lunes, octubre 20, 2025

8ª Gaseta Cultural DE LES arts i el saber - Octubre 2025 (Número 8)

Os dejo la 8ª Gaseta Cultural de Les Arts i el Saber, coordinada, editada y redactada por Luis Fernando Velerda y Diseño llevado a cabo por Ivan y Sandra Velerda Gil.

Han colaborado en esta entrega de Septiembre: Col·laboradors: Elena Padrell, Ángela Landete, Paquita Caparrós, Joan Kunz, Antonio García, Teresa Domingo, Mirka Reyes, Antoine Nolla, Jaume Palau, Leonado Jiménez, Vicent Julià Vives, Carlos García, David Rivera i Luis Fernando Velerda (per ordre d'aparició).


8ª entrega - Octubre 2025




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domingo, octubre 19, 2025

ENTREVISTA a Ana Valín García - Versión escrita

Ana Valín García nació en Lugo en 1980. Desde niña sintió una conexión temprana con la escritura, que se convirtió en refugio tras su diagnóstico de TDHA y altas capacidades. Periodista y maestra, ha compaginado la docencia con una intensa vida literaria. En 2016 publicó El vals de las hormigas, en 2024 La muerte de Alicia (o el ocaso), y recientemente En las latitudes de un miedo políglota, con la editorial Loto Azul. Su voz poética, reconocida con el Premio María Mariño de Poesía, se mueve entre la fragilidad y la fuerza, entre la vida y la palabra.

Naciste en Lugo en 1980, una década en la que aún se coleccionaban posters de la Super Pop y sonaban las canciones de Sergio Dalma. ¿Qué te queda de aquella niña de los ochenta?

Afortunadamente muchas cosas. Sigo siendo esa pequeña llena de inocencia y curiosidad que quiere comerse el mundo. La única diferencia está  en que ahora sé cómo pegarle mordiscos a la vida sin salir herida; lo hago todo a través de la escritura. Aprendí mucho de una época en la que las tecnologías estaban bastante ausentes y el poder de la imaginación lo era todo para llenar huecos y silencios.

Después de mencionar a Sergio Dalma, tengo que preguntarte: ¿Te gusta bailar pegada con tu pareja?

No lo sé porque no tengo pareja y con la que tenía no bailaba nunca ni pegada ni sin pegar. Bailo mucho más a día de hoy con mis hijos que cuando estaba en relación, la verdad. En mi casa son muy comunes las mal llamadas “sesión pilates” en donde colocamos esterillas en el suelo y ponemos la radio. En cada canción manda uno y los demás obedecen y hacen lo que corresponde: ponerse patas arriba, bailar como loquitos, lo que sea… No hay ni miedo ni prejuicios. Si tuviera pareja, creo que me encantaría bailar pegada, aunque soy bastante patosa. Probablemente acabaría yo subida a sus pies para evitar ya desde el principio pisotearlo. No sé porqué pero me imagino con un hombre mucho más alto que yo.

Dices que naciste en invierno, “una estación propicia para el desvirgamiento poético”. ¿Por qué crees que el invierno es tan propicio para la poesía?

Porque en Galicia hace frío y todo incita al contacto físico para entrar en calor. Echo de menos mucho hacer “piececitos” en el sofá. El inicio del roce siempre es algo que puede llevarte a crear unos cuantos versos. ¡He escrito tanto sobre cuerpos en combustión! El invierno son mantas, son chimeneas encendidas toda la tarde, son teteras pitando, son libros en el sofá y sobre todo son libretas para rellenar con nuevas creaciones. Conste que yo escribo todo el año, pero el frío como me estimula.

Pasaste tu infancia en varios lugares: Fonsagrada, Lugo, Tenerife… pero fue en Rianxo donde creciste y conociste tu primer amor. Cuéntame, ¿influyeron esas vivencias en Rianxo en la literatura de Ana Valín?

Ahí conocí la libertad en el buen sentido de la palabra. Rianxo es un pueblecito fácilmente abarcable en donde pasan pocos coches y puedes pasarte la tarde jugando en la calle. Con mi pandilla hacíamos cabañas con palos y trozos de madera, nos colocábamos en obras en proceso de construcción, trepábamos a los árboles… Era algo idílico, muy Huckleberry Finn. Luego al mudarme a la ciudad y cambiar de cole todo varió para mal. Nunca me adapté al asfalto. Para mí no es un lugar apacible donde poder escribir a mis anchas. Ahora vivo de hecho con mis hijos en el campo y cuando salimos a pasear hacemos “botes sorpresa”. La idea es llenar botes con cosas que vamos encontrando (flores, bellotas, piedras…) para regalarle a alguien, pidiéndole que haga lo mismo por nosotros. Es algo hermoso que en la ciudad nunca podrías hacer.

Tu diagnóstico de TDHA y altas capacidades marcó el inicio de tu relación con la escritura. ¿Podría decirse que escribir fue tu forma de calmar la mente?

Una mente en constante ebullición es difícil de calmar, pero supongo que sí. Para mí lo importante es estar permanentemente estimulada y afortunadamente hay muchas cosas que me permiten sentirme en acción como la música, un buen libro, los paseos por el bosque… Ahora bien, escribir no implica para mí únicamente tranquilizarme sino más bien conectarme con el resto de cosas que me rodean. Es tal el estado de comunión con las palabras cuando las expongo en el papel que parece como si encontrara mi lugar exacto y preciso en el mundo. Es bonito sentir que me oigo a mí misma y a la vez no me desconecto de los demás mientras escribo, o incluso mientras recito.

En 2016 publicaste El vals de las hormigas, una novela surrealista que indaga en la fragilidad del corazón ante las emociones y en la dificultad de encajar. ¿Qué fue lo primero que te empujó a escribir esta historia?

Mi abuelita paterna. Apenas la conocí, porque murió cuando yo tenía dos añitos, pero al morir mi abuelo muchos años después e ir a vaciar la casa pude descubrirla mejor. Me sorprendió mucho encontrar sus diarios y darme cuenta de que yo no era la única de la familia que escribía, pero sobre todo me emocionó su manera de contar las cosas. Ella nunca describía lo que pasaba fuera, cómo se conocieron mi abuelo y ella, dónde, porqué… más bien aludía a las emociones, a lo que sucede dentro de las personas cuando te enamoras. Su visión del amor me resultó brutal. Para ella un hombre ha de ser como un toro, protector, terrenal y una mujer como una garza, soñadora e imaginativa. Ambos, al encontrarse han de hallar el punto intermedio entre el cielo y la tierra para construir su propio nido. Yo estaba entonces embaraza de Grecia y me parecía imposible superar esa visión del amor así que le rendí homenaje escribiendo una novela muy loca en la que nada es real, salvo las emociones.

En la portada aparece una niña con trenzas saltando a la comba con una ciudad de fondo. ¿Qué representa esa imagen?

A mí trasladada a la ciudad y fastidiada por mi falta de conexión con la naturaleza. Laurita, el personaje, es aparentemente frágil. Tiene un problema cardíaco, como yo y salta a la comba todo el rato. Su mamá es hiperprotectora y ella en tal contexto asume la necesidad de rebelarse y ser ella misma. Soy yo, asumiendo los cambios que la vida me impone y que debo enfrentar con valentía.

Después llegaría La muerte de Alicia (o el ocaso), un poemario profundamente íntimo. Cuéntanos un poco más sobre Alicia… y por qué Alicia.

Es la Alicia del Conejo Blanco y de la Reina de Corazones, pero también es mi hija Grecia. Después de la depresión postparto que me llevó a escribir este libro descubrí a una niña que había madurado de golpe y ya no fantaseaba como antes. Ella era Alicia, despidiéndose del País de las Maravillas. Con este golpe de la vida, ella atraviesa la madriguera para despedirse de su infancia. Me fui de casa para recuperarme despidiéndome de una niña y volví para encontrarme con una pequeña mujercita.

Has contado que el libro nació tras una depresión posparto y que tu hija Grecia fue clave en el proceso. ¿Podría decirse que la poesía te salvó la vida?

Me salvó ella rezando cada noche por mi recuperación. Yo la oía a través de la puerta de mi habitación. Me salvaron todas las preguntas que me hizo cuando volví de la clínica. Me salvó ordenarlas y contestar a cada una de ellas con un poema y me sigue salvando cada mañana su sonrisa y su confianza en mi capacidades para escribir. Es un faro inmenso en mi vida junto a mi pequeño Leo, que yo le llamo “mi príncipe azul”.

En En las latitudes de un miedo políglota dices adiós al amor tras una relación desigual. ¿Qué te empujó a escribir una despedida tan profunda?

La falta de escucha por la otra parte. Poner fin a algo que te hiere no es fácil si la otra persona no está dispuesta a soltarte, ni siquiera porque te quiera, sino más bien porque te necesita y está cómoda en esa tesitura. El nunca quiso oír mis razones, no las asumió ni las valoró, independientemente de estar de acuerdo o no. Como no podía explicárselo cara a cara, pues se lo escribí. El libro abre con una carta de amor para él. Seguramente la última que escriba en mi vida.

Hablas en el libro del miedo a la soledad y del temor a empezar de cero, incluso arrasando los propios cimientos. ¿Cómo se convive con esos miedos cuando una también es madre, maestra y poeta?

A veces se vive y a veces simplemente se sobrevive. Lo bueno es que como ya no estoy sumergida en una relación de desigualdad, los miedos se pueden exponer, se pueden admitir y no tengo que obviarlos y tragármelos sola. La soledad sigue pesando de manera infinita pero no porque yo no sepa estar sola sino porque me duele no haberme sentido valorada ni amada con dignidad.

El año pasado recibiste el segundo premio de poesía María Mariño con un texto sobre el mito de Ofelia. ¿Qué representa para ti ese mito y por qué sigue siendo tan poderoso?

Nadie escapa a los ahogos de la vida. ¿Cuántas veces hemos sentido que el agua nos llega al cuello y hemos desaprendido a flotar? Ofelia no es la mujer más valiente del mundo al escoger el camino fácil. Ella se ahoga voluntariamente y así su dolor también deja de respirar; pero es un ejemplo de humanidad y fragilidad en el que todos podemos vernos reflejados.

Has citado en alguna ocasión nombres como Emily Dickinson, Sylvia Plath, Xosé Miranda, Juan Cobos Wilkins, Gloria Fuertes o Carlos Carracedo. ¿Qué significan para ti estas voces?

Son mis libros de toda la vida, los que yo leía en cama con la linterna a las tantas de la mañana y los que me prohibieron en su momento comprar cuando vieron que no dormía por leer. Ahí reconozco que fui lista y con la pandilla juntábamos mes a mes dinerito de las pagas para comprar libros conjuntamente.

Tu obra también ha pasado por temas muy duros: el maltrato infantil, el bullying, la depresión posparto, el divorcio… ¿Es la escritura una forma de terapia o un modo de resistencia?

Es una manera de ordenar lo que llevas por dentro. Lo expones y así lo estructuras, te haces consciente de que está ahí y entonces lo entiendes mejor. Cuando te pasa algo que no acabas de procesar no avanzas, pero si lo escribes y lo relees en voz alta algo cambia. De pronto cobra sentido y se organiza dentro de ti. A parti de ahí ya buscas soluciones.

Eres colaboradora de la revista digital Santa Rabia Poetry (Perú). ¿Qué te aporta formar parte de una comunidad poética tan viva y tan diversa?

En estos momentos nada. Dejé de cooperar con plataformas que te cobran por publicar tus textos. Fue bueno participar en sus antologías por eso de descubrir voces muy lejanas físicamente, pero hasta ahí.

También participas en la plataforma Bookólicos, donde confluyen lectores y autores. ¿Qué opinas de este tipo de espacios en el panorama literario actual?

Son maravillosos. Mi novela está en su plataforma en formato digital. Los porcentajes de cobro están muy bien repartidos. El escritor se lleva más del 50%. Además tienen una asociación de escritores y lectores que hacen campañas extraordinarias. Ahora mismo están con una popuesta lectora para movilizar a los padres y concienciarlos de la necesidad de un acercamiento prematuro a la literatura.

Hace poco realizaste una donación de cabello, un gesto solidario y simbólico. ¿Qué significado tuvo para ti ese acto de entrega? Y permíteme darte las gracias por ello.

Fue para apaciguar a Grecia. Tenia una compañera en ballet que acaba de superar un cáncer y ella necesitaba hacer algo, pero decía, ¿qué puedo hacer yo si soy tan pequeña? Pues nada, donar ambar nuestro pelo para pelucas oncológicas.

En Pinterest hay un retrato pictórico de tu rostro, de trazos rotos, desmarcados, y mirada serena. ¿Qué te sugiere esa imagen? ¿Te reconoces en ella?

La hizo mi ex marido. Para él siempre fue algo en constante proceso de construcción. Nunca me vio como alguien acabado, culminado. Y tenía razón. Ahora es cuando mis rasgos están cobrando sentido porque conduzco mi vida yo, a mi manera y como quiero y estoy donde quiero estar y comparto con quien quiero compartir. Durante muchos años fui solo el reflejo de lo que él veía en mí. Ahora, por fin soy yo y cuando me dicen como mi amiga Sabela, que me sienten auténtica es porque esto sí es real para mí.

Como docente, escritora y madre, ¿cómo consigues encontrar el tiempo —y el silencio— necesarios para escribir?

Escribo en cualquier contexto y situación. Para hacerlo solo necesito tener las ganas de contar algo. Del silencio huyo por eso de que me recuerda a la soledad. Mi compañía es el ruido de mis hijos al jugar, el maullido de Mochi reclamando la comida, la voz dulce de mi amiga Irena dándome consejos a cualquier hora del día porque de pronto flaqueo o yo misma recitando lo que acabo de escribir.

¿Nos regalarías uno de tus poemas favoritos, leído o recitado por ti?

Os mando este que es inédito:

 

No sé si fui yo la primera que te escuchó

o a la inversa,

si ha sido una fuerza alucinatoria

la que te puso en mi camino

o un Dios con escaso sentido del humor.

La verdad es que ya no sé nada.

 

Estoy herida y tú no lo desconoces.

Lo estoy y aún así me ves sin esconder la cara.

Mi dolor no te lastima porque un día tú tuviste

un agujero similar

y supiste tamizarlo como la harina atravesando el colador;

mas sigo sin saber nada.

 

No te puedo pedir que me dejes

“amarte como a un gato”,

con independencia,

sin compromisos,

dejando que las garras sean

más retráctiles de la cuenta.

 

No te puedo pedir nada:

ni mucho, ni poco,

ni demás, ni de menos,

ni en escasez,

ni en abundancia

ni en la distancia, ni en la cercanía.

 

Habito dentro de un tronco demasiadas veces,

haciéndome un córtex cerebral

en todo mi cuerpo,

igual porque no quiero sentir/sufrir,

o igual porque para sobrevivir

sentir tanto, lastima en exceso.

 

Y mientras me vuelvo una Dafne

tú dejas de buscarme,

de instarme,

de reclamarme,

porque no sabes lo que yo sé,

que esta fiereza de no poder pronunciarlo en alto me está escociendo la piel.

 

¿Quiero delinquir de amor

o por amor

o desde el desamor?

¿Me hace falta transformarte en la última bellota

que coloco en el frasco de cristal

antes de hermetizarlo?

 

A lo mejor.

Tal vez.

Quizás.

Pero es que yo ya no sé nada

y el estatismo de ser una mujer-árbol

me esta poseyendo.

 

Mas quedaré oculta al fin de todas las miradas.

En el atardecer se habrá acabado

este hipnotismo

y como me queda poco,

porque yo escogí voluntariamente no ser más onírica contigo,

te lo escribo: “estilísticamente, creo que te quiero”.

 

Y para concluir, ¿qué les dirías a esas personas que sienten la necesidad de escribir, pero aún no se atreven a hacerlo?

Que se pongan delante del espejo y se digan todo lo que necesitan decirse sin reproches. Si al hacer eso notan hormigueo en las manos es porque eso que acaban de hacer tiene que ser trasladado al papel. Escribir es el gran invento de la humanidad,  sin duda.

 

sábado, octubre 18, 2025

Entrevista a Juan de Paterna - Versión Vídeo y Audio

Profesor de Lengua y Literatura, Juan Francisco Sánchez Benítez —más conocido como Juan de Paterna— es uno de esos hombres que entienden la cultura como un acto de amor y servicio. Fundador, junto a otros cuatro entusiastas, de la Asociación Cultural Impresiones, ha dedicado más de una década a rescatar, difundir y engrandecer el patrimonio literario y artístico de Paterna de Rivera. Desde la creación de la revista Impresiones hasta la recuperación de figuras tan señeras como Julio Mariscal o Jesús Cuesta Arana, su labor ha sido incansable y generosa, traspasando fronteras locales para situar el nombre de Paterna en el mapa cultural de Andalucía.



Entrevista a Ana Valín García - Versión vídeo y audio

Ana Valín García nació en Lugo en 1980. Desde niña sintió una conexión temprana con la escritura, que se convirtió en refugio tras su diagnóstico de TDHA y altas capacidades. Periodista y maestra, ha compaginado la docencia con una intensa vida literaria. En 2016 publicó El vals de las hormigas, en 2024 La muerte de Alicia (o el ocaso), y recientemente, En las latitudes de un miedo políglota, con la editorial Loto Azul. Su voz poética reconocida con el Premio María Mariño de Poesía, se mueve entre la fragilidad y la fuerza.




miércoles, octubre 15, 2025

ENTREVISTA a Sagrario Garrido Gómez - Versión Vídeo y Audio

Hoy tengo el placer de conversar con Sagrario Garrido Gómez, autora de la novela Alma, una historia que invita a mirar hacia dentro y a reconciliarse con las emociones que nos hacen humanos.

Su sensibilidad literaria, su mirada sincera y su forma de narrar desde el alma la han convertido en una voz fresca y auténtica dentro de la narrativa contemporánea.

Es un verdadero gusto poder hablar con ella sobre tu proceso, sus emociones y todo lo que hay detrás de su primera novela: Alma.




lunes, octubre 13, 2025

ENTREVISTA a Vicente C. Cortés (Welt de Libros)

Hoy tengo el gusto de sentarme a charlar con VicEnt C. Cortés, lector incansable, reseñador minucioso y alma detrás del proyecto Welt de Libros, un espacio donde la literatura se vive con pasión, criterio y mucha autenticidad. Desde su rincón de Instagram comparte lecturas, reflexiones y recomendaciones que ya son faro para muchos lectores.



sábado, octubre 11, 2025

ENTREVISTA a Juan Carlos Pascual (TOC Libros) - Versión vídeo y audio

Hoy tengo el placer de charlar con Juan Carlos Pascual, el alma detrás del canal TOC Libros. Si algo define su espacio es el amor por los libros y esa mezcla tan suya de humor y criterio: lo mismo te arranca una sonrisa que te invita a mirar con atención, a cuestionar, a contagiar ganas de leer.
Su forma de hablar de literatura es honesta, directa y, sobre todo, auténtica. En TOC Libros se nota que hay pasión, estilo propio y un enorme respeto por la lectura, sin perder nunca la frescura.




viernes, octubre 10, 2025

ENTREVISTA a Cristina Calderón - Versión escrita

Cristina Calderón nació en Madrid a finales de los ochenta. Desde muy joven comenzó a escribir, primero en un diario donde narraba las peripecias de su Barbie, hasta que años después cumplió su sueño de publicar. Es autora de literatura romántica con Vas a Quedarte (Phoebe, 2023) y Vas a Tenerme (Phoebe, 2025). Además, trabaja como gestora de contenidos, es historiadora del arte de vocación y ha participado en ferias, encuentros y presentaciones literarias en ciudades como Madrid, Barcelona, Murcia, Valencia, Cuenca o Badajoz. Colaboradora en podcasts y en librerías, es una voz emergente a tener en cuenta dentro del panorama de la novela romántica actual.

Cristy, cuentas que tus primeras historias nacieron en un diario donde narrabas las aventuras de tu Barbie. ¿Qué queda de aquella niña que jugaba a inventar vidas en la escritora que eres hoy?

Después de tantos años, creo que no he sido capaz de arrastrar las historias que contaba en aquellos diarios tal cual fueron escritas. A fin de cuentas, eran las ilusiones infantiles de una niña. Yo creo que más que la historia, o la trama, o el drama que vivieran las Barbies en aquel momento (que eran bastantes), son las sensaciones que he conseguido mantener intactas, quizá. Quiero decir, al final las muñecas quedaban con amigas, hablaban de chicos e iban a fiestas. Supongo que algo de ese salseo es el que hay en mis novelas hoy en día.

¿Lo que queda de la niña que fui? Creo que nunca he dejado de ser una niña. Quizá estuve una época un poco perdida, queriendo ser una adulta aburrida, pero ahora he vuelto a mis orígenes y creo que es donde más feliz me siento.

Tu generación creció con Espinete y Barrio Sésamo. ¿Crees que ese universo inocente y colorido dejó alguna huella en tu forma de contar o de mirar la realidad?

Pues creo que sí y creo que fue positivamente. Quiero decir, creo que Barrio Sésamo (o, al menos, como yo lo recuerdo) era un mundo inocente, inclusivo, bueno, donde las cosas se gestionaban y al final salían bien. No sé, creo que ese universo inventado se me quedó de algún modo, y en mis historias (aunque hay algo de drama porque sino no molan) siempre intento que terminen bien al final.

En 2023 publicaste Vas a Quedarte, tu primera novela romántica. ¿Recuerdas el instante en el que sentiste que esa historia merecía ser conocida por el mundo?

La verdad es que me acuerdo perfectamente. Hace muchos años empecé a asistir a un taller de escritura y me surgió esta idea. No fue tal cual conocemos hoy la novela, pero sí la esencia, es decir: dos chavales jóvenes que tuvieron su momento pero que se distanciaron cuando algo les sale mal. Eso fue lo que se me ocurrió y así lo transmití en aquel momento. Y bueno, aunque la historia cambió mucho a cómo nació y a cómo es ahora, la esencia, es la misma y por eso me encanta.

Tu segunda novela, Vas a Tenerme, ha visto la luz en marzo de 2025. ¿Qué emociones te acompañan habiendo entregado una nueva historia a tus lectores?

Vértigo. No me lo creo. Han pasado meses desde que se publicó y aún hoy me cuesta mirar el libro y decir: ‘Esto ha salido de mi cabeza’.

Como historiadora del arte de corazón, ¿de qué manera la sensibilidad estética influye en tus escenas, descripciones o incluso en la construcción de personajes de tus obras?

Respuesta: Para mí la estética es fundamental en una novela. No solamente cuando planteo un escenario o la ropa que lleva un personaje, si no también el ambiente, la atmósfera que se crea con todo ello. Me gusta mucho crear moodboards. Estos son una especie de ‘tableros’ en los que incluyo imágenes que me inspiran, colores, pegatinas, postales… un montón de elementos que me evocan escenas y que sin ellos no sabría qué hacer en los momentos de bloqueo.

Además de autora, trabajas como gestora de contenidos. ¿Cómo dialogan en ti la Cristina profesional del día a día y la Cristy soñadora que se refugia en la literatura?

Pues mira, fatal. Es un binomio terrible. Hay días que termino con la cabeza embotada y no puedo pensar en ponerme a crear de la nada una escena. Hacerlo me supone un esfuerzo sobrehumano para el cerebro y seguir delante del ordenador cuando termino de trabajar para seguir escribiendo, no es una opción la mayoría de los días. Para mí, a no ser que tenga la cabeza descansada, es complicado compaginar un trabajo que se lleva bastante energía mental con la escritura. Pero no me quejo ¿eh?, que podría ser peor.

Dices que acumulas libros que quizá nunca leas, pero que te encanta tener cerca. ¿Qué significa para ti una estantería llena?

Adoro los libros. Creo que son lo mejor que hay. Creo que mirarlos me produce una sensación de calma que no sabría como explicar. Dicen que acumular libros que no lees provoca una falsa sensación de apropiación del tiempo y que por eso mirarlos relaja: porque pensamos que nuestro tiempo será infinito, como el de las historias que contienen esos libros. Bueno, no sé si me pasa algo parecido, pero la sensación de calma es genial. Y, a ver, no me leo todo lo que compro, pero sí el ochenta por cierto, que creo que es bastante, jajajaja.

En tus viajes persigues puestas de sol. ¿Crees que esa búsqueda de belleza y de instante irrepetible está también en la esencia de tus novelas románticas?

Seguramente sí. Me considero una opacarófila de manual precisamente por esa sensación de perseguir lo efímero. Creo que las historias también lo son, en la parte creativa, porque nunca puedes crear dos historias iguales. Pueden parecerse, pero jamás serán la misma cosa, porque nosotros tampoco somos la misma persona que las crea, estaremos en momentos vitales diferentes. También somos efímeros. (Es como muy profundo este pensamiento, ¿eh? Que nadie se me agobie).

He visto que tienes muy buenas valoraciones de tus obras en las diferentes plataformas de reseñas. ¿Algún comentario que recuerdes que te haya llegado al corazón?

Pues una vez leí una reseña que decía algo así como que era una historia que se te quedaba en el corazón. Y la verdad, provocar eso, es una sensación increíble, porque, efectivamente, de las historias o de las palabras exactas nos olvidamos, pero de las sensaciones que provocan en nosotros, no. Esas duran para siempre.




Has estado presente en numerosos eventos literarios en 2025: Barcelona, Murcia, Valencia, Cuenca, Madrid... ¿Qué has aprendido de este recorrido intenso de encuentros con lectores y colegas?

He aprendido que los escritores no estamos solos. Quiero decir, solemos ser personas solitarias porque escribir es solitario, pero luego nos damos cuenta de que al hablar con otras personas que pasan por las mismas cosas que tu y que piensan lo mismo que tú y que tienen las mismas inquietudes que tu… es maravilloso. Y creo que darme cuenta de eso es unas de las mejores cosas que me llevo de los eventos.

Firmar en la Feria del Libro de Madrid es un sueño para muchos autores. ¿Cómo viviste ese momento en la caseta de tu editorial y de La Independiente?

Efectivamente, fue un sueño. Desde que me acuerdo he ido a la Feria del Libro de Madrid y siempre que iba decía: ‘Yo tengo que estar ahí algún día’. Y al final lo conseguí. Así que hay que luchar por los sueños porque a veces se cumplen.

Además de presentar tu propia obra, también has sido moderadora y presentadora de otros escritores. ¿Qué se siente al ponerse al otro lado, siendo tú quien da la palabra?

Yo me lo paso genial, sobre todo porque no soy el centro de atención. Quiero decir, sí, estoy ahí, delante de la gente, pero obteniendo la atención mínima. Son los autores a los que presento los que están ahí, nerviosos y un poco asustados, y bueno, también me gusta hacerles reír y que se lo pasen bien en sus presentaciones. Me lo paso genial y creo que se nota.

Como colaboradora en podcasts literarios. ¿Qué tiene de distinto conversar sobre literatura con voz a hacerlo con pluma?

Bueno, hacerlo con pluma es más solitario porque al final eres tú dándote el coñazo a ti misma en un papel; pero cuando lo haces en el aire, es diferente porque va hacia un público y normalmente interactúas con otra persona. Así que es una sensación muy agradable.

Consideras que la literatura romántica está injustamente infravalorada?

Por supuesto. Siempre se ha considerado a este género literatura escrita por mujeres para mujeres y, sinceramente, creo que no hay nada más injusto. Básicamente porque es un género literario que solo se reduce a un género sexual, y en los tiempos en los que estamos esto me parece sencillamente terrible.

Además en este punto quiero añadir que creo que no hay nada más complejo que escribir romántica. Yo he escrito varios géneros y, para mí, no hay nada más difícil que escribir sobre sentimientos. Así que invito a todo aquel que infravalore cualquier género que se atreva a escribirlo y que después hable sobre ello.

¿Hay algún personaje con el que te sientas especialmente identificada, como si fuese parte de ti misma o de tu vida?

Es posible que son Olivia, pero porque fue mi primer personaje y cuando son las primeras veces, los autores tenemos la manía de hablar de las cosas que conocemos.

Y para cerrar: si pudieras escribirle una carta a la Cristy del pasado, ¿qué le dirías?

‘Vas a conseguir todo lo que te propongas, así que escribe'.

jueves, octubre 09, 2025

ENTREVISTA a Rocío Ravera - Versión vídeo y audio

Desde Tala hasta Montevideo, la voz de Rocío Ravera viaja entre cuentos, poemas y archivos. Escritora, bibliotecóloga escolar y estudiante de Archivología, ha construido una trayectoria marcada por la sensibilidad, la observación y la palabra precisa. Su libro Cualquiercosario le valió la Medalla de Oro en los International Latino Book Awards 2023, y su nueva obra, Los extraños, publicada por la editorial Alectrión, confirma su madurez literaria y su expansión internacional.







miércoles, octubre 08, 2025

Entrevista a Lucia Rodríguez - Versión vídeo y audio

Lucía Rodríguez irrumpe en el panorama poético con CAOS, un primer libro que desvela una voz joven y a la vez madura, íntima y valiente. Su poesía se mueve entre la fragilidad y la fuerza, entre el vértigo y la calma, y nos invita a mirar de frente el desorden de la vida para encontrar en él un nuevo sentido. Conversamos con ella para descubrir no solo a la autora, sino también a la mujer que late detrás de cada verso.






martes, octubre 07, 2025

ENTREVISTA a José Luis Pascual - Versión vídeo y audio

José Luis Pascual (Madrid, 1974) es escritor, crítico y divulgador especializado en literatura de género. Es el creador de Dentro del Monolito, un espacio web de referencia dedicado a la reseña, análisis y difusión del terror, la ciencia ficción y lo extraño. Además, coordina la revista T.ERRORES, antología que reúne a destacados autores contemporáneos del terror independiente. Como autor literario ha publicado dos libros de relatos: Conocerás el mar, esa ancha tumba (2020), donde explora la huella de la muerte y la memoria, y Con pájaros muertos dibujo coronas (2023), una colección de trece cuentos que combinan horror, surrealismo y simbolismo. Su estilo se caracteriza por la fusión entre lo inquietante y lo poético, con un fuerte componente atmosférico. Apasionado lector desde la adolescencia, influido por autores como Clarke, Asimov, Lem y el cine de Kubrick, Pascual se ha consolidado como una voz singular dentro del panorama literario español del horror y la narrativa breve.



ENTREVISTA a Lucía Rodríguez - Versión escrita

Lucía Rodríguez irrumpe en el panorama poético con CAOS, un primer libro que desvela una voz joven y a la vez madura, íntima y valiente. Su poesía se mueve entre la fragilidad y la fuerza, entre el vértigo y la calma, y nos invita a mirar de frente el desorden de la vida para encontrar en él un nuevo sentido. Conversamos con ella para descubrir no solo a la autora, sino también a la mujer que late detrás de cada verso.

¿Qué significa para ti haber convertido en libro tus emociones más íntimas bajo el título de CAOS?

Me parece algo completamente fuera de mí misma, no soy una persona que deje las cosas sin acabar, pero si es cierto que jamás me había imaginado a mí misma con un libro, mío, en las manos. Dicen que en esta vida se tienen que hacer tres cosas: plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo, la última no está en mis planes, pero puedo decir orgullosamente, que las dos primeras ya las he hecho.

Cuando escribías estos poemas, ¿pensabas ya en un libro o fue el propio caos el que fue reuniéndolos poco a poco?

Al principio iban a ser dos poemarios de cuarenta poemas cada uno, eran “CAOS” y “Pasar la Página” pero, en el momento en que decidí publicar me di cuenta de que cuarenta me parecían pocos, así que esos dos libros, haciendo un buen depurado y cambiando algunas cosas, se convertirían en solo uno, con cerca de sesenta poemas y que se quedaría con el nombre del primero, porque era la única forma de que se sintiera correcto.

¿Cómo describirías el momento exacto en el que sostuviste tu poemario impreso por primera vez?

Irrealista, lo sostuve en mis manos y se lo enseñé a mis padres, era impresionante darme cuenta de que, da igual lo mucho que te lo imagines en tu cabeza, la realidad es mucho mejor que la ficción en este caso. Lo ves y debes repetirte una y otra vez “esto es mío, lo he hecho yo, lo elegí yo, aquí está ahora”.



¿Qué temas aparecen una y otra vez en tu escritura sin que apenas lo busques?

Las emociones y la pérdida, dentro de las emociones la nostalgia y, además, la memoria y la familia ligadas casi como un mismo concepto. La memoria recorre toda mi poesía. También es un tema recurrente el amor, en todas sus facetas, no solo el amor romántico. Estos temas rodean mi poesía porque, al mismo tiempo, son los más presentes en mi vida.

¿Qué te inspira más: la calma después de la tormenta o la tormenta misma?

La tormenta, siempre. La paz ayuda, está bien para corregir, para matizar, pero es la tormenta la que de verdad me hace escribir, la necesidad. No escribo como un trabajo, porque si convierto la poesía en mi trabajo acabaría muriendo, y no solo de hambre, también de creatividad reducida. Necesito la necesidad, el deseo absoluto de querer escribir mis vivencias, eso es para mí la tormenta.

Tus poemas hablan de vulnerabilidad, pero también de fuerza. ¿Dónde encuentras tú esa fuerza cuando el caos parece dominarlo todo?

De la experiencia, no encuentras la fuerza, la vas reuniendo poco a poco. Cuando vives durante años dentro de un bucle de caos, de perdida, de no tener una cuerda, construyes la cuerda con lo encuentras en el camino, sabiendo, por lo que has vivido, lo que a ti te va bien, lo que te ayuda. Así fui encontrando mi propia fuerza.

¿Qué autores han dejado huella en tu manera de ver la poesía?

Mis mayores influencias en la escritura diría que son, sobre todo, Cernuda, Safo y Madeline Miller. Cernuda es mi poeta por excelencia, adoro su poesía, su forma de manejar la lengua para dejarnos algunos de los versos que, a mi parecer, son los más hermosos del mundo entero. Safo me llama por su deseo, por su conciencia del “yo” un “yo” que desea, que quiere hablar, como mujer en aquella época, toma la palabra y decide usarla y, Madeline Miller me encanta por su forma de escribir, ella no es poeta, pero sus libros son poesía.

¿Cómo es tu proceso creativo: necesitas tenerlo todo bien planificado o eres más de esperar a las musas?

Soy más de esperar a las musas, he intentado escribir de forma planificada pero siempre sale de forma desastrosa, no sé escribir como una especie de obligación o trabajo. La inspiración me llega y es entonces cuando escribo, cuando me siento y dejo que mis manos llenen el vacío de la hoja.

Si tuvieras que elegir un poema de CAOS para recitar a alguien que no te conoce, ¿cuál sería y por qué?

Creo que, como favorito total para mis lectores y, porque define bastante bien mi forma de poesía, diría que “La casa vacía”. Un poema sobre la pérdida de los seres queridos y el sentimiento de absoluta “nada” cuando vuelves a ver su casa, pero ahora, sin ellos, sin los recuerdos, sin la vida y las risas y alegrías que estas personas le daban. Un poema dedicado a mis abuelos, que tanta alegría me dieron.

¿Cómo manejas el pudor de exponer tu intimidad en público a través de los versos?

Creo que jamás me ha dado pudor, he tenido la suerte de que mis sentimientos y experiencias siempre han sido abrazadas con cariño por todo el mundo. He entendido que, aunque la intimidad es algo propio, es, al mismo tiempo, un sentimiento y experiencia compartida. Mis vivencias y las de muchas personas llegan a parecerse en algún punto, como dice una frase de Albert Espinosa “si nos enseñaran a perder ganaríamos siempre”, todos perdemos, caemos, echamos de menos y sonreímos después, esa intimidad es humana, como todo lo que siempre he decidido escribir, de ahí que no haya pudor.


¿Qué importancia tiene para ti la tierra que te vio nacer como escenario emocional de tu poesía?

La Línea de la Concepción ha sido en muchos casos olvidada por Gibraltar o tachada de un mal sitio por malas prensas. Para mí, mi tierra huele a sal y se escucha como risas, es el viento agradable del verano y es esa leve llovizna en invierno. La Línea ha sido donde vivían mis abuelos, donde están mis padres y mi familia, ellos son mi inspiración. Mi tierra es algo que tengo siempre con cariño y que siempre me llenará de orgullo, porque soy linense por todos los costados de mi cuerpo. Mi pueblo está en mi habla, en mis experiencias y en mi piel. Ser linense me ha definido como persona y como artista.

¿Y Granada: lugar en el vives ahora?

Granada me ha dado una nueva perspectiva de amor y de casa, darme cuenta de que hogar es donde está la gente que te quiere. He hecho muchísimos amigos, me he enamorado de personas y lugares, me he movido y perdido por todas las calles. Granada era un sitio vacío hasta que lo llené de recuerdos y la volví parte de quien soy ahora. Ir al Carmen de los Mártires o al Lorca a escribir son los mayores placeres que he tenido en esta etapa de mi vida.

¿Crees que tu poesía tiene un papel social o prefieres verla como un territorio íntimo y personal?

Creo que pueden ser ambas, todo lo íntimo tiene un papel social, todos vivimos experiencias parecidas en vidas diferentes. Lo personal puede ser algo común. Si tengo poemas más reivindicativos donde hablo de luchas sociales y me parece importante que la poesía se implique a cambiar el mundo, a inspirarlo (es más, me parece obligatorio que lo haga) y, al mismo tiempo, soy incapaz de dividir esas luchas sociales de la intimidad personal y humana, de comprometerme con la experiencia, la mía, para volverla de todos, para crear un reflejo en el que todos podamos vernos y abrazarnos, aunque tenga que ser un abrazo mutuo.

¿Cómo ha sido el encuentro con los lectores en presentaciones o recitales? ¿Qué te han regalado sus palabras?

Los encuentros han sido mucho más bonitos de lo que creí que sería, el encuentro con el otro, el vernos las caras, el escuchar el eco de la habitación. El saber que te escuchan, que te entienden, reconocernos mutuamente como si fuéramos dos griegos en medio de batalla, me parece una experiencia hermosa. El mayor regalo me lo dieron en mi primera presentación, cuando, al leer uno de los poemas, escuche como intentaban no llorar y es que la poesía toca partes de nosotros que a veces ni nosotros mismos conocíamos, ver esa emoción compartida fue mi mayor regalo.

¿El caos es solo dolor o también puede ser una forma de belleza?

Es una forma de belleza de todas las formas posibles, el caos es dolor, pero también es una alegría incontrolable. Caos es llorar todo el día y luego reír toda la noche. Caos es perderte en tus pensamientos y sonreír en medio de estos porque te das cuenta de que no todo en esta vida es negativo. Es tomarte un café y entrar en clase y aun así quedarte dormido. Nunca pensaré en el caos como algo que no pueda ser bello, las personas somos la mayor representación de lo bello que es el caos.

Cuando no escribes, ¿qué otras cosas alimentan tu mundo creativo: música, cine, lectura, viajes…?

La música es una parte importante de mi vida, junto al cine y la lectura. Soy bastante cinéfila y bastante ratón de biblioteca (por algo estudio Literaturas Comparadas), también me gustan las manualidades, como la arcilla y la pintura. Los viajes es algo que tengo en proceso, he ido mucho al norte de España y he recorrido casi todos los pueblos de Andalucía, pero me queda cambiar de país, espero conseguir eso pronto.

¿Qué le dirías a una persona que piensa que la poesía es un género menor?

¿Siendo sincera? Que es un imbécil, y perdón por la palabra. Si hablamos históricamente, los escritores y la literatura existen desde el siglo XVIII, a finales, con Madame de Staël, antes de eso, todos los “escritores” se consideraban poetas, toda la literatura giraba mayormente a partir de la poesía y, la novela y el ensayo se crearon más tarde de esta. Hablando en el plano de la necesidad, la poesía es completa necesidad, cuando Brecht se exilió escribía poesía para salvar su tierra, para hablar de esa Alemania consumida, Baudelaire nos dijo como los poetas son paseantes, como la poesía atraviesa nuestra vida, y eso puede verse en “Las flores del mal”.

Habría que ser muy tonto, no haber leído mucho o no tener ni idea de literatura para decir que la poesía es un género menor.  

¿Estás trabajando ya en un próximo proyecto poético o narrativo?

Sí, tengo otro proyecto entre manos, estoy en proceso de un segundo poemario que estará profundamente definido por el “castigo” divino, es decir, por la mitología griega y como los dioses castigaban de forma excesiva y cruel ha muchísimos personajes y ahora tratamos como cotidianos.

Si tuvieras que definir tu voz poética con tres palabras, ¿cuáles serían?

Humana, lírica y experimental.