Hola, Vicente. Un placer tenerte hoy aquí.
El placer es mío, Leonardo, y toda una sorpresa, por cierto, uno no está acostumbrado a que lo entrevisten y da un poco de respeto (y vergüenza).
Vamos con la primera pregunta. ¿Quién es Vicente Ortiz?
Un tipo discreto y corriente, de esos que suelen pasar desapercibidos. Padre y esposo. Trabajador autónomo. Amante de la música Rock. A veces, y siempre sin pretensiones, me pongo frente al micro o a la hoja en blanco y me dejo llevar.
¿Qué es para ti la escritura?
Una forma de expresar y dejar testimonio de los sueños que tenemos cuando estamos despiertos. Me ha salido del tirón, lo prometo.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?
Creo que depende del momento. Para mi desgracia, aquí no tengo trucos. Lo mejor, al menos en mi caso, es no buscarla, que ella se encargue de llegar de la forma más inesperada. Algunas veces se resiste, pero otras aparece por una vivencia, en plena conversación con alguien o por una lectura reciente. También motiva tener compañeros escritores que comparten sus textos.
¿Planificas al detalle tus historias o eres de los que prefiere improvisar sobre la marcha?
No planifico nada. Soy un desastre, lo reconozco. Envidio a los escritores que tienen clara la trama desde el principio hasta el final. Cuando alguien comenta que ya tiene los detalles de cada personaje o se monta un mapa con la extensión de cada fase de la historia y cosas así, me siento un extraterrestre. Ojalá algún día pueda encontrar un equilibrio en el que escribir improvisando, pero sabiendo a dónde voy. Sin corsé, por supuesto.
¿Cuál es el género que disfrutas más escribiendo?
El terror.
En tu sitio web tienes un buen número de relatos de los que el visitante puede disfrutar de seguro, pero si tuvieras que recomendar a nuestros lectores uno como como el primero a leer, ¿cuál le sugerirías?
La verdad es que hay unos cuantos. Tengo especial cariño por «El faraón desconocido» y por «La moradora del castillo de Trevejo». Posiblemente no sean los mejores relatos, pero son los que recomiendo siempre. Del último de ellos hay una versión ampliada que un día me gustaría publicar.
Has participado en varias antologías de relatos y compartido otros tantos en tu blog. Desde tu punto de vista, ¿qué debe tener un relato para ganarse a los lectores?
La idea original llegó en el verano de 2020 de la mano de César G. Demian, Jose Luis Pascual y BJ Sal. Empezó como una tertulia en la que se hablaba de cine, literatura o misterio. Yo me incorporé a los pocos meses. Coordiné la versión sonora de nuestra antología licántropa, en la que participaron muchos y buenos amigos. Luego se incorporó Lorena Escobar y seguimos mezclando alguna tertulia, especiales, artículos y audiorrelatos. JD Martín y Román Sanz Mouta también participan desde hace tiempo. Aunque hay en proyecto hacer algo potente, en este momento estamos centrados en narrar relatos de autores clásicos y especiales como el de Halloween, en el que tú también participas junto a otros cincuenta autores. Paso a paso, sin presión ni autoexigencias, sin hacer caso al número de descargas y subiendo solo dos o tres audios al mes. Cosas que nos apetezcan y diviertan.
¿Cuál es el primer libro de terror que recuerdas tener
entre las manos?
No lo tengo claro, quizá fue Drácula, de Stoker. En aquella época leía muchas novelas históricas ambientadas en el antiguo Egipto y me impactó bastante leer algo tan diferente.
¿Último título que has leído?
Estoy terminando «T.Errores, en el bosque ya estás muerto», editado por Dentro del Monolito. Al ser una antología, voy intercalando los relatos con otras lecturas.
¿Consideras necesario ser un buen lector para mejorar en la escritura?
Es imprescindible leer si también escribes, no entiendo una cosa sin la otra. Y respondiendo a la pregunta, sí, sí rotundo. Si lees aprendes y evitas ciertas cosas que te ayudarán a mejorar.
¿Tienes algún proyecto literario entre manos en estos momentos?
En los próximos meses estaré en dos antologías. A título personal, tengo una novela corta a medio revisar, que ya veremos qué hago con ella.
Y para despedirnos, ¿algún consejo para quienes empiezan en el mundo de las letras?
Que eviten escribir había, hacía, aunque y pero. Solemos repetirlas como loros. Y, por supuesto, que lean, se dejen leer y disfruten durante el proceso.
Muchas gracias, Vicente. Encantado de haberte tenido hoy entre nosotros.
Gracias a ti por dejarme entrar en tu casa.
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