miércoles, septiembre 24, 2025

RESEÑA: El camionero que leía a Borges de Ramón Gallart

Título: El camionero que leía a Borges

Autor: Ramón Gallart

 

Año de edición: 2025

 

Número de páginas: 223

 

Sinopsis:

 

Gabriel era un camionero internacional enamorado de su profesión. Y un compulsivo lector. Toda una vida conduciendo, toda una vida leyendo. Se jubiló hace unos años –muy a su pesar– con casi sesenta y nueve. Y hace poco que ha muerto su esposa, Balbina, el amor de su vida.

Y en pleno duelo, toma dos importantes decisiones: adoptar un gato y empezar un diario. Como una declaración de intenciones, escribe en las primeras páginas: «Intentaré hacerlo como aconsejaba Borges en uno de sus seminarios: “Yo creo que uno debería narrar los hechos como si no los entendiera del todo, puesto que así es la realidad”. Me parece que esto no me va a resultar difícil. ¡Son tantas las cosas que no entiendo!».

Una novela sobre la nostalgia y el dolor de la pérdida, sobre los «reencuentros», sobre los intrincados laberintos por los que a menudo transita la comunicación de las familias.

Una conmovedora historia de amor, fidelidad y esperanza.

 

Mi opinión:

 

Con esta obra, Ramon Gallart no solo demuestra que leerlo es sinónimo de calidad, sino también de conexión entre lector y autor. Porque adentrarse en esta historia es como hacerlo en mar abierto, hay que dejarse llevar y disfrutar de cómo te guía la marea hasta una tierra tan firme como sus letras.


Gallart nos presenta una trama íntima, una experiencia única, que te invita a sentarte en la misma mesa que su protagonista y vivir sus inquietudes y miedos. La cercanía con la que describe los personajes, te hace sentirte parte de la familia que presenta. 


Pero de esta novela, con lo que me quedo es con cómo trata ciertos temas tan complejos como son la depresión, la ausencia, la enfermedad, los entresijos de la edad y su descubrimiento, la pérdida. Siendo honesto, lo hace de una manera tan sensible, que no tienes más remedio que envidiar y amar su pluma al mismo tiempo. Y lo hace con símbolos como los lirios blancos, símbolo del duelo, cuyo aroma te penetra hasta el tuétano mientras lees sus párrafos con fruición.


Ramón me ha hecho sentirme muy cerca, como si me contase la historia de viva voz, porque he visto reflejada en ella mi pasión: la lectura, las carreras (llevo corridos nueve maratones) y un trabajo tan difícil como es el transporte internacional, con el que me hallo vinculado profesionalmente desde hace más de veinte años.


El camionero que leía a Borges refleja una madurez insólita, no solo en la escritura, eso ya lo sabía, también en la vida, rezumando la sabiduría del hombre que ha vivido, y que se ha bebido la vida a sorbos, porque da lecciones a lo largo de las páginas, que espero que muchos sepan apreciar y degustar como yo lo he hecho.


Antes de cerrar esta reseña, replico dos frases que me han cautivado: «Porque siempre hemos compartido nuestro silencio, que era algo que nos unía, no que nos separaba o incomodaba» y una repleta de humor, que me ha arrancado una sonrisa y me ha dejado pensativo: «Quedar los últimos es poético e interesante».


Gracias, Ramón.



No hay comentarios:

Publicar un comentario