La metáfora y la comparación son dos figuras retóricas que suelen enseñarse al mismo tiempo en clases de lengua, ya que existe una clara correlación entre ellas y hace más fácil su asimilación por parte del alumno.
La diferencia entre la metáfora y la comparación es fácilmente perceptible, ya que en el caso de la comparación se utiliza un nexo (“como” o “cual” son los más comunes) para relacionar dos objetos que tienen semejanzas, mientras que en la metáfora, se prescinde de él y esa similitud se expresa de manera más directa.
Para una mayor claridad, os dejo algunos ejemplos:
Metáfora: “El corazón le ardía de la furia”.
Comparación: “Se puso como un basilisco”.
Metáfora: “Sus ojos son dos estrellas en la oscuridad”.
Comparación: “Sus ojos brillan como dos fanales”.
Metáfora: “Tiene el corazón de piedra”.
Comparación: “Es duro como una piedra”.
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