Hoy tenemos en “Mi experiencia como escritor” a Albert Villanueva, profesor y escritor.
Buenos días, Albert. Un placer tenerte hoy en nuestro
espacio.
Encantado de estar charlando contigo y con todos los
lectores. Es un placer encontrarse con gente como tú que da voz a los autores
independientes.
Si te parece, vamos con la primera pregunta. ¿Quién es
Albert Villanueva?
Pues Albert es un profesor de Secundaria que está en
la recta final de su carrera docente, pues en dos años y medio estaré jubilado…
Una persona que tiene dos “vicios”: la literatura y la música… Así que mi casa
está llena de libros y de vinilos y cd’s. Pero también soy una persona feliz,
porque para mí la felicidad consiste en implicarse en todo lo que haces. Y,
eso, desde siempre lo he hecho...
¿Desde cuándo escribes?
Escribo desde la adolescencia. Pero como muchos otros,
aquellos textos los guardaba solo para mí. El pudor que sentía porque alguien
leyera mis textos era superior al deseo de publicar. De hecho, no publiqué nada
hasta el 2017.
¿Qué recuerdos tienes de ellos?
Algunos están por aquí en un cajón. Hace mucho que no
los leo. Seguro que conseguirían ruborizarme, porque en ellos debe estar la
ingenuidad de la adolescencia. Pero recuerdo cómo me gustaba inventar historias
y plasmarlas en papel.
También recuerdo que cuando estudiaba COU gané un
concurso literario en el colegio donde estudiaba. Y recuerdo, con una mezcla de
rubor y de sonrisa, las palabras del profe de Literatura: “Villanueva, usted
algún día ganará un premio literario”. Ni lo creo ni lo pretendo, pero recuerdo
con mucho placer a aquel profesor que me hizo amar la lectura.
¿Tienes algún lugar en el que te guste escribir
especialmente o eres de los que se siente cómodo a la hora de escribir en
cualquier sitio?
Para poder escribir necesito tiempo y concentración.
No soy de los que lleva una libreta y escribo en cualquier sitio. La escritura
lleva su tiempo… Así que es en mi estudio donde escribo.
Tienes un espacio
web, que me ha parecido muy interesante, y que me ha
permitido conocerte un poquito mejor. Cuéntanos un poquito, ¿cuándo y cómo
nace?
Hace muchísimo tiempo que tengo webs… La primera la
hice ni más ni menos que en 1997. La que tengo ahora en www.albertvillanueva.es
la construí cuando publiqué mi primera obra.
Pensé que sería interesante tener una página personal
en la que promocionar mis obras y donde los lectores pudieran encontrar
información complementaria. Creo que lo importante para un escritor es crear
comunidad con sus lectores. Y la web y las redes sociales son herramientas
interesantes.
Al final ha ido creciendo poco a poco y desde allí se
puede acceder a otras cosas, como los podcast del programa de radio en el que
participo.
Además de prosa,
también escribes ensayo. De hecho, tu primera obra publicada es uno de ellos.
Su título “Yo no quiero ir a esta escuela”. ¿Qué temas abarcas en ella?
“Yo no quiero ir a esta escuela” nació en 2017 como
una serie de reflexiones personales sobre nuestro sistema educativo. Llevo 40
años dando clase, de manera que he sufrido el sistema educativo español desde
los dos lados: como alumno y como profesor.
La escuela es un ente muy inmovilista en el que cuesta
innovar… Y creo que, aunque empiezan a verse brotes verdes, hay muchas cosas
que no funcionan. En la obra se reflexionaba sobre todos esos “pecados” de
nuestras escuelas. Pero no solo era una crítica, sino que también planteaba
como creo yo que debería producirse el cambio. Soy de la idea de que la
“revolución” debe empezar desde abajo, desde las aulas. Se ha demostrado que es
inútil esperar que la solución venga desde arriba… Mientras no haya un Pacto
Educativo, los partidos políticos solo utilizan la educación como arma
electoral y arrojadiza.
“Por hacerte a tu muerte compañía” (2018) se convierte en tu primera novela publicada. Cuéntanos, ¿cómo fue tu experiencia?
Esa novela nació en mi cabeza diez años antes… Fue en
el 2008 cuando realicé toda la investigación y la documentación. Y fue también
entonces cuando la empecé. Las treinta o cuarenta primeras páginas son de
aquella época… Pero, por cuestiones familiares y laborales, la novela quedó
arrinconada en el disco duro del ordenador…
La publicación y el feedback de los lectores de
“Yo no quiero ir a esta escuela”, fue lo que me dio fuerzas y ánimos para
intentar recuperar aquella novela que dormía en mi cabeza. ¡Y lo conseguí!
Tengo que decir que, esa historia sobre la Barcelona
anarquista de los años veinte, me ha dado muchísimas alegrías y me siento muy
orgulloso de ella.
En 2021 presentaste
“Pactos”, la primera historia del inspector Pruna. ¿De qué trata?
Principalmente,
soy lector de novela negra. Y era ese género el que quería escribir, pero “Por
hacer a tu muerte compañía” se etiquetaba como histórica… Así que después de
aquella novela, guionicé una trilogía que estaría protagonizada por Miquel
Pruna, un inspector de los Mossos d’Esquadra.
“Pactos”
es la primera de las tres protagonizadas por Pruna, un personaje marcado por un
pasado que vamos descubriendo a lo largo de la trilogía. Pero, además de su
pasado, Pruna debe esclarecer una serie de asesinatos. En esta primera, le
avisan de la muerte de su madre en la residencia donde estaba ingresada. Lo que
parecía una muerte natural, se convierte en lo que parece un asesinato. Pruna
deberá investigarlo mientras intenta cumplir el último deseo de su madre. Y eso
nos llevará a un hecho del pasado… Porque en todas mis novelas hay una mirada
al pasado de mi ciudad, Gavà. En “Pactos” nos iremos hasta el año 1962, cuando
se produjeron unas terribles riadas que llevaron la desgracia a muchos
ciudadanos...
El segundo caso investigado por el inspector Pruna vio la luz en 2023 cuando publicaste “Rencores”, ¿estás trabajando ya en la tercera entrega?
En
“Rencores”, Pruna se enfrenta a un asesino en serie que deja un cadáver en cada
uno de los lugares históricos de la ciudad. Y el cadáver aparece con una
escenografía relacionada con la época histórica de ese lugar. Mientras, Pruna
continúa enfrentándose con sus fantasmas interiores.
Ya
estoy trabajando en la tercera novela de la serie, la que cerrará la trilogía.
Se titulará “Nunca” y nos llevará hasta el año 1976, cuando se llevó a cabo la
huelga de la fábrica Roca. Aquella la primera gran huelga de la democracia.
Noventa y seis días de lucha y represión.
¿Cómo describirías al protagonista de esta serie de novelas?
Pruna
es un personaje atormentado por su pasado y alejado, física y sentimentalmente,
de su ciudad natal. Cuando tiene que volver a Gavà a intentar solucionar los
crímenes, Pruna se enfrenta con ese pasado y con los recuerdos.
En
“Rencores”, la segunda novela de la serie, empezamos a ver a un personaje que
parece empezar a hacer las paces con la ciudad y con sus recuerdos. Pero otro
terrible problema personal vendrá a golpearle.
El
personaje tiene una edad muy cercana a la mía. Por lo tanto, sus recuerdos y
sus vivencias son también los míos. Y tiene otra cosa mía: el gusto por la
música rock. Por eso mis novelas tienen una banda sonora… En las obras van
apareciendo letras de canciones que muestran el estado de ánimo por el que pasa
el personaje.
Como ávido lector que
eres, recomiéndanos algunas obras que creas que no podamos perdernos y que
estén firmadas por autores no tan conocidos por el gran público.
Buuuuf…
Eso sí que es difícil… Soy un lector compulsivo y soy de la idea de que
deberíamos poder vivir dos vidas: una para leer y otra para releer. Porque hay
libros que merecen ser leídos más de una vez.
Podría
hablarte de muchos libros y autores. Eduardo Mendoza, Pere Calders, Andreu
Martín, Lorenzo Silva, Henning Mankell… Pero siempre recomiendo el que
considero mejor escritor español de la segunda mitad del siglo XX: Francisco
González Ledesma. ¡Una maravilla! Un escritor con una magnífica historia
personal. Y con obras maravillosas. Está considerado el padre de la novela
negra española. Su serie protagonizada por el inspector Méndez es espléndida.
Pero también el resto de sus obras son plenamente recomendables… Incluso sus
novelitas populares, que tuvo que firmar con el pseudónimo de Silver Kane, son
geniales. ¡Y escribió alrededor de mil!
De joven siempre escribía relatos cortos. ¡Y ahora me
cuesta muchísimo! Una vez he escrito tres novelas, me cuesta mucho ceñirme al
número de palabras que determinan los concursos de narrativa breve…
El relato corto y la novela tienen estructuras muy
diferentes y son géneros con pocas cosas en común. Evidentemente, solo debe
haber una trama y no se puede profundizar en los personajes. Pero yo creo mucho
en los personajes. Para mí son el centro de la historia… Por eso, cuando
escribo relatos, intento que a través de las acciones vayamos conociendo al
personaje, sin necesidad de grandes descripciones iniciales.
Y, está claro, el relato corto debe sorprender y
atrapar desde el principio. Así que inicio debe ser poderoso y debe impactar al
lector. Al menos eso es lo que yo intento…
El ritmo también es muy importante. Debe existir equilibrio entre la acción y la pausa, alternar
momentos de acción con reflexiones que profundicen la experiencia.
Y antes de dar por acabada la entrevista, me gustaría
pedirte algún consejo que pueda haberte servido para quienes empiezan en la
escritura.
Leer. Esa es la clave si se quiere escribir. Yo
siempre digo que soy lector antes que escritor. O de otra manera: si he llegado
a ser escritor es porque he leído antes mucho. Borges dijo una vez: “Uno no es
lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”. Y no puedo estar más
de acuerdo… Sin tiempo para leer es imposible tener herramientas para escribir.
Yo siempre digo que no publiqué ninguna obra hasta el
año 2017 porque antes me estaba preparando leyendo.
Muchas gracias, Albert por participar en este humilde
blog. Mi enhorabuena por tu carrera literaria y espero que los éxitos continúen
en el futuro.
Muchas
gracias por tus deseos. En realidad lo que espero es poder seguir escribiendo.
A mi edad, uno solo busca la satisfacción personal. Y eso me lo da la
escritura… Disfruto durante la fase de documentación y durante la de la escritura.
Si después, una vez publicada la novela, te encuentras con un lector que te
dice que ha disfrutado leyéndote, el círculo se cierra y eres feliz. Y esa
noche no duermes de alegría…
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