Autora: Rain Cross
Editorial: Autopublicado
Año de edición: 2016
Número de páginas: 69
Sinopsis:
Cuando Annie Matthews llegó ese día a la emisora, nunca sospechó, ni en sus más horribles pesadillas, lo que iba a encontrar. Junto a Josh, el locutor estrella de la KWL, descubre que el mundo se está desmoronando, y que ellos pueden ser el único nexo de unión entre los supervivientes.
Acompáñales a través de las ondas, en una
aventura donde la muerte y el rock and roll están presente en cada llamada.
Mi opinión:
La curiosidad de la portada y su sinopsis, y las ganas de leer algo de Rain Cross, hizo que me acercarán a este relato. Y la verdad es que me alegro por ello, ya que me ha sorprendido gratamente.
Me ha gustado su manera de narrar, de realizar las descripciones y el mimo que le pone a los diálogos. Al ser dos los personajes principales ayuda mucho a meterte dentro de la historia, ya que puedes imaginarte en todo momento lo que les está ocurriendo, así como lo que pasa a su alrededor.
El hecho de que se plantee el inicio del final del mundo tal como lo conocemos hace que el relato se vuelva aún más atrayente, ya que cuando se acaba la historia, el lector se siente parte de esa misma realidad durante un instante y se pregunta: ¿y yo qué haría en esta situación? Del mismo modo, el escenario y el modo de presentarlo también me han parecido interesantes. Al tratarse de un lugar un inusual como una emisora de radio atrapa desde el primer momento al lector.
Un relato, que a mi modo de ver, podía haberse extendido en las páginas sin ningún problema. La cuestión es que de ser así, quizá no hubiese tenido la efectividad que su autora buscaba, y eso es algo que siempre es de agradecer porque como se suele decir: “Lo bueno si es breve, dos veces bueno”.
Así que tras mi reciente experiencia con “Emisora KWL” (2016) y “Los mutantes de Springs Lake” (2014), seguro que no tardaré en leer algo más de Rain Cross y acercarme a otros relatos suyos.
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