Buenas tardes Lorena, me alegra tenerte aquí hoy con nosotros para responder a nuestras 10 preguntas.
Un placer que me hayas concedido un ratito y un hueco, así que muchísimas gracias.
Vamos con la primera pregunta: ¿Cómo describirías a Lorena Gil Rey?
Describirse a uno mismo siempre es difícil. Ahora mismo estoy volviendo a conocerme, día a día, la vida es un aprendizaje continuo. Se puede decir que, hasta ahora, puedo decir que soy una persona soñadora, luchadora, constante y realista.
¿Qué edad tenías la primera vez que se te pasó por la cabeza: “Esta historia la tengo que escribir yo”?
Empecé muy joven a escribir poesía, tenía nueve años. No fue hasta hace unos diez que me decidí a retomar la escritura esta vez en forma de relatos cortos, así que tenía veintinueve añitos, ¡cómo pasa el tiempo!
Eres joven, sin embargo, llevas un amplio recorrido en esto de la literatura. ¿Qué te ha enseñado ese camino?
Toda aventura, todos los caminos (como dices), enseñan muchas cosas, buenas y malas. En mi caso ha habido muchas malas, de las que he hablado muchas veces, como las envidias, las zancadillas y un largo etcétera dentro del mundo literario, que mermaron durante mucho tiempo no solo mi capacidad creativa, también mis ganas de seguir escribiendo. Pero como digo, también aprendí cosas buenas, como a esforzarme más y dejar de lado a la gente tóxica, creer más en mí y en que soy buena en lo que hago porque lo hago desde el corazón, porque es mi pasión.
Uno de tus pasos te llevó a crear una revista, “Vuelo de cuervos”, dedicada al terror, la fantasía y la ciencia ficción. ¿Cómo nace ese proyecto?
Nació desde la inquietud de tres personas (en las cuales me incluyo) que querían mostrar sus relatos al mundo. Decidimos primero crear el blog, poco a poco fue creciendo y quisimos dejar que la gente dejase también en él sus historias, largas o cortas, lo que quisieran; vimos que las revistas on-line nacían y tenían buena acogida y que era una buena forma de dar a conocer a más gente y la idea que yo, en un principio tuve para Vuelo, un lugar donde muchos apasionados por la literatura tuviesen una casa donde ser ellos mismos, sin restricciones, haciéndolo de otra forma más directa y profesional. Y así nació la revista, después las antologías y todo lo que significa Vuelo de Cuervos.
Como editora de la revista, ¿qué les dirías a aquellos que están leyendo esta entrevista para que le diesen una oportunidad a esos autores noveles a los que le disteis la oportunidad de publicar por primera vez?
Pues que todos merecen ser leídos, que quien escribe está dejando algo de sí mismo muy importante en cada palabra que junta para crear una historia y que es muy bonito ver cómo crece un escritor o una escritora desde el inicio; es una de las experiencias más bonitas que he podido vivir con muchos compañeros a los que ahora puedo llamar amigos.
Como autora, además de varios relatos en distintas antologías, también has publicado tres novelas. ¿Qué podrías contarnos sobre ellas?
Las tres son muy diferentes entre sí.
“Muna Baena” por ejemplo fue la primera, una novela corta de terror, la cual es una trilogía que sacaré muy pronto con mi editorial. Recuerdo que la escribí prácticamente en una noche, tenía la idea muy clara y quise plasmarla cuanto antes. Está, por el momento, en descarga gratuita en Lektu.
“Las semillas que dejamos” es otra trilogía, de ciencia ficción. La presenté a una editorial y me la aceptaron. Es una novela corta de ciencia ficción, que muy pronto reeditaré también bajo el sello de Arima y también el resto de las partes que ya están escritas.
“Los ojos de las gaviotas” (editorial Ediciones Cívicas) es mi novela más larga y personal. Es una novela autoconclusiva en la cual he creado un pueblo que visitaremos en varias novelas que ya tengo escritas. Es una novela de suspense, misterio, algo de terror (no mucho, y lo que hay es suave). Está dedicada a mis padres, y para mí siempre será mi mejor novela.
En todo lo que escribo siempre intento que haya mensajes directos que hagan replantearnos todo, por eso aunque las temáticas sean diferentes, siempre van a tener un punto de unión.
Vamos con una pregunta que suelen hacernos a los escritores, y aprovechando que tú tienes experiencia en sendos géneros narrativos: ¿Te sientes más cómoda como contadora de historias breves o como novelista?
Puedo decir que me siento a gusto con ambas. Cuando tenga la historia clara en mi cabeza disfruto muchísimo y dejo que fluya, nunca sé si va a ser una novela corta o larga, me dejo llevar y voy construyendo.
Hace poco decidiste dar un pasito más en tu carrera y creaste tu propia editorial. ¿Qué puedes contarnos acerca de esa experiencia?
Llevo poco tiempo en la aventura-locura de haber creado una editorial. Desde marzo hemos publicado dos novelas, ahora en septiembre publicaremos la tercera. Es una editorial pequeñita que quiero que crezca poco a poco, al ritmo necesario, sin acelerones, pero de forma firme, con cuatro o cinco publicaciones al año, por ahora.
Es algo que siempre quise hacer, la verdad es que era una de mis sueños. Ahora es trabajo, trabajo y trabajo, para poder dar lo mejor de mí hacia mis escritores, ilustradores y la correctora.
En tu opinión, ¿es tan complicado el mundo editorial como podemos imaginarnos desde fuera aquellos que no pertenecemos a él?
Cualquier trabajo, profesión, sector, es complicado. Hay muchas editoriales pequeñas independientes que, al contrario que las grandes, intentamos luchar juntas por sacar adelante la literatura, difundirla, promoverla…
No deja de ser complicado porque el pez grande siempre se come al pequeño, pero los pequeños tenemos algo que los grandes, desde mi punto de vista, han perdido, como son el tesón y el amor por las historias que publicamos. No publicamos euros, publicamos historias y a sus escritores.
Hay que ser muy constante y estar encima de todo lo que hace posible que un libro sea publicado y distribuido.
Si tuvieras la oportunidad de darle un consejo literario a esa Lorena que daba sus primeros pasos en esto de la escritura, ¿cuál sería?
Pues le diría algo que me digo a diario hoy en día: Cree en ti, sé constante, trabaja; lo demás, y los demás, si no aportan que aparten.
Muchas gracias por acompañarnos, Lorena.Enhorabuena por tu trabajo. Espero que tengas mucho éxito en tus proyectos.
Muchísimas gracias a ti, siempre. E igualmente. Por muchas veces más. Un saludo enorme.
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