El fallo más común a la
hora de presentarnos a un concurso literario es no leerse las bases, o
habiéndolo hecho, no respetarlas. De ahí que vayamos a analizar en los
siguientes párrafos las bases que suelen coincidir en la mayoría de certámenes.
Lo primero a tener en
cuenta es planificarse de acuerdo con la fecha
de entrega requerida. Mira bien cuál es, anótala y no te confundas. Yo soy
de los que la envía siempre dos o tres días antes para asegurarme de que no hay
posibilidad de fallo en ese aspecto. Aunque a la mayoría de gente que conozco le
gusta apurar hasta el último momento, así que mucho cuidado porque un minuto
puede suponer que no la acepten.
El ámbito geográfico y la edad
también son importantes, ya que existe la posibilidad de que no se te permita
participar porque no cumplas con los requisitos de nacionalidad, residencia o
cualquier otra circunstancia señalada en las bases del concurso. Si fuese así,
enviarías tu relato para nada.
Es obvia la necesidad
de una buena ortografía, redacción y
sintaxis. De ahí que te recomiende que trates de pasarle tu relato a tu
círculo de confianza para que te hagan de lectores cero antes de enviarlo a
concurso. Créeme, es algo muy útil para encontrar esas pequeñas erratas que se
te han podido pasar por alto.
Si solicitan que la fuente que debes usar sea Times New
Roman a tamaño 12, no es para que tú uses Tahoma 11 porque es te parece que así
el texto puede quedar más chulo por el tipo de género al que corresponde. Así
que asegúrate de que has adaptado la tipografía a los requerimientos del
concurso antes de enviarlo. Del mismo modo, recuerda aplicar los márgenes que te demandan, el interlineado adecuado y numerar las páginas si es necesario.
Que te guste más cómo queda a ti un tipo de formato, no quiere decir que cumpla
con las bases del concurso, así que repásalas por última vez antes de enviarlo.
Ten cuidado con la extensión. Si te piden que el relato
sea de 5000 palabras, no es para que escribas 6000 porque creas que la historia
va a quedarte más redonda si añades unos cuántos párrafos más. Lo único que
conseguirás es que ni se la lean. Piénsalo, cuando alguien recibe doscientos
cincuenta o trescientos cuentos en un mes, ¿crees que al jurado le va a temblar
el pulso en enviar a la papelera uno de los que no cumple las bases del
concurso?
Con respecto a la temática. Cuando se pide a los participantes
que se ciñan a una, no es para que se salten a la torera ese punto y mencionen
el tema por encima. Por ponerte un ejemplo, no vale que te pidan que escribas
sobre el cambio climático y tú pongas en voz de uno de los personajes que el
mundo se va a ir al garete si no hacemos algo por cambiarlo. Es justo para que centres
la trama de tu historia alrededor de él, lo representes en voz de los
personajes y muestres preocupación en tus líneas.
No te olvides de justificar el texto. Mejora de manera
notable la presentación de tu relato. Recuerda hacer desaparecer los ríos y calles comprimiendo o expandiendo el texto
utilizando la herramienta que el editor de textos ofrece para ello
(Pestaña Fuente; Avanzado; Espaciado en el caso de Word).
Muchos de los concursos
requieren que tu obra sea original,
y en la mayoría de los casos, inédita
y que no haya sido premiada en ningún otro certamen anterior o que esté a la
espera de cualquier otro fallo. El hecho de que sea “inédita” implica normalmente
que no ha sido publicada en ningún medio ni digital ni físico, aunque también
podría referirse a que no haya sido subida a un blog, página web o red social
por poca magnitud que haya podido tener según tu criterio. Así que si tienes dudas,
mejor preguntar a los organizadores antes de enviarla y evitar que alguno de
los participantes impugne en tu contra y puedas verte despojado de tu premio
porque se demuestre que incumpliste las bases.
Recuerda que nunca está
de más registrar tu obra. Aunque el
mero hecho de escribirla y enviarla por correo, debería dejar claro que tú eres
su creador, es recomendable registrarla antes de presentarla a cualquier
concurso para disipar cualquier clase de duda de cara a un posible litigio.
Asegúrate de que tanto
el asunto como el cuerpo del correo corresponden a lo
solicitado y también si hay que enviar algún archivo más además de la obra, así
como el formato en el que debes
hacerlo (doc, pdf,...). Hay concursos que solicitan “plica” para que la obra no
vaya firmada y no se pueda saber su autoría a la hora de recibirla por parte del
jurado. El hecho de que los datos del autor vayan aparte, debería garantizar la
limpieza del certamen.
Antes de participar, sopesa
bien si te merece la pena. Piensa que a veces es mejor no hacerlo y guardarte
ese relato en la nevera para una futura
convocatoria que se adecue mejor a tus necesidades. Hay veces que aunque
las posibilidades de ganar o ser elegido son escasas, nos empeñamos en todo lo
contrario cuando es evidente que estamos apuntando demasiado alto. Recuerda que
para llegar sanos y salvos a la cumbre, mejor subir escalón a escalón, como se
suele decir, mejor despacito y con buena letra.
Y por último, no te
olvides de leer con detención las
obligaciones que tienes si resultas vencedor o elegido entre los
“afortunados” para publicar en la próxima antología, porque estarás obligado a
cumplirlas. Y entrecomillo la palabra “afortunados”, porque no siempre tiene
porque ser una buena noticia que lo seas. He desistido de participar en muchos
certámenes por lo poco ventajosas que resultaba resultar seleccionado entre los
ganadores, algunos de ellos con cláusulas
abusivas que obligaban a ceder los derechos de la obra en cualquier canal
de difusión. Seguiría siendo el autor sí, pero a qué coste.
Incluso hay algunos
certámenes que se reservan el derecho de publicación y explotación de obras no
premiadas porque puedan considerar que su calidad sea óptima. Así que ten cuidado
y lee muy bien los términos antes de
aceptarlos porque una vez aceptados no habrá vuelta atrás.
Y recuerda, en el caso
de que no seas elegido, no te vengas
abajo. Piensa que escribes porque te gusta, que has dado todo lo que
llevabas dentro para hacerlo lo mejor posible y seguro que con la práctica y la
perseverancia, tus escritos serán cada vez mejores, así que si no ha podido ser
este, es posible que seas seleccionado en el siguiente. Y si no, tampoco
pasarán nada, porque siempre tendrás tu público. Todo lector lo tiene. Así que,
ánimo y suerte.
Ahora dime, ¿has
participado ya en algún concurso literario? ¿Cuál fue tu experiencia? Puedes
dejar tus comentarios para que otros aprendan de ella. Seguro que te lo
agradecerán ;-)
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