Hay autoras que escriben en el punto exacto que colinda entre la verdad y la sensibilidad para que el lector sienta el golpe, pero también la caricia. Valle Miranda es una de ellas. Escritora y lectora apasionada, podemos considerarla como una voz propia, reconocible y necesaria.
Pero
Valle Miranda no solo escribe libros. En su perfil de Instagram también comparte
lecturas, fragmentos, frases de autoras y autores que la han marcado, y
pensamientos que invitan al diálogo y a la reflexión. Su presencia en redes es
una extensión honesta de su voz literaria, un espacio donde la escritura sigue
viva incluso entre publicaciones y comentarios.
¿Qué
es para ti la escritura?
Pues
es mi forma de expresión. Adoro la palabra, y sigo creyendo en ella, aun en
estos tiempos. Siempre me ha sido más fácil expresarme con un lápiz que
con la voz. Mis ideas fluyen mejor, y por tanto considero que mis pensamientos
y sentimientos llegan de forma más pura y nítida. No me censuro tanto cuando
escribo como cuando hablo.
¿En
qué momento sentiste que querías compartir tus textos con otras personas y no
dejarlos solo para ti?
Supongo
que a todo creador le llega un momento en el que necesita cierto reconocimiento. Y
con ello me refiero a que esas ideas llegaran a alguien con quien compartirlas.
Crear debate, poner palabras a pensamientos ajenos. Quizá dar forma a
sentimientos de los demás, además de los míos. O, tal vez, simplemente la
búsqueda de empatía.
¿Te
fue difícil hacerlo?
Sí
y no. No me fue difícil fácticamente porque ya contaba con la red social en la
que sabía que iba a haber respuesta. Y me fue difícil porque mostrar un texto
propio es también desnudarse ante los demás y permitirles ver algo muy íntimo,
con la reacción que sea. Y estar preparado para esa reacción externa, lo cual,
no es sencillo.
No
soy tu niña (2021) es una obra descarnada que habla de identidad, trauma y
reconstrucción. ¿Sentiste en algún momento el desasosiego propio de estar
escribiendo una historia tan íntima y potente como la que nos presentas?
Me
dolieron como propias muchas de las historias que allí se cuentan. Más que la
propia trama, las vidas tangenciales que se van formando con personajes ajenos
al propio caso policial, ya sean protagonistas o personajes secundarios. Pero
también me sentí satisfecha de poner voz a esos sentimientos de pérdida, de
traición, de desconsuelo, que sin duda todos hemos sentido, aunque no nos hayan
pasado las mismas cosas. Los hechos son únicos para cada persona, pero los
sentimientos son universales.
En
Óleo sobre negro ahondas en los matices de la pérdida. Se percibe una escritura más contenida,
como si cada palabra hubiese sido elegida con una precisión quirúrgica. ¿Cómo
cambió tu proceso creativo entre una obra y otra?
La
primera fue una obra más atropellada. Salió en tropel de mi cabeza y estuvo
escrita en un lapso muy breve de tiempo. En cambio, el argumento de la segunda
tenía una mayor magnitud, y sentí en muchos momentos que la novela se me
quedaba corta para todo lo que hubiera querido contar. Eso hizo que toda la
narración estuviera más medida y que “sacrificara” cuestiones importantes pero
que no cabían en el relato, que, por cuestiones de maquetación, debía tener una
longitud determinada. También creo que fue una obra más madura, o, simplemente,
relatada con más tiempo, sin tanta premura o atropello. En la primera el ansia
de publicar me pudo. Con la segunda me tomé un tiempo, aunque igualmente sentía
la urgencia de pensar que quizá cuando estuviera lista mis lectores habrían
olvidado mi existencia. Creo que eso nos pasa a todos, ¿No?
En
ambos casos, optaste por la autopublicación. ¿Qué te ha ofrecido este camino y
qué retos has tenido que afrontar como autora independiente?
He
optado por esa vía por la inmediatez. Aunque no ha sido sencillo ya que la
responsabilidad de todo muchas veces excedía mis capacidades, sino siempre. Al
final, pido perdón por los fallos que seguirán habiendo, pero creo que la
esencia puede captarse y es lo que vale. Creo…
También
soy consciente de la dificultad de encontrar una editorial que se arriesgue por
ti, que eres una autentica desconocida. Tenía público, sí, pero discreto. Mi
cuenta no tenía millones de seguidores como otros fenómenos influencers del
mercado. Tampoco lo pretendía. No quise esperar el tiempo necesario, pero sé,
porque después confieso haberlo intentado, que se me hubieran cerrado las
puertas. De todos modos, mientras haya vida hay esperanza y supongo que tarde o
temprano volveré a escribir y a moverme en ese sentido.
El
mayor reto ha sido la difusión o publicidad de mis obras. Muchísima gente me ha
ayudado, y me han ayudado mucho y desde el más absoluto desinterés, exactamente
cómo estás haciendo tú ahora, y puedes creer que te lo agradezco mucho. Sin
embargo, no puede compararse con las grandes campañas de marketing y
publicidad. También me ha afectado, incluso me lo he creído, las voces que
consideran que somos un mercado de segunda clase. Pero no le echo la culpa a
nadie, ¿eh? a falta de medios, hay que buscarlos, y eso haré.
¿Recomendarías
esta vía a otros autores?
No.
He
sido contundente, ¿verdad? Jajaja. No, no lo recomendaría salvo que tengan muy
claro hasta donde se puede llegar.
Eres
una gran lectora. ¿Algún autor/a que pueda haber marcado tu forma de narrar?
Admiro
a muchos autores, y mencionarlos sería injusto porque me dejaría a tantos
otros… Voy a mencionar a alguno, no obstante, para responderte. Verás, no me lo
has preguntado pero yo escribo de toda la vida J Y, cuando era más joven aún de lo que
soy ahora, pensaba que la escritura era ribete, rimbombancia, pomposidad. No en
exceso, obviamente, pero sí tenía que haber cierta impostura, cierto afán de
hacer las cosas bonitas.
¿Lo
pienso hoy? Sí, claro. Creo que la literatura es un vehículo y debe
engalanarse. Creo que la “moda” actual de darle importancia al contenido en
detrimento del continente, no va conmigo. Aunque soy gran consumidora de lo que
mi querido amigo Manu denomina fastbook, jeje. Sin embargo, he descubierto que
con la palabra justa y medida puede conmoverse de igual forma, incluso más,
porque la crudeza potencia el mensaje. Así que quiero, con toda la modestia del
mundo, acercarme a Agota Kristoff, a Sara Mesa o a Nieves Mories. Ese estilo me
ha marcado. Evidentemente voy a ser yo, con mis filias y mis ticks, pero ese es
un estilo que admiro mucho.
Absolutamente.
Claro. Mi narración es mi mundo. Es la óptica a través del cual lo percibo.
Nada que no haya escrito me ha pasado. Así de rotundamente te lo digo.
Tus
publicaciones en Instagram son muy cuidadas, casi literarias. ¿Cómo vives ese espacio digital y qué importancia tiene para ti como escritora?
Tiene
una gran importancia en la medida que me expreso a través de él. Anteriormente
a @un_valle_de_libros tuve una cuenta en Instagram en la que compartí muchas
narraciones y poemas propios, además de reseñar libros. Esa cuenta se convirtió
con el tiempo en la actual, en la que aún voy de puntillas y no me he soltado a
compartir tanto, pero tengo por seguro que lo volveré a hacer, porque volveré a
necesitarlo.
Compartes
frases de autoras y autores en tu perfil, algunas contundentes, otras más poéticas,
pero siempre son citas significativas. Si te pidiera que eligieses tres para la
ocasión, ¿con cuáles te quedarías?
Me
encantan las citas, soy una auténtica coleccionista de ellas. Subrayo los
libros, lo confieso.
Te
voy a decir tres que he publicado y luego te cuento una cosa. Allá voy:
Todo eso es algo que hará por él cuando
llegue el momento. De poca cosa habrá de servir, de menos aún: de nada. Desgracia. J.M. Coetzee
Tiene cuarenta años, y a los cuarenta lo
posible se ve cada vez más como algo que una deja atrás. El Rumor. Ashley Audrain
Te mantendré en mi memoria. Y tú, quizá
tú también me recuerdes.
El Polaco. J.M. Coetzee.
Y lo
que quería contarte es que hay una serie de libros, que, sorprendentemente es
novela negra, de Alicia Gimenez Barlett, cuya protagonista es Petra Delicado.
Pues bien, no podría darte una cita, porque esos libros están todos
absolutamente subrayados, así de buenos son.
En
tus publicaciones también recomiendas libros, ¿eres de la que debes acabarte
una obra para poder hablar de ella o si no te engancha la dejas a medias?
No
dejo nada a medias, bueno, ningún libro. Y me he tragado tela de bodrios,
¿Puedo decirlo? Bueno, dicho queda jajaja
¿Hay
alguna escena, personaje o frase de tus libros que aún hoy te remueva?
Sí,
claro. Ahí lo dejo.
Si
pudieras mantener una conversación con alguno de los personajes de tus obras,
¿con cuál sería y por qué?
Con
Valeria. Para recordar.
¿Tienes
algún ritual de escritura?
Silencio
absoluto.
¿Hay
algún lugar que te ayude a inspirarte?
No,
realmente no soy de puertas para afuera, No soy de playa ni de campo. No sé
relajarme. Me inspiran mis vivencias. O las de los demás.
Tienes
nuevos proyectos literarios entre manos?
Sí.
Sí. Quisiera decirte que van a convertirse en algo tangible, pero aún no lo sé.
Pero sí.
Yo
siempre escribo. Aunque no salga de mi cabeza. Yo escribo cuando pienso.
Llámame rara.
¿Qué
le dirías a alguien que necesita contar una historia al mundo, pero aún no se
atreve a escribirla?
Que
me la cuente a mí. jajaja
¿Qué
libro estás leyendo en la actualidad?
Unos cuantos, a ver, que miro en Babelio porque no me acuerdo de todos: Cómplice, de Steve Cavanagh, La cúpula de King, El ángel de Sadrone (que todo el mundo apunte a este autor) y también estoy leyendo El verdugo de Gaudí, de Aro Sainz de la Maza. ¿Y ya está? Pensaba que más. Tengo que empezar en breve Fundido a negro, de Cañadas y en cuanto me llegue prioridad absoluta para Doppelganger, de Sebastian G. Sancho.
Qué
tipo de relación mantienes con tus lectores?
Pues
me encanta interactuar con la gente que me lee. Muchos de ellos se han
convertido en amigos, algunos en personas de mi entorno más íntimo. Me encanta
participar en lecturas conjuntas porque me gusta mucho hablar de libros y
también porque me ayuda a saber lo que han pensado y en qué grado se parece a
lo que yo quería provocar.
¿Hasta
qué punto se le debe hacer caso a la crítica?
Depende.
El público sí se equivoca. Nos equivocamos, quiero decir. Hay que hacer caso a
las críticas constructivas, pero hay que entender que cuando a una persona no
le gustas nada no tiene porqué ser culpa tuya, sino que, simplemente no forma
parte de tu nicho lector. Y a todos nos pasa que autores aclamados por el
público nos parecen horrendos. No hay que perder la esencia de cada uno, la
identidad. Luego, hay que pulirse, por supuesto.
¿Cuál
ha sido para ti el mayor aprendizaje en este recorrido literario que has
emprendido desde la publicación de No soy tu niña hasta hoy?
Que
lo que escribo puede gustar. Que para algunas personas sirvo para esto.
¿Qué
autores o autoras actuales consideras imprescindibles o sientes que están
abriendo caminos valientes en la literatura contemporánea?
¿Te refieres a autores que aún no tengan muchos años de recorrido literario?
Lo pregunto porque acabo de leer el primer libro de una serie de Rosa Montero que se sitúa en un mundo futuro y distópico y que, absolutamente, me ha flipado.
No se puede decir que sea una autora novel pero sí me ha parecido atrevida.
Nieves Mories, Mónica Ojeda, Sara Mesa, creo que están apostando por una buena literatura y con contenidos potentes y reivindicativos. En muchas ocasiones terriblemente incómodos.
Por ejemplo, Ojeda, me incomodó mucho la novela que he leído de ella, Mandíbula, pero me pareció soberbia.
Debo confesar también que últimamente he leído varias novelas que son primeras obras, o casi, de sus autores, pero no te las voy a mencionar porque me han parecido bastante malas.
Te daré una pista: han sido novelas policiacas o thrillers y han estado llenos de tópicos, sin sentidos y con una narración más bien pobre.
Para
concluir, ¿hay alguna frase (propia o ajena) que te gustaría que quedara
resonando en quien lea esta entrevista?
Dijo
Richard Bach que un escritor profesional es una amaterur que no se rinde. Yo no
me he rendido.
Gracias,
Valle, por abrirnos tu mundo con la honestidad que te caracteriza. Ha sido un
placer tenerte en Mi
experiencia como escritor(a).
Mil
gracias a ti por esto. Y por todo. Ha sido un placer hacer esta entrevista, me
han encantado las preguntas.
Valle tiene que seguir escribiendo. Ella lo necesita y nosotros también. Maravillosa entrevista💙💙
ResponderEliminarMuchísimas gracias por la parte que me toca. Valle estuvo fenomenal como protagonista.
ResponderEliminar