré con chicos y chicas que me decían lo mismo, que querían escribir, pero unas veces no creían en sí mismos, otras se buscaban excusas como haber nacido en un pueblo, también estaba la oposición paterna... Me di cuenta de que tenía que ayudarles, decirles: "¡Eh, yo creo en vosotros si vosotros creéis también!". Así pensé en hacer el Premio Literario Jordi Sierra i Fabra para menores de 18 años. Pero para crear el premio necesitaba un marco donde encajarlo, y nacieron las Fundaciones, en Barcelona y Medellín. El premio lleva ya 17 ediciones, centenares han participado, decenas de chicos y chicas han publicado gracias a él, o se han atrevido a escribir un libro que sin el premio no habrían hecho. También edito cada 3 meses una revista online, gratuita, para ayudarles, publicamos entrevistas con escritores contando sus métodos, publicamos poemas y relatos de chicos y chicas de todo el mundo... (http://www.lapaginaescrita.com). No soy rico, pero tengo energía y soy solidario. Vivimos en un mundo egoísta y materialista, y si la gente que puede hacer algo por los demás, no lo hace... apaga y vámonos. El objetivo de la Fundació es gritar que leer salva vidas y escribir les da un sentido, como me pasó a mí.

Y no me puedo despedir de ti sin que des un consejo a los jóvenes escritores (y a los no tan jóvenes) que nos siguen y que están empezando en este apasionante mundo de la escritura.

Nunca doy consejos. La gente que da consejos por lo general no se los cree ni ellos y menos los siguen por sí mismos. Yo pongo mi vida como ejemplo de superación (el próximo año 2022 se editará en comic) y hace unos años conté todos mis trucos y secretos en el libro "La Página Escrita", mi método para jóvenes escritores. Los que quieren escribir, que lo lean y saquen sus propias conclusiones. El libro volverá a reeditarse en marzo de 2022 en SiF Editorial. Vale la pena.

Muchas gracias, Jordi. Ha sido un enorme placer tenerte hoy en el blog y compartir este ratito virtual contigo.

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