jueves, julio 03, 2025

ENTREVISTA a Javier Caparrós

Javier Caparrós es uno de esos autores que no se conforman con un solo lenguaje. Formado en la Escuela de Artes Plásticas, narrador por vocación y promotor cultural por compromiso, su obra literaria refleja la mirada de quien ha experimentado y vivido. Su obra literaria está formada por Y ahora, ¿qué?, Curiosos infortunios y Adversas tonalidades. En ella demuestra moverse con soltura entre la emoción, la observación de lo cotidiano y un pulso narrativo que delata su sensibilidad por el mundo audiovisual. Pero no solo escribe: también gestiona, produce, crea espacios para otros.

En esta conversación, nos acercamos a su universo creativo, a sus inquietudes y a la forma en que el arte y la literatura le sirven para nombrar la vida.



miércoles, julio 02, 2025

ENTREVISTA a Ángela Tirado - Versión Vídeo y Audio

Hay autoras que cuentan historias. Hay otras que las hilan desde lo más profundo, como quien cose una herida con hilo de palabras. Ángela Tirado Carrión pertenece a este segundo grupo. Su escritura no se contenta con narrar: quiere comprender, mirar con ternura aquello que otros evitan. Con una voz limpia, lúcida y emocional, ha construido una obra que invita al lector no a leer, sino a reconocerse en la página escrita.






martes, julio 01, 2025

ENTREVISTA a Eduardo Formanti - Versión Vídeo y Audio

A veces los silencios tienen más importancia que muchas voces. Desde allí escribe Eduardo Formanti, con la mirada limpia de quien ha sabido escuchar y sospesar aquello que plasma sobre el papel antes de escribirlo. Su nueva novela, Algo que callar (Kaizen Editores), nos invita a cruzar las puertas del alma humana, donde el lenguaje es a veces murmullo, otras grito, y en ocasiones, un simple susurro.

Hoy conversamos con él sobre el libro que acaba de publicar, sobre su oficio de escritor y formador, y sobre tu Cádiz y tu San Fernando, que siempre se cuelan, como el olor a sal entre las páginas de sus libros.





lunes, junio 30, 2025

RESEÑA: Día del Espectador de Ismael Ferrer

Título: Día del Espectador

Autora: Ismael Ferrer


Editorial: Durii


Año de edición: 2021


ISBN: 978-84-122736-8-7


Número de páginas: 187

 

Sinopsis:

 

Hay trailers que cuentan películas como también hay sinopsis que destripan obras literarias.

 

Este libro es la excepción que nunca confirma la regla. Te muestras las películas que seguramente has visto, desde otro punto de vista, con nuevas perspectivas.

 

Vas a poder leer el séptimo arte de otra manera. Con banda sonora incluida.

Si hay alguna película que no has visto, no te preocupes, tendrás ganas de verla.

 

Palomitas, cine y… ¡acción!

 

Solo tienes que darle al play. Disfruta del visionado.

 

«Día del espectador» es un homenaje a la vida en forma de cine, al cine en forma de vida.

 

Mi opinión:

 

A Ismael Ferrer lo conocí la presenta Feria del Libro de Cádiz mientras firmaba en la casamata de Roleón, librería dedicada a la literatura y especializada en los juegos de rol.  

 

No es fácil catalogar su obra dentro de un género especifico esta obra porque Ismael aúna en sus textos prosa, poesía y prosa poética mostrando un claro dominio de las herramientas que le otorga el lenguaje.

 

El autor nos da lo que promete en su sinopsis, un análisis en forma de historia, en el que vemos reflejados su particular visión de la película que analiza. Cada uno de los relatos que nos presenta es diferente, aunque todos mantengan un hilo conductor, que me sugiere cierto apego al pasado, y eso me gusta, porque Ferrer sabe cómo pedir al lector que le acompañe en ese camino recorrido.

 

La mayoría de películas que nos muestra son conocidas, la mayoría las he visto y eso me ha ayudado a sumergirme mejor en cada uno de los cuentos que nos presenta. Veo un acierto que lo haga con una composición tan limpia, ya que oxigena la vista y la mente, invitando al lector no solo a seguir leyendo, sino también a rellenar esos espacios que deja a su cargo, y escojo la palabra «cargo», y no imaginación, porque Ferrer te guía muy bien en esa comunión con el escritor que tanto me satisface y que hace que por un momento sean uno.

 

El libro comienza con un jugoso prólogo de Sheila Delgado, que sirve de preámbulo para adentrarnos en la obra de Ismael. Luego ya pasamos a las diferentes salas de este cine en el que he pasado un rato muy entretenido visionando las diferentes películas que presentaba su autor en cada una de las salas entre las que estaban los géneros de Terror, Drama, Suspense, Ciencia Ficción, Aventura, Acción, Romántico, Comedia y Animación. Para acabar con unas escenas post-créditos, que te recomiendo no perderte.

 

Como suelo hacer en estos casos, elegiré el relato que más me ha gustado de cada una de las salas, y que me disculpe su autor, ya que todos merecen la pena ser leídos.

 

Sala 1: Verónica

 

Una historia muy diferente, de esas que pone los vellos de punta, porque remueve dentro y remueve tanto, que te preguntas qué es lo que te espera en la siguiente página.

 

Sala 2: ¡Olvídate de mí!

 

Por su contundencia, por la capacidad de transmisión en ese minimalismo literario que nos presenta. Por esa alegoría en la que cada elemento tiene un un porqué y que contribuye al mensaje que el autor quiere transmitir a partir de los signos de puntuación.

 

Sala 3: Shutter Island

 

La exaltación de la locura y la negación de la cordura en una página. Metáforas cargada de significado y una frase que cala en lo más profundo y que tiene tanto que ver con esa persiana bajada y esa ventana abierta que nos describe al comienzo del relato: «La luz entra menos en el invierno y los cafés fríos duelen más».

 

Sala 4: Terminator 2

 

Ingenio en estado puro para acabar con una palabra que todos recordaremos y que convierte a esta saga en uno de los iconos de la cultura popular.

 

Sala 5: Casper y Piratas del Caribe

 

Casper

 

Una historia que nos habla del momento en el que vivimos. El instante, uno de esos relatos que causan desasosiego por la bajeza moral de aquellos a quienes recuerda.

 

Piratas del Caribe

 

Música, sensualidad y sexo en estado puro.

 

Sala 6: El bueno, el feo y el malo

 

No es nada fácil presentar con el ingenio que lo hace Ismael una de las duras realidades de las que hablamos a diario sobre aquellas personas que se enamoran de la persona equivocada.

 

Sala 7: 50 primeras citas

 

En seis estrofas queda todo dicho.

 

Sala 8: Chicas malas

 

Pensamientos profundos envueltos en una historia cotidiana.

 

Sala 9: Peter Pan

 

Mazazo al orden establecido.


No me gustaría dar por finalizada esta reseña sin destacar las ilustraciones y diseño de cubierta de Esther Gómez.

 

En resumen, nos encontramos ante un libro ligero y ameno que combina el cine y la música y en el que cada historia está ubicada en un tiempo de nuestras vidas y tiene su propia banda sonora.


También puedes ver esta reseña en vídeo o escucharla en audio en mis canales de Youtube o Ivoox:



Youtube


Ivoox

ENTREVISTA a Eva Kalo - Versión Video y Audio

Hoy nos adentramos en un espacio etéreo donde habita la palabra, ese lugar donde la poesía deja de ser texto y se vuelve aliento, cuerpo y latido. Nos acompaña una autora muy especial, la poeta Eva Kalo. Con una sensibilidad diferente, mayor, y una voz… ay, qué voz… que nos escribe no solo para decir, sino para mostrar, para revelar, para sostenerse —y sostenernos también a nosotros— suspendernos en su universo, entre las grietas del lenguaje. Esta conversación no busca respuestas definitivas, sino asomarse al abismo de las preguntas. 




sábado, junio 28, 2025

10 PREGUNTAS a P. Rosber - Versión escrita

Hoy tenemos el privilegio de conversar con P. Rosber, escritora nacida en Xeraco, que nos sumerge en los rincones más inquietantes del alma humana a través de su última novela Las manos del escultor. Con una prosa pulida y un dominio admirable del suspense, P. Rosber construye una historia donde el arte y el crimen se entrelazan en un juego de sombras y silencios. Una novela que no solo atrapa, sino que también invita a reflexionar sobre los límites de la creación, la culpa y la justicia. Con ella hablaremos hoy de escritura, personajes, inspiración y del fascinante proceso que hay detrás de esta obra.

¿Qué es para ti la escritura?

La escritura me transmite calma. Me da paz interior. Tal vez lo que no exteriorizo me gusta contarlo en forma de historia. Además, es una meta que me pongo y cuando mi historia está terminada siento satisfacción propia.

¿Cómo nace la historia de Las manos del escultor?

La verdad es que Las manos del escultor nació en nuestro taller, mientras trabajábamos. Estaba ayudando a mi marido, el escultor Chule, a hacer la fundición de aluminio para un molde de una escultura que había hecho. Estaba mirando como caía la colada de aluminio fundido y fue en ese momento en el que mi cabeza se quedó pensando y dijo: Ostras, ¡¡qué guay!!

A la hora de escribir Las manos del escultor, ¿qué fue lo primero que te vino a la cabeza: ¿el título, la trama o la imagen de unas manos?

Supongo que cada novela es diferente porque a mí me pasa. Pero con Las manos del escultor lo que tenía claro desde el principio fue el título. Veía esas manos siempre a mi alrededor, en el hogar, en el trabajo, en las exposiciones presentando las esculturas, etc. Y son unas manos expresivas, con movimiento, una prolongación de su cuerpo, que exterioriza las emociones. A Chule le identifican mucho sus manos. De ahí salió el título.

Estás muy vinculada con el mundo de la escultura. ¿Qué es lo que puede llegar a decirnos las manos de una persona?

Creo que las manos nos dicen mucho. No tanto fijándote en su aspecto físico, porque hay muchas manos que están castigadas de trabajar, sino en su expresividad. En todos los trabajos las manos tienen una parte imprescindible, en la escultura, en la pintura, en la cocina, en la música, en la obra, en la agricultura, etc. E incluso en la escritura, que por cierto me encanta escribir a mano mis ideas para desarrollar en el manuscrito.


El escenario de la Albufera tiene mucha presencia. ¿Qué papel juega el entorno en tu novela?

La Albufera para mí tiene un entorno de misterio. Además, me he criado con la serie cañas y barro y es un espacio que tengo como muy nuestro, valenciano.

El inspector Alapons es un personaje muy sólido. ¿Cómo lo construiste? ¿Te inspiraste en alguien real?

Los personajes de mis novelas son ficticios. Pero opino que, prácticamente, todos los personajes de las historias tienen algún rasgo, nombre, cualidad, defecto, etc, de alguien que conoces o te recuerda. Por ejemplo, Alapons tenía el sobrenombre de Indiana Pons. Y este nombre se lo decían a un amigo mío, tristemente fallecido hace poco. Se llamaba Jose Pons y como por su trabajo viajaba mucho por África le llamaban Indiana Pons. 

¿Hay algún pasaje o escena que te haya costado especialmente escribir?

Creo que ninguna porque esta novela la tenía toda planificada en mi cabeza desde el principio. Y así fue, fluía por sí sola.


¿Crees que el suspense criminal permite explorar aspectos del alma humana que otros géneros no alcanzan?

Es posible. Tal vez, los aspectos más escondidos que tenemos en el fondo. A mí particularmente, me gusta leer novela histórica y de suspense y crimen. Y eso que yo, en el fondo soy una miedosa. Por ello creo que este género saca mi parte osada y atrevida.

¿Cuál fue el mayor reto al escribir esta novela?

Bueno, más que reto he intentado que el personaje de Jason Martell no se parezca a Chule, porque evidentemente no es un asesino. Sin embargo, gente que lo conoce bromeaba sobre si el asesino era él. He intentado, a pesar de que comete crímenes, sacar una parte más sensible y humana.

¿Y tu mayor descubrimiento como persona tras escribirla?

Mi descubrimiento ha sido sentirme orgullosa de mí misma, sin avergonzarme por ello. Saber que soy capaz de hacer muchas cosas a las que tenía miedo de enfrentarme.

¿Cómo vives el proceso de corrección? ¿Eres meticulosa?

Esto de la corrección es un mundo aparte. Releo el manuscrito hasta tres veces y cada vez, aparte de corregir, cambio alguna cosa. Si lo leyera cien veces, aún cambiaría algo. Intento enviarlo a la editorial lo mejor que puedo. Pero después es la Editorial Maluma la encargada de pulir la obra. Estoy muy contenta con su trabajo.

¿Qué estás leyendo ahora?

Más que leer, me estoy entreteniendo con Murdle, La universidad del crimen. Un libro con juegos para descubrir asesinos. Es divertido.

¿Qué autores han influido más en tu escritura?

Pierre Lemaitre, Santiago Díaz y Ken Follet. A Lemaitre le conocí con la saga Verhoeven, me encantó.

¿Alguna recomendación para quienes disfrutaron de Las manos del escultor?

Que tengan un poco de paciencia. En un par de años tendré lista la segunda y última parte de Las manos del escultor. Es muy gratificante ver como los lectores te animan y esperan a que continues con tu trabajo.

¿Podemos esperar una nueva novela pronto?

Pues mira, mi nueva novela Donde el olvido no alcanza la tiene ya la Editorial Maluma en impresión. Creo que a final de julio o agosto la tendremos físicamente.

¿Seguirás en el género negro y criminal o te planteas explorar otros géneros?

 Precisamente mi nueva novela tiene un cambio de registro. Es histórica con un punto de intriga. Creo que estoy abierta a cualquier género. Si tienes una idea para un tema y sabes transmitirla, puede llegar a ser una buena novela.

Y, para terminar, ¿qué les dirías a quienes comienzan el camino de la escritura y tienen la ilusión de publicar por primera vez?

Si es su sueño que lo hagan. Que no tengan miedo, luego la experiencia es muy gratificante. A mí me pasó, tenía miedo a no estar a la altura, miedo al qué dirán y encima miedo escénico para hacer las presentaciones. Tengo el pack completo. Pero total, con la edad que tengo debería resbalarme todo.  Sin embargo, fue mi marido quién me animó a dar el paso. Así que envié el manuscrito y la Editorial Maluma confió en mí y estoy muy satisfecha. Son dos mujeres que trabajan estupendamente y miman a sus escritores. Así que ánimo, que la escritura no pare.

Gracias, P. Rosber, por compartir con nosotros no solo los secretos de tu novela, sino también tu mirada sobre la escritura y el género criminal. Las manos del escultor dejan huella, como esas obras de arte que nacen de la creación y el silencio. Te seguiremos leyendo con atención y admiración.

 

viernes, junio 27, 2025

10 PREGUNTAS a Cristina Rodríguez Perez


Hoy tenemos el placer de conversar en Mi experiencia como escritor(a) con Cristina Rodríguez, una autora barcelonesa que escribe sobre crecimiento personal y acompañamiento emocional. Escritora de dos libros, el primero de ellos Bienvenida a tu vida de adultos (Círculo Rojo, 2022) y el segundo ¿Un café? (Punto Rojo Libros, 2025). también es coach especializada en guiar a otros en su camino del autodescubrimiento y el conocimiento de uno mismo. Gracias por estar con nosotros y bienvenida.

¿Qué ha supuesto para ti poder transmitir mediante la escritura tus conocimientos sobre autoconocimiento y desarrollo personal?

Una manera de ofrecerme al mundo desde lo que soy, no desde lo que sé. La escritura, más que una forma de enseñar, ha sido para mí una forma de recordar, de asentar lo aprendido y de abrir espacio a lo que aún está por entenderse. Mientras escribo para los demás, me escucho también a mí. A veces, las palabras llegan antes que la claridad, y es en el acto de escribir donde empiezo a ver con más nitidez.

¿Qué es exactamente el coaching y cómo lo definirías desde tu experiencia personal?

El coaching es un proceso de acompañamiento y desarrollo personal. El coach ayuda a las personas a descubrir sus propias soluciones, potenciar sus habilidades y alcanzar objetivos específicos. No se trata de dar respuestas directas, sino de facilitar la reflexión, el autoconocimiento y la acción consciente.

Desde mi experiencia, es como mirarse en un espejo que te ayuda a ver con claridad qué quieres, qué te detiene y cómo avanzar. Es un espacio seguro para explorar ideas, enfrentar miedos y generar compromisos contigo mismo para cambiar o crecer.

Tus dos libros exploran cuestiones diferentes, o al menos etapas distintas de la vida. Sin embargo, comparten la misma esencia. ¿Qué une a Bienvenida a tu vida de adultos y un café??

Aunque ambos libros abordan momentos diferentes de la vida, los une una intención clara: acompañar desde la honestidad y la vulnerabilidad.

“Bienvenida a tu vida de adultos”, trata sobre la construcción de una nueva etapa, con todos sus tropiezos y aprendizajes, mientras que “¿UN CAFÉ?”, invita a detenerse y mirar hacia dentro, a reflexionar con calma.

Uno es más introspectivo y otro más cotidiano.

Los dos libros nacen de la necesidad de comprendernos mejor, reconciliarnos con nuestras imperfecciones y ofrecer un reflejo humano.

¿Qué tipo de lector espera que se acerque a tus libros?

Me gustaría que mis libros llegaran a quienes están en momentos de cambio o incertidumbre, pero también a quienes simplemente buscan una lectura sincera y cercana.

Más que buscar un público específico, quiero que quien abra mis libros se sienta invitado a un diálogo íntimo, sin juicios, con ganas de encontrar un poco de paz en medio del ruido.

Y que tengan curiosidad y valentía.

¿Te diriges a alguien en especial cuando escribes o lo haces para ti misma?

Escribir es para mí una manera de dialogar conmigo misma, de explorar lo que a veces no puedo decir en voz alta. No tengo un destinatario fijo; más bien, dejo que las palabras fluyan desde mis experiencias y emociones.

Sin embargo, sé que cuando comparto esos pensamientos, pueden resonar en otras personas, y eso hace que el acto de escribir se vuelva algo más grande, una conexión invisible con quien quiera escuchar. Así que, aunque escribo para mí, escribo también para ese encuentro inesperado con el lector.

En Bienvenida a tu vida de adultos abordas el paso a la madurez desde una mirada tragicómica. ¿Crees que el humor ayuda a enfrentarse a la adversidad de otra manera?

Sin duda. El humor no le quita importancia al dolor, pero sí le ofrece ligereza. Reírnos de nuestras crisis, sin burlarnos de nosotros mismos, nos da perspectiva. 

¿Puede considerarse el humor un bálsamo para las heridas?

Sí, siempre que venga del amor propio y no del cinismo. El humor bien usado nos permite mirar nuestras cicatrices sin miedo e incluso con ternura.

¿Has vivido la escritura de tus obras como algo terapéutico?

Muchísimo. Cada página fue un espejo y una catarsis. Escribir me ayudó a entenderme, a perdonarme y a integrar partes que antes rechazaba. Fue sin duda, un proceso sanador.

¿Qué te impulsó a escribir ¿Un café??

¿UN CAFÉ? nació de la necesidad de crear un espacio íntimo donde se pudiera parar, reflexionar y  explorar emociones y pensamientos.

Quería escribir un libro que no solo se leyera, sino que también se viviera, que permitiera al lector detenerse y encontrarse consigo mismo, sin presiones ni expectativas.

Provocar una necesidad de introspección y reflexión consciente, ofreciendo esta herramienta para que los lectores se adentraran en sí mismos, fue algo mágico.

¿Cómo fue ese cambio hacia un libro más llamémoslo práctico?

Fue muy natural. Después de lo más narrativo y emocional del primer libro, sentí la necesidad de ofrecer algo más directo y personalizado, y que formara parte de mi proyecto como coach.

¿Qué importancia tiene la escritura como herramienta de autoconocimiento?

La escritura es una herramienta muy poderosa de autoconocimiento porque nos permite escucharnos de verdad.

Al escribir,  no solo expresamos lo que sentimos y pensamos, sino que muchas veces descubrimos cosas que no sabíamos que estaban dentro de nosotros.

Cuando escribimos con honestidad, nos miramos sin juicio, y eso abre la puerta a comprendernos mejor, sanar, crecer y reconectar con quienes somos.

¿Qué papel juegan las redes sociales en tu trabajo como escritora y coach?

Las redes sociales son una herramienta valiosa para conectar con las personas, compartir ideas y crear comunidad. Me permiten estar cerca de quienes leen mis libros o siguen mi trabajo, y también aprender de sus experiencias.

Intento usarlas de forma equilibrada, priorizando siempre mi bienestar y evitando que se conviertan en una fuente de estrés o sobreexposición.

¿Qué hábitos o rutinas te ayudan a mantener el foco en lo que estás haciendo en cada momento?

Intento estar presente en cada cosa que hago, evitando la multitarea y organizando mi tiempo de forma clara.

Me funciona mucho tener cierta estructura en el día, saber qué me toca hacer y por qué, eso me ayuda a mantener la atención en lo importante y no perderme en lo urgente.

No siempre lo logro pero me esfuerzo por estar aquí y ahora.

¿Hay algún autor o autora que te haya influido especialmente en tu forma de ver el desarrollo personal?

Muchísimos la verdad. Si te interesa el crecimiento personal, no te puedes perder a James Clear, que explica de forma sencilla cómo los hábitos y pequeñas decisiones pueden transformar la vida. Otro autor que recomiendo es Don Miguel Ruiz, especialmente con Los cuatro acuerdos, que ofrece principios simples pero profundos. Y si buscas algo más emocional, Jorge Bucay tiene una forma cercana y humana de acompañarte en el proceso de conocerte. Y por supuesto, hay otros autores con grandes obras que también han enriquecido mi camino.

¿Tienes algún proyecto literario del que puedas hablarnos?

Estoy explorando varias oportunidades de proyectos que me resultan muy atractivas. Aunque todavía no he tomado una decisión, me siento ilusionada por todas las posibilidades que se están abriendo. Quiero asegurarme de que el proyecto que elija refleje realmente mis valores y aporte algo significativo, por eso voy con cuidado y pensando bien cada paso.

¿Qué recomendación le darías a alguien que está comenzando en el mundo de la escritura y sueña con publicar su primera obra?

Le recomendaría que tenga paciencia y persevere, porque escribir es un camino que requiere tiempo y dedicación. Es importante creer en lo que haces y en la historia que quieres contar, sin dejarse llevar por la presión de la perfección. También es clave leer mucho y estar abierto a recibir opiniones que ayuden a mejorar.

Publicar es un logro, pero el verdadero crecimiento está en el proceso creativo.

Gracias por este ratito. Ojalá sigas acompañando a más personas en ese viaje hacia dentro de ellos mismos durante mucho tiempo.

Muchas gracias por la entrevista y por darme la oportunidad de compartir mi visión y mi trabajo. Ha sido un placer.

miércoles, junio 25, 2025

10 PREGUNTAS a Jorge R. del Río - Versión escrita

Hoy tenemos el placer de conversar con Jorge R. Del Río, escritor argentino, cuya trayectoria abarca el pulp, la fantasía épica, el folk horror, la ciencia ficción y el terror más visceral. Ha publicado en revistas, antologías y colecciones de género como Pulpture, Ánima Barda o Vuelo de Cuervos.

Ganador del certamen Amanecer Pulp 2015 con Cranston y Lussac, es autor de obras como La sombra del escorpión en la tormenta, El doctor Omega y las joyas de la Eternidad, y El cerro de las luces, una inquietante novela de folk horror ambientada en la Patagonia.

Jorge R. Del Río no solo narra historias, sino que construye universos donde conviven mitologías precolombinas, futuros distópicos, criaturas de la noche y ecos de lo ancestral.

Hoy nos adentramos con él en esas latitudes que solo puede trazar alguien que escribe desde el vértigo y la acción.

¿Cómo surge El cerro de las luces, tu última obra?

Llevaba tiempo queriendo adentrarme en el terreno del folk horror, pero alejándome deliberadamente de los arquetipos europeos y anglosajones, como The Wicker Man, The Ritual o la más reciente Midsommar, y me orienté hacia mi tierra, rica en mitos de los pueblos originarios y en la mixtura derivada de estos y aquellos traídos por los conquistadores españoles, junto con la religión cristiana, dando como resultado cultos sincréticos o figuras que son mitad santos, mitad deidades paganas.

Folk horror y Patagonia Argentina. Háblanos un poco de este género y qué te atrajo de esta original combinación para contar esta historia?

Conozco la Patagonia, la he recorrido prácticamente hasta el final del mapa: Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego; posee paisajes de una belleza que corta el aliento, y también páramos desolados que se vuelven interminables, es un lugar, como todas las tierras de frontera, con una historia fascinante. Siempre digo que es el equivalente del Lejano Oeste estadounidense, la tierra que, hasta fines del siglo XIX, era una extensión inhóspita en disputa permanente con sus pobladores originales, las tribus aborígenes contra los que se cometieron auténticas tropelías en aras de la “civilización”.

Tus lectores destacan la atmósfera intensa y la conexión con lo mitológico. ¿Cómo trabajas la construcción del ambiente en tus novelas?

En este caso en particular, el de la Patagonia argentina, porque es un ambiente que conozco y que he recorrido: he sentido sus vientos helados, que te cortan sin importar la ropa que lleves, sus soles, he recorrido sus rutas que se pierden en el horizonte y me he detenido en más de uno de esos pueblecitos a la sombra de la cordillera, como el que presento en mi última novela.

Has transitado por géneros tan distintos como la ciencia ficción, el terror pulp, la espada y brujería o el horror contemporáneo. ¿Te sientes más cómodo en alguno de ellos o en todos por igual?

En realidad me gusta tocar distintos géneros; últimamente me estoy sintiendo muy cómodo con el terror, pero por ejemplo tengo un par de novelas históricas, otro género que me encanta, y que de momento se encuentran inéditas.

Cuando gestas una historia, ¿partes de una imagen, de un personaje, de una inquietud, de una frase o depende de lo que quieras contar?

Depende de lo que quiera contar. En “El Cerro de las Luces” partí de la imagen de un pueblecito perdido en medio de la Patagonia, en las inmediaciones de un cerro, y a partir de ese escenario, una especie de “Twin Peaks” patagónico, fui desarrollando el resto. Pero en “El Doctor Omega y las joyas de la eternidad”, la novela Pulp de aventuras que publiqué allá por el 2016 con Pulpture, partí de la idea de un personaje, un aventurero científico émulo de Doc Davage, o del más moderno Tom Strong, de Alan Moore.

En Sangre y Jade y Nido Primordial tomas como base los mitos precolombinos. ¿Qué te interesa de esa cosmogonía?

Me encanta salirme de los convencionalismos; la fantasía heroica en su gran mayoría está construida en torno a las mitologías europeas, nórdicas o sajonas, o en sociedades que reproducen, en mayor o menor manera, el medioevo. Con mis dos compañeros en esa aventura, Paulo César Ramírez de México y Guillermo Moreno, de Venezuela, quisimos salirnos de ese molde y basarnos en otras cosmogonías igual de ricas como son la azteca, maya, inca, chibcha o guaraní, por nombrar algunas.

¿Qué diferencia encuentras entre escribir en solitario y hacerlo en colaboración con otros autores como Paulo César Ramírez o Guillermo Moreno?

Hace falta una buena coordinación, y tener presente que lo que uno escribe tiene que encajar con el trabajo de tus compañeros. En nuestro caso, no tuvimos ningún inconveniente y todo fluyó de forma natural.

¿Cómo describirías la conexión que deben tener dos autores para escribir a cuatro manos?

Tiene que estar todo más o menos planeado de antemano, pero con la flexibilidad suficiente para no encorsetarse, ya que la escritura, como cualquier proceso creativo, necesita de libertad y de capacidad de improvisación. Creo que la sinergia con Paulo y Guillermo fue excelente, y nos complementamos muy bien en ambas novelas. Aclaro que el mundo en el que están ambientadas fue desarrollado por Paulo, que me permitió jugar en él y fue una experiencia maravillosa.

El pulp atraviesa buena parte en tu trayectoria literaria. ¿Qué posibilidades narrativas te ofrece para que sea tan recurrente en tu obra?

El Pulp no lo veo como un género, de hecho no lo es, es más bien un estilo, una manera de hacer las cosas, de narrar una historia: con ritmo ágil, sin perderse en descripciones, en reflexiones muy profundas o en infodumping, lo cual no quiere decir que las tramas sean malas. Pero lo que no pueden permitirse es ser aburridas; es literatura de evasión, y su principal función (que no es poca cosa) es entretener al lector.

Tienes varias obras en las que la acción es importante, ¿qué recomendaciones darías a quienes quieran desarrollar una escena de acción en condiciones?

Leer. Leer mucho, leer a Robert E. Howard, a Robert Louis Stevenson, a Emilio Salgari, a Alexandre Dumas… y también a los autores más modernos, claro. Y a mí, por lo menos, el cine me ayuda mucho también. Desde clásicos como John Ford, Howard Hawks, Alfred Hitchcock, al cine de videoclub de la Canon Films, a las explotaciones italianas de serie B. Todo eso, al menos en mi caso, siempre me fue de gran ayuda a la hora de visualizar las secuencias de acción antes de plasmarlas en la letra escrita.

En tu novela Alucina nos encontramos ante una historia oscura, en la que su protagonista Jennifer Santini, una chica de 15 años, que ha estado en tratamiento psiquiátrico, es internada por su padre en colegio exclusivo para señoritas. ¿Cómo fue el proceso de escritura de ese libro?

Para esa novela quise escribir una mezcla de giallo con elementos sobrenaturales, al estilo de Suspiria o Phenomena de Dario Argento, y de hecho, la protagonista, Jennifer, en mi mente es Jennifer Connelly a los 15/16 años. Es el único libro para el que desarrollé una escaleta, algo que no suelo hacer nunca.

¿Tienes algún ritual de escritura?

Sentarme frente al ordenador con una taza de café y la cabeza llena de ideas que, de alguna manera, les voy dando forma.

¿Cuál es el personaje más difícil que te ha tocado construir y por qué?

En “El cerro de las luces” hay un niño pequeño, Mateo, y fue difícil meterme en su cabeza. Traté de apelar a lo que recordaba de mi propia infancia y la de mi hijo cuando tenía esa edad. También me sirvió de inspiración Danny Torrance, el niño de El Resplandor, de Stephen King, con la diferencia de que Mateo, si bien es bastante maduro para su edad, no tiene ningún poder especial.

Si pudieras mantener una tertulia con uno de tus personajes, ¿cuál sería y por qué?

Tengo varios personajes interesantes, creo que gustaría dejarme caer por el bar “El nido de las águilas”, en el centro del Londres del principio de los 90, para tomarme un trago con los mercenarios de “Rapaces, la plegaria del pecador”, la novela de acción que publiqué con Applehead Team allá por 2019.

¿Hay alguna de tus obras a la que le tengas un cariño especial, más allá de la recepción del público?

Mis libros son como mis hijos, pero hay dos novelas que me gustaría mencionar, ambas del año pasado: “Águilas de la Costa Berberisca”, que publiqué con la editorial La Magnífica, es una novela de piratas en el Mediterráneo del siglo XVI, y una aventura que tenía en mi cabeza desde que era un niño de 10 u 11 años y leía a Emilio Salgari. “Los muertos no reclaman”, que publiqué con editorial Cetus, es un chanbara, un drama samurái violento, oscuro, que desmitifica bastante la figura idealizada (y occidentalizada) que tenemos de esos guerreros.

¿Te ha pasado que algún personaje se te haya rebelado y haya seguido un camino que no tenías previsto?

Más de una vez, es lo divertido de este trabajo. Para mí, es lo más parecido a la magia.

¿Cómo ves el panorama actual de la literatura de género en Argentina?

Complicado, y no por falta de talento precisamente. Pero son muy pocos los que llegan a darse a conocer en el mercado; supongo que debe tener que ver también con los niveles de exposición y los contactos que tenga cada uno.

¿Qué libro estás leyendo en la actualidad?

Recientemente terminé “El Ritual” de Adam Nevill, una novela de terror del subgénero del folk horror, justamente. Ahora estoy alternando entre “Sin querer queriendo”, una autobiografía de Chespirito, seudónimo del comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños, cuyos programas fueron de mucha popularidad en la Argentina de mi infancia (entre los 70 y 80), y alterno con relatos de la excelente antología “Indian Country”, de la autora Dorothy M. Johnson, que escribió joyas del western como “Un hombre llamado caballo” y “El hombre que mató a Liberty Valance”. Como verás, tengo gustos muy amplios.

¿Algún proyecto literario entre manos?

Varios. Por un lado, otra novela de terror que está al caer con la editorial “Esqueleto Negro”, en la que regreso a la Patagonia argentina, aunque con un registro diferente. Y próximamente, mi participación en el número siete de la colección Bolsilibros de Editorial Yeray, que recomiendo a todos los aficionados de la literatura de género, y de la que ya he participado en el número uno, dedicado al Weird Western (western con elementos sobrenaturales) y en el número cuatro, dedicado al policial. En el número siete publicaré una novela corta de género ciencia ficción post apocalíptica, junto con otra del autor Alejandro Riera y, en este caso, también un relato del autor Cameron Crane. Aprovecho para enviar un gran saludo a todo el equipo editorial y compañeros de Yeray: Encarni, Carlos, Xavier, Eneele, grandísimos creadores y mejores personas.

Y para concluir, ¿alguna recomendación para quienes comienzan en el apasionante mundo de la escritura y tienen la ilusión de publicar por primera vez?

Nunca me creí en posición de dar consejos a nadie, pero si te gustan las historias, lee. Y crea. En los tiempos que corren, en los que ciertas ideologías que se creían sepultadas vuelven a asomar las cabezas del barro como en las peores distopías de Orwell, Huxley y Bradbury, en los que la cultura y el saber amenazan con ser pisoteados por la ignorancia (y por el orgullo de ser ignorante, lo que es todavía peor), la lectura, la escritura, la creación, son un acto de resistencia. Y hay que resistir.

Gracias, Jorge, por este ratito. Ha sido un placer compartirlo contigo. Hasta pronto.

El placer ha sido todo mío.