miércoles, diciembre 17, 2025

Presentación de la obra «Relacionados» de María Pareja - Versión escrita

María Pareja Olcina (Barcelona, 1981) es doctora en Lengua y Literatura Hispánicas y catedrática de Lengua Castellana y Literatura en Benicàssim. "Relacionados" (2019) es una obra de teatro juvenil que presenta a tres adolescentes enfrentándose a las consecuencias de un divorcio, un abandono y violencia verbal en sus entornos familiares. Publicada por Sansy Ediciones, la obra se ha convertido en una herramienta pedagógica utilizada en numerosos institutos de España para trabajar las relaciones de pareja, la autoestima y las dinámicas familiares. La pregunta que cierra la sinopsis —"¿Lo conseguirán?"— resume la incertidumbre de toda una generación que busca construir vínculos más sanos que los de sus progenitores.

¿Qué emoción estaba ahí antes de que existiera este libro?

La emoción inicial fue la necesidad de que los adolescentes comprendieran algo fundamental: que los padres no somos perfectos. Durante la adolescencia se produce un proceso natural y necesario de desidealización de las figuras parentales, y ese momento suele venir acompañado de confusión, enfado o desconcierto.

Desde ahí surge otra emoción muy potente: la necesidad de cuestionar los modelos de relación de pareja que han tenido como referencia. Entender que muchas de esas relaciones —basadas en la dependencia, el control o el sacrificio— no son necesariamente válidas ni deseables, y que pueden revisarse, mejorarse o directamente no repetirse.

Relacionados nace, por tanto, de esa necesidad de acompañar, de ofrecer espacios de reflexión para que los adolescentes puedan construir relaciones más libres, conscientes y saludables que las que, en muchos casos, han heredado sin cuestionarlas.

Decidiste escribir teatro en lugar de narrativa para abordar estos temas. ¿Qué te ofrece el formato dramático que otros géneros no te dan?

El teatro ofrece algo que otros géneros no permiten con la misma intensidad: la posibilidad de ponerse literalmente en la piel de otro. Cuando el alumnado lee teatro —y, sobre todo, cuando lo representa— deja de ser un lector pasivo para convertirse en personaje.

Este proceso genera una empatía muy profunda: entender por qué alguien actúa como actúa, qué le duele, qué le falta o qué le condiciona. Y esa empatía, llevada al aula, es transformadora. El teatro se convierte así en un espacio seguro para reflexionar, dialogar y cuestionar sin juzgar, favoreciendo una educación emocional real, vivida y compartida.

Encuentro de mi María Pareja con adolescentes

¿Qué habría cambiado si en lugar de contar estas historias a través de los adolescentes lo hubieses hecho a través de los adultos?

Habría aparecido otro conflicto distinto, porque tanto los adultos como los adolescentes están atravesando sus propios procesos, especialmente en el contexto actual. Los adultos también están intentando sostenerse, reconstruirse o sobrevivir emocionalmente, y esa realidad suele ser tan absorbente que, en muchas ocasiones, no les permite mirar más allá de su propio dolor o de sus propias carencias.

Desde ese lugar, el adolescente queda a menudo relegado, no por falta de amor, sino por incapacidad emocional para atender lo que también está sucediendo.Sin embargo, elegir la mirada adolescente permite poner el foco en quienes viven estas situaciones sin haberlas elegido, en quienes están aprendiendo a amar, a vincularse y a construirse mientras observan modelos adultos llenos de contradicciones. Relacionados busca precisamente dar voz a esa vivencia silenciosa, mostrar cómo los conflictos de los adultos impactan directamente en los jóvenes y abrir un espacio de reflexión desde la empatía hacia todas las partes implicadas.

Divorcio, abandono y violencia verbal son las tres situaciones que atraviesan tus personajes. ¿Cómo decidiste que fueran precisamente esas tres y no otras?

Estas tres situaciones no nacen de una decisión teórica, sino de la experiencia acumulada durante años de tutoría. Empecé a dar clase en 2006 y Relacionados se publicó en 2019. En todo ese tiempo he sido tutora, y lo que aparece en la obra es el reflejo de lo que he ido viendo de manera constante en el aula.

El fenómeno del divorcio explotó precisamente en esa etapa y se convirtió en una realidad cotidiana para el alumnado. No fue el único: también aparecieron casos de abandono, quizá en menor medida, pero con un impacto emocional muy profundo en quienes lo vivían. Me resultó especialmente llamativo observar cómo las estructuras familiares se estaban transformando y, en muchos casos, descomponiendo, y cómo eso influía directamente en la manera en que chicos y chicas entendían el amor y las relaciones que ellos mismos debían construir.

Pero hay una tercera situación que me interesaba especialmente visibilizar: la violencia verbal. Porque estar juntos o estar separados no implica, por sí mismo, que una relación sea mejor o peor. El caso de Laura muestra una realidad muy presente y a menudo normalizada: familias que permanecen unidas, pero donde las discusiones constantes, los insultos y los desprecios forman parte del día a día. Este tipo de violencia, aunque no siempre se reconozca como tal, también deja una huella profunda en los hijos e hijas.

La obra pretende, precisamente, abrir esa reflexión: no solo importa la estructura familiar, sino la calidad emocional de los vínculos que se construyen dentro de ella.

Ilustración página 62 a cargo de Laura López Ruiz

La sinopsis acaba con la pregunta "¿Lo conseguirán?". ¿Fue una decisión consciente dejar el final abierto o simplemente no tenías una respuesta?

Fue una decisión completamente consciente. Me encantan los finales abiertos porque confían en la inteligencia y en la libertad del lector. En este caso, quería poner de relieve el poder intrínseco del ser humano para intentar hacerlo mejor.

Cada generación, cada adolescente, parte de lo que ha visto y vivido, e intenta —a su manera— mejorar aquello que no le ha funcionado a la generación anterior. Sin embargo, el contexto social, la personalidad, las circunstancias y las propias heridas de cada persona son diferentes, y eso hace que no exista una única respuesta cerrada.

La pregunta final no pretende generar incertidumbre, sino empoderar. Dejar ese “¿lo conseguirán?” abierto es una forma de decirles a los adolescentes que son dueños de su propio camino, que pueden cuestionar lo heredado y que, si quieren cambiar el rumbo, tienen la capacidad de hacerlo. El final no está escrito porque, en realidad, les pertenece a ellos.

¿Qué parte de este libro te costó más escribir y por qué?

Sin duda, el final. Fue la parte más difícil porque también era la más rompedora. Resulta poco habitual —especialmente en la literatura juvenil— que una pareja de adolescentes que se quieren y sienten una atracción mutua decida no estar junta.

Sin embargo, ese era precisamente el mensaje que quería transmitir. Frente a todo el imaginario que hemos heredado —la literatura romántica, el cine, la presión social que insiste en que hay que estar en pareja a cualquier precio—, los protagonistas toman una decisión consciente: esperar. Deciden conocerse mejor, descubrir quiénes son y qué quieren antes de iniciar una relación, para no repetir patrones que han visto y sufrido.

Ilustración página 79 a cargo de Laura López Ruíz

Has creado materiales didácticos muy completos para trabajar "Relacionados" en el aula: kahoots, propuestas de debate, actividades. ¿Escribiste la obra pensando ya en que incluirías esos recursos pedagógicos o llegaron después?

Antes de escribir literatura juvenil, llevaba muchos años creando materiales didácticos para docentes, con el objetivo de acercar la lengua y la literatura al aula de una forma práctica, significativa y realista.

Conozco bien el aula y sé que el profesorado necesita algo más que una buena lectura: necesita una batería de recursos, propuestas contrastadas, actividades que ya han funcionado con alumnado real y que ofrezcan opciones y seguridad a la hora de trabajar temas complejos como las emociones, las relaciones o la convivencia.

Por eso Relacionados no es solo una obra de teatro, sino también un proyecto educativo que va acompañado de materiales pensados para facilitar su implementación en clase: guías de lectura, situaciones de aprendizaje, rúbricas, propuestas de dramatización y recursos audiovisuales. Todos estos materiales están disponibles para el profesorado en la web oficial de la obra:

La idea siempre ha sido la misma: acompañar al docente, ofrecer herramientas útiles y convertir la literatura en un espacio de reflexión, diálogo y aprendizaje real dentro del aula.

En las representaciones que has visto en institutos, ¿cómo cambia la obra cuando son adolescentes reales quienes encarnan a tus personajes?

Ocurre algo muy parecido a lo que sucede con un libro cuando se publica: en el momento en que lo escribes, deja de ser solo tuyo. Cada lector le da su propia impronta, y con el teatro sucede exactamente lo mismo. Cada representación y cada adolescente que se pone en la piel de Marcos, Laura o Ian aporta su mirada, su cuerpo, su voz y su propia experiencia vital.

Cuando son adolescentes reales quienes interpretan la obra, el texto se transforma. No hay una única manera de ser Laura, Marcos o Ian, porque tampoco hay una única manera de vivir la adolescencia. Y eso es precisamente lo más valioso.

A lo largo de los años he podido ver adaptaciones muy diversas, todas ellas igual de enriquecedoras, muchas se pueden consultar en la web:

Desde la adaptación realizada para la VIII Trobada de Teatre Jove, organizada por el IVAJ (👉 https://www.youtube.com/watch?v=QYrjYV3y5mo&t=5s ), hasta propuestas muy diferentes entre sí, pero igual de significativas.

Una de las que más me emocionó fue una parodia grabada de forma casera por adolescentes, que aborda los mismos contenidos desde el humor. No os la podéis perder: 👉 https://www.youtube.com/watch?v=cA6GOHAThCg

O la representación en el Instifest, Festival de Teatro Adolescente, donde Relacionados fue la obra elegida para inaugurar la convocatoria. Ver cómo los jóvenes la hacían suya sobre el escenario fue realmente emocionante.

Uno de los objetivos pedagógicos que planteas es "ayudar al alumno a identificar patrones de relaciones tóxicas". ¿Confías en que el teatro pueda hacer eso mejor que una charla o un taller?

Sin duda. Cualquier recurso que exija que el adolescente forme parte activa del proceso tiene un impacto mucho mayor que una charla en la que simplemente recibe información. Para que algo se integre de verdad, no basta con escucharlo: hay que vivirlo.

Obra «Relacionados» interpretada por un grupo de alumnos

La violencia verbal es una de las situaciones que aborda la obra. ¿Por qué crees que es importante visibilizar ese tipo de violencia que no deja marcas físicas?

Precisamente porque, de todas las formas de violencia, es la que más normalizada está. En los centros educativos se ha hecho —y se sigue haciendo— un trabajo excelente para que el alumnado entienda que la violencia física no es amor, y eso es un avance enorme. Pero todavía nos queda un camino importante por recorrer en relación con la violencia verbal y la violencia psicológica.

Este tipo de violencia no deja marcas visibles, pero puede ser igual o incluso más dolorosa que la física. Los insultos, los desprecios, las humillaciones constantes o el control emocional van minando la autoestima y la identidad de quien los sufre, especialmente en edades tan sensibles como la adolescencia.

Visibilizarla es fundamental porque todavía no se reconoce como violencia Relacionados pretende abrir esa reflexión: ayudar a identificar estas conductas, ponerles nombre y comprender que ninguna forma de maltrato debería formar parte del amor.

Ilustración página 19 a cargo de Laura López Ruíz

El teatro permite que diferentes intérpretes den vida a los mismos personajes. ¿Te ha sorprendido alguna interpretación que se alejara de lo que tú habías imaginado?

Sin duda, la que más me sorprendió fue la interpretación que os comentaba (👉 https://www.youtube.com/watch?v=cA6GOHAThCg) que abordaba toda la obra desde el humor, incluso desde lo absurdo. Al principio me chocó mucho, porque yo partía de la idea de que estos temas debían tratarse desde un tono serio, realista y verosímil para que el mensaje llegara con rigor.

Sin embargo, al verla, me di cuenta de todo el potencial que tiene el humor como vehículo de reflexión. El mensaje no solo llegaba, sino que lo hacía de una forma distinta, más accesible. Esa experiencia me dejó una huella muy grande. Desde entonces he reflexionado mucho sobre cómo transmitir contenidos tan complejos desde el humor, y sobre la capacidad que tiene para generar cambios sociales, especialmente en la adolescencia.

Es un camino que estoy explorando ahora mismo, y no es sencillo. Conectar con el humor adolescente es, probablemente, uno de los retos más grandes que me estoy planteando como autora. Pero precisamente por eso quiero intentarlo.

¿Qué tipo de conversaciones surgen en el aula cuando los adolescentes leen e interpretan "Relacionados"?

Esta es, sin duda, la pregunta del millón. Y lo es porque la respuesta se repite de forma muy clara en cada centro, en cada comunidad y en cada contexto donde se ha trabajado la obra, tanto dentro como fuera de España. Relacionados ha generado conversaciones muy similares en institutos españoles y también en contextos internacionales, como en el programa Erasmus en el que fue seleccionada para trabajar con estudiantes de Portugal, Italia o Francia que aprendían español.

Lo que más aparece, casi de forma inmediata, es una incomodidad compartida: ¿por qué Laura y Marcos no acaban juntos?

Y es precisamente ahí donde los adultos que acompañamos el proceso —docentes, tutores, educadores— tenemos la oportunidad de explorar una idea clave: no es necesario estar con alguien a cualquier precio. Frente a la idea tan extendida de que la pareja es una necesidad o un refugio contra la soledad, estos lectores empiezan a cuestionar esos modelos y a pensar en relaciones basadas en la elección consciente, la autonomía y el respeto.

María Pareja en uno de sus charlas a adolescentes

Has visto que algunos centros educativos han ganado premios representando escenas de "Relacionados". ¿Qué significa para ti que tu texto se convierta en un vehículo para que los adolescentes hablen de sus propias vidas?

Supongo que cualquiera puede imaginar el enorme valor que tiene para mí, pero aun así sigue siendo un regalo inmenso. Que adolescentes y docentes decidan trabajar esta obra en el aula, hacerla suya y, además, compartir el resultado, es muy emocionante.

De ahí nació también la idea de reconocer y premiar ese trabajo. Valorar el esfuerzo del profesorado era imprescindible, porque sé muy bien —desde dentro— lo difícil que es encontrar tiempo en medio del currículo, de la presión académica y de la dinámica diaria para apostar por el teatro.

Estos premios confirmaban algo esencial: que cuando el texto se convierte en un vehículo para que los adolescentes hablen de sus propias vidas, el aprendizaje deja de ser teórico y se vuelve profundamente significativo.  


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